8 de octubre de 2006

LOS SEIS PUNTOS :: ome.

2.- De la estructura organizativa de la Otra Campaña.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

"Se acabó la lista de oradores para este punto. No los voy a aburrir. Están bien definidas las diferentes posiciones y queda aclarar algo. Lo de la oratoria no era nada para ustedes, sino a los de allá arriba. La Otra Campaña es algo más que la salida del EZLN, es lo que empecemos a formar todos. Según nuestra cuenta de los correos ya hay lugares en toda la República donde podemos llegar. La primera salida, el delegado cero, es para hablar con todos, no para hacer el Programa Nacional de Lucha sino para hablar con todos los adherentes que no han podido llegar. Si les parece precipitado en enero, nos subordinamos. Rechazamos lo del fondo económico. No vamos a recibir dinero. La discusión de ahora fue más rica que en las preparatorias. No lo planteamos desde el principio, pero no hay que sacarle a discutir las preocupaciones que tenemos. Se teme que haya un movimiento amorfo, por eso proponemos tener estructura organizativa. Por otro lado está el temor de una estructura que castre. Hay que seguir con esta discusión y no nos precipitemos. Vayamos a los colectivos a enriquecer la discusión. El peligro que empieza a aparecer aquí son los puntos que nos van a separar más adelante si no logramos resolver ese problema. Conforme avance la Otra Campaña tomamos una decisión. Les pregunto si estas propuestas las llevamos a la decisión de los colectivos. Si están de acuerdo levanten la mano.
Vamos a hacer un receso. Sigue el lugar especial de los diferentes en la Otra Campaña. Vamos a tomar café y a descansar. Les recuerdo que está la propuesta de que lo de los diferentes pase a las discusiones generales de la campaña y no se plantee como punto aparte. De este punto hubo muchas posiciones muy estructurales. Les pedimos que las pasen a la mesa de Rebeldía para que todas queden registradas."

Subcomandante Insurgente Marcos, plenaria del 17 de septiembre en el Caracol La Garrucha, Chis.

Anónimo dijo...

"El Espacio de Coordinación Zapatista considera indispensable la conformación de una estructura mínima que articule de manera sistemática los esfuerzos que se están sumando a esta lucha para darle forma, cohesión y solidez a este movimiento nacional.
Dicha estructura, consideramos que debe ser sencilla, democrática y horizontal cuyo fin sea la aplicación del Programa Nacional de Lucha. Todas las actividades que emanen en este sentido, estarán sujetas a los principios básicos que le den ese eje rector a la estructura y a la organización. Dichos principios tendrían que ser flexibles, de tal forma, que le permita a la organización responder a las diferentes situaciones que se presenten. Como principios se encuentran la humildad, el respeto hacia todas las formas organizativas, la tolerancia, y, que cada acción tomada, esté sujeta al bienestar común. Otro principio fundamental es el mandar obedeciendo, ya que, uno de los males de este sistema es la verticalidad en la toma de decisiones ejercida por caudillos o un grupo de élite quedando en sus manos el presente y el futuro de cientos de personas. Por ello, en esta Otra Campaña al pretender una nueva forma de hacer política, es necesario abrir los espacios en el que sean escuchadas todas las voces de abajo, a través del ejercicio de un discusión fraterna y constructiva, cuyos resultados deriven en acuerdos decididos por tod@s. El mecanismo para llevar a cabo esto, son las asambleas y plenarias, fungiendo como la máxima autoridad.
Con respecto a la toma de decisiones, como Espacio de Coordinación Zapatista, coincidimos en la búsqueda de consensos como un método participativo e incluyente, y por consiguiente, lo impulsamos como un primer mecanismo. Sin embargo, en la práctica sabemos que existen muchas diferencias, las cuales no nos impiden seguir caminando juntos y continuar discutiendo; por lo cual, proponemos que cuando no se logre un consenso se adopte el centralismo democrático donde decida la mayoría por votación, respetando el derecho de la minoría a expresar y defender su posición. Con el afán de cohesión y disciplina, se considera que los integrantes de la organización tendrían que acatar los acuerdos de la asamblea.
Para su estructuración se propone que sea territorial y por sectores:
- Asamblea Nacional de Coordinación
- Asambleas estatales
- Asambleas regionales
- Asambleas sectoriales
Además se propone la creación de círculos zapatistas para aquellos adherentes a título individual.
Para su funcionamiento se propone:
- La creación de comisiones que cada organización o coordinación considere necesaria con el fin de operativizar las tareas acordadas.
- Se designe una figura de representante, responsable o delegado político con la función de defender la posición del colectivo u organización frente a otros espacios, coordine el trabajo y otras tareas que vaya definiendo cada espacio. Esta función será rotativa, emanará de la asamblea y se propone como criterios de designación que sea el más apto política y moralmente.
- Se definan mecanismos para la sanción o control cuando el representante o responsable violente los acuerdos y la figura de la asamblea. Uno que se propone es la remoción del cargo cuando se actúe con despotismo, abuso de poder e incumplimiento de las tareas encomendadas. Así mismo, se plantea que cada espacio organizativo discuta y proponga estos mecanismos de control para que se homologuen en la Otra Campaña.
- La asamblea tiene que dar propuestas concretas para que cumpla adecuadamente su papel el representante.
- La discusión y los acuerdos de cada asamblea quede plasmada en documentos que lleven el registro y la memoria de este proceso histórico."

Anónimo dijo...

De la estructura organizativa que deberá tener la otra campaña

Planteamiento del problema:
Lo primero a preguntarse en esta discusión es acerca del cómo concebimos la relación entre los compañeros que formamos parte de La otra Campaña, es decir, de entrada como nos asumimos los unos a los otros con nuestras diferentes características y problemáticas.
Todos tenemos en común el ser explotados, despojados, discriminados o excluídos dentro de un marco de relaciones impuestas por el capitalismo, nuestro principal enemigo a vencer y factor unificador de La Otra Campaña. Existe un hecho incuestionable, cada quien sufre y vive estos factores de diferente manera, a cada quien le pega el capitalismo de diferente forma, algunos lo viven más en la fábrica, otros en el campo, otros en las calles, en las escuelas o en otras expresiones de la vida cotidiana; a partir de cada forma, cada quien ha desarrollado sus propias luchas y cuenta con preocupaciones y visiones de transformación muy específicas, pero más allá de eso, la pregunta es ¿Cómo asumimos la explotación o la opresión del otro que no la sufre de la misma manera que yo?
Hay dos formas en general de entenderlo: La primera lo ubica como algo externo, un problema que no es mío, pero que sin embargo lo reconozco y lo considero; la segunda lo ubica como algo propio, es decir, a pesar de que no padezco personalmente tal o cual forma de opresión, la considero como si así lo fuera, partiendo del hecho de que si el capitalismo se fortalece por encima de otro explotado, yo también pierdo, aquel problema no me es ajeno sino propio. Un ejemplo pudiera ser el despojo de tierras hacia una comunidad indígena; para alguien que no forma parte de esa comunidad puede resultar indignante, conmovedor y motivarnos a tratar de impedirlo simplemente por considerarlo injusto, para otros va mas allá de eso, se trata de una batalla a librar contra el capitalismo, una batalla que de perderla perdemos todos, no nadamás los miembros de dicha comunidad y por tanto a la par de la indignación, motiva a enfrentar esta situación el hecho de considerarla un asunto propio.
A partir de esto surgen dos formas de entender la relación que nos debe conjuntar en La Otra Campaña: La solidaridad y la unidad. La Solidaridad viene emparentada con la idea del problema ajeno, el cual sin embargo, a pesar de no considerarlo propio encuentra expresiones solidarias, podemos pensar a La Otra como el espacio en que nos relacionamos a partir de la solidaridad y ayudamos en la medida de lo posible al otro en su problema. La Unidad implica que nos reconocemos como lo mismo y asumimos cada problema, grande o pequeño como propio.
Estas concepciones impactan necesariamente sobre la forma en como proponemos organizarnos, a partir de ahí nosotros ubicamos dos grandes propuestas derivadas de dos grandes formas de comprender el asunto (existen particularidades en las propuestas pero no las vamos a resumir, trataremos de resolverlo de manera general).
a) La Otra Campaña como un Movimiento solidario: Para muchos, en la caracterización que exponen de lo que debe ser La Otra Campaña, figura como elemento central la Solidaridad, de esta manera consideran que como estamos juntos en esto, entonces cada uno de nosotros debemos solidarizarnos con todas las luchas de quienes más forman parte de la misma, para ello no es necesaria demasiada cohesión interna, basta con la conciencia de ser compañeros para que nos apoyemos los unos a los otros en nuestras diferentes luchas. Con base en esta idea, la forma organizativa que debe adoptar La Otra Campaña es de coordinación y comunicación permanente, creando redes a través de la internet y otros medios de intercambio de información. Quien participa de todo esto es el “adherente”, la persona u organización que firmo la sexta. Bajo este esquema no es necesario un compromiso formal, basta con el sentido común que indica que debemos ser solidarios. Así pues, desde este punto de vista no es necesario generar una organización con capacidad para tomar resoluciones o acuerdos políticos y cada quien puede quedarse con el propio sin necesidad de conjuntar propuestas o posturas políticas, con que estemos coordinados y comunicados es suficiente.
b) La Otra Campaña como una Organización Unificada: Desde esta caracterización se ve a La Otra Campaña como el compromiso de sacar entre todos el proyecto que nos es común, derrocar al capitalismo y superarlo por algo distinto, donde no reine la explotación, para esta concepción la solidaridad no es suficiente, es necesario asumirnos como elementos comprometidos en cada tarea, por ello los integrantes de esta no pueden ser los adherentes y tendrían que ser militantes, es decir, compañeros que además de tener simpatía o acuerdo ideal con la Sexta, asuman el compromiso de construir materialmente este esfuerzo y efectivamente lo hagan. Para ello es necesario formar comisiones y equipos de trabajo, formular mecanismos para tomar decisiones y posicionamientos políticos, hacer un esfuerzo por ponernos de acuerdo y avanzar juntos. En esta concepción lo que impera es la idea de que somos uno en esto a pesar de ser diferentes, no nos une nadamás nuestra simpatía sino nuestra convicción y compromiso de que donde avanza uno avanzamos todos y donde uno retrocede también lo hacemos todos.
Para nosotros no tiene ninguna utilidad afirmar que una es buena y otra mala, por el contrario creemos que ambas propuestas pueden venir acompañadas de los sentimientos más nobles, pero que lo que tiene que estar en nuestra cabeza permanentemente es nuestro objetivo principal y unificador, la destrucción del capitalismo y la superación de este por algo distinto, sin explotación, despojo, discriminación ni exclusión.
Ya muchos compañeros adherentes han narrado sus historias de luchas, estas se encuentran llenas de imaginación y creatividad, la dignidad ha estado presente en cada una de ellas, pero el problema es que muchas de esas tácticas están pensadas para una lucha muy concreta o bien a corto plazo y aquí nos estamos proponiendo algo mucho más grande, la construcción de una estrategia de la cual todos seamos parte, y esto no puede ser la simple suma de tácticas de lucha, sino su ordenamiento y jerarquización a partir de nuestro objetivo fundamental y unificador. Por ello en el Comité de Lucha por el Movimiento de Emancipación Nacional somos partidarios de la Organización, la militancia y la Unidad. La lucha pues para nosotros es pelear contra el capitalismo todo y no sólo contra sus manifestaciones.
En pleno siglo XXI, con muchas cosas en contra incluyendo a la potencia capitalista más poderosa del planeta, debemos tomar este compromiso con muchísima seriedad, muchos errores se pueden corregir, pero otros cuestan vidas y debemos ser lo más precisos posibles, tratar de equivocarnos lo menos posible y cuando así lo hagamos tendremos que tener la forma de salir juntos de los mismos.
Hemos escuchado argumentos muy válidos relacionados con preocupaciones legítimas tales como la pérdida de la identidad de cada organización en aras de la homogeneidad, también percibimos un rechazo y temor a ser “agandallados”, a que las minorías no sean tomadas en cuenta y que se reprima la creatividad existente en muchos grupos por centrarnos sólo a las grandes movilizaciones y discusiones. Estas preocupaciones son dignas de tomarse en cuenta, por ello consideramos que la Organización de La Otra Campaña debe combinar dos formas:
1.- La solidez unificada: Aspecto que implica cerrar filas y avanzar juntos en las cuestiones fundamentales, implica tomar acuerdos y posicionamientos políticos claros, definirnos muy bien en nuestra identidad como Otra Campaña, ser ordenados y disciplinados en los momentos de peligro evitando la dispersión y las imprudencias que ponen a las mayorías a merced de los arranques de una minoría. Es decir, pensamos en que hay posicionamientos y acciones que deberán estar muy bien calculadas y donde todos tenemos que cooperar por igual.
2.- Flexibilidad: No todas las tareas deben ser centrales, por el contrario es importante que cada unidad organizativa, desde algún colectivo hasta algo más grande como una instancia estatal, realice lo que mejor sepa hacer, que tenga carta libre a la creatividad y no esté sujeta la misma a un acuerdo particular. Nadie debe perder su identidad sino cultivarla.
Así pues consideramos que lo importante a construir es el “Nosotros” sin renunciar a los yo, nadie debe dejar de ser quien es en muchos aspectos para ser parte del nosotros, pero ese nosotros no puede ser la suma de individuos sino una relación voluntaria y estratégica entre los mismos. En este sentido es importante combinar lo general con lo particular, a veces se tomarán acuerdos, tal vez nacionales que impliquen definiciones particulares de cuando y como movilizarnos, pero muchas otras tantas, tal vez la mayoría de las veces, a partir de un acuerdo político general pueden derivar muchas iniciativas particulares que no requieran de la aprobación de una instancia general.

