11 de septiembre de 2020

UN CHILE IGUALITARIO... LIBRE. Entrevista con Marco Sánchez Maturana, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

a Valentina Palma, Marco Aguirre y su hija Esperanza... a Santiago Maldonado... al pueblo mapuche.

Por: Sebastián Liera.
Cabello largo y afectado por unas cuantas rastas, Marco llega puntual a nuestra cita en una de las esquinas de la plaza en el centro de Coyoacán. Nadie podría imaginar con sólo verlo, que sobre este joven de entonces apenas unos 29 años de edad pesaran cargos que de estar detenido lo tendrían toda su vida tras las rejas en el penal de alta seguridad de Santiago de Chile acusado de lesiones graves contra civiles y carabineros.
1999, el año en que me concediera esta entrevista, contaba entonces algunas historias de dignidad que corrían paralelas de la mano de los pobladores de Amador Hernández, Chiapas, resistiendo el acoso militar, y del movimiento estudiantil universitario en la máxima casa de estudios del país que, amén de sus contradicciones, resistía a la intentona de privatizar la educación superior.
Han transcurrido 21 años desde aquella charla bajo el sol de la capital mexicana; sin embargo, las palabras de Marco todavía resuenan vigentes trazando frente a la grabadorcita la claridad de su posición política. Sirva, pues, este revisitar de aquellas palabras hoy, 11 de septiembre de 2020, a 47 años del golpe militar que derrocara por la fuerza al gobierno socialista del compañero Salvador Allende y del inicio de una larga noche que no solo aplazara el sueño de un mundo nuevo y mejor para nuestrxs hermanxs chilenxs, sino para toda Latinoamérica.
Hace casi 15 años, el 10 de diciembre de 2006, publicamos aquí mismo esta entrevista; entonces, la naturaleza había tenido un curioso acuerdo con la celebración del día internacional de los derechos humanos llevándose al dictador Augusto Pinochet, orquestador del golpe militar que intentara acallar, sin conseguirlo, “el pensamiento y la acción de un estadista con visión de mundo y de futuro, de un hombre que vivió, amó y vio la vida en forma intensa y profunda y que por eso pudo dar forma a un proyecto para hacerla mejor, más digna, más justa para el ser humano, que fue el centro de su preocupación”(1): el compañero Salvador Allende.
La muerte de Pinochet nos daba alegría y tristeza al mismo tiempo. Alegría, porque al fin el cómplice de encarcelar a la dignidad y perseguir a la esperanza chilenas dejaría de contaminar con su sola presencia las grandes alamedas; pero, tristeza, más aún, vergüenza, porque la democracia (ése sistema que tanto alaban quienes llenan su boca de palabras como orden y legalidad) no fue capaz de enjuiciar y condenar al tirano. Me gustaría pensar que no sucederá igual con Echeverría, pero éste régimen no me da muchos motivos para abrigar la esperanzas de ver al genocida tras las rejas antes que muerto; muchos menos ahora que el actual residente en Palacio Nacional para rendirle homenajes (¿involuntarios?) con su modus operandi de gobernar.



