WALL•E

El sábado 21 de junio se realizaba en el Greek Theatre de Hollywood la función de pre-estreno de WALL•E, la peli más reciente de Pixar, creadores de filmes como Toy Story, Bichos, Monster, Inc., Cars, Buscando a Nemo, Los Increibles y Ratatouille.

Entre lo que más me impresionó está todo el asunto de la ecología y cómo la gente pasa mucho tiempo frente a la televisión, casi toda su vida… el momento en que WALL•E le quita la pantalla a Mary y la reacción de ella frente al mundo que la rodea me dejó, para serles franco, impresionado (¿cuántas cosas no me habré perdido yo también por estar justamente haciendo lo mismo?).

Luego, está el amor como tema central. Es curioso ver cómo el último habitante de la Tierra, un robot cuyo nombre son las siglas en inglés de algo así como Recolector y Cargador de Desechos Clase Tierra, tiene como idea de lo que es el amor las manos entrelazadas de los personajes de una película estrenada en 1969, ¡Hola, Dolly!; y eso es tan importante como la cajita de fieltro azul que guarda tras desechar el anillo que contiene: uno descubre que “lo importante” no es tan importante.

Y entonces, aparece EVE, una robot “Examinador de Vegetación Extraterrestre” que, contrario a lo que su nombre nos dice, lo que hace es evaluar la existencia de vegetación dentro de la Tierra, no afuera de ésta; tarea en que se centrará el nudo de la trama, como dice mi papá (que es quien me ha ayudado a revisar la sintáxis y la ortografía de esta entrada).

Junto a EVE, WALL•E se convierte en un héroe que ni siquiera se da cuenta de que lo es; porque de hecho uno no se espera tales alcances de él, sino más bien de ella; la escena de la “directiva”, ésa escena que no les puedo contar porque entonces les estaría revelando la parte más importante de la peli, nos dirá que estamos equivocados. Pero, bueno; creo que ya les estoy platicando toda la peli, que está de pelos… ja, ja, ja.

Espero que todos y todas tengan tiempo para ir a verla, les va a gustar. En especial, como dice mi papá, a quienes están luchando en Cuernavaca porque el problema de la basura sea resuelto con inteligencia, honestidad y sensibilidad. WALL•E, según mi papá, es como los de los 13 Pueblos, como Cristóbal Martínez, que luchan contra el relleno sanitario en Loma de Mejía. Quizás por eso es que hay quienes están enojados con Disney y con Pixar ahora que WALL•E está proyectándose en (casi) todo el continente: empresarios y políticos a quienes la peli, que termina con una canción compuesta por Peter Gabriel, les está demostrando que ellos y todos los que creen tener el poder son una basura, y porque trata de lo que seguramente, si no hacemos nada, pasará dentro de cincuenta años, cuando yo tenga 60.