En cuanto a los vicios que acarreamos es importante no desconocerlos sino reconocerlos, darnos cuenta de cuando hacemos las cosas incorrectamente y hacer llamados a la corrección colectiva de los mismos, no a señalamientos y descalificaciones sino a la crítica y autocrítica. Esto requiere de una gran voluntad política que habremos de desarrollar.
En cuanto a mayorías y consensos consideramos que indudablemente el consenso es la forma idónea para tomar las decisiones, ello no implica uniformidad de posiciones, no todos pensamos ni tenemos porque pensar igual en todo, las decisiones deben ser producto de una construcción precedida por un proceso de información y discusión en donde vayamos acercando posiciones a partir de escucharnos y llegar a acuerdos unitarios. La construcción de un consenso requiere de una gran voluntad política que es necesario desarrollar.
A pesar de esto, es importante reconocer que habrá momentos en que este proceso no se de cabalmente y sin embargo la premura de las circunstancias que rebasan nuestra voluntad nos obligue a tomar una decisión. En estas circunstancias consideramos válido el que la mayoría determine la resolución, de otra manera, una minoría podría detener los acuerdos y acciones buscados por la mayoría y esto sería un despropósito. Otorgar a las mayorías algunas decisiones no debe ser visto según nosotros como agandalle ni como la renuncia a la búsqueda del consenso y debe ser la excepción no la regla. Aceptar la voluntad mayoritaria y reconocer que no siempre nuestra propuesta será aceptada también requiere de una gran voluntad política.

PROPUESTA:
1.- Conformación de una Organización Nacional fuerte y democrática; bajo principios tales como la no subordinación del trabajo intelectual sobre el manual o viceversa ni de la división personalizada entre los mismos, la rotatividad y revocabilidad en las comisiones que se conformen a partir del mismo, con análisis y propuesta, con participación plena de cada uno de sus miembros tanto en el trabajo como en la discusión y toma de decisiones. Se trata de una estructura organizativa capaz de tomar acuerdos democráticamente y avanzar a partir de los mismos, incluyendo e integrando a las distintas organizaciones e individuos comprometidos con la lucha anticapitalista y de izquierda.
2.- La forma de relacionarnos y de participar en La Otra Campaña, tendrá que estar relacionada con las necesidades y posibilidades organizativas de quienes la integran, por lo que ninguna persona u organización podrá sujetar este esfuerzo a su propia dinámica interna.
3.- Cada organización conservará su autonomía y sus formas de lucha asumiendo al mismo tiempo el compromiso participativo en las actividades acordadas conjuntamente. Esto significa que cada organización podrá impulsar y realizar las actividades que de acuerdo a sus propios objetivos considere pertinentes sin necesidad de pedir autorización a La Otra Campaña, siempre y cuando no se contravengan los principios establecidos en los puntos referentes a “La definición de La Otra Campaña” y al de “Quienes están convocados y quienes no a La Otra Campaña”.
Por otra parte, la autonomía no significa ausencia de compromiso, es decir que en aquellos puntos donde halla acuerdo, y se decida participar juntos, sí habría responsabilidad de participación; de otra manera los acuerdos se pueden transformar en letra muerta.
4.- La elaboración de demandas y enfoque sectoriales para la elaboración y o modificación del Programa Nacional de Lucha deberán ser precedidas por un trabajo de discusión y análisis de quienes enarbolan un aspecto, quienes pueden tener una identidad propia como por ejemplo de sector; este trabajo empieza desde definirse a partir de dicha identidad habiendo ubicado una problemática común entre grupos de personas. Entendemos que los maestros, indígenas, obreros, estudiantes, campesinos, homosexuales, migrantes, ancianos, jóvenes, colonos, mujeres, etc. se pueden definir a sí mismos como sector u otro término, y tendrán interés en discutir con otras personas del mismo sus problemáticas para poder definir posiciones políticas al respecto. Estas y otras discusiones deberán ser propuestas en los Comités Regionales Multisectoriales para poder socializar las reflexiones y discusiones entre los sectores y así, socializar e integrar las distintas luchas en una misma. A la par se pueden seguir instalando encuentros nacionales o foros de información y discusión en regiones, macroregiones o a nivel nacional e internacional.
5.- Formación de Comités Regionales Multisectoriales (el nombre puede variar, lo que nos interesa es el trabajo y el contenido) con la función de llevar a cabo en el plano regional la lucha nacional; así como el desarrollo y promoción de los distintos tipos de lucha por la conquista de las demandas locales.
- Entendemos estas regiones vistas desde La Otra Geografía, aunque pueden delimitarse estatalmente, no necesariamente deberá ser así, el caso es que se reúnan las suficientes condiciones para establecer un Comité Regional Multisectorial fuerte, democrático y organizado; si bien en muchos casos la delimitación puede corresponder con la de una entidad federativa, en otras puede tener otra delimitación como por ejemplo en “La Huasteca” o el “Istmo de Tehuantepec”.
- Dentro de cada sector u otra instancia de trabajo con similares características y efectos se podrán realizar, si se considera conveniente, consultas, asambleas y reuniones con la finalidad de detallar las demandas y el sentir del mismo.
- En el Comité Regional se recogería la información vertida por los distintos sectores y demás participantes para enarbolar adecuadamente las demandas de la base.
- Proponemos que la instancia máxima de La Otra Campaña sea un Consejo representativo de todos sus militantes, integrado por las representaciones de los Comités Regionales Multisectoriales. En todo momento deberán buscarse los mecanismos y renovarse cuando sea necesario para que la representación sea lo más incluyente y democrática posible y así nadie quede fuera de las decisiones y acciones.
- El Comité Regional estaría encargado de informar al Consejo Nacional de sus problemáticas y propuestas a seguir; de tal forma que este último se nutra del propio trabajo de base.
- Al mismo tiempo, el Comité Regional se encargaría de promover y difundir las propuestas y tareas acordadas en el Consejo Nacional.
- Dentro de los Comités Regionales se informará acerca de las problemáticas, demandas y necesidades de los otros Comités Regionales para promover de este modo la acción conjunta y la cooperación entre los mismos.
- Es importante que el Consejo Nacional sesione de manera ordinaria de tal suerte que sean adecuados los tiempos y los mecanismos de consulta y discusión de todos los militantes, se evite el desgaste y la ausencia de representatividad. Además de estas sesiones ordinarias, se deberán acordar los mecanismos para convocar a sesión extraordinaria en caso de alguna emergencia; en estos casos es importante idear los mecanismos para consultar rápida y efectivamente al conjunto de los militantes de La Otra Campaña.
- Acerca de las comisiones identificamos dos tipos:
1.- Comisiones permanentes: Estas deben funcionar todo el tiempo a fin de atender de manera cohesionada y eficiente las tareas inmediatas y darles operatividad, algunas de estas comisiones deberán ser: enlace, presos políticos, internacional, prensa y propaganda, seguridad (más las que se acuerden). Entendemos que la comisión es permanente pero no necesariamente sus miembros, en todo momento debe haber rotatividad y revocabilidad en las mismas. Una forma de operarlas es nombrar un conjunto de responsables para el funcionamiento de las mismas pero no restringir la participación voluntaria de quien así lo desee; lo importante es que se trabaje seriamente y con continuidad, no se dejen las cosas a la mitad y haya un compromiso de respetar los acuerdos generales tomados por el Consejo Nacional o en su caso, por el Comité Regional.
2.- Comisiones provisionales: Son las que se elaboran para acciones muy bien delimitadas y concluyen su trabajo una vez que se hayan cumplido tales tareas. Por ejemplo la comisión organizadora de una marcha o un foro. Los criterios para formarlas y de su funcionamiento serían los mismos que en el caso anterior.
- En cuanto a la toma de acuerdos, se debe buscar la construcción de consensos, impulsar los mecanismos de información y discusión que nos permitan alcanzarlos; sin embargo, si nos encontramos ante el caso de que el tiempo para discutir se ha agotado y es imprescindible tomar alguna decisión, esta deberá tomarse por la mayoría con una actitud humilde y respetuosa del punto de vista minoritario.

Anónimo dijo...

Sobre este punto se propuso lo siguiente:
Una propuesta de estructura es que debe ser similar al que tenia el FZLN, es decir estructurada en comités o colectivos que tenga una coordinación regional, estatal y nacional, donde existan reuniones con delegados por cada, grupo, colectivo u organización adherente, así mismo que la comisión de los delegados sea rotatoria, para que no se centralice la información, ni mucho menos se manipule, esto ayudará a que se fomente y se fortalezca el colectivismo y al mismo tiempo, se capaciten los compañeros, que tienen problemas o dificultades para desenvolverse políticamente.

Que al mismo tiempo se creen redes de comunicación electrónica, por medio de páginas Web, correos electrónicos, blogs, foros y una pagina nacional como internacional.

Anónimo dijo...

2. De que tenemos acceso de comunicación; mas que sea posible, una forma de conocer en persona a tod@s nuestr@s compañer@s. Que si un@ no encuentra su lugar en un colectivo con la forma de organizarse de este colectivo, por estar comunicando con el resto de la otr@, a lo mejor encuentra con quien relacionarse entre la Otr@. Propongo “una persona-un voto”, cuando es necesario decidir algo entre todos. Este decision debe permitir primero el tiempo que cada persona cree es necesario para expresar su idea, y que tod@s tengen acceso a su expresion o idea, antes de tomar una decision el repecto, entre tod@s.

Anónimo dijo...

Debe haber una coordinadora nacional colectiva rotativa de unidades organizativas de lucha que debe ser horizontal sin que las responsabilidades se ostenten durante mucho tiempo. Los cargos o responsabilidades no deben ser mayoriteadas, sino elegidas por consenso.

Quienes representen o lleven la voz de sus compas, no deberán tener facultades para tomar decisiones a espaldas de quienes los nombró y en todo caso deberán siempre consultar las decisiones que no se hayan tomado y pretendan someterse a consenso o votación en la metropolitana o nacional.

Quienes sean elegidos para llevar la voz de las unidades organizativas de lucha deberán destacarse por su trabajo cotidiano y no por ser los mejores “habladores”.

En este sentido entendemos a la Dirección Nacional Colectiva, como un continuo esfuerzo por asociarse de diferentes iniciativas. Pensamos que debe ser fluida, flexible, sin que la estructura de la Dirección o de otras instancias de la otra campaña se convierta en una carga.

No debe ser una estructura inamovible, sino por el contrario algo que pueda modificarse para adaptarse a las exigencias de las nuevas circunstancias, un espacio de encuentro donde nadie tenga que negar su identidad y aspiraciones como persona, grupo, pueblo, sector o red.

Debería empezar a hablarse de activistas (quienes participen en la ejecución de tareas planteadas por la región), simpatizantes y colaboradores, para establecer quienes van a tener voz y voto. Debemos tener cuidado con la división del trabajo político de resistencia ante el mal gobierno basada en “dirigentes y dirigentas” (que mandan y no participan en las actividades cotidianas) y “base social” de la coordinadora nacional.

La diferencia entre el trabajo intelectual y material, generalmente le ha puesto en la madre a la izquierda en todos lados; ya que muchas personas no estamos dispuestas a pegar tabiques para que otros reciban los “dividendos” de nuestro trabajo cotidiano y tomen decisiones a espaldas de la raza trabajadora.

A un año de la Sexta Declaración, hemos aprendido a reconocer como dirigentes a los comandantes del EZLN, al SCI Marcos, a Ignacio y América del Valle, a los Panchos independientes, a las y los compas del Congreso Nacional Indígena (CNI), a los compas jubilados y pensionados del IMSS como Edith Rosales, a Magdalena García Durán (indígena mazahua detenida en Atenco), a los chavos del CCH y la UNAM que han sido reprimidos por la tira del D.F., a los anarquistas, darketos, punketos y libertarios que se la jugaron en las barricadas de Oaxaca. Sin embargo hay gente a la que todavía no reconocemos como dirigentes.... eso se gana en la chinga, en las acciones directas, en la autonomía que cada quién promueve...



“Contra el SIDA, el silencio y la discriminación:
Organización, movilización
Y resistencia ciudadana.”

Anónimo dijo...