Chileno de nacimiento, Marco Sánchez Maturana tenía escasos tres años cuando por Radio Magallanes Allende se despedía del pueblo que lo había llevado a la presidencia a través de las urnas en 1970: “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. Ahora (1999), Marco vive en la Ciudad de México donde estudia Antropología Social en espera de que se regularice su estancia legal, ya que desde 1997, debido a una orden de detención girada en Chile y al posterior trámite de su extradición, Naciones Unidas, a través del ACNUR, le otorgó la condición de refugiado político.
Las circunstancias que me motivaron a dejar mi país son diversas —dice mientras sostiene entre las manos un libro blanco cuyo forro delata que ha sido varias veces leído y vuelto leer—. Una de estas circunstancias es que la universidad pública en Chile es una de las más caras del mundo: la carrera más barata cuesta unos 200 dólares mensuales. Por una segunda parte, la militancia que yo había tenido dentro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez me lleva a condescender en una problemática con la justicia civil y militar, y una de las alternativas que tenía era abandonar el país.
Esto se agrava una vez que aquí, a México, llega Patricio Ortiz, uno de los fugados de la cárcel de alta seguridad. Con Patricio Ortiz hay una relación muy vasta, muy amena, muy de cerca. Yo conocí a su hermano, Pedro Ortiz, asesinado en el año 92 en una fuga también. Una vez de que ocurre esto de que los cuatro compañeros fugados se encuentran acá y que son delatados por gente de la misma organización, ellos, en un acto de buena fe y más que nada de obtener un resguardo, recurren a mí como militante que, bueno, hasta ese momento estaba descolgado yo aquí, y ellos asumen una instancia de cuidado, de protección, para que los haga salir del país.
Todas estas situaciones son conocidas por el gobierno chileno así que se me acusa de ocultamiento y formación de grupos de combate y, México, la Secretaría de Gobernación a través del Instituto Nacional de Migración, llega a plantearse mi deportación porque Chile pide mi extradición. Gobernación me tiene recluido durante seis meses en la cárcel migratoria de Iztapalapa, donde la ONU, a través de ACNUR [el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados], le manifiesta al gobierno mexicano que mi vida peligra ya que pesaría sobre mí una condena de presidio perpetuo a cumplirse en la cárcel de alta seguridad de Santiago.
Marco hace una pequeña pausa como buscando las palabras. Mira el libro que trae entre las manos y del que guiado por mi propia curiosidad alcanzo a leer el título: Salvador Allende en el umbral del Siglo XXI. Voltea y me descubre mirando en la portada la fotografía de un mural donde al rostro de Allende lo limita la silueta de la geografía de Chile; alarga entonces una ligera sonrisa que yo aprovecho para preguntar acerca de la vida política de su país actualmente y si cree que la democracia ha llegado por fin a Chile o habita nada más en los discursos de la clase política.
En Chile se vive una seudo-democracia donde la mayoría de los presos son jóvenes. Hombres y mujeres que lucharon y siguen luchando, ahora desde la prisión, para reivindicar la democracia chilena golpeada en el año 73. Desde el punto de vista social se vive un fraude, conocido por lo que es la Constitución de 1980. Augusto Pinochet Ugarte y su asesor, su mentor político, Jaime Guzmán idean esta constitución para guiar al país dentro de lo que se llamaría la “doctrina de seguridad nacional”, a través del sometimiento por conducto del ejército y de los militares como gobernantes y como integrantes del área judicial.
Chile no puede tener una democracia, porque se rige por una constitución que fue hecha y aprobada a molde de lo que es el neoliberalismo chileno, de lo que es el militarismo. Esto no da paso a que una sociedad se pueda desenvolver democráticamente.
Digo esto porque, por ejemplo, uno de los artículos, el cual no me permite volver a mi tierra, el artículo 8º, que trata sobre el control de ley de armas y explosivos, y su ley reglamentaria, la Ley 17.798, la ley antiterrorista y contra grupos de combate en su modalidad de grupos subversivos con armamento de uso exclusivo del ejército, es un artículo muy fuerte dentro de la Constitución y esto tiene a gran parte de la juventud chilena en el exilio; digo gran parte porque somos varios, alrededor de cien los jóvenes que no podemos volver a nuestro territorio.
Este artículo y esta ley son legalmente aprobados en un plebiscito fraudulento que se hizo en el año 80 y son los que no permiten a la sociedad civil actuar en democracia plena, porque pasan a ser las limitantes producto de una forma agresiva aprobada de manera unánime por el régimen de Pinochet.
Esta constitución sigue vigente en Chile y es la misma que en uno de sus artículos hace a Pinochet senador vitalicio, concediéndole tener senadores designados, lo que lo convierte en senador vitalicio postmortem y, por si fuera poco, él va a ser el único senador vitalicio ya que para ello se requiere de haber gobernado más de seis años y en Chile los plazos de gobierno son de cuatro años.
No —remarca—, la transición democrática ha sido muy falsa, de una manera muy oscura, donde el factor económico ha incrementado la crisis de una forma terrible provocando más de 5 millones de pobres en donde un millón son niños y niñas; estamos hablando de que si Chile tiene alrededor de 15 millones de habitantes, un tercio de su población vive en la máxima pobreza. Una sociedad que se dice democrática no puede tener, ni debe tener, ni se le debiera permitir un tipo de aberración en su Constitución, menos ser esta la Carta Magna que rige al país.
El tráfico sobre la calle Felipe Carrillo Puerto aumenta haciendo que los claxonazos de los autos nos alcancen hasta la jardinera donde estamos sentados, llamando la atención de Marco y dándome con ello la oportunidad de hacerle una nueva pregunta acerca de la respuesta que la sociedad civil chilena o las organizaciones y partidos de izquierda tiene frente al panorama que me describe.
Una de las formas de organización que se ha mantenido fuerte en sus bases es la sociedad civil, complementada con el fenómeno de lo que es el problema étnico, el problema de los mapuches en Chile. Esta organización se ha mantenido en sus cimientos de lucha intransigente e inclaudicable de lo que es el problema étnico, provocando la confrontación entre lo que es la sociedad civil y el gobierno, reconociendo con esto el avasallamiento histórico de más de 500 años, mismo que sostienen los gobiernos neoliberales al acriminar, callar y exterminar las luchas étnicas en lo que es el genocidio que se ha dado en gran parte de América Latina.
Por su parte, la sociedad civil política ha sido muy camaleón, ha cambiado de colores muchas ocasiones. Hay una canción de Víctor Jara que dice “si usted es chicha o es limonada”, o sea, si usted es amarillo o es rojo, haciendo alusión a lo folclórico chileno; la alianza en Chile ha servido un poco para que otros países en América Latina vean en las alianzas políticas entre diferentes partidos, sean de izquierda o sean de derecha, una manera de llegar al poder sin importarles nada más, sin asumir las problemáticas de los pobres, las de la sociedad civil, la crisis económica, social y cultural.
En Chile, donde la dictadura ha sido una de las más feroces de América Latina; donde la situación se ha vuelto muy caótica porque la cultura fue avasallada, exterminada; donde tampoco se ha tratado de reinstalar esta cultura por medio del arte, la pintura, el cine, el teatro, ya que en veinte o diecisiete años no hubo nada de esto sino al contrario: represión contra todo tipo de movimiento clandestino; donde los partidos políticos entran al juego dictado por la Constitución del 80, la cual no deja el que un partido menor pueda gobernar aunque haya ganado las elecciones, por su estructura bicameral en el Poder Legislativo, los jóvenes se han vuelto escépticos y, aún así, han tenido una repercusión con respecto a lo que han sido los conflictos estudiantiles, la problemática étnica y en sí lo que es el fenómeno de ser joven y no poder divertirte en tu país, en tu territorio. Esos, creo, han sido factores muy fuertes para que la juventud chilena vaya tomando posición y no se vuelva tan escéptica con el proceso histórico y social que tiene el país...
Pero —lo interrumpo— ¿qué tanto participan las y los jóvenes y qué tanto podemos esperar que de ellas y ellos pueda surgir un nuevo movimiento que cambie al Chile heredado por Pinochet?
La juventud —explica— se compromete en la medida de su forma de vida, de su ideología, según opte por la parte social, la parte política o bien la parte militar. En Chile es muy perseguido, es uno de los castigos más severos que tiene la Constitución, el manifestarse en la forma armada. De hecho Chile es uno de los pocos países de América Latina, más bien diría el único en el mundo, donde por un mismo delito político se te juzga dos veces: te juzga la justicia civil en una instancia y después la justicia militar, por tratarse de un fenómeno del orden militar. Estas acciones armadas contraen generalmente sentencias que van de los 20 a los 35 años de prisión, así que como verás no cualquier persona lo toma a juego, sino que más bien asume jugársela en un compromiso real, histórico-social de hacer valer su instancia.
Por la parte cultural, la parte histórica. Lo que es el teatro, la gente haciendo fotografía, cine, denunciado de la manera artística y cultural lo que es la represión militar, lo que se vive cuando se tiene una cultura propia de una sociedad de la militarización, el compromiso se asume a título personal y es viable en el sentido de que cada vez más las y los jóvenes se van poco a poco inmiscuyendo dentro de sus trincheras en el desarrollo de grupos digamos marginales, grupos alternativos que han crecido mucho. Lamentablemente yo salí hace tres años de mi país y tengo un contacto leve en el sentido de que muchas cosas no se oyen, ni se pueden ver ni escuchar, por el hecho de que hay una vasta distancia; pero por lo que me he enterado de personas que han pasado por México y que han relatado lo que pasa en Chile, sí hay un movimiento social de jóvenes creciente y muy fuerte.
Viene a colación entonces la pregunta obligada: la detención de Pinochet en Londres hacia octubre de 1998.
Cuando Pinochet es apresado en Londres —me dice—, cuando se le gira la orden de aprensión, en Chile hay tal consternación que se crea tal grado de euforia por sacar esa mierda que trae la juventud chilena, ese odio, esa rebeldía intrínseca; como dijo Salvador Allende: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Hay una gran euforia, repito, y la gente sale a las calles, se va al centro y jóvenes, niños y niñas, adultos, todo mundo, sale en una forma de alegría porque por fin se está haciendo justicia; por fin el mundo reconoce una de las tragedias más horribles, uno de los holocaustos más terribles que ha tenido Latinoamérica y el mundo en sí de lo que ha sido el exterminio de gente de izquierda.
Así que hay una explosión de la gente y, nuevamente el gobierno chileno, en su complicidad con Pinochet, saca a los carabineros, que es la policía armada militar chilena, a las calles, quedando un saldo de alrededor de 200 personas heridas ese día. Esto da a entender que sí hay una gran conmoción en Chile y en todas partes, que la gente sí está de acuerdo con que a Pinochet se le juzgue y sea dictada una sentencia, por lo menos que sea histórica, a nivel internacional, para que no se vuelvan a cometer estas mismas atrocidades.
En el plano de los partidos políticos y de lo que son las organizaciones políticas y el gobierno en sí, los partidos de la democracia cristiana, el partido socialista, es gente que está en el poder pero lo que a ellos les interesa es mantener su alianza. No olvidemos que la democracia cristiana fue uno de los gestores del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973; no olvidemos que la democracia cristiana fue cómplice de Pinochet guiando el derrocamiento de Allende y la intromisión militar para luego ellos retomar la democracia, lo que al final no resultó así. Por eso ahora el gobierno dice que Pinochet debe ser juzgado en Chile.
Vuelvo a recalcar: en Chile no puede haber justicia, no puede haber democracia, no puede haber una igualdad mientras exista una Constitución que protege a los asesinos con cláusulas que extienden la impunidad sobre lo que ocurrió desde 1973 hasta 1978, tiempo en el que se cometen los asesinatos más atroces y las operaciones más sanguinarias con un saldo de alrededor de 15 mil muertos, entre mujeres y hombres, militantes de izquierda. Mientras siga vigente en mi país la Constitución de 1980 no podrá haber ni habrá justicia para la gente que fue opositora al régimen militar, ni será posible el juzgamiento de Pinochet.
Pinochet de hecho viajó a Inglaterra como diplomático, como senador vitalicio en misión especial, con un pasaporte expedido por el Ministerio del Interior donde se decía que iba en misión diplomática. Él estaba en Inglaterra por una situación netamente militar haciendo un tratado, un contrato de armamento bélico entre Inglaterra y Chile.
No puedo evitar sentir cierta admiración, más bien, extrañeza ante esto que me está diciendo: ¡¿Pinochet en misión especial para la firma de un contrato militar entre Inglaterra y Chile?!. Entonces, como si mi sensación se hubiese reflejado en mi rostro, Marco retoma el asunto con algunos argumentos históricos.
No olvidemos que Pinochet fue un aliado con Inglaterra durante la Guerra de las Malvinas. Chile en ese momento era presidido por Pinochet y él prestó todos los servicios que le fueron necesarios a la ex mano dura de Inglaterra, Margaret Thatcher. Al seguir gobernando bajo la Constitución del 80 y no juzgar a la dictadura militar, Aylwin y Frei, los dos sucesores de Pinochet, han sido cómplices de los asesinatos de la gente, de militantes de izquierda, de grupos sociales, de grupos armados, después del golpe de Estado. ¡Ahora se quieren hacer responsables de juzgar a un individuo al que le permitieron ser senador vitalicio! Eso es lo que yo me pregunto y quisiera dejar como pregunta abierta a toda la gente: ¿creen que se pueda juzgar a una persona con las leyes que ha hecho él mismo?
Los ojos de Marco se fijan en los míos como esperando de mí una posible respuesta a su pregunta, yo prefiero dejársela a los chilenos que probablemente leyeran estas notas y conduzco la conversación a otro par de temas igualmente trenzados entre sí, productos de exportación chilenos a toda Latinoamérica con patrocinio estadounidense: la tristemente célebre Operación Cóndor y el neoliberalismo.
Bueno, la Operación Cóndor, que tuvo una trascendencia en Argentina, Uruguay y Paraguay, es planeada desde Chile y su gestor es Manuel Contreras, a cargo de lo que fue la DINAla Dirección Nacional de Inteligencia Chilena (sic); amparada por las Fuerzas Armadas en sus modalidades de Fuerza Aérea, Marina y Carabineros de Chile. Esta operación militar se idea, planifica y ejecuta dando exterminio a militantes de izquierda, tanto chilenos en el exilio como extranjeros, sean del MIR, del Partido Socialista, del Partido Comunista o de los aparatos militares que tenían estas respectivas organizaciones. En Argentina se hace todo lo que es la persecución de esta gente que vivía allá, que de alguna u otra forma estaba refugiada, encontrándola y asesinándola a sangre fría.
Recordemos que el gobierno de Pinochet asesinó a Carlos Prats, el último de los comandantes en jefe democráticos que tuvo el glorioso Ejército chileno; intentó matar a Eduardo Leighton en Italia; asesinó al canciller en Alemania, y también se hace cómplice de la matanza de Orlando Letelier, ex asesor de Allende, quien muere en un atentado con explosivo de un autobomba en la capital de Washington.
Probablemente no se conozca nunca la cantidad de personas que murieron en América Latina a causa de la Operación Cóndor, misma que dio cabida a que muchos gobiernos se elitizaran en la parte táctica militar, respecto a la guerra de guerrillas, la contrainsurgencia y los levantamientos armados. Gran parte de los individuos que participan en estas operaciones al interior de las Fuerzas Armadas fueron educados, sembrados, en la Escuela de las Américas, el brazo rector y militar del neoliberalismo.
Al respecto, creo que nosotros, hombres y mujeres, niños y niñas a quienes nos toca enfrentar este nuevo milenio, nos toca también enfrentar el reto del holocausto que es el neoliberalismo, este avasallamiento social, económico y político, esta degradación de lo que es el modelo capitalista que se está viendo consumado más que nada en los sectores proletarios donde hoy en día el alimento básico ni siquiera es, por ejemplo en México, de tortillas y frijol.
Creo que debemos de tomar en cuenta el ejemplo de las luchas de los sindicatos como el Mexicano de Electricistas, las luchas de los estudiantes como los de la UNAM; gente que es sociedad civil pero que pertenecen al plano de lo estatal porque se desarrollan al interior de instituciones del Estado que deberían prestar servicio a la sociedad, como corresponde a una democracia.
Creo que Chile fue el “paladín del neoliberalismo” en el sentido de que desde Chile se proyectó, a través del sometimiento, de la invasión, de la situación impuesta, de la forma obligada con fusil en mano, el que se aceptara el modelo económico neoliberal. Las Afores, graficando un poco la situación, llevan en México alrededor de cuatro veintidós años y en Chile llevan ya 25 43 años, lo que ha sido un robo hacia la sociedad trabajadora, hacia la sociedad que se esmera trabajando. Y este dinero generalmente no se queda en Chile, ni se queda en ningún país de América Latina, pues los consorcios internacionales son empresas que se llevan el dinero a invertir en otros lugares tercermundistas, por darle una clasificación concreta.
Frente a esta situación, Chile vivió un proceso de privatización en el tiempo que Pinochet es presidente interino. Se privatizan todas las empresas, lo que es agua potable, electricidad, la compañía de teléfonos; se vende el cobre como materia prima nacional y producto interno con mayor fuerza de exportación, como el petróleo para México, y se privatiza la educación con todas sus secuelas, como lo que decíamos al principio sobre los costos de las carreras en la universidad pública.
El modelo que se impone a fuerza de fusil y a costa de la sangre del pueblo chileno, se va expandiendo en América Latina y va dando resultados que a niveles macros tienen sólo buenos resultados para los consorcios internacionales que crecen y se enriquecen. Vamos pasando a sociedades con grandes estructuras de edificios, grandes centros comerciales que son las nuevas catedrales del neoliberalismo, donde la pobreza pasa a ser un submundo, una pobreza cubierta, una pobreza disfrazada.
Este modelo, en otros países también se impone, como Argentina y Uruguay, donde se introducen dictaduras militares tan fuertes y tan feroces como en Chile. En otros casos, algunos gobiernos democráticos o dizque democráticos de la parte Central y Norte de América lo fueron adoptando y ya vemos lo que pasó: las economías nacionales tienen mucho que desear y cada vez que hay cualquier problema en las bolsas éste repercute negativamente.
El sonido de un huehuetl se escucha a lo lejos como secundando lo dicho por Marco en esta plaza donde lo mismo se encuentran músicos callejeros de jazz, mimos, hiphoperos o mexikatiauis. Marco hace una breve pausa esperando la siguiente pregunta mientras a mi memoria viene aquello del artículo 33 constitucional (2) y la reciente detención de Marco Ugarte, reportero gráfico de la Afp y chileno también, en Chiapas. Lo pienso una, dos veces. Finalmente, intentando no caer en una imprudencia comienzo a articular la posible pregunta y hablo otra vez de neoliberalismo, pero también de luchas que le resisten con la esperanza y la dignidad como banderas, hasta que me animo a preguntarle, consciente del riesgo en el que lo coloco, si cree que el zapatismo pueda ser una vertiente de esperanza para América Latina o incluso internacionalmente. Marco no puede entonces evitar que a los labios le brote una ligera sonrisa y, tras mirarme por un corto momento como queriendo descubrir en mis ojos alguna intención perversa, se anima a responder.
Una pregunta bastante interesante —dice sin dejar de sonreír— y comprometedora también... Pero, valga el compromiso... Creo que la lucha zapatista está siendo viable desde el momento en que se alza como fuerza político-militar dándole un sueño a todo lo que es la lucha étnica, indígena de este país. Este sueño que representa el Ejército Zapatista para los pueblos de Chiapas en específico, viene a ser el amanecer, el sol, el reaparecer la vida y los colores después de 500 años en que se ha venido avasallando a un continente.
Creo que ha sido viable porque se ha mantenido y se ha reconocido como sociedad distinta a la mexicana a los pueblos étnicos, a las culturas, a la diversidad cultural étnico-lingüística, a través de las armas, ¿irónico, no? Pero el EZLN ha logrado imponer un reconocimiento histórico, social, no sólo a través de sus incursiones armadas, sino también a través de sus redes sociales de trabajo, de las redes sociales civiles y de organismos de derechos humanos y de las comunidades zapatistas.
El hecho de identificarse y asumir el compromiso de rebeldía, de desatar esas amarras y esa sujeción al Estado político, creo que ha hecho que el Ejército Zapatista sea fuente de inspiración de muchas guerrillas latinoamericanas, de muchos grupos armados en América Latina donde el “mandar obedeciendo” ha pasado de ser un acto de simbolismo a ser lo que realmente se puede tomar como una nueva forma de hacer política.
Claro que por otro lado está(ba) el caso de las FARC, en Colombia, donde la guerra civil está(ba) declarándose, donde países fronterizos están actuando en contra de lo que es la insurgencia, en contra del grupo armado de las FARC; donde Estados Unidos está haciendo un bloqueo y está(ba) enviando marines a detener este alzamiento armado.
Creo que un poco en América Latina se está dando lo que fue el llamado Ejército de Liberación Nacional, en el cual pensaba Bolívar y después muchas personas más como el Che, Miguel Enríquez, Lucio Cabañas, por nombrar algunos que han seguido en esta lucha inclaudicable. Uno de estos personajes dice que “en esta lucha se nos puede ir la vida, pero la continuaremos hasta la victoria”. Creo que estas palabras son muy ciertas y hay que tomarlas en cuenta.
El zapatismo ha sido y seguirá siendo un ejemplo, no nada más en América sino también en Europa. Tuve la suerte de recorrer varios países en Europa y nos encontramos con gente que se empapó de misticismo, de idiosincrasia, de energía cuando visitó zonas chiapanecas, y ha concretado redes sociales de todo el mundo en pro de una lucha tan noble, tan justa y tan obvia como es la lucha étnica.
Marco regresa la mirada al libro que trae. Pareciera que busca con una suerte de mirada de rayos x las palabras aquellas de Allende cuando pedía a los jóvenes universitarios que fueran con premura, con cariño, con ternura humana, a trabajar durante uno o dos meses a las comunidades mapuches (3). Aprovecho, pensando, como decimos por acá, que “ya encarrerado el burro” puedo preguntarle ahora al hombre de armas si cree que la lucha armada haya cumplido su función y no tenga ya razón de ser o, si por el contrario, la lucha noviolenta representa una esperanza real para terminar con la explotación del neoliberalismo que hemos identificado con la miseria mundial que vivimos.
Retomando un poco lo que es el zapatismo y uno de sus personajes ya míticos, como es el Subcomandante Marcos, bonito nombre por cierto -jejeje-, él hace mucha referencia a lo que es “mandar obedeciendo” pero también a lo que es luchar desde las trincheras donde uno está. Creo que en este sentido todos tenemos que cumplir nuestros objetivos, nuestras luchas, desde el lugar donde nos encontremos. Si en algunas partes las armas han sido viables, en otros lugares han sido decadentes. Las armas siempre están cargadas de muerte. Tal vez sea una de las formas que se ha representado como forma de lucha, pero creo en las manifestaciones pacíficas, la sociedad civil, el tomar conciencia de que tenemos que vivir en una sociedad más justa, más igualitaria, donde todos y todas quepamos, el respetar todos los mundos.
Pero lo que sí es que las distintas formas de lucha que se han dado tienen que tomar cada vez más fuerza y seguir como una manera viable de complementación, orientándose siempre en el compromiso para con la reivindicación social. Junto con esto creo que el dogmatismo no conduce a nada, que siempre tenemos que estar autocuestionándonos, tanto a nosotros mismos como a la gente con la que estamos, es una forma más coherente y más transparente de ser conscientes.
Tenemos que seguir esta lucha, ya sea desde la clandestinidad o desde el lugar donde nos encontremos, desde nuestro trabajo, desde nuestro lugar de estudios, etcétera, y asumir un compromiso histórico-político referente a lo que han sido nuestras raíces. Recordemos que un pueblo que no tiene pasado no puede proyectarse a un futuro con esperanza. El problema étnico, tanto en Chiapas como en América Latina, se ha dado muy fuerte, se ha representado de tal forma que hoy vemos a mucha sociedad civil movilizada. Ojalá fueran más y más las personas que se sumaran a esta lucha por una sociedad distinta, igualitaria. Una sociedad nueva en un mundo nuevo.
Todas las formas de lucha son válidas, lo digo porque en mi país se dio una forma de lucha democrática, se llegó al socialismo a través de las urnas. Es el único país del mundo que ha conseguido el socialismo a través de las urnas, del voto popular. Y ¿cómo terminó esto? Con el avasallamiento por medio de las armas, de los militares. Donde todo ese sueño, esa dulzura se aniquiló. No hay que subestimar al enemigo, es fuerte y sabe golpear de las formas más terribles, más trágicas, con matanzas, expulsiones, deportaciones.
Creo que tenemos que ser inteligentes y unirnos en esta lucha social, política y militar. Hay que solidarizarse con el Ejército Zapatista, con la huelga en la UNAM, con los grupos que apoyan la no-privatización de las empresas. Esa es una de las luchas y ha sido pacífica, y creo además que la sociedad civil responde a eso. Pero no olvidar. Descartar las distintas formas de lucha es negarse a sí mismo.
Claro que sería mejor una salida pacífica, pero no olvidemos las matanzas de México en el 68, el 71. Todas esas irrupciones con armas debemos tenerlas muy presentes, no olvidar. El gran remedio que tenemos para la memoria es no olvidar. No olvidar nunca y hacer conciencia crítica y constante de que todas las formas de lucha son válidas y viables, desde nuestras trincheras.
Hemos llegado al final de la entrevista. Para este momento, los ojos de Marco brillan con más fuerza que al principio de nuestra conversación. Es evidente que hablar de Chile y de la posibilidad de una América y un mundo mejores y nuevos le reanima muy especialmente. A esta altura de la charla he llegado a la conclusión de que Marco no es, como pudiéramos creer a simple vista, sólo un hombre más de los muchos que apostaron por el camino de las armas para ver libre a su país, su continente, su planeta; sino que, valga la redundancia, es un soñador. Cuando en septiembre de 1970 el pueblo chileno, su pueblo, acudió a las urnas para hacer del compañero Salvador el presidente Allende, Marco no hacía mucho que había llegado al mundo. Tres años después, los militares y carabineros de su patria pasarían a la historia como los grandes traidores de la voluntad de democracia verdadera en Chile, tendiendo el manto que significó la larga noche de la dictadura militar chilena. Bajo ese manto creció Marco. Pero ¿cómo sería de grande el sueño soñado por Chile de la mano de Allende que, todavía, a pesar de los años y de la pólvora y de la sangre, a Marco le siguen brillando los ojos? Quizás por eso mismo, le pregunté ¿cómo soñaba este planeta, cómo soñaba este continente, cómo soñaba a Chile?
Sueño —contesta tomando su libro, pero sin dejar de mirarme— un Chile en el que, como dijo Salvador Allende, podamos caminar libres por las alamedas. Donde pase el hombre libre y la mujer soberana.
Marco deja el libro entre él y yo mientras las imágenes pueblan su memoria: Me gustaría ver a mi país sin presos políticos, sin esos cinco millones de pobres, sin una miseria cultural... No más muertos, que no existan las castas militares como existen hoy.
De pronto, la voz abandona ese tono discursivo en el que más de una vez ha sonado a lo largo de la entrevista y, conforme va hablando, se va oyendo cada vez más personal, más íntima. Lo mismo sucede con su mirada, y pareciera que ya no mira hacia fuera sino que, como los topos de los que habla(ba) el Sup, hacia adentro se mira: Me sueño caminando en Chile sintiéndome libre, distinto, nuevo... En un Chile lleno de esperanza, con una juventud concreta, una juventud idónea, transparente, amplia y coherente... Sueño en un país creciendo en colores, en olores, en una diversidad social, cultural, lingüística. Veo un Chile caminando junto a los mapuches, esa raza indómita, ese pueblo que en (más de) 500 años no ha sido sometido... Veo un Chile igualitario... Veo un Chile libre...