En este punto todavía no tenemos acuerdos para una propuesta específica, pero tenemos varias consideraciones que deseamos compartir como elementos involucrados en el debate:
-Pensamos que para definir la estructura organizativa (o estructuras organizativas en La Otra) necesitamos tomar en cuenta diferentes cosas:

I) La forma de la estructura tiene que estar en función de los objetivos concretos que se tengan. Nosotros identificamos algunos objetivos de La Otra, en distintos niveles:
A MEDIANO PLAZO
+Construir el Programa Nacional de Lucha, escuchando primordialmente a toda la gente de abajo, no sólo los que están en La Otra Campaña.
+Potenciar nuestras luchas, conociéndonos y formando redes entre diversos individuos, familias, colectivos, organizaciones, y pueblos que tenemos luchas y necesidades comunes.
+Movilizarnos ante la represión que se ejerce sobre nuestros compañeros de La Otra (es decir, organizarnos para poder ser congruentes en los hechos con el principio de “si le pegan a uno, le pegan a todos”).
A LARGO PLAZO
+Acabar con el sistema capitalista, y hacer un nuevo pacto social, una nueva constitución que no reproduzca el sistema de relaciones sociales del capitalismo.

II) La forma de la estructura organizativa debe responder a la situación histórica concreta, al momento histórico particular en que vivimos. Debemos preguntarnos ¿cuál es nuestra realidad actual? para saber qué estructura necesitamos. La respuesta a esta pregunta es de vital importancia porque los grados de flexibilidad o rigidez de la estructura organizativa, o la combinación específica de horizontalidad y verticalidad que escojamos, deben relacionarse con la naturaleza del contexto que vivamos, incluido el carácter específico del enemigo al que enfrentamos.

III) La estructura organizativa también debe estar en función de principios reguladores de la actividad política, como la revocabilidad y la rotatividad en las comisiones que la Otra Campaña considere necesarias, y la toma de decisiones privilegiando los consensos.

Al tomar en cuenta estos tres elementos podemos ver que la estructura organizativa no debe ser definida exclusivamente a partir de nuestros deseos o filiaciones ideológicas. Por eso pensamos que es falsa la disyuntiva entre verticalidad absoluta y horizontalidad absoluta, y no vale la pena discutir la estructura organizativa en estos términos. No ha existido en la historia de las luchas de izquierda ninguna organización que haya estado plenamente en uno de estos extremos. Siempre se trata de combinaciones específicas de horizontalidad y verticalidad que dependen del contexto histórico, los objetivos que se desean alcanzar y los principios reguladores de la acción política. Algunos de estos determinantes tensionan nuestra opción hacia la horizontalidad (por ejemplo, necesitamos una estructura eficiente para escuchar a la gente de abajo) y otros tantos lo hacen hacia una estructura centralizada (por ejemplo, que la estructura haga posible una rápida convocatoria a movilizarse contra la represión): de lo que se trata es de encontrar la combinación específica que se corresponda con nuestro contexto, nuestros objetivos y nuestros principios.
Además la estructura que adoptemos no debe definirse de una vez y para siempre, sino que debe poderse cambiar cuando deje de servir a los objetivos que nos planteamos o el entorno haya cambiado, para obedecer a un momento distinto en la lucha.
Por otra parte, consideramos importante que todos los adherentes podamos definir qué necesita La Otra en este momento preciso: si mecanismos de coordinación entre organizaciones que vayan consolidando un movimiento de izquierda anticapitalista y/o la construcción de una sola organización de izquierda anticapitalista.

-En lo que se refiere específicamente a los mecanismos para la toma de decisiones en La Otra:
*Urge avanzar en algo que ha quedado pendiente: delinear la otra geografía para poder tener regiones que subdividan los espacios de acción de la Otra y pueda haber mecanismos mínimos de representación (enlaces) a nivel local y nacional; además de mecanismos que garanticen la participación de adherentes que no se sientan representados por esas instancias.

-En lo que se refiere a la representación:
*Cada espacio organizativo tiene que explicitar qué significado le da al representante, y el voto de confianza que le da en función de qué objetivos concretos. Asimismo necesitan establecer líneas generales consensuadas entre todos sus participantes que reglamenten la actuación de sus representantes.

-En lo que se refiere a los espacios de coordinación:
*Es necesario retomar la experiencia de lo que ha pasado con los espacios de coordinación que han nacido y decaído o muerto en el tiempo que llevamos construyendo la Otra Campaña. Tenemos que aprender a que esos espacios (unidades organizativas) tengan razón de ser en la distribución del trabajo y la cooperación para la realización de tareas comunes a todos los adherentes. Necesitan repartirse trabajos concretos para que se dé el tipo de coordinación que se requiere.

Anónimo dijo...

Aquí nuestra aportación es que, a pesar de que no hemos tenido una estructura muy sólida o muy formal y no tenemos una propuesta suficientemente discutida, sí hemos podido trabajar, sobre todo por la liberación y la justicia para nuestras compañeras y compañeros presos políticos, a partir del compromiso de cada una en sus colectivos, grupos o a título individual porque el Sector Mujeres y la Sexta DF-Edomex no es un colectivo sino un grupo de colectivos y de individuas. Dada la variedad que hay en el Sector y la forma de cada grupo o de cada una para organizarse, abordaremos este punto cada quien en su grupo o en lo individual.

Anónimo dijo...

Planteamos que, independientemente de la estructura organizativa que nos demos (de carácter geográfico, unidad organizativa, zona, región, estatal, nacional, internacional o galáctica), nos debemos relacionar a partir de criterios como:
a) Nuestra organización es democrática, por ello que su estructura siendo de diferentes niveles es de carácter horizontal, es decir que no hay nadie por encima o por debajo de los demás.
b) Somos una organización que, respetando los modos de cada cuál, se basa en la crítica, pero sobre todo en la autocrítica, escuchando a todos, tolerante, respetuosa y solidaria buscando crear un ambiente de compañerismo.
c) Busca consensos sustantivos, es anti-burocrática y promueve la participación de todos.
d) En este sentido se reivindica la democracia directa, Lo cuál significa. entre otras cosas, que toma sus decisiones desde abajo y que puede ser a través de la consulta. el
plebiscito, el referéndum, asambleas y congresos, esto es dependiendo de lo que se trate y de su ámbito de aplicación.
e) Además reivindica la rendición de cuentas, la rotación, la revocabilidad, la periodicidad y sobre todo el mandar obedeciendo. A nivel general también damos un profundo contenido a la idea de instrumentar la iniciativa popular para la resolución de los grandes problemas nacionales.

Anónimo dijo...

¿Cuál es la estructura? ¿Cómo nos relacionamos?
Lo que buscamos, lo que necesitamos y queremos es que toda esa gente sin partido, ni organización y aunque la tengan (incluidos nosotros), nos pongamos de acuerdo en lo que no queremos y en lo que queremos y nos organicemos para conseguirlo (de preferencia por vías civiles y pacíficas), no para tomar el poder sino para ejercerlo.
La otra puede reivindicar el irrenunciable derecho de los pueblos a la autodefensa y a la rebelión. Todo pueblo que es reprimido y atacado por le poder del estado tiene el legitimo derecho de responder a las agresiones mediante todas las formas de lucha y organización comunitaria que considere necesarias.
.
Consideramos que el esfuerzo organizativo de La Otra Campaña, en esta fase en que buscamos aún, lograr escucharnos y aprender a relacionarnos, para avanzar hacia un proceso y proyecto político organizativo, lo más importante es construir cómo lo vamos a hacer, por lo que consideramos que por ahora no es conveniente que se proponga y se adopte una estructura rígida. No debemos darle peso a ninguna estructura de poder.

La preocupación que surge de, porque no es viable una estructura rígida y acabada, nace de la necesidad de reflexionar y llevar a cabo un debate interno y profundo que nos permita a todos participar, reflexionar y debatir cuál es la intencionalidad y direccionalidad que habremos de darle a lo que hasta hoy llamamos La Otra Campaña.
Proponemos, para esta fase de búsqueda de confluencias, en lugar de una estructura rígida los siguientes principios, criterios y mecanismos de articulación:

En cuanto a la parte de los principios éticos se incluyen en este apartado, pero se menciona que hubo disenso, pues algunos piensan que los principios éticos forman parte de las características y que aun si no hubiera estructura lo que si se debe de tener son principios éticos, sin embargo, también se recogió la postura de aquellos que se pronunciaron por integrarlos en la estructura porque argumentan son parte fundamental de lo que se quiere construir.

Principios ético – políticos Zapatistas:
Mandar obedeciendo
Convencer y no vencer
Proponer y no imponer
Presentar y no suplantar
Incluir y no excluir
Servir y no servirse
Bajar y no subir

Principios ético - políticos:

Respeto y apoyo reciproco, como sujetos, aceptando la diversidad.
Ser congruentes. Congruencia entre lo que decimos y lo que hacemos, en medir a nuestros compañeros cercanos y lejanos, y a nosotros mismos, con la misma vara que medimos al otro, al que hacemos sujeto de nuestras críticas, incluso a nuestro enemigo.
Consulta siempre a todos desde abajo.
Autonomía propia implica respetar las formas organizativas de cada grupo y persona.
Ejercer la Autocrítica.
Generar confianza entre sí, y en el pueblo, construir el Nosotros
Privilegiar el valor de la praxis.
Ponderar los derechos colectivos sobre los derechos individuales, sin menoscabo de éstos.
Practicar el mandar obedeciendo.
Enfrentar y derrotar la cultura de dominación, no hospedar al opresor dentro de nosotros mismos, no subordinar ni subordinarnos a jerarquías.
Fomentar el crecer como personas desde un trabajo interno.
Responsabilidad
Compromiso desde lo personal hacia lo colectivo

Criterios para interactuar:

Respeto a la autonomía colectiva e individual
Que en los espacios de coordinación no se tomen decisiones.
Rotación periódica de responsabilidades
La transmisión de resoluciones y decisiones tomadas abajo en los colectivos y sus espacios de debate, la entendemos como una tarea de Enlace que debe practicar el mandar obedeciendo y no como delegación de poder y decisión.

Mecanismos de articulación:

Formar instancias de enlace y coordinación (espacios de coordinación pueden ser: un periódico, una radio, radio por Internet, reuniones para proponer y conocer, etc) que funcionen a través de comisiones de trabajo, en donde, cada comisión elaborará un plan de trabajo de acuerdo a las responsabilidades para las cuales se haya formado. Los integrantes de estas instancias serán rotativos de acuerdo al periodo que se establezca deban funcionar.

Durante el tiempo de la función de cada instancia, cada comisión desarrollará su trabajo del cual deberá informar permanentemente de lo realizado. Al término de cada periodo determinado, las comisiones deberán entregar una evaluación del trabajo realizado.

Las instancias de enlace y coordinación podrán ser a nivel local, regional, sectorial, estatal y/o nacional y se reunirán cada vez que así lo decidan, asimismo tendrán que realizar sesiones plenarias en determinados periodos de tiempo, de acuerdo a la amplitud geográfica de su trabajo, en estas plenarias se mandatarán las directrices que deberá seguir cada instancia.

Las diferentes instancias de enlace y coordinación realizarán plenarias o consultas que podrán ser de discusión y análisis de asuntos específicos en donde no se tomarán decisiones sino sólo se harán propuestas que tendrán que ir a todos los integrantes de la Otra Campaña para ir construyendo los consensos necesarios para luego decidir llevarlas a la practica. Las plenarias o consultas podrán ser de decisión, sólo, cuando se haya generado una amplia discusión y análisis de los asuntos a tratar, por todos los integrantes de la Otra Campaña y se tenga claridad acerca del o los asuntos para los cuales se requiera tomar una decisión.

Finalmente, pensamos que los esfuerzos de articulación deben ser de forma horizontal, plural y multidisciplinaria.

Anónimo dijo...