“Cuando la tristeza nos inunda —dice Rodrigo Solís— nos gotea por los ojos. Escurre por el cauce seco de la nariz hasta la boca. Cae en cascadas por labios afilados y sin que nos demos cuenta nos tiñe de un color invisible que de algún modo brilla y atrae a los otros tristes”. Quizás eso fue lo que pasó con Marco, porque al terminar la entrevista sus ojos goteaban discretamente mientras de la librería frente a la que estábamos sentados la voz de Pablo Milanés salía flotando con aquello de “hoy pisaré las calles nuevamente...”. Luego, una mujer ahogada de borracha o de orfandad o de ambas, se acercó para hacernos plática e invitarnos unas cervezas.
Han pasado casi 20 años. Desde entonces no he vuelto a toparme con Marco, y también desde entonces aquél libro blanco con el rostro de Allende pintado en la geografía de Chile me acompaña cual si fuese una especie de biblia laica, en espera de que la profecía de Solís se vuelva realidad: “Tarde o temprano los tristes se encuentran, se toman de las manos y bailan un ritmo que al mismo tiempo es feroz, y es lento. Una danza de ahogados en el fondo del mar más muerto. Los tristes danzan tomados de las manos y a través de sus ojos trastocados la libertad lleva una máscara macabra, el amor es el abismo que se abraza a los pies del equilibrista que tropieza y la muerte es un gran alivio”.


(1) Modak, Frida. Salvador Allende en el umbral del Siglo XXI. Plaza & Janés Editores, 1998.
(2) El Artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el único relativo al Capitulo III, De los Extranjeros, establece que “el Ejecutivo de la Unión tendrá la facultad exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional, inmediatamente y sin necesidad de juicio previo, a todo extranjero cuya permanencia juzgue inconveniente”; para luego determinar que “los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.
(3) Modak, Frida. Opus cit. p. 256.

25 de mayo de 2020

¿Para qué los militares?

Por: Raúl Romero / La Jornada.


El lunes 11 de mayo fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo con el que se "dispone de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública". El acuerdo, fechado el pasado 8 de mayo, es acompañado de las firmas de Andrés Manuel López Obrador y de los secretarios de la Defensa Nacional, de Marina y de Seguridad y Protección Ciudadana.


Al seguir la ruta marcada en marzo y mayo de 2019, cuando con la aprobación de todos los partidos políticos se modificó la constitución y se expidió la Ley de la Guardia Nacional, respectivamente, el acuerdo ahora publicado está en concordancia con la lógica militarista de la actual y anteriores administraciones, y da continuidad a una indirecta y directa militarización de la seguridad pública del país hasta 2024, es decir, durante todo el sexenio de AMLO.


Hay que recordar que, de acuerdo con el cable 06MEXICO505 de WikiLeaks, del 31 de enero de 2006, López Obrador hizo saber al embajador estadunidense, Tony Garza, que quería dar más poder y autoridad a los militares en la guerra antinarcóticos, y que para ello pretendía una enmienda constitucional que no dudaba en obtener.


Llama la atención el momento en que se publica dicho acuerdo: en plena entrada al pico más alto de los contagios de Covid-19, marcado por una fuerte disputa con una parte del sector empresarial y con medios de comunicación nacionales y foráneos; pero también cuando los dos megaproyectos emblemáticos de la actual administración, el Tren mal llamado Maya y el Corredor Interoceánico, han encontrado mayor oposición de los pueblos y sus organizaciones.


De igual forma, entre los nuevos escenarios posibles para México, como consecuencia de la crisis económica global que estaba en curso y que se agudizará con la pandemia, hay que contemplar el descontento de grandes sectores sociales que se verán afectados, así como el ascenso de la migración, y también el crecimiento y expansión de las empresas del crimen organizado, las cuales podrán nutrirse con grandes cantidades de personas que quedarán desempleadas.


El gran poder político, económico y social que la actual administración le ha entregado a las fuerzas armadas es innegable. Si bien con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto la Sedena se convirtió en una gran industria constructora, esto no ha cesado con López Obrador, pues la misma construirá y dará mantenimiento a carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, bancos, hospitales, infraestructura de telecomunicaciones y otras obras.


Según palabras del propio AMLO, los militares construyen ya, con un presupuesto de 10 mil millones de pesos, las primeras mil 300 sucursales del Banco de Bienestar de las 2 mil 700 planeadas. La Sedena también construye el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, y se ha anunciado que le otorgarán la construcción de dos tramos del Tren Maya. En lo que respecta al programa Sembrando Vida, se utilizan los 12 Viveros Forestales Militares ubicados en siete estados del país, desde donde se opera la distribución y entrega de las plantas.


También se ha entregado a la Sedena, Marina y Guardia Nacional el control y seguridad de ductos de Petróleos Mexicanos, la distribución de medicamentos y, en días recientes, el control de algunos hospitales.


En lo que se refiere a la Guardia Nacional, en febrero pasado AMLO informó que se habían desplegado 70 mil elementos, pero que el plan implicaba tener 140 mil en todo el territorio nacional para finales de 2020.


Ni antes de la pandemia ni ahora, la ruta de la militarización era opción, sobre todo en nuestro país, donde las fuerzas militares han sido utilizadas sistemáticamente para reprimir y acallar el descontento, para perseguir y desaparecer las resistencias, y también para proteger o fortalecer los negocios de grupos criminales. Los nombres de Ernestina Ascencio y Ayotzinapa, por mencionar algunos, debieran resonar fuerte en la memoria colectiva en estos momentos.