De las muchas experiencias que nos ha dado la historia, rescato la del movimiento estudiantil del 68, cuya estructura mostró una democracia radical, fundada en: La asamblea general formada por representantes de cada facultad o escuela en huelga, que obedecía a las diversas asambleas, que llegaron a ser permanentes, (esto por las necesidades dictadas por la lucha), a donde participaban todos los estudiantes, maestros, trabajadores en lucha. En estas asambleas llegaban las brigadas trayendo y llevando información (correas de trasmisión), hacia adentro y afuera del movimiento. El Consejo Nacional de Huelga recibía propuestas de las asambleas, mismas que se manifestaban en propuestas de acciones concretas: marchas, mítines, consignas etc., que aprobadas por las asambleas, difundidas por las brigadas tomaban las calles y daban vida al movimiento. Todo se traducía en una cultura popular: grafica, canciones, mantas, signos y símbolos que representaban las demandas del movimiento. Me parece que podemos intentar una estructura semejante, pero a diferencia del 68, sin líderes, sino con delegados siempre susceptibles a ser removidos por asamblea.
El lugar de cada quien se estructura a partir de las cualidades de cada quien, sus capacidades y necesidades.
Las relaciones entre nosotr@s dentro de esta estructura, me parece, pueden ser como en 68, asamblea general con representantes de cada sector social en lucha, elegido por su comunidad, organización, o grupo de pertenencia, que ejecute lo acordado por las asambleas estatales, regionales, locales, comunales etc. Que revivan la experiencia de las brigadas, en donde confluyan diversos sectores, que se conviertan en correas de trasmisión de la asamblea general, las asambleas y la población en general. Vertiendo información, consensando acciones que se discutan, conozcan, difundan en las calles, centros de trabajo, hogares, escuelas etc., desde luego usando nuestras redes de comunicación independientes.
Las funciones de la organización fundamentalmente es ir concretando la agenda del plan de lucha, priorizar problemas, acordar acciones, dar seguimiento al proceso, darle ritmo, marcar tiempos y espacios.
La estructura en su conjunto debe construir un horizonte posible y deseable, acorde con los principios tomados en asambleas, de consenso directo y libre. Esto supone la construcción de una cultura popular cuyos ejes sean la historia de nuestro país, el conocimiento de teoría política, economía, saberes prácticos para la comprensión del movimiento y sus objetivos. No estoy hablando de formar escuelas de cuadros como en el siglo pasado, pues los saberes descubiertos por las luchas populares, sus historias, sus necesidades, recogidas por la Otra Campaña deben ser materia prima de nuestro nuevo pensar la realidad en cambio.
¿Qué características debería tener?
Democrática, participativa, disciplinada, rotativa en los cargos por elección, horizontal. No se como, pero no debe caer en la asambleitis, ni en el activismo que consuma el tiempo, canse, inmovilice.
¿Cuáles serían las unidades que la conformarían?
Ya lo contesté, en la pregunta anterior. Asamblea General, asambleas por sectores estatales, regionales, locales. Con brigadas de enlace.
¿Cómo se pondrían de acuerdo entre todas esas unidades?
Me parece ya contesté.
¿Cómo debieran ser convocadas las acciones inmediatas?
Por el Consejo General, en coordinación con las asambleas participantes, por medio de nuestra cultura de redes independientes. Por medio de las brigadas.
¿Algo más?
Debemos estudiar otras experiencias de poder popular en lucha, conocer sus estructuras, enfocar sus errores y retomar sus aciertos. La democracia radical que imperó en la organización del movimiento estudiantil de 68, me parece una experiencia muy rica.

Anónimo dijo...

Horizontal, democrática, con una nueva forma de hacer política: algunas de las organizaciones que participan en la Otra Campaña son verticales, jerárquicas, el propio EZLN lo es, igual lo son los partidos políticos de izquierda que se han adherido: tienen dirección, comité central, mandos, jerarquías. Es su modo y lo respetamos. Pero en la Otra Campaña también hay organizaciones, colectivos, familias e individuos que no funcionan así: se escuchan, discuten, se ponen de acuerdo, hacen lo que deciden en colectivo o cada quién hace lo que puede. Pero son adherentes y su modo también tiene que respetarse. No se trata de que unos impongan su modo a otros. En un amplio y heterogéneo conglomerado de grupos, colectivos, organizaciones e individuos la convivencia para poder caminar juntos hay que basarla en el respeto y la humildad, en escucharnos un@s a otr@s, en aprender de tod@s, en apoyarnos recíprocamente. Entonces, siendo tod@s iguales (porque somos de abajo y a la izquierda) somos diferentes, hay de todo: obrer@s, campesin@s, indígenas, maestr@s, estudiantes, intelectuales, comerciantes, de ambos sexos, con distintas preferencias sexuales, de distintas edades, con pensamientos distintos de cómo organizarse, cómo luchar, cómo resistir, cómo expresar su rebeldía.
Hasta ahora se ha avanzado en la organización de la Otra Campaña con coordinaciones locales, regionales, estatales, es decir, geográficamente, y también sectorialmente (trabajadores, estudiantes, mujeres, niños, etc.), pero no tod@s l@s adherentes (al menos en el caso del DF) asisten a las reuniones de coordinación. En nuestro caso seguimos haciendo nuestro pequeño trabajo de difusión en nuestro lugar y en las movilizaciones convocadas por la Otra, nos enteramos de cómo va en el país y en el mundo la Otra por la Web, pero dejamos de asistir a las reuniones desde que se hizo evidente cómo en la coordinación del DF se montaron gentes con prácticas maniobreras, gandallas. Hay algun@s que levantando con la mano izquierda la bandera de la Otra, cobran con la derecha en el gobierno.
Por eso nos dedicamos a hacer lo que creemos correcto, con nuestro modo, de manera independiente, lo que podemos con nuestros propios recursos, atent@s desde nuestro lugar a lo que se necesita hacer, pero orgánicamente al margen de lo que hoy existe como estructura organizativa de la Otra. Quizá sea erróneo que no estemos dentro de esa coordinación y ahí demos la lucha ideológica, pero no tenemos el ánimo de ir a pelear con nadie ni queremos ser factor de división.
Y como vemos que se necesita hacer mucho trabajo en la calle, con la gente, ahí nos ocupamos.

Anónimo dijo...

Algunas ventajas.
Billy Kwan no encuentra su lugar en el mundo. Está indignado por la miseria que hay en las calles de Yakarta pero admira al dictador Sukarno porque aún no lo conoce. Kwan es un mestizo de madre china y padre australiano que cubre como fotógrafo un conflicto armado en el país donde él nació: Indonesia. Por eso se llama a sí mismo un hombre “dividido” y “sin hogar” en todo el planeta. Por si fuera poco, no mide más de un metro de estatura. Sin embargo, es interesante la forma en que saca provecho de sus desventajas y las convierte en ventajas. Llega el momento en que Kwan abre sus ojos y mira de frente al dictador. Su mestizaje le ayuda a comunicarse con muchísima gente de nacionalidades diversas y su baja estatura lo lleva a pasar desapercibido. Su enorme capacidad para sentir el dolor de los demás lo incita a no vegetar sino a vivir. El hecho de medir apenas un metro provoca el desprecio y la falta de atención de los colonizadores pudientes. Eso le permite a Kwan colarse a todas las reuniones, escuchar todas las conversaciones o tenderle una manta de protesta a su otrora admirado Sukarno con la frase “Alimenta a tu pueblo”. Kwan sabe que es precisamente su carácter de invisible o indigno de ser notado el que le da plena movilidad. Y aunque en la película no le fue muy bien, menciono esto
porque creo que cada persona en la Otra conoce sus desventajas y puede aprender a sacar provecho de ellas y porque, a diferencia de Kwan, no estamos luchando en soledad sino en grupo. Ya sé que no basta con invitar a la gente a mirar de frente a sus dictadores. El problema es que no tengo muchas ideas sobre cómo organizarnos mejor. Y nos falta definir también qué somos: ¿somos una organización, un frente, un movimiento, un colectivo, una suma de individuas e individuos, una red? ¿Qué implica bordar y entretejer hilos resistentes y de colores? Pero lo que sí me queda claro es que debemos y podemos articular nuestras luchas.
En la Otra Campaña yo veo muy difícil arribar a una estructura organizativa. O habría que ver qué entendemos por estructura. Después de lo que he observado este año no creo que podamos generar espacios más o menos sólidos donde haya trabajo no nada más entusiasta sino constante, ordenado y planificado, que es lo que yo entendería por estructura organizativa. Así no la vamos a hacer y nos vamos a desesperar. Aunque parezca que estoy jugando al doble sentido, necesitamos “la triple F”: algo flexible pero firme y funcional al mismo tiempo. Creo que, por el momento, más bien tendríamos que pensar en mecanismos de comunicación y funcionamiento para determinadas actividades por medio de comisiones rotativas, quizá regionales (¿contacto con pres@s polític@s? ¿enlace interno y enlace externo? ¿comunicación y difusión? ¿logística y finanzas?). Hay que conocernos, hay que mantener contacto permanente con nuestras compañeras y compañeros presos y seguir trabajando para liberarl@s, hay que compartir y revisar toda la información que han recopilado los medios alternativos en los viajes del Delegado Zero, hay que buscar una forma de entendernos.
Creo que podemos empezar por ahí, sacando ventaja de nuestras desventajas. No tenemos dinero ni grandes posibilidades de comunicación con tecnología avanzada, pero eso nos da tiempo para pensar bien y entre much@s antes de actuar. Necesitamos generar espacios para discutir, por ejemplo, qué significa vivir abajo y a la izquierda, y claro, el cómo y el para qué luchamos. Preguntaban hace tiempo unos jóvenes adherentes: ¿y qué significa ser de izquierda? ¿y por qué tenemos que usar esa y otras etiquetas? ¿y qué implica vivir contra el capitalismo? Sobre la primera pregunta, mi respuesta, resumidísima, es que al hablar de izquierda –entre nosotr@s— se buscan dos cosas. Por un lado, combatir políticas terriblemente violentas que promueven el pensamiento y el comportamiento únicos con un afán insaciable de lucro y, por otro lado, defender las libertades individuales, las posibilidades de construcción en colectivo y el respeto a la diversidad a fin de vivir como merecemos los seres humanos: en paz y con dignidad.
Y por supuesto, todo ello por medio de la acción y del trabajo. Pero mi respuesta es, otra vez, muy general y ni siquiera tengo una para las otras dos preguntas. Además, sabemos que al hablar de izquierda en otros lados, no entre nosotr@s, se buscan otras cosas. A mí me gustaría mucho conocer la opinión de cada un@ de ustedes, compas, sobre esas preguntas, aunque sé que es muy difícil. No encuentro la forma de saber lo que piensa un adherente que vive a miles de kilómetros de mi casa y no tiene luz ni computadora. Qué piensa en un momento específico sobre un tema específico. Eso no lo vamos a poder hacer. Ahorita estamos intercambiando opiniones sobre los puntos que planteó la Comisión Sexta, pero esto no podemos hacerlo cada quince días sobre todos los demás puntos que se nos ocurran. Y no creo que esa sea la idea porque nos iría peor que en Babel y nos paralizaríamos. Por eso, para la cotidianidad, sugiero crear nuestros núcleos de discusión y acción con la gente más cercana y apretar fuerte los nudos para que crezca la red, como de por sí ya saben hacerlo much@s adherentes.
Fuera de los ámbitos grupales, sectoriales o territoriales muy concretos, no le hemos entrado de lleno a discutir qué significa o qué implica vivir contra todo lo que hemos propuesto –capitalismo, opresión, autoritarismo, discriminación, patriarcado, racismo— ni hemos abordado a profundidad el tema del poder. Porque no me queda claro si en la Otra Campaña estamos contra el poder o a favor de un poder popular, por ejemplo. He visto que hay discusiones muy interesantes sobre nuestra postura ante el sistema capitalista. Pero yo no estoy hablando del sistema sino del poder, así de abstracto pero así de concreto, y siento que no lo hemos discutido. Leí el otro día en un periódico que un movimiento que no lucha por el poder “es un movimiento débil”. ¿Qué piensa la Otra Campaña de eso? ¿Es una de esas definiciones que no puede ser colectiva o, por el contrario, es importante que lo sea? ¿Estamos contra el poder o por un poder distinto, por un poder popular? ¿Y puede existir un ejercicio distinto del poder? ¿Deveras puede existir? ¿No tendríamos que hablar, más bien, de gobierno? En mi opinión, no es lo mismo “poder” que “gobierno”. Además, ¿qué significa ser “débil”? ¿Acaso un movimiento “fuerte” no puede ser muy frágil? ¿Y qué queremos ser nosotr@s? ¿Hemos de despedirnos en cada reunión deseándonos “que la fuerza te acompañe”?
También nos falta mucha discusión sobre la violencia. No digo que no sepamos lo que es la violencia o cómo nos afecta. Digo que no conozco la opinión de much@s compañer@s sobre ese tema y sobre lo que significa construir un movimiento civil y pacífico donde perder la paciencia no implica dejar de actuar con sensibilidad e inteligencia, donde no se desvanece la
confianza a pesar de los agravios, y no por ello se desvanece la dignidad, y donde se opta por agotar todos los recursos civiles que haya al alcance. Eso, paradójicamente, nos lo ha enseñado el EZLN, un grupo armado. La pregunta es si estamos dispuestas, si estamos preparados para construir con entusiasmo esa opción civil y pacífica. En este año de tanta violencia institucional hemos vivido un coctel de emociones personales y colectivas que no se ven pero que son importantes. No estoy hablando de acciones sino de emociones. Y cada quien sabe lo que ha decidido sentir. Yo propongo que no olvidemos quiénes somos y con qué diversidad estamos constituid@s, y que deveras nos comprometamos con lo que hemos firmado en la Sexta.
También tengo la duda de hacia dónde vamos, de cuáles son nuestros objetivos comunes, nuestros planes, nuestras pesadillas, nuestros sueños en común. ¿Buscamos otra forma de hacer política o buscamos hacer otra política? Y si fuera otra política, ¿con respecto a cuál? O bien, ¿qué entendemos por hacer política? ¿Es lo mismo apuntar a una concepción nueva de lo que es la política que llegar a lo mismo de siempre por caminos distintos? ¿Eso no sería también otra forma de hacer política? ¿Podemos ser más específicos? Yo pienso que sí. Por lo que dice la Sexta, por lo que dijo el Comandante Tacho el 1 de enero de 2003 en San Cristóbal de las Casas y por lo que he visto a lo largo de este año, estamos generando otra cosa; estamos no sólo buscando sino encontrando formas novedosas de organizarnos para irrumpir en los espacios que nos estaban vedados. Me refiero a esos espacios donde se plantan los invisibles para hacerse visibles y donde hacen ruido los callados. Los espacios a los que nos prohíbe la entrada un sistema de relaciones que se rige por la ley del mínimo esfuerzo y la máxima ganancia y que nunca va a entender, por ejemplo, qué es un medio de comunicación alternativo y por qué no le interesa hacerse millonario. A este sistema y a quienes lo diseñan y manejan, les resultamos absurdos, jodidas, fracasados. “Perdedores”, se acostumbra decir en inglés (loosers). Pero también les resultamos incómod@s. Eso, creo yo, nos define. El placer de serles incómod@s y la decisión de seguirlo siendo. Aquí no están los virtuosos ni las más destacadas en la ciencia, la comunicación, el humanismo, la tecnología y el arte. En la Otra Campaña estamos las sin premios, los sin fortuna, las sin medallas. No tenemos la rodilla firme en la danza ni la nota exacta cuando cantamos. Pero estamos aprendiendo a escuchar como lo hace el zapatismo para conectar nuestras rebeldías porque merecemos vivir de otra manera. Y por lo que he visto este año estamos aprendiendo a no vivir en un frenesí de búsqueda sino a matizar nuestros ímpetus para encontrarnos. Porque, de vez en cuando, compañeras, compañeros, buscar ya no es suficiente y
hay que darnos tiempo para encontrar. Por eso me parece fundamental esa característica que nos une y nos define: el hecho de tener buena memoria. Esa es una aparente desventaja que nos lastima y abruma. Pero en realidad se trata de la mayor ventaja que tenemos porque agiganta nuestros horizontes. Para responder la pregunta de hacia dónde vamos hay que saber de dónde venimos. Siento que no podemos transformar lo que viene si no aprendemos de lo que hemos vivido, si no rescatamos los aciertos y corregimos los errores. Porque, en mi opinión, sin pasado no hay futuro.

Sebastián Liera dijo...

Sugerimos que la Otra Campaña, en tanto esfuerzo colectivo de construcción hacia otra forma de hacer política, tenga una estructura de red que permita a la Otra no ser nada más el movimiento de una sola clase, un solo sector, un solo grupo o un solo actor; sino un movimiento amplio, diverso y plural, donde clases, sectores, grupos y sectores sociales nos coordinemos y nos unamos en contra del enemigo común que hemos identificado en el capitalismo y el neoliberalismo.
Coincidimos, pues, con quienes opinan que la forma de relacionarnos entre nosotr@s sea la de una red de redes que nos vincule, coordine, reciba y devuelva permanente, constante y oportunamente la información, debates, consultas, posiciones, decisiones y acuerdos (y desacuerdos) que se generen en cualesquiera de los nodos de su vasto tejido. Una red de redes, además, horizontal, flexible, laxa y abierta, que promueva todo el tiempo la multiplicación de iniciativas nacidas desde las bases, de l@s de abajo, y que haga residir la responsabilidad esencial del propio movimiento, siempre en el conjunto de todos sus integrantes. E incluso y más allá, que tienda a disolver esa vieja relación piramidal entre ‘líderes’ y ‘bases’. Pero que, sin embargo, no impida la unidad de acción cuando esta se requiera, ni la marcha por un solo camino común, ni tampoco la coordinación efectiva de iniciativas, esfuerzos y prácticas diversas. Es decir, el oxímoron de una organización muy horizontal y muy flexible, pero al mismo tiempo muy unida y acompasada, siempre que las circunstancias lo requieran.
En esta lógica, el mecanismo principal de toma de decisiones de la Otra Campaña, pensamos que deberá de ser el de la consulta universal a tod@s sus integrantes. Basada esa consulta, en un previo y muy serio proceso de difusión lo más amplio posible de toda la información disponible, lo mismo que de discusiones, de búsqueda de consensos, y de expresión totalmente irrestricta y abierta de todas las posiciones.
Además y en cualquier caso, la Otra Campaña deberá tener siempre muy en cuenta las opiniones de las minorías, teniendo un su modo de decidir siempre dialógico, basado en la discusión y en la interlocución con tod@s l@s múltiples otr@s que abajo somos; manteniendo siempre el oído alerta a los puntos de vista de las diferentes minorías como garantía permanente de alimentación y enriquecimiento de los puntos de vista definidos como consensuales, o en otro caso como mayoritarios.

Anónimo dijo...

La estructura fundamental de la otra campaña deberían ser las Unidades autónomas de Trabajo. Estas pueden formarse con base en grupos de afinidad o grupos territoriales o sectoriales de trabajo. Es una base organizativa donde cada una de las familias, personas, colectivos u organizaciones se articulan en un espacio de coordinación que facilite los consensos, el trabajo y los acuerdos. Pueden ser unidades de 5, 8 , 10 o más organizaciones. [1]

En todos los niveles locales y/o estatales proponemos que de forma autónoma se decida la(s) forma(s) organizativas (por territorialidad, por afinidad, por sector, por región u otra). Proponemos que decidamos solamente la forma de estructura nacional. Partimos de las necesidades diversas de formas organizativas horizontales y autónomas de decisión, de coordinación y trabajo a nivel local y/o estatal. En este nivel las distintas unidades de trabajo [*] son autónomas y no dependen de ninguna decisión central para poder impulsar su trabajo. Son por tanto autogestivas, porque dependen de sus propias fuerzas y capacidades y no de una estructura central local o central nacional. Sin embargo, estas unidades de trabajo autónomas se coordinan en red a través de la comunicación, coordinación y articulación cuya forma decide cada estado o región y por supuesto cada unidad de trabajo. Este es el primer paso organizativo, formar todas las unidades autónomas de trabajo por afinidad. El criterio general mínimo es que todas y todos participáramos en alguna unidad autónoma de trabajo.

Pero también partimos de la necesidad de unir esfuerzos y fuerzas a nivel nacional cuando así es necesari o (días de movilización nacional, decisiones de corte político que nos involucran a ese nivel, etc). Para las decisiones NACIONALES proponemos que –en su momento- las unidades de trabajo envíen enlaces a un espacio nacional abierto. Estos enlaces se elegirían con cuatro criterios generalizables a toda la otra campaña en todo el país: cada unidad de trabajo elegiría una enlace por sorteo (evitando elecciones internas, mayoriteos y otros vicios), que sería rotativo no sólo de personas sino también de organizaciones (evitando la concentración de información y evitando así la jerarquízación) . Dichos enlaces llevarían la voz de cada unidad de trabajo. Es decir, no serían electos para que ellos decidan, sino para que acudan con un mandato de su unidad de trabajo. Los enlaces serían en todo momento revocables y tendrían una temporalidad limitada. El espacio de decisión nacional se restringiría a los grandes rubros de decisión que nos involucran a tod@s sin poder inmiscuirse en las decisiones cotidianas locales/estatales de las unidades de trabajo. Son las unidades de trabajo las que mandatan al espacio nacional y no al revés. Por último, las unidades de trabajo buscarán mecanismos para que mujeres, pueblos indios y jóvenes siempre estén presentes en los espacios nacionales.

Por último, en la otra campaña seguirá n impulsándose mecanismos u herramientas de coordinación transversal y nacional o regional como encuentros, redes, coordinaciones entre estados, sectores, etc.

Existirán entonces, en resumen tres formas de articulación en la otra campaña: a) la local-estatal por unidades de trabajo (territorios, barrios, sectores, afinidades ideológicas o temáticas, etc), b) las redes de coordinación nacional (por la libertad de los presos, redes de comercio, coordinaciones nacionales por afinidad, otros) y c) un espacio de coordinación nacional con los enlaces de cada unidad autónoma de trabajo.


[1] Incluimos como documento adjunto, nuestra propuesta de estructura para el Distrito Federal, presentada en la última asamblea del Distrito Federal, el pasado 2 y 3 de septiembre.
[*] Entendemos unidades de trabajo como un conjunto de organizaciones, colectivos y en su caso, personas o familias que impulsan trabajos de manera conjunta, cualquiera que sea su forma de trabajo (territorial, por afinidad de trabajo, por afinidad ideológica, sectorial, o alguna otra).

NOTA DE LA BLOGER@cción:
Se puede consultar el documento en:
JRA: Sobre la estructura de la Otra Campaña en el DF.

Anónimo dijo...

Debemos buscar una forma de organizarnos que evite que caigamos en un centralismo organizativo, que evite que se construyan esferas de poder dentro de la otra campaña, una forma de organización que respete las autonomías de los entes adherentes, permitiéndonos trabajar en colectivo con solidaridad, apoyo y respeto mutuo, donde no caigamos en un burocratismo, donde ningún grupo hegemonize la organización ni intente centralizar las decisiones, donde nos organicemos sin importar nuestra diversidad, debemos buscar una forma de organización que evite que caigamos en un sectarismo.

Obviamente hablar de la estructura organizativa es un tema complejo pues lo tendremos que ir construyendo entre todos y todas. Creemos que la estructura organizativa debe de ser regida por los principios expresados por la mayoría de los grupos y personas participantes, respetando la autonomía de cada colectivo, basada en la colectividad, en la solidaridad, en el apoyo y el respeto mutuo, en la equidad, en la horizontalidad y rotatividad (mesas, comisiones, etc.), en la diversidad, en la no centralización, en la no hegemonizacion y en la no dominación, en la no jerarquizacion, estos principios creemos deberán de quedar claramente marcados y en base a estos principios la estructura organizativa podría cambiar de acuerdo a las necesidades practicas.

Estamos convencidos de que la horizontalidad, la equidad, el respeto, la rotatividad, la no exclusión, la comunicación (hablar con el corazón y escuchar igual), la autonomía, la colectividad, el no autoritarismo, la no búsqueda de poder, la no imposición, tanto dentro de nosotros y nosotras como hacia fuera, deben ser los principios primeros de la otra campaña y por supuesto de las estructuras organizativas que construyamos.

Proponemos

-Creemos en primera instancia que los colectivos, organizaciones, pueblos y personas a titulo individual deben mantener su autonomía en cuanto a sus formas de organización a lo interno, en cuanto a sus decisiones y sus formas de trabajo y que a mayor escala, ya hablando de los actuares y formas de manejarse en el colectivo de colectivos y personas que somos la otra campaña., lo hagamos en base a los principios que acordemos las todas y todos en colectivo.

-La mas valioso de la otra campaña radica expresamente en la voz y el trabajo de sus adherentes, de sus organizaciones, colectivos, pueblos, familias, sus hombres y mujeres y el órgano máximo de decisiones creemos tendrían que ser expresamente estos mismos.

-Todos los entes adherentes tenemos el mismo valor de palabra y decisión sin importar si es uno a titulo individual o el número de los miembros del grupo, pueblo u organización.

-Que a nadie se le obligue a formar parte de algún espacio del que no esta convencido de participar ahí (esto a raíz de alguna propuesta expresada en la plenaria de adherentes del distrito federal realizada el pasado 2 y 3 de septiembre que proponía que los adherentes individuales tendrían que ser canalizados a colectivos forzosamente y que la otra campaña crearía precisamente para llenarlos con los adherentes individuales, pues según entendimos se argumentaba que no funcionaba la participación de los adherentes individuales y que era necesario encasillarlos en colectivos, a demás de argumentación de la supuesta mayor posibilidad de los adherentes individuales a ser elementos infiltrados del estado, nosotros creemos que cada quien se adhiere y participa como mejor se acomoda y los que deciden hacerlo a manera individual tienen todo el derecho a hacerlo y a que su voz tenga el mismo valor de aquellas organizaciones que pudieran tener miles de miembros, la otra campaña no puede obligar a alguien a una participación con la que no esta de acuerdo, tal vez en un futuro algunos adherentes individuales crearan sus propios colectivos entre ellos mismos o con otros grupos, pero eso es únicamente decisión de ellos y ellas.

-que no existan coordinaciones únicas, máximas, todo poderosas, jerárquicas, es decir que los espacios de coordinación sean los que nazcan de los adherentes ya sea de manera regional, sectorial, o de afinidad e identidad sin que exista un limite de espacios de coordinación, estas coordinaciones creemos deberán ser precisamente eso, coordinaciones, espacios que construiremos para coordinar nuestras propias luchas y la lucha de los todas y todos, y no espacios donde se pretendan tomar decisiones de la totalidad de la otra campaña, ni espacios burocráticos, en este aspecto que no existan instancias máximas ni mínimas, (no jerarquicemos las instancias de la otra campaña), si no mas bien instancias de coordinación, de discusión y de decisión cuando estas se requieran en los distintos niveles de aglutinación. Las de decisión, que sean sin una periodicidad definida si no mas bien cuando se requiera y que siempre en estas instancias de decisión se tome en cuenta todas las voces de los y las adherentes, aun cuando no estén en las plenarias, tal vez por medio de consultas, los órganos de coordinación no pueden ser órganos de decisiones mas que las que corresponden a la coordinación, la comunicación, el intercambio de ideas y pensares, la solidaridad, el apoyo y las acciones y propuestas conjuntas.