Mientras las fuerzas armadas no sean llevadas ante la justicia por crímenes pasados y presentes, o por su participación en hechos de corrupción, el pacto de impunidad seguirá marcando su actuación. En tanto las fuerzas armadas no sean transformadas a profundidad para obedecer a los pueblos, sujetos de los que emana el poder público, son en realidad una amenaza.


El militarismo es un campo de acumulación de capital, nos advirtió Rosa Luxemburgo, tiene la función de "la proletarización violenta de los indígenas y la imposición del trabajo asalariado en las colonias, en la formación y extensión de esferas de intereses del capital europeo en territorios no europeos, en la implantación forzosa de ferrocarriles en países atrasados". Aquí una posible respuesta para entender por qué tanto interés del actual gobierno en los militares: los necesitan para garantizar "el orden y la paz social", para garantizar sus proyectos de "desarrollo".

Cuando una firma de la big pharma utiliza una pandemia... con fines financieros.

Por: William Bruno* / VientoSur.

La paciente llega a la sala de emergencias respirando tres o cuatro veces más rápido de lo normal, una respuesta fisiológica a la incapacidad de los pulmones para inyectar suficiente oxígeno en el organismo. La sensación es similar a la que experimenta una persona que se está ahogando. Está asustada. Desesperada. Me presento como médico de urgencias e intento asegurarle que se sentirá mejor con el oxígeno extra que la enfermera le está colocando.

A la paciente se le había diagnosticado Covid-19 e intentó recuperarse en su casa antes de que sus síntomas empeoraran, lo que la llevó a regresar al hospital. Me responde a una pregunta y sin aire, me dice: "¿Hay algún medicamento para esto?"

Como la mayoría de mis colegas, he pasado horas siguiendo la literatura médica sobre el Covid-19 para ver si hay algún tratamiento nuevo para pacientes como la que acabo de recibir.

Lamentablemente, la realidad es que no hay tratamientos probados y a pesar del considerable entusiasmo y ruido mediático, una gran parte de las investigaciones realizadas hasta la fecha no han dado resultados y han sido llevadas a cabo por empresas farmacéuticas movidas solamente por motivos financieros.

Muchas de las intervenciones realizadas hasta ahora suponen la adaptación de medicamentos existentes, como la cloroquina, un fármaco antipalúdico, o la ivermectina, un antimicótico, con la esperanza de que estos medicamentos puedan ser útiles para el tratamiento del nuevo coronavirus. Lamentablemente, los resultados han sido insatisfactorios. La inverosimilitud biológica de utilizar medicamentos desarrollados para tratar enfermedades no virales ha llevado a muchos clínicos y científicos a considerar estas intervenciones con escepticismo. Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para que las autoridades (de los Estados Unidos) las presenten como opciones de tratamiento.

El remdesivir, un antiviral que había sido desarrollado para tratar la fiebre hemorrágica causada por los virus Ébola y Marburgo (un virus endémico en varios países africanos) es el último supuesto tratamiento de la lista que está provocando un gran revuelo.

El estudio inicial utilizado para justificar la utilización de esta molécula se basó en un pequeño grupo de pacientes de Covid-19. Aunque una gran proporción de los pacientes que tomaron el medicamento mejoró, no hubo un grupo de control para la comparación, lo que hizo imposible acreditar la mejora de remdesivir. Un estudio que está muy lejos de la norma aceptada para probar una nueva terapia: un ensayo controlado aleatorio, en el que un grupo de tratamiento recibe el nuevo fármaco y su resultado clínico se compara con un grupo de control que recibió medidas estándar o un placebo. Aun así Gilead, la compañía farmacéutica estadounidense, propietaria del remdesivir, exagera el éxito del estudio, suscitando esperanzas - y de paso la suba de la cotización de sus propias acciones.

La decisión de llevar a cabo un estudio basado en métodos dudosos como el descrito -y su posterior publicación en una de las principales revistas médicas del mundo- es el mejor reflejo de la desesperación de la comunidad médica en un momento de crisis, en el que se está dispuesto a sacrificar datos de calidad con tal de obtener resultados rápidos. Un punto de vista algo más crítico vería esto como una maniobra cínica destinada a generar entusiasmo por una droga sin correr el riesgo de un estudio negativo: en el que el grupo de tratamiento no muestra ninguna mejora significativa con respecto al grupo de control.

Se podría objetar la dificultad de llevar a cabo un ensayo clínico bien planificado, con grupos de tratamiento y de control, siendo que estamos bajo el peso de una pandemia mundial, donde una gran parte de nuestros recursos sanitarios -sobrecargados- se dedican a brindar una atención inmediata, lo que aleja la posibilidad de llevar a cabo grandes ensayos clínicos multi institucionales, que pasan a ser una segunda prioridad. A este respecto, el uso del remdesivir en otros contextos no deja de ser una lección instructiva.

En diciembre de 2019, un equipo de investigadores publicó los resultados de un ensayo controlado aleatorio (en el que se asigna al azar a los participantes un tratamiento experimental o a una terapia estándar) que comparaba la recuperación de aquellos pacientes que recibían remdesivir con otros tratamientos contra el Ébola. Lo asombroso de este estudio no es que los investigadores hayan podido utilizar un método de investigación tan riguroso, sino que lo hicieron en un Congo devastado por la guerra, durante una epidemia de Ébola.

Gilead, por su parte, ha empezado a realizar numerosos ensayos clínicos para evaluar más a fondo la eficacia del remdesivir en el tratamiento del Covid-19. El mes pasado (abril) se publicaron datos preliminares de un estudio del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas que mostraban que los pacientes infectados que recibían el medicamento sólo tenían un beneficio modesto en cuanto a la duración de la internación, pero no una reducción de la mortalidad. La revista médica The Lancet, tal vez en un intento de atenuar el exceso de entusiasmo, publicó datos de un ensayo controlado aleatorio aún no publicado en otras revistas, que refuta ese modesto beneficio y sugiere que el remdesivir puede, finalmente, no ser útil en los pacientes de Covid-19. A pesar de las limitaciones de los datos preliminares, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) anunció que autorizará el uso regular del medicamento en pacientes hospitalizados, alimentando el frenético rumor de que podría haber un tratamiento al alcance de la mano.

El reciente ensayo del remdesivir sobre el virus del Ébola en el Congo refutó estudios anteriores, metodológicamente inferiores, y sugirió que otros tratamientos eran en realidad superiores al remdesivir en el tratamiento del Ébola. Esto no quiere decir que la eficacia, o la falta de eficacia, del medicamento en el tratamiento del virus del Ébola pueda ser una prueba de su eficacia en el caso del Covid-19, un proceso patológico completamente diferente. Sin embargo, la historia de un nuevo tratamiento que parecía prometedor en los primeros estudios, y que resultó decepcionante en estudios posteriores más rigurosos, merece ser tenida en cuenta antes de utilizar el remdesivir como tratamiento contra el Covid-19.

Como todos los doctores, quiero decirles a los pacientes, como la que describí al principio, que tengo, en realidad, un medicamento para darle. Pero quiero saber que su indicación está basada en la ciencia médica y no en la codicia de las empresas o la imprudencia del pánico. Los investigadores que estudian el virus del Ébola en el Congo están demostrando que una calamidad no es una excusa válida para una ciencia negligente. De hecho, en tiempos de crisis como estos, la sociedad debe poder apoyarse en la ciencia médica como un bastión de racionalidad.

*William Bruno es médico de urgencias en el Centro Médico LAC+USC en Los Ángeles, California. Además de su trabajo clínico en el departamento de emergencias, trabaja en la investigación de las intervenciones humanitarias y la ética de la investigación en situaciones de catástrofe.

Artículo publicado originalmente (en inglés) en Truthout: https://truthout.org/

Más información:

BABEL :: Por explicaciones no conspirativas.

Por: Javier Hernández Alpízar / Zapateando.

Frantz Fanon escribió, en Los condenados de la Tierra, que las personas que fueron víctimas de violencia extrema durante la guerra de descolonización en África solían no soportar el absurdo. No podían tolerar la idea de que habían sido víctimas en un mundo absurdo, caótico, violento y todo ello sin un por qué. Era intolerable el absurdo. Para llenar el vacío de sentido del absurdo se inventaban un orden: en el mundo prevalecían los más fuertes y ellos habían sido víctimas por ser débiles, era su “culpa”. Preferían esa explicación que el absurdo.

Parece que nuestras mentes no toleran el sinsentido, no toleran las cadenas causales aleatorias, azarosas, caóticas porque nos parecen absurdas. Tendemos a pensar en una inteligencia que ordena los sucesos de acuerdo a fines y medios. Quizás porque nosotros procedemos así, nos proponemos algo y hacemos lo que es necesario para alcanzar ese propósito.

Tenemos un modelo antropomórfico y teleológico para explicarnos los sucesos del mundo: una mente que pensó, deliberó, planeó e hizo tal o cual cosa. Sin embargo, la ciencia moderna va a contracorriente de esa manera de pensar: la ha descartado por su sentido teológico. Y sobre todo porque no necesita hipótesis finalistas para entender y explicar mejor los fenómenos.