-Todas la mesas de asambleas, plenarias, coordinaciones, reuniones, creemos deberán ser forzosamente rotativas, revocables, con la obvia obligación de tomar todas las voces, ideas y propuestas vertidas ahí, sin importar el grupo, la coordinación, o la persona, encargadas únicamente de recolectar y resumir lo dicho por los y las participantes y en su caso hacer propuestas basadas en las propuestas de todas y todos que puedan ser de consenso para destrabar una discusión, con la responsabilidad de todos y todas a participar y aprender a manejarnos con ética política, social, colectiva y humana, para el desarrollo de estas y todas las tareas necesarias en los distintos órganos que construyamos de todas las índoles, es decir todas y todos tenemos la responsabilidad de participar en las mesas y aprender, pues luego hay quienes se escudan en que “la gente no sabe llevar una mesa”, para así enquistarse ciertos grupos de “sabios y experimentados” en las mesas y desde ahí tal vez, poder manipular las asambleas, sabemos que no todos sabemos llevar una mesa de asamblea sin embargo todos y todas tenemos que aprender y la forma de aprender es participando, aun a pesar de los errores que esto pudiera traer a una asamblea, pues si hablamos de horizontalidad no podemos hablar de excluir a nadie por que “no sabe”.

-Todo lo recolectado por estas mesas deberá ser obviamente horizontal, es decir abierto a todas y todos irrestrictamente, la información, las discusiones, las ideas y propuestas, los acuerdos, los no acuerdos, los contactos, etc., etc.

-Las mesas de estos órganos colectivos de coordinación, discusión y decisión deberán ser elegidas por los asistentes a dicha reunión, y sus integrantes serán a titulo de su adhesión a la otra campaña, es decir como colectivo, organización, pueblo, familia, o individuo e individua, sin importar si es a titulo individual o el numero de miembros del grupo u organización, para evitar la exclusión de los grupos menos numerosos y de los individuos e individuas, y la superioridad de las grandes organizaciones.

- Sabemos que recurrentemente solemos tomarnos una hora o mas solo en poner la mesa, debido a “grillas” o diferencias entre los distintos grupos y posiciones, para evitar esta situación inútil, y los posibles agandalles tan frecuentes, proponemos que del registro de los grupos, organizaciones, personas asistentes se haga un sorteo para proponer a las mesas, saliendo la propuesta del sorteo, se pregunta a los propuestos si toman la tarea o no, si todos y todas toman la tarea no hay mayor problema, si alguno o algunos declinan su participar en la tarea, se saca otra propuesta para ese sitio, hasta que los lugares requeridos sean cubiertos, ante esto, sabemos a nadie se le puede obligar a subirse a una mesa, pero tenemos que tomar en cuenta que al ser militantes de la otra campaña debemos asumir nuestras responsabilidades a la par de defender nuestros derechos, entonces, si alguno no asume la tarea no se le podrá obligar, pero apelamos al sentido de responsabilidad colectiva de cada militante, de cada grupo o persona adherente de cumplir tareas que son cansadas, difíciles pero que nos corresponden a los y las todas.

-Para optimizar nuestro aprendizaje de ciertas tareas como llevar las mesas, podríamos sacar las tareas especificas de las mesas y sus ocupantes, lo que deben hacer y lo que no deben hacer, para lo que son puestos ahí y para lo que no son puestos, es decir delimitar las tareas y los fines de dichas mesas, para evitar agandalles, manipulaciones, exclusiones, y para ayudar a quienes no tiene la experiencia a tomarla.

-Pensamos que la forma de tomar las decisiones no debería ser la votación, (aun que sabemos que a veces son casi inevitables debido a nuestra falta de madurez y a nuestras diferencias) pues en estas hay siempre una mayoría domínate y una minoría que tiene que asumir la decisión de la mayoría y esto nos representa un problema ético, político, social, creemos nosotros y nosotras que las decisiones cruciales de la otra campaña no debieran ser tomadas por votaciones si no por consensos, es decir que las decisiones serán expresamente aquello en lo cual todos y todas estemos de acuerdo, y en lo que no, simplemente no podría sacarse una decisión a base de votación, esto es como pensamos que debería ser, sin embargo sabemos que a veces se hace imposible decidir algo sin una votación, y aquí se expresa una de las problemáticas mas fuertes de nuestra articulación como movimiento colectivo y autónomo, y en la construcción de nuestras instancias organizativas, sobre todo en las tomas de decisiones cruciales para los todos y las todas que somos, ya que en las decisiones de coordinación si podrían caber sin ningún problema una votación siempre que sea de forma ética, aun que debemos siempre de tratar de evitarlas, ante esta situación si es que se van a llegar a tomar decisiones cruciales para la otra campaña por medio de las votaciones tendremos que construir un sistema que evite que se vulnere la horizontalidad, la equidad y la autonomía de cada cual y cada uno de los principios de la otra campaña.

- Proponemos que las decisiones cruciales de los todos y todas que somos la otra campaña sea a través de los colectivos, organizaciones, familias, pueblos, personas, es decir la voz viva de cada ente adherente por medio de consultas, es decir en una plenaria no se pueden tomar dediciones cruciales sin antes haberlas llevado a sus discusiones en los colectivos, pueblos, familias, organizaciones, individuos e individuas, la plenaria lo que podrá hacer es sacar una propuesta que se baje a discusión en los entes adherentes, estas propuestas deberán salir de las plenarias, siempre que la mayoría de los asistentes (tal vez 70 o 75% de los asistentes) este de acuerdo en que se proponga su discusión en los entes adherentes para su posterior decisión.

-Podemos pensar y con el afán de ir contrayendo entre todos y todas una propuesta que estemos dispuestos a aceptar, que primero se intente el consenso ante todo, tratando de evitar las votaciones y que si llegaran a ser inevitables sean por medio de delegados por ente adherente (colectivo, pueblo, organización, familia o individuo e individua) para evitar mayoriteos de organizaciones grandes, o de grupos y organizaciones que acuden masivamente a las plenarias o en su caso delegados de regiones, sectores o coordinaciones, sin que ninguna voz valga mas ni menos que las otras, es decir lo ideal seria que pudiéramos aglutinarnos en espacios mas amplios que el de solo ente adherente, por región, sector, coordinación, grupos de afinidad etc., y que en las plenarias por ejemplo nacionales se llegue con delegados de estas aglutinaciones amplias siempre elegidos por su asamblea, siempre rotativos y revocables, siempre representantes expresamente de su grupo o su persona o de los espacios de coordinación, en este caso representando únicamente a aquellos que se encuentren dentro de dicho espacio, simples encargados de dar la palabra colectiva que se construyo en ese espacio, sin poder de decisión personal, no podrán tomar una decisión sin antes llevar a consulta a sus espacios colectivos amplios, a sus grupos, organizaciones, pueblos familias y personas la toma de esas decisiones, creemos que en el coordinar de las acciones es mas fácil consensuarlas, pues ahí siempre hay mas flexibilidad a menos que sea indispensable la consulta), ningún delegado podrá tomar dicciones de esta índole sin llevarlas a consulta a sus espacios.

-Las comisiones que se hagan necesarias serán simples encargadas de una tarea determinada, ya sea llevar a cabo un evento, proponer lugares, costos, necesidades logísticas, propuestas de operación, editar, siempre bajo los ejes que le marque la asamblea, proponer un volante, un cartel, una dinámica, proponer redundantes propuestas siempre a consideración de la asamblea, nunca con la capacidad de decidir sobre los demás, siempre rotativas, revocables, con la responsabilidad de entregar cuentas claras acerca todo, información, propuestas, contactos, finanzas, etc., a los todos y las todas que formemos las asambleas, las propuestas que hagan las comisiones siempre estarán a disposición de la asamblea para que la acepte o la rechace parcial o totalmente sin que esto signifique el final de esta comisión, proponemos no hacer comisiones únicas ni permanentes, las comisiones creemos tendrían que ser hechas exclusivamente cuando se requieran y serán solos encargados de hacer propuestas, al terminar su tarea serán disueltas, los delegados a estas comisiones deberán ser rotativos y revocables elegidos en asamblea o por cada colectivo, organización, familia, pueblo de manera horizontal y equitativa, podremos implementar una dinámica similar que la propuesta para establecer las mesas de las asambleas, podrá ser por sorteo y la aceptación de los y las propuestas en el sorteo o la negación a aceptar la tarea, siempre que ellos mismo consideren capases en tiempo de desarrollar esta tarea y si en algún momento dicha comisión se atora y no sabe como seguir podrá siempre pedir acesoria a los miembros de la asamblea, estas comisiones creemos deberán ser siempre amplias y abiertas a todos y todas. Y nunca permanentes, ni únicas.

Sobre los espacios, coordinaciones, grupos de afinidad, etc

Acá hablamos de destinitos espacios de coordinación y aglutinación, pues sabemos la necesidad de aglutinarnos en núcleos más amplios, tanto para la coordinación de todas nuestras acciones, solidaridades, así como para nuestro trabajo dentro de la otra campaña y nuestras estructuras organizativas que nos ayuden a facilitar la toma de decisiones.

En primera instancia planteamos la existencia de coordinaciones no únicas ni máximas, ni jerarquizadas, aun que deberíamos tener la capacidad de coordinarnos en los espacios lo mas amplios posibles, sin que la coordinación suponga una homogenización de sus integrantes, estos órganos serian simplemente para coordinar acciones, propuestas colectivas, tareas, actos, debates, solidaridades, consultas, apoyos en nuestros particulares trabajos, luchas particulares y generales a discutir y decidir, así como para trabajar nuestro caminar como otra campaña, es decir el trabajo en los barrios, en las escuelas, en las fabricas, en el alimentar y fomentar el nacimiento de mas organizaciones colectivas, autónomas, sin el afán de coptar gentes y grupos a nuestras organizaciones y hasta al margen de nosotros y nosotras como colectivos, organizaciones, pueblos y “otra campaña”, mas bien, con el fin de crecer la idea de organizarse dentro de las gentes, impulsarla, apoyarla, y ya cuando ellos se organicen decidirán libremente si entran o no a la otra campaña, o si nos hermanamos aun que no seamos participes de la otra campaña, es decir que creemos que el principal objetivo de la otra campaña, a parte de apoyarnos entre nosotros, es apoyar el nacimiento de mas grupos autónomos organizados colectivamente incluso aun que no se adhieran a la otra campaña.

-Pensamos de entrada, en un vago intento de crecer esta propuesta, que están los entes adherentes (personas, colectivos, organizaciones, pueblos, familias), estos podrían aglutinarse en grupos de afinidad, y formar coordinaciones “x”, de trabajadorxs, de estudiantes, de campesinxs, de pueblos, colonias, barrios, fabricas, de identidad (etnia, genero, etc.), estos forman sus propias coordinaciones sin que se supongan coordinaciones únicas, mas que en los casos en que en verdad no exista otra instancia coordinadora y sin que esto evite el nacimiento de otras instancias equivalentes, estas instancias se organizaran de acuerdo a sus sector a nivel nacional, por ejemplo el sector de trabajadores intentara aglutinar a todas las coordinaciones de trabajadores que existan para su coordinarse regional o nacional en lo respectivo a su ámbito, mujeres, pueblos indígenas, barrios, estudiantes, colectivos y los etcéteras que seamos y nazcamos y tendrán su actuar autónomo dentro de la otra campaña, y sus integrantes y espacios de coordinación dentro de su coordinación regional o nacional. Y bueno así todos los espacios de espacios de coordinación intentaremos aglutinarnos en espacios de coordinación regionales, para esto proponemos que no se formen regionales por estado federativo precisamente, si no que este abierto al ámbito regional que cada cual decida, es decir que en vez de que exista una coordinación del distrito federal y una del estado de México, se podría construir una coordinación regional del valle de México y esta podría abraca a los espacios de coordinación que estén en esa área y que estén de acuerdo en ese espacio, en esta coordinación del valle de México podrían estar espacios de coordinación del distrito federal, del estado de México, y de todas las entidades que pudieran estar en dicho valle, hablamos de que tal vez las regionales pudieran estar comprendidas por bio-regiones o regiones de identidad cultural., En vez de una regional potosina, una regional del altiplano y ahí podrían estar los espacios de coordinación que se encuentren dentro del altiplano sin importar su entidad federativa, tal vez una regional de las huastecas donde podrían entrar espacios de coordinación y trabajo de las huastecas sin importar su entidad federativa y así sucesivamente, claro que esto tendrá que ser determinado por cada cual, según su afinidad y su identidad pues no podemos hablar de un mismo modelo para todos, si no mas bien construir un modelo colectivo donde cada cual construya su modelo de espacio de coordinación regional o sectorial.

-Cualquiera podrá asistir a las asambleas, plenaria y coordinaciones y podrá expresar sus posiciones e ideas

Estas ideas no pretenden aun ser una propuesta definitiva ni ya definida, pues el tema de la estructura organizativa es muy complejo como para resolverlo en una sola sentada, o al menos para nosotros y nosotras, así que esta no será la única idea que expresaremos aquí, intentaremos expresar dos o tres formas de propuestas vagas que aun que tal vez no varíen mucho si puedan ayudarnos a construir una o varias propuestas.