La ciencia piensa en causas y efectos impersonales, que pueden ser caóticos, azarosos, o más ordenados e inteligibles, pero que no obedecen a designios ni tienen finalidades buscadas: la vida surgió como resultado de la entropía, por puros procesos físicos, luego químicos, luego bioquímicos, pero no era un fin buscado ni un propósito. Y la evolución de los seres vivos ocurre sin un designio, sin un plan.

Solamente las pseudociencias, como la economía neoliberal, siguen usando de manera disfrazada el modelo de una providencia, de una “mano invisible” que cumple designios de orden “racional”. Según esa pseudociencias no es necesario planificar la economía porque obedece a un plan “espontáneo”: el capitalismo naturalizado. Metafísica de la peor.

Por eso la ciencia ya no satisface el ansia de sentido de los seres humano de carne y hueso en la escala del mundo de la vida ordinaria: eso que trataban de hacer la magia, los mitos, las religiones y las filosofías precientíficas: decir al ser humano qué propósito y sentido tiene su existencia, su vida, su mundo.

El lugar vacío del sentido narrativo de las vidas y los fenómenos que afectan a los seres humanos no lo llena la ciencia, abstracta, fría, desconocida, ininteligible para la gran mayoría. Ese lugar lo llenan los sustitutos más o menos secularizados de las religiones, las ideologías, con su sentido moral (mejor o peor disimulada su vertiente religiosa). Pero siempre buscamos un sentido narrativo y la presencia de fines buscados por una inteligencia, buena o mala, y en las narrativas más excitantes e impactantes suele predominar la intención mala, parece más “realista”.

De ahí que ante fenómenos complejos de origen combinado social y ambiental, como la actual pandemia del coronavirus Sarscov2 que provoca el padecimiento Covid19, o como los desastres socioambientales asociados con el cambio climático, sean muchísimo más popularmente aceptadas las teorías de la conspiración que las explicaciones de la ciencia.

Las teorías de la conspiración satisfacen el deseo de una narración esencialmente teleológica: una mente o un equipo de mentes perversas conspiran, piensan, deliberan, se complotan y actúan además en secreto, con misterio, con suspenso, con todo el atractivo narrativo al cual nos acostumbraron las literaturas y el cine.

Frente a una historia de una mente malvada y poderosa, las explicaciones de matemáticas, física, química, biología, son extrañas, incomprensibles, inverosímiles para el “sentido común” paranoico.

Además, la paranoia satisface a nuestro narcisismo: nos hace personajes importantes, atacados, perseguidos por seres siniestros y no meramente seres naturales, animales, sometidos a inhumanas y ciegas leyes de causas y azares naturales sin propósito alguno, ininteligibles para el consumidor de narraciones.

Para las mentalidades populares, Scherezada gana la partida a cualquier científico a la hora de “explicar” lo que emerge y nos afecta y, por tanto, nos da temor, angustia y nos provoca rechazo.

Por eso es más fácil para muchos creer en médicos malvados que asesinan pacientes “para extraerles el líquido de las rodillas, que vale más que el oro o el platino”, que creer en una ciencia que habla de virus, microscópicos, invisibles, que evolucionaron naturalmente (sin propósito ni finalidad) y que nos emparentan con los demás seres naturales, especialmente con los animales. ¿No se dice que Dios nos creó a su imagen y semejanza y por ende somos barro de otro barro?

El único problema es que las narraciones emocionantes de conspiraciones pueden entretener nuestro ego infatuado pero no solucionar los problemas. Para solucionar problemas y tener medicamentos, vacunas, terapias, curaciones, medidas de prevención que sí funciones y sí ayuden a la salud humana y salven vidas, para todo eso, sirven las ciencias y no las teorías de la conspiración.

Por el contrario, las teorías de la conspiración derivan en agresiones irracionales a personal de salud, en incumplimiento de las medidas de prevención, en actitudes y acciones que afectan a la salud y a la vida de muchas personas: ya nos han constado muchas vidas y en el futuro seguirán costando más.

Es la hora de romper el cordón umbilical narcisista que nos ata a las narraciones de hadas y hechiceros y hacernos adultos, con la ciencia como forma de conocimiento del mundo que nos permita enfrentar un planeta que el capitalismo contribuyó a transformar: de una naturaleza hóspita a un planeta lleno de peligros y riesgos.

En el mundo humano sí hay y debe haber fines, metas, utopías, éticas y planes (incluso planificar la economía), políticas, precisamente porque tales propósitos no están ya en la naturaleza ni en ningún orden espontáneo. Pero no nos ayuda extrapolar ese sentido teleológico tratando de moralizar y hacer conspirativa a la naturaleza.

El virus no es un complot, la pandemia no ha sido creada ni esparcida deliberadamente: lo verdaderamente antiético es que los sistemas de salud de casi todos los países hayan sido destruidos por el capitalismo neoliberal, junto con nuestros demás derechos humanos sociales, pero eso no es cosa de la naturaleza, eso sí es una cuestión política, responde a una lucha y correlación de fuerzas social y humana. Ahí sí debemos conspirar, deliberar, organizarnos y alcanzar metas humanas deseables.

Cartas de los presos en huelga de hambre en Chiapas en el Cereso No. 5 ante brote de Covid-19.

 
Con la exigencia de pruebas de Covid 19 y atención médica, ocho internos en el Cereso No. 5 de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, iniciaron una huelga de hambre el 21 de mayo. En respuesta a su acción y a la carta que publicaron anunciando su ayuno, los ha amenazado con encerrarlos en cuarentena junto con los presos que mantienen aislados en la enfermería porque dieron positivo a Covid19.
 
Son Adrián Gómez Jiménez, integrante de La Voz de Indígenas en Resistencia; Abraham López Montejo y Germán López Montejo de La Voz verdadera del Amate y, de la organización Presos por las Injusticias de la Fiscalía, Osman Alberto Espinales Rodríguez, Pedro Trinidad Cano Sánchez, Cristóbal Roblero Roblero y Alexander Hernández Zalazar. Además apoyan sus acciones desde el Cereso No. 10 en Comitán. En su carta firma también Bacner Maldonado García.
 
Ya hay un custodio que murió de Covid y ocho presos Solidarios de la Voz del Amate que dieron positivo.

A la opinión pública.
A las Redes de Resistencia y Rebeldía
Al Congreso Nacional Indígena.
A la Sexta Nacional e Internacional.
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
A la Red Contra la Represión y por la Solidaridad.
A l@s Defensor@es de los Derechos Humanos y las ONG’s
A las Organizaciones Independientes.
A los medios de comunicación masivos y alternativos.
A los pueblos indígenas de México y del mundo.
A la Sociedad Civil de México y del mundo.

Comunicado de la Organización La Voz de Indígenas en Resistencia y la organización La Voz Verdadera del Amate, dichas organizaciones pertenecientes a la Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Actualmente recluidos en el Cereso número: 5, San Cristóbal de las Casas. Chiapas, México.

Desde este Cereso número:5 enviamos saludos combativos a l@s compañer@s que están luchando abajo y a la izquierda.

Y a los familiars de presxs políticxs, presxs de conciencia y presxs en lucha.

Después de este breve saludo pasamos a dar nuestras palabras desde nuestro espacio de lucha, hoy en día nos encontramos en plantón indefinido, desde nuestro campamento sacamos a la luz pública las injusticias que se viven y vivimos l@s presos por parte del Estado y sus autoridades que les competen nuestras libertades.

Hoy con fecha 21 de mayo del año en curso nos declaramos nuevamente en huelga de hambre para exigir nuestras libertades debido a esta contingencia que se vive y en este centro de reinserción social no es la excepción. Las autoridades de este centro han negado el contagio de un oficial de rango Comandante y de nombre: Alejandro y la supuesta muerte de un oficial de nombre: Artemio.

También enfatizamos que la población interna están sufriendo de calenturas, dolores musculares, diarrea , lo que no sabemos si es el Virus de Covid 19 o calenturas normales. Los internos se nos vulnera nuestros derechos a la salud. No hay como sacar la prueba de Covid 19 y tampoco hay medicamentos para l@s internos e internas. Supuestamente hay una fuerte cantidad de síntomas de calentura de los internos. Por eso las y los presxs corremos en peligro nuestra integridad de salud y nuestra vida.

Por eso con fecha 21 de mayo nos declaramos en huelga de hambre para exigir nuestras libertades porque el estado solo ha jugado con nosotros, tanto sus funcionarios públicos nos han violado nuestros derechos, como seres humanos ya deberíamos de estar afuera. Las puras injusticias del Estado, por eso nos tiramos en huelga de hambre y culminaremos el día 5 de Junio.

Como primera etapa de nuestras acciones por el mismo motivo del Covid 19. Si no hay solución de parte de las autoridades iniciaremos una segunda acción porque tenemos razones sólidas para exigir nuestras libertades.

A continuación mencionaremos nuestros casos:

Por mencionar el primer caso mi nombre Adrián Gómez Jiménez integrante de la organización La Voz de Indígenas en Resistencia, he estado privado de mi libertad injustamente durante un periodo de 16 años con 3 meses y 18 días, estoy sentenciado a 20 años de prisión y no hubo ningún señalamiento en contra mía. También me dieron un periodo de proceso legal de 15 años, cosa que en ninguna ley da margen a ese periodo. Le he mencionado al Gobierno del Estado sobre las injusticias que he vivido, pero este Gobierno, de nombre Rutilio Escandón Cadenas ha hecho caso omiso a mi petición, no le importó mi caso. He visto que no hay justicia de parte de este Gobierno a pesar de las anomalías de mi expediente y las fallas al debido proceso.

Hoy en día alcanzo mi libertad por beneficio, pero este estado, junto con sus funcionarios públicos, me han negado mi libertad. En especial que le compete dar mi libertad. El Gobierno y la Jueza de nombre: M. Guadalupe Flores Rocha, Jueza de Juzgado de Ejecución de Sentenciados. Por medio de esta huelga exijo mi libertad por beneficio porque mi integridad y mi vida está en peligro inminente sobre este Covid 19, ya he pagado la supuesta condena, pues llevo 16 años con 3 meses y 18 días. Me falta 3 años y 9 meses por compurgar. El Estado me ha estado secuestrando porque ya alcanzo mi libertad por beneficio. ¡¡ Ya basta de tantas injusticias del Estado y junto con sus Funcionarios Públicos.!!

Segundo caso, la organización La Voz Verdadera del Amate integrantes Germán López Montejo y Abraham López Montejo. Nosotros llevamos 9 años con 4 meses de estar privados de nuestra libertad injustamente, y no hay señalamiento en contra de nosotros. Nunca se han presentado los presuntos ofendidos, el M.P. solo se dedican a prefabricar los delitos para exhibirse que están dando con los delincuentes solo se dedican a torturar, utilizan este método, para el que está detenido acepte los delitos, eso fue lo que pasó con nosotros y somos victimas de tortura.

Hoy día seguimos presos injustamente de un delito que jamás hemos cometido. Por eso es que nos tiramos en huelga de hambre, lo único que queremos es nuestra libertad, por el mismo motivo que no hay señalamiento en contra nuestra, y más aún por esta pandemoa que está azotando toda la clase social. ¡¡No más injusticias por parte del M.P. y del Estado.!!

Tercer caso, presos por las injusticias de la Fiscalía del Estado.

Por medio de este comunicado nos dirigimos a ustedes las autoridades más competentes con otros presos que más tarde darán su palabra. Mi nombre es Cristóbal Roblero Roblero, debido a esta contingencia a parado nuestros casos, hago hincapié que revisen mi expediente y se me de mi libertad inmediata ya que yo me encuentro recluido en este centro penitenciario número:5. Estoy injustamente privado de mi libertad , ya que yo fui detenido en la ciudad de Bahía de Huatulco a raíz de un accidente automovilístico que tuve en el cual salí con fracturas múltiples en la pierna derecha y rodilla, y ya en tanto en el hospital me notifican que supuestamente yo tenía una orden de aprehensión de hace 10 años y por un supuesto robo que yo no cometí, y por el cual se me violentaron mis derechos como ser humano. Por eso exijo se revise mi expediente y se me otorgue mi libertad inmediata. Por eso he decidido ponerme en huelga de hambre hasta que se resuelva mi situación jurídica.

Cuarto caso. Presos por las injusticias de la Fiscalía de la Zona Altos, nos dirigimos de manera respetuosa a las autoridades competentes a que se revisen nuestros expedientes y se nos devuelvan nuestras libertades que se nos fue arrebatada arbitrariamente con mentiras y torturas y a su vez con abuso de autoridad y violentado nuestros derechos por el Comandante Hermenegildo Santos y Victorio Garcés Melo de la Fiscalía de la Zona Altos y junto con la Policía Estatal ya que fuimos privados de nuestra libertad desde los días 25 y 26 de diciembre vinculados a un delito de drogas y torturados por 48 horas.

El día 27 la Comisión Estatal de los Derechos Humanos nos visitó en las instalaciones de la Fiscalía al cumplir las 48 horas nos dieron la libertad por ese delito en la carpeta de investigación número 4.

Después se nos vinculó otro delito por el cual me encuentro y nos encontramos recluido en este Centro Penitenciario número: 5, siendo inocente. Por eso hoy vamos a orillarnos a la huelga de hambre junto con las organizaciones que están a un costado del área de enfermería.

Nuestros nombres son Osman Alberto Espinales Rodríguez, Pedro Trinidad Cano Sánchez. Debido a esta contingencia, también nos quedaremos en plantón indefinido hasta obtener nuestras libertades.
Las Organizaciones La Voz de Indígenas en Resistencia y la Voz Verdadera del Amate seguimos nuestra lucha y tratamos de concientizar más internos debido a esta pandemia, pues nos estamos enfrentando a un virus que somete aplacablemente y ataca con nuestra vida.

Por lo tanto hemos dejado la pasividad y pasar a la acción, es un paso para exigir nuestras libertades, en estos tiempos existe una necesidad para estar con nuestras familias, estamos en tiempo de plantón indefinido, en tiempos de lucha y resistencia.

Las autoridades solo nos han mentido y nos quieren embaucar, por ejemplo el día 27 de febrero el Subsecretario de nombre: José Miguel Alarcón García nos ofreció una celda, lugar de espacio de lucha y abandonar nuestra trinchera de lucha que estamos a un lado del área de enfermería. Le aceptamos pero bajo condiciones y firmas por la Comisión Nacional o Estatal de los Derechos Humano, con la Fiscalía, la Jueza M. Guadalupe y loxs defensorxs de Fray Bartolomé de las Casas , pero hasta hoy no hubo acuerdos, ni firmas.

Se giró un oficio, pero hasta la presente fecha no han contestado.

Por eso dejamos la pasividad y sumamos a esta acción.

Por último invitamos a las organizaciones independientes tanto estatal e internacional, a lxs defensorxs de los derechos humanos a seguir exigiendo las verdaderas justicias y libertad a l@s presxs políticxs, presxs de conciencia y presxs en lucha.

Uniendo nuestras voces y fuerza de l@s pueblos mexican@s triunfarán las verdaderas justicias.

La huelga la iniciaremos a las 9:00 am y culminaremos el día viernes 5 de junio 2020.

Respetuosamente,

Adrián Gómez Jiménez, integrante de la organización La Voz de Indígenas en Resistencia.

Germán López Montejo, Abraham López Montejo integrantes de la organización La Voz Verdadera del Amate.

Presos por la injusticia de la Fiscalía

Osman Alberto Espinales Rodríguez

Pedro Trinidad Cano Sánchez

Cristóbal Roblero Roblero

Alexander Hernández Zalazar

Bacner Maldonado García

Se integra para que se le de su libertad o cambio medidas cautelares más cerca de su familia

A 21 de Mayo 2020

SEGUNDA CARTA

A la opinión pública.
A las Redes de Resistencia y Rebeldía.
Al Congreso Nacional Indígena.
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
A l Red Contra la Represión y por la Solidaridad.
A la Sexta Nacional e Internacional.
A l@s Defensor@s de los Derechos Humanos y a las ONG’s.
A las organizaciones independientes.
A los medios de comunicación masivos y alternativos.
Al pueblo de México y del mundo.


Presos indígenas de las organizaciones La Voz de Indígenas en Resistencia y La Voz Verdadera del Amate ambas organizaciones adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Junto con otros presos por las injusticias de la Fiscalía recluidos en el Cereso número 5 San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.

Compañer@s, herman@s, a los medios de comunicación y a los periodistas, y a l@s defensor@s de los derechos humanos enviamos nuestros saludos.

Hoy 22 de mayo 2020 sacamos una denuncia pública en contra de los custodios, y en especial el Inspector Fredy Martínez Díaz que desempeña como Alcaide.

Hoy siendo a las 14:40 minutos vinieron a intimidarnos psicológicamente y a acosarnos, esto es una tortura psicológica para nosotros. Diciéndonos que nos van a poner en cuarentena y que esa orden viene de los superiores, pues este Gobierno del Estado junto con su Subsecretaria de Ejecución Sanciones Penales y Medidas de nombre: José Miguel Alarcón García. Solo nos andan intimidando “le dijimos que de aquí no nos vamos a mover y que vamos a permanecer en plantón y a estar en este lugar pase lo que pase”. Lo que quieren es levantarnos el plantón y la huelga de hambre. ¿cómo es posible que ya nos dieran las pruebas de Covid si solo apenas dos horas nos tomaron la muestra ?
Esto son solo abusos de autoridad de este centro como el dijo Fredy Martínez que es por orden de su superior. Pues le pedimos al Gobierno que nos de nuestras libertades no más encierro que nos quieren matar de tristeza y ponernos bajo candado. ¡¡No más amenazas, no más torturas psicológicas de las que ya tenemos el Covid 19, cualquier infarto o derrame cerebral le responsabilizamos al Gobierno del Estado lo que vaya a pasar con nuestras vidas!!

Lo que quereos es que se nos den nuestras libertades pues ya llevamos varios años privados de nuestras libertades.

Por último invitamos urgentemente la intervención de l@s Defensor@s de los Derechos Humanos a frenar esta intimidación de parte del Gobierno, tanta estatal, Nacional e Internacional.

Y a las organizaciones independientes, tanto estatal, nacional e internacional a seguir exigiendo las verdaderas justicias.

Uniendo nuestras voces y fuerzas de l@s pueblos Mexican@s triunfarán las verdaderas justicias.