-Que los entes adherentes (personas, organizaciones, pueblos, colectivos, barrios, familias, pueblos indígenas, etc.) nos aglutinemos en coordinaciones “X” de afinidad, estas coordinaciones se aglutinan ya sea en regionales o sectoriales (identidades, espacios, afinidades, etc.), y así llegamos a las plenarias por regionales y sectoriales por separado como se ha hecho hasta este momento.

-O que los entes adherentes se aglutinen en coordinaciones “x” de acuerdo a su sector (espacio, identidad, afinidad), estas coordinaciones “x” se aglutinan en sus sectores a nivel sub. Regional, regional y nacional del sector y se llega a las plenarias ya sean regionales o nacionales por medio de los sectores ya por nivel regional o nacional de los sectores.

Ejemplo:

Los trabajadores de la ciudad de México (o del valle de México) se aglutinan en coordinaciones “x”, según su afinidad, oficio, etc., estas coordinaciones “x” de trabajadores se aglutinan la coordinación de trabajadores de la ciudad de México o valle de México (esta seria la sub. Regional del sector, aquí se intentara que estén presentes las distintas coordinaciones de trabajadores dentro de esta sub. Región), esta coordinación sub-regional de trabajadores del valle de México entra a la coordinación regional del sector trabajadores (puede ser centro, sur y norte) y por medio de estas regionales del sector llegar a las plenarias, o bien por medio de las nacionales de los sectores.

-o pensamos también que los entes adherentes nos organizamos en coordinaciones “x” por sector (espacio, afinidad, identidad), los sectores se organizan en sub-regionales, regionales y nacional del sector, para atacar nuestros problemas como sector y estas coordinaciones de sectores entran a la par a las coordinaciones sub-regionales, regionales y nacionales multisectoriales y llegar a las plenarias por medio de de las sub-regionales y regionales multisectoriales.

Ejemplo:

Los trabajadores de la ciudad de México se aglutinan en su coordinaciones “x”, estas coordinaciones se aglutinan a nivel sub-regional, regional y nacional para atacar sus problemas como trabajadores, pero a la par entran a la sub-regional multisectorial del valle de México donde deberán estar las coordinaciones sub-regionales del valle de México de los distintos sectores, la coordinación multisectorial del valle de México llega a la coordinación regional multisectorial (centro, sur y norte) y por medio de estas regionales multisectoriales llegamos a las plenarias nacionales.

-Para intentar optimizar los tiempo de las plenarias podríamos intentar consensar en primera instancia en regionales multisectoriales que lleven las voces colectivas a las plenarias nacionales, claro que cualquier instancia ya sea sectorial, sub. Regional, de afinidad, de identidad, colectivo, organización, familia, persona, pueblo que no se sienta representado en las sectoriales-regionales o nacionales, o en las sub. Regiones multisecotriales podrán dar su voz y tendrán capacidad de expresar su posición y su decisión ya sea como espacio de coordinación, o como simple ente adherente, aquí seria cosa de crear un mecanismo que permita a estos grupos y personas que pudieran no sentirse representados en tal o en cual coordinación o en ninguno, para que su voz no sea desechada y sea escuchada y tomada en cuenta, y para que tampoco pese mas que las voces de las aglutinaciones amplias, sectoriales, de afinidad, sub. Regionales, etc.
– Cunado hablamos de sub-regionales nos referimos a las coordinaciones, por bio región, o regiones de identidad cultural, de ciudad, pueblo, municipio etc., y cuando hablamos de regiones podemos hablar de dos formas de concebirlas, simplemente REGION CENTRO, REGION SUR Y REGION NORTE del país, o bien, REGION CENTRO CENTRO, REGION CENTRO ESTE, REGION CENTRO OESTE, REGION NORTE CENTRO, REGION NORESTE, REGION NOROESTE, REGION SUR, REGION SURESTE, REGION, de cada sector, y/o de las regionales multisectoriales.

-Estos órganos a formar tendrían que ser órganos de coordinación, es decir no un órgano máximo, único, central y todopoderoso, si no simplemente el espacio donde los distintos integrantes de la otra campaña nos pondremos de acuerdo en cuestiones generales, en acciones conjuntas, órganos que sirvan de espacio de coordinación, cooperación, conocimiento y apoyo para las distintas tareas y luchas entre los distintos colectivos, organizaciones, pueblos e individuos. Que no busquemos un membrete gigantesco que no cumpla con sus principios y objetivos.

Anónimo dijo...

Debe ser horizontal, organizada geográficamente, creando redes que vincule e informe a todos los adherentes y que tome decisiones de manera consensual, mediante consultas previa discusión abierta a todas las posiciones.

Anónimo dijo...

Queremos responder estas tres preguntas con una sola respuesta. Vayamos primero a la cuestión
de las diferencias. Nosotros pensamos que hay al menos tres problemas importantes en este punto. La
cuestión de la identidad que apuntabamos en la introducción a este ensayo, la cuestión de la
discriminación que hacemos de los diferentes y la cuestión del reconocimiento de la diversidad como ser
de la humanidad. Si la Otra Campaña es capaz de reconocerse diversa, como hasta ahora lo ha hecho
(trabajadores de la ciudad y el campo, indígenas, jóvenes, mujeres, ancianos y ancianas, niños y niñas,
homosexuales, lesbianas, transexuales), entonces tendremos mayores posibilidades de hacernos de una
identidad bastante amplia en la que se vean integrados todos los sectores de abajo y a la izquierda. Es
decir, y para darle respuesta a la pregunta dos, nosotros pensamos que a la otra campaña estan
convocados los diferentes que son de abajo y a la izquierda. No queremos a los ricos excentricos, ni a
ningún partido, grupo o secta que tenga interes por hegemonizar su ideología o su poder, sea esta de
izquierda o de derecha, celestial o diabólico. Lo vamos a volver a repetir, si la otra campaña es un
ensayo de otro mundo posible que estamos ya construyendo, entonces en ella no cabe ninguna
relación de obediencia-dominio y por lo tanto, tampoco necesitamos de una estructura jerarquica
que determine que tenemos que hacer para destruir el capitalismo. En este sentido, incluso Marcos
en la Garrucha afirmo, cuando compañeros decian que la Otra debería ser antijerarquica, que el EZLN era
una organización vertical por ser una organización militar y que por tanto debíamos tener claro quienes
estaban convocados a la Otra. Al respecto pensamos que puede haber excepciones (porque en toda
organización hay contradicciones) por lo que pudiera haber organizaciones verticales que integren la Otra
Campaña; pero en lo que no estamos de acuerdo es que la Otra Campaña sea en sí una organización
jerarquica, sinceramente pensamos que definir a la Otra Campaña de esta manera sería tirar a la basura
un gran esfuerzo por acabar con cualquier sistema de explotacion clasista. Si la Otra Campaña es un
esfuerzo de los diferentes que son abajo y a la izquierda por liberarse del yugo capitalista,
entonces la estructura de la otra campaña no debe ser homogénea ni hegemonizante; un poco
como se planteó en las reuniones preparatorias, de un lado las organizaciones, de otro lado los
colectivos, de otro lado los individuos, de otro lado los grupos y las familias. Todos organizados
según su región, según su sector, según su interés, de tal manera que podamos estructurar una
organización múltiple horizontal que gane territorio en todos los sentidos (modo de producción,
normas, estructura social y cultura) y no nadamás en la lucha política contra el Estado: pj. Las
organizaciones campesinas de la región norte, los colectivos de arte de la región centro, las
familias de la región sureste, los pueblos indígenas de la región pacífico, etc.

Anónimo dijo...

Sobre esto no hay posición en la Sexta Declaración. Hay dos grandes
propuestas aquí:
Que se organicen comités verticales, por región, por zona, por
localidad.
Que haya una organización horizontal, sin jerarquías.

La Ké Huelga apoya la idea de una organización horizontal, sin
jerarquías.
A poco más de un año del caminar de La Otra Campaña, pensamos que es
fundamental llegar a acuerdos sobre la nueva forma de hacer política.
La
Sexta Declaración y La Otra Campaña pretenden incluir a todos los que
luchen contra el capitalismo, con sus modos y en sus espacios. Sin
embargo, vemos que superar la vieja cultura política autoritaria es una
tarea por realizar. Declarar la horizontalidad no significa realizarla.
Pensamos que definirse por una organización horizontal acotará los
modos
autoritarios dentro de La Otra Campaña.

Reconocemos que dentro de la Otra Campaña existen muchas
organizaciones,
colectivos, individuos, grupos, etc., que de alguna manera ya han
construido su propia dinámica política al interior de los mismos o bien
como postura individual. En este sentido se reconoce la autonomía de
los
mismos, no necesitamos ser una fuerza homogénea para avanzar, pero
creemos
que debe haber respeto a las formas y modos diferentes que se dibujan
en
este pintar de la Otra Campaña. La Otra Campaña no tiene ni debe
apropiarse de una de esas tantas dinámicas, si no es el sentir de
quienes
la integramos, es decir, no se trata de que la voz de aquéllos que
pertenecen a algún colectivo grande o con trayectoria política sea la
voz
que permee en la o las instancias de organización de la Otra Campaña.

Pensamos que en esa construcción de horizontalidad, demos fuerza a
todas y
cada una de las voces que se hablan en la Otra Campaña, con el fin de
escuchar y discutir y no de imponer. Consideramos importante que con el
afán de conocernos, de aprender a través de otras experiencias, estemos
con la disposición de que la forma de organización se construya, que
surja
de la experiencia colectiva a partir de lo que han vivido y aprendido
los
que la conformamos pero con el fin de crear algo nuevo. No se trata de
reproducir sino de crear. Por ello, pensamos que cualquier propuesta de
organización debe verse como una experiencia en construcción que cada
cierto tiempo sea revisada y mejorada o, llegado el caso, puesta en
cuestión para empezar de nuevo.

En resumen, pensamos que el desafío de la organización de la Otra
Campaña
pasa por que la voz del pez grande no opaque la voz del pez chiquito, y
al
mismo tiempo, que la multiplicidad de voces no impida tomar decisiones
y
llevarlas a cabo.

Para ello, proponemos:

1. Que todas las decisiones de alcance nacional (modificación en lo que
nos define, movilizaciones nacionales, etc.) deban consultarse con
tod@s
los adherentes. La Consulta sobre los Seis Puntos es un buen ejercicio
para ver la pertinencia de esta forma de decidir.

2. Que se prueben formas de representación (pues es lógico que no
podremos
juntarnos tod@s los adherentes en un mismo sitio). Proponemos que La
Otra
Campaña se organice a partir de asambleas de delegad@s, que cuenten con
el
respaldo de sus organizaciones, grupos, colectivos, familia, etc.

3. Que se favorezca la organización barrial, por zonas y regiones, a
fin
de que La Otra Campaña tenga raíces e impulse la creación de
comunidades
en lucha. La Otra Campaña ha avanzado las propuestas de crear
regionales y
unidades de trabajo, iniciativas que pensamos deben desarrollarse.

4. Por lo que toca a la representación en las instancias de
coordinación y
de trabajo, proponemos que se establezca un principio sencillo de
representación de los participantes en La Otra Campaña.

5. En cuanto a la toma de decisiones, deberíamos distinguir tres
cuestiones:
a. El control de los delegados-representantes, donde los mecanismos del
mandato de asamblea, rendición de cuentas, revocabilidad y rotatividad,
constituyen el punto de partida.
b. Distinguir entre las decisiones operativas y las cuestiones
estratégicas que afectan a tod@s l@s participantes de la Otra Campaña.
c. En el caso de las discusiones estratégicas, buscar el consenso como
primera forma de tomar las decisiones, contemplando la posibilidad de
votaciones como último recurso para tomarlas. Entendemos por consenso
que
después de una discusión haya 90% de los participantes de acuerdo sobre
un
punto. Consideramos fundamental que las instancias de organización
vayan
haciendo una bitácora de los desacuerdos para que sirva a evaluar la
pertinencia de las decisiones tomadas.

Anónimo dijo...

Creemos que se debe hacer por medio de unidades territoriales, a su vez por sub regionales y regionales, (es decir, partir del ámbito local al regional), otorgando responsabilidades a través de comisiones (las que se consideren pertinentes: enlace, difusión, información, etc.) que deberán ser rotativas. La toma de acuerdos y de organización de cada uno de los niveles será a través de la Asamblea, tomando en cuenta que las acciones inmediatas no requieren de ésta si no de acción directa.

Anónimo dijo...

LA ESTRUCTURA DE LA OTRA CREO QUE TIENE MUCHO QUE VER CON LA CARAVANA QUE ACABA DE CONCLUIR EL DELEGADO ZERO, ES DECIR CREO QUE ES “FACIL” IDENTIFICAR LOS GRUPOS, GENTE Y COLECTIVOS A LOS QUE SOMOS PARECIDOS Y ESTOS PODRIAMOS SE LAS “UNIDADES”. DESPUES TENDRIAMOS QUE SER UNIDADES DE UNIDADES Y ASI IR CRECIENDO. UNA FUNCION PRINCIPAL DE LAS UNIDADES PROPONGO QUE SEA SALIR A PREGUNTAR CON LA GENTE QUE NO PRECISAMENTE SEA PARTE DE UN GRUPO. PREGUNTAR ME PARECE MUY IMPORTANTE PERO NO SOLO ENTRE NOSOTROS SINO TAMBIEN Y QUIZA SOBRE TODO A LA GENTE DE AFUERA. ES DECIR NO ME GUSTARIA QUE CAYERAMOS EN LA ENDOGAMIA DE LOS GRUPOS. LOS ACUERDOS DE LAS UNIDADES MAS GRANDES, PRIMERO CREO QUE DEBERIAMOS DE IR PENSANDO QUE SERAN LOGRADOS EN TIEMPOS “LARGOS” ES DECIR NO SERÁ CUESTON DE UNAS HORAS O UN DIA, SINO HABRA QUE ESPERAR LA RESPUESTA SEGÚN LOS TIEMPOS DE DIFUSION DE LA INFO-REFLEXION-RESPUESTA. YO CREO QUE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS EN LOS QUE SOLEMOS NO LLEGAR A ACUERDOS SON EN LOS METODOS. HABEMOS UNOS MUY LOCOS O RADICALES A LA HORA DE QUERER YA ACTUAR PERO HABEMOS OTROS QUE VEMOS QUE LO ENOJADO NO NOS DEBE DE LLEVAR A HACER BURRADAS SOLO POR HACER. CUANDO CAIGAMOS EN ESE TIPO DE TRABAS A LA HORA DE TOMAR UN ACUERDO CREO QUE DEBERIAMOS HACERUNA SEGUNDA VUELTA DE REFLEXION SEGÚN LOS PENSAMIENTOS DE TODOS Y UNA TERCERA O CUARTA SI ES NECESARIO, PERO NO CREO QUE NO NOS PODAMOS PONER DE ACUERDO O QUE NOS RESULTE MUY DIFICIL. YO CREO QUE LAS ACCIONES INMEDIATAS (URGENTES O NO) DEBERAN SER PREPARADAS POR TODOS, Y EN ESE SENTIDO LA PARTICIPACION MISMA DE CADA UNO DE LOS QUE ARMEMOS LA ACCION SERA SU MECANISMO DE CONVOCATORIA.

Anónimo dijo...

La manera de relacionarnos entre los y las que pertenecemos a la Otra, primeramente debe de ser respetuosa, definiendo esto como la base de un todo, que es la Otra.
Ahora bien, hay que ver que existen ciertos momentos en los que las grandes asambleas tan solo entorpecen el buen funcionamiento, entonces ahí lo más conveniente son las reuniones operativas, es decir, según las características de cada quien –ya sea individual o colectivamente- definir nuestra participación. Es decir, los artistas, los oradores, los defensores de derechos humanos, y así; porque en muchas ocasiones queremos hacer de todo sin siquiera poseer las herramientas necesarias para ello.
También se puede trabajar por grupos de simpatía, afinidad –de afines- etc, para lograr mejores resultados. Esto más que nada para no estar chocando con aquellos con los que quizás no se pueda tener “una sana relación”. O sea, efectuar trabajos con los que ya se conocen y no andar buscándole “tres patas al gato”.
Por supuesto que debe de ser lo más horizontal posible, tal vez dividida en comisiones o subgrupos, para descentralizar trabajos.
Tratar de que ciertas comisiones o subgrupos, etc, sean lo más rotativas posibles, que no existan “un enpoderamiento de la información”.
Los liderazgos existen, lo malo es cuando estos caen en los protagonismos que tan solo ensalzan posiciones individuales, para lo cual lo mejor es separar funciones y al igual, no relegarlas.

Anónimo dijo...

La estructura que actualmente observa La Otra Campaña,
resulta laxa con respecto a las fuerzas a las que se
enfrenta. Si bien la maduración de dicha estructura
pudiera resultar en una organización notablemente
democrática, no poseería la dinámica ni la fuerza
necesaria para dirigir una lucha nacional. La
definición de una estructura capaz de dirigir la lucha
nacional requiere de la previa definición del
programa. En ese sentido, el punto es un tanto
adelantado con respecto al desarrollo de la Otra
Campaña. Sin embargo, la estructura que resulte deberá
de observar un órgano de decisión, comisiones
generales y específicas, y una mecánica de asamblea
que legitime la gestión del órgano de decisión. En
cualquier caso, la estructura tendrá que prever la
integración, según el nivel de compromiso, de
simpatizantes, adherentes y militantes, así como los
niveles locales regionales y nacionales, prioritizados
por un programa nacional.

Anónimo dijo...

Imaginemos tres círculos:

1- En el círculo de más adentro están las primeras formas de organización en la Otra Campaña, que somos cada persona, grupo u organización adherentes a la Sexta, que ya de por sí tenemos nuestras formas de organizarnos y trabajar, las cuales se deben respetar. Pero si algún grupo tiene estructura vertical o jerarquías, que no se pretendan imponer en la otra campaña ni se usen para joder al otro.

2- En un segundo círculo están las unidades organizativas que se forman a partir de las tareas que haya que realizar en la Otra Campaña. Espacios en los que por afinidad cada quien decide dónde puede y se compromete a trabajar. Aquí debemos ser congruentes con el decir y hacer, entonces tod@s somos responsables de que funcione la estructura de la Otra.

Estas unidades organizativas formarían comisiones de acuerdo a las tareas, conformándose a partir de la Otra Geografía. Las funciones primordiales serían las de coordinar, comunicar acuerdos y cuidarnos entre tod@s. Este trabajo debe estar en movimiento, que se trabaje pues.

Una primer tarea que tendríamos en estas unidades organizativas sería la de re-convocar y rehacer una agenda de adherentes a la Sexta. Buscarlos y explicarles la situación actual del país y lo que vemos como Otra Campaña.

Cuando una persona o grupo no pueda ir a reuniones, los otros debemos recopilar su palabra por cualquier medio (una carta, una grabación, etc.) Es muy importante que todos tengamos presencia con nuestro pensamiento. Asimismo, debemos reconocer nuestros límites y saber pedir ayuda, apoyo y acompañamientos cuando sea necesario.

Las estructura de organización de la Otra y sus unidades deben ser horizontales. En ellas se realizarían mesas de discusión para sacar acuerdos por consenso y que puedan llevarse a la asamblea general de la Otra. En estos espacios la palabra de tod@s tiene el mismo valor, no debemos discriminar.

Se deben construir espacios de información, círculos de estudio o talleres sobre temas que fortalezcan el conocimiento de tod@s, porque compartir los saberes es un principio de esa otra forma de hacer política. Esto ayudaría a las mesas de trabajo o asambleas de cada unidad organizativa.

Se deben hacer planes de trabajo y tareas. Por ejemplo: tenemos el compromiso de conocer la radiografía política que realizó la Comisión Sexta y grupos de la caravana, en su recorrido por el país, escuchar y ver los que los medios y organizaciones registraron, compartirlo entre nosotr@s para aprender y ver como se unen nuestras luchas. Con esto vamos viendo las alianzas que aglutinan nuestros trabajos y que nos fortalezcan.

Las unidades organizativas se pondrían de acuerdo bajo un diálogo, por consenso, respetando modos y tiempos de cada individuo, grupo, organización o pueblo. Se deben reconocer y respetar los disensos. Se deben reconocer los límites de cada quien y respetar cuando alguien está enfermo, cuando se tiene que ir porque vive lejos, o cualquier situación personal.

El tiempo y forma de las reuniones y mesas de trabajo se realizarán según lo acuerde cada unidad organizativa revisando la situación de los traslados a partir de la Otra Geografía, respetando los ritmos de quienes ahí participen.

No debemos votar en las reuniones o asamblea general porque esto es una imposición de unos cuantos sobre tod@s; las votaciones niegan las voces y posiciones de las minorías Además, votar es parte del sistema electorero, capitalista, al cual queremos tumbar. Cuando se vota se resta responsabilidad a la participación. Si no hubiera consensos que se regrese a platicar y analizar nuevamente el tema entre tod@s.


3- En un tercer círculo está la asamblea general de la Otra

Esta asamblea debe ser siempre informativa y de discusión, no se toman acuerdos en ellas. Los acuerdos se toman en las unidades organizativas.

En las asambleas se deben crear mesas de trabajo con grupos pequeños, cada una va sacando su discusión y acuerdos, se hace una síntesis y un representante lo lleva a otra mesa, la de responsables (los cuales son elegidos previamente por cada mesa). Después se hacen acuerdos en los consensos y se llevan a la plenaria. Si no hubiera consensos que se regrese a platicar y analizar nuevamente el tema en las unidades organizativas.

Cuando se leen los acuerdos y discusiones en la plenaria y no se tomó la palabra de alguien o sus ideas, se le debe dar un espacio para que lo explique y lo escuchemos.

Si no ha habido discusión previa de algún tema y no hay acuerdos, no se vale llegar a la asamblea general a hacerlo ahí, si el compromiso es sumarse a una unidad organizativa y participar en ella.

- Sectores: formar sectores o sectoriales es una trabajo extra al de la estructura de la Otra Campaña y de las unidades organizativas. Si sólo se trabajara en sectores perderíamos la oportunidad de escuchar las discusiones y palabra de otras personas. Como estudiantes, mujeres, pueblos indios, etc., podemos escuchar y aprender de los otr@s compañer@s, de sus pensamientos y propuestas.

Por ejemplo, la discusión sobre otra forma de hacer comunicación no sólo le compete a los medios libres, sino a tod@s, por que tod@s vivimos y vemos el mundo de forma distinta, nos comunicamos de distinta manera. De esta forma construimos a partir de la retroalimentación y rompemos con la idea capitalista de que sólo el que estudia o trabaja en tal o cual cosa es experto y puede opinar de ello.

- Para convocar a las acciones inmediatas: Debemos tener siempre presente cómo está el contexto político del país y plantear escenarios posibles tomando en cuenta lo que pasó, pasa y puede pasar (Atenco, Chiapas, Oaxaca, etc.); debemos tener planes de acción A, B, C, D... esto a partir de un plan de acciones construido por tod@s, con líneas de acción a partir de lo que sí se pueda hacer, reconociendo limites y fuerzas.

Además, debemos buscar otras formas de comunicarnos, no solo el internet y el teléfono, apoyándonos en la Otra Geografía, lo que funcione en cada parte: campanas, cuetes, "corre ve y dile", etc. Debemos hacer que circule la información para tod@s y no caer en el rumor.

Anónimo dijo...

2) Con respecto a la estructura de La Otra Campaña, desde los inicios
quedaron planteadas diversas alternativas: que pudiera ser
centralizada, jerárquica, vertical, representativa, horizontal, sin
jerarquías, organizada geográficamente, por sectores y por
afinidades, entre otras. En opinión del PPS de México, la clave para
resolver cuál es su mejor estructura posible en este momento
concreto, está en la respuesta "1.g" en el párrafo anterior. La Otra
Campaña puede desempeñar una función relevante en las luchas por la
liberación y transformación revolucionaria de México sólo a condición
de que no se sectarice; si mantiene el carácter de un frente amplio
en que quepan y se vean reflejados todas las clases y sectores
sociales agraviados por el imperialismo. Para que así funcione, no
puede ni debe ser una organización centralizada, jerárquica, vertical
ni rígida, porque se aislaría. Pero cuidado, tampoco puede ser
horizontal en grado de laxitud. Consideramos que se deben establecer
mecanismos que articulen a los diversos componentes que –en mayor o
menor grado- ya han venido funcionando dentro de La Otra Campaña, en
toda su variedad, y a muchos otros que todavía no lo han hecho. Los
mecanismos de articulación deben ser ágiles y eficaces, pero no
excluyentes; deben recoger las experiencias de la organización
regional, que en algunas partes ha sido exitosa –incluso muy exitosa-
y en otras no; deben tomar lo positivo y buscar cómo superar los
obstáculos. En ciertos lugares del país, en efecto, hay armonía y un
alto espíritu de colaboración entre los grupos, organizaciones e
individuos muy diversos que concurren en La Otra, pero también en no
pocos hay desencuentros y luchas por tomar el control, por absorber
excluir o aniquilar a los demás, cuestión que hay que superar.
Pensamos en un mecanismo que establezca varios niveles de
articulación: entre los partidos de la izquierda socialista y
comunista –o anticapitalista, si así se prefiere decir, como la COPAI-
, entre éstos y otras organizaciones que tengan presencia nacional;
entre las articulaciones de carácter nacional y las de tipo regional;
las formas de articulación geográficas, por sectores y por
afinidades, también deben considerarse. En fin, hay que explorar toda
la amplia riqueza de formas de organización y relación de los
componentes de La Otra Campaña.

Anónimo dijo...

''agandallados'' me imagino que viene de Gandalla... aquí la gandalla es gente de la peor estofa... sin que a mí me guste demasiado ese concepto :)

Hoy latinoamericano, qué coño :)

Estoy esperando por las fantasías de un hombre... aunque sea por correo ... un beso

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