Respetuosamente,

Adrián Gómez Jímenez, integrante de la Organización La Voz de Indígenas en Resistencia.

Germán López Montejo y Abraham López Montejo , integrantes de la Organización La Voz Verdadera del Amate.

Presos por las injusticias de la Fiscalía

Osmar Alberto Espinales Rodríguez
 

Pedro Trinidad Cano Sánchez
 

Cristóbal Robles Robles
 

Alexander Hernández Zalasa

A 22 de mayo de 2020.

Liderazgo de las mujeres sirias en un Estado fracturado.

Por: Meghan Bodette / Wilson Center.
Traducido por: Rojava Azadi Madrid.

Un novedoso Índice de Mujeres Dirigentes de Oriente Medio, publicado por la Iniciativa de Mujeres de Oriente Medio, clasificó a Siria en un nivel relativamente bajo en cuanto a representación y liderazgo de mujeres en el sector público. Los datos utilizados para el Índice, principalmente del Banco Mundial y del UNPD, abarcan el estatus de la mujer en el gobierno sirio y sus áreas de control. No obstante, tras cerca de diez años de conflicto, la situación actual en Siria es mucho más compleja.

El gobierno central dirigido por Assad, la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, así como diversos grupos opositores dominan el territorio del país y probablemente tengan algo que decir en la futura posguerra. Sin embargo, sus respectivas políticas en materia de derechos y representación de la mujer son muy diferentes, lo que constituye una distinción importante para evaluar los progresos del país y determinar el apoyo internacional.

Liderazgo y representación

Las mujeres de la Administración Autónoma y de las Fuerzas Democráticas Sirias ocupan puestos de alta dirección en órganos políticos y en todos los niveles de sus instituciones. Ilham Ahmed, copresidenta del Consejo Democrático Sirio, actúa como jefa de Estado de facto de la región. El año pasado habló ante el Congreso de los Estados Unidos y se reunió con su presidente, Donald Trump. Por otra parte, la operación de las SDF para liberar Raqqa del control del ISIS la dirigió una comandante, Rojda Felat.

Con la excepción de instituciones exclusivamente femeninas, todos los órganos de deliberación funcionan con un sistema de copresidencia, en el que los puestos de dirección los ocupan conjuntamente una mujer y un hombre. Las oficinas y comisiones del Consejo Ejecutivo de la administración, equivalentes a departamentos ministeriales, también utilizan este sistema.

La oposición siria, por el contrario, carece de mujeres líderes de alto nivel. En 2012, una primera conferencia del Consejo Nacional Sirio no eligió a ninguna mujer para su grupo de toma de decisiones formado por 41 miembros, tampoco la Coalición Nacional Siria ha contado nunca con una mujer presidenta. De hecho, la primera mujer en presidir un consejo local de la oposición no fue elegida hasta 2018.

Esta disparidad en liderazgo de alto nivel se refleja en las estructuras políticas de cada facción. La constitución de la Administración Autónoma establece que los órganos elegidos y los partidos políticos, desde los niveles más altos de la Administración hasta las comunas vecinales más pequeñas, deben estar compuestos por al menos un 40% de mujeres. Las organizaciones autónomas de mujeres, como el Consejo de Mujeres del Norte y Este de Siria, existen en paralelo a las instituciones mixtas, lo que hace que el porcentaje de mujeres con puestos en el gobierno sea ligeramente superior al de los hombres. Estas instituciones tienen la capacidad de anular y asesorar a las instituciones mixtas en cuestiones relativas a los derechos de la mujer.
La constitución de la Administración Autónoma establece que los órganos elegidos y los partidos políticos, desde los niveles más altos de la Administración hasta las comunas vecinales más pequeñas, deben estar compuestos por al menos un 40% de mujeres.

En comparación, un informe de 2016 del Lobby Feminista Sirio citaba un estudio de 105 de los 427 consejos locales de la Siria en manos de la oposición en aquel momento, en el que se constataba que solo el 2% de sus miembros eran mujeres. En el Comité Político de la Coalición Nacional Siria, formado por 23 miembros, solo hay dos mujeres, entre ellas su vicepresidenta, y solo el 10% de los miembros del Órgano General de la Coalición son mujeres.

En base a estos datos, la Administración Autónoma entraría en la categoría de representación ascendente dentro del Índice de Mujeres Dirigentes de Oriente Medio, lo que significa que la participación y el liderazgo de la mujer es elevada en todos los niveles de gobierno y las esferas de política. El informe clasifica con precisión al gobierno sirio en la categoría de representación mejorable. Es decir, que la participación de la mujer fuera de las funciones tradicionales sigue siendo baja. La oposición siria, aunque afirma representar un nuevo futuro para el país, también entra en esta categoría.

Estatus legal y protecciones

Las nuevas leyes implementadas por la Administración Autónoma contrastan favorablemente con las leyes y políticas de la oposición sobre cuestiones de la mujer. En el norte y este de Siria, las Leyes de la Mujer abordan las desigualdades a nivel personal existentes en la legislación siria, y prohíben y penalizan explícitamente los matrimonios infantiles, el maltrato doméstico y otras formas de desigualdad social y violencia de género. La constitución de la región establece que «hombres y mujeres son iguales ante la ley» y «garantiza el ejercicio efectivo de la igualdad de la mujer y ordena a las instituciones públicas que trabajen para la erradicación de la discriminación por motivos de género».

Las mujeres que sufren discriminación o violencia disponen de significativos recursos institucionales y sociales. Las ONG de mujeres, como la Fundación de Mujeres Libres y la Organización Sara para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres, operan abiertamente. Las instituciones conocidas como «Casas de Mujeres» ofrecen mediación comunitaria para las disputas domésticas y protección en casos de inseguridad dentro del hogar. Jinwar, una aldea exclusivamente para mujeres, acoge a mujeres que han perdido a sus maridos en la guerra, han sufrido violencia sexual o necesitan cualquier clase de apoyo.

En las regiones dominadas por la oposición, no existe ningún atisbo formal de igualdad legal ni protección jurídica. El HTS, que controla gran parte de Idlib, excluye a las mujeres de sus órganos políticos y limita sus libertades básicas, dirige escuelas segregadas por sexo, aplica códigos de vestimenta conservadores y obliga a las mujeres, cuyos maridos han sido asesinados en el conflicto actual, a vivir con un «tutor» masculino. Estas políticas son impuestas por una policía moral semejante a la de ISIS. Las activistas y organizaciones de la sociedad civil que se oponen a ellas se enfrentan a la persecución y deben operar en secreto. Tampoco cuentan con ningún recurso legal contra la violencia doméstica, el matrimonio forzoso y otros tipos de violencia de género en virtud de la ley religiosa.
En las regiones dominadas por la oposición, no existe ningún atisbo formal de igualdad legal ni protección jurídica. El HTS, que controla gran parte de Idlib, excluye a las mujeres de sus órganos políticos y limita sus libertades básicas.

Un reciente informe de las ONU condena el trato que el Ejército Nacional Sirio, apoyado por Turquía, da a las mujeres en las zonas de las que se ha apropiado, y advierte que «al atacar prácticamente todos los aspectos de la vida de las mujeres kurdas… los grupos armados generan un temor palpable a la violencia y la coacción… [que], en consecuencia, socava la capacidad de las mujeres para participar de manera significativa y contribuir a su comunidad».

El informe afirma que acciones –como el asesinato de Hevrin Khalaf, exministro de Economía y más tarde copresidente del Partido del Futuro de Siria, blanco de los militantes de Ahrar al-Sharqiya en octubre– representa un intento concentrado en «desarticular» los esfuerzos de la Administración Autónoma por mejorar la situación de la mujer.

Como hace notar el Índice, las leyes y políticas que regulan la vida de las mujeres y las niñas pueden prepararlas para la participación y el liderazgo políticos o actuar como obstáculos para ello. Es evidente que la Administración Autónoma ha hecho lo primero, mientras que los grupos de la oposición no han proclives a facilitar recursos semejantes e incluso han tratado de forzar a las mujeres a abandonar por completo de la vida pública.

¿Por qué importa?

La Administración Autónoma ofrece un plan de eficacia probada para el empoderamiento político de la mujer, prioridad política de la que carece la oposición. La brecha en las oportunidades políticas y sociales de las mujeres entre las zonas controladas por cada facción es escandalosa. En las zonas que el SNA ha arrebatado a las Fuerzas Democráticas Sirias, como Afrin, Ras al-Ain y Tel Abyad, es llamativo el deterioro de los derechos de la mujer y de su seguridad personal básica.

Sin embargo, esta dinámica no ha dado lugar a debates sobre el futuro del país ni a determinar qué facciones merecen apoyo político y diplomático. Los grupos de la oposición que marginan a la mujer no han sufrido ninguna consecuencia por sus acciones. El empoderamiento de la mujer por parte de la Administración Autónoma tampoco se ha presentado como un modelo a seguir por el resto del país ni como un proyecto que merezca apoyo. Es vital que se comprendan mejor las diferencias fundamentales sobre ese asunto y los avances inigualables conseguidos por la Administración Autónoma para garantizar que las mujeres pueden desempeñar el papel que se merecen en todos los aspectos del futuro de Siria.
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