10 de febrero de 2013

Gerardo Peña, “El Meñe”. Un gran trovador, comprometido.

Empiezo este artículo con una petición, algo así como una carta a los Reyes Magos; a ver qué nos traen.

Querido Meñe:

Esperamos un nuevo disco, con las canciones inéditas que tengas por allí y que contenga tus composiciones originales para la obra de teatro Los Diputados (que disfrutamos mucho este 2012 en el Teatro Helénico, en el D.F., con las maravillosas actuaciones de Paulo Sergio Galindo y Darwin Enaudí); algo que pudiera incluir fotos de las obras en las que has participado o para las cuales has creado música. Un disco quizá muy al estilo de Lo más teatral del Meñe, o El Meñe inédito y teatral; con videos, fotos, dibujos y textos, o lo que se te ocurra. O, ya de plano, lo que nos quieras compartir; pero no nos hagas esperar mucho.

Mientras tanto, permíteme compartirte, compartirles a tod@s, este humilde comentario sobre tu carrera y creación musical, y sobre tu último disco: Corte de Caja.

Aquí va.

Existen muchos cantautores de la llamada trova contemporánea. Muchos con gran talento. Otros sin nada nuevo qué proponer, estancados en el estilo de Silvio Rodríguez, Pablo Milanes y otros cantantes consagrados de la Nueva Trova que han sido muy queridos por todos nosotros; pero, repetir fórmulas sin ser el autor de la receta, suena falso y carente de imaginación.

Hay y han habido cantautores reconocidos, muchas veces sin mérito alguno, como aquellos que sólo por tocar una guitarra como si estuvieran en una peña, o en el baño o  en la sala de su casa, con acordes simplones y cantando canciones de Flans en guitarra, son escuchados, promovidos, se venden y falsamente se dicen trovadores. Hay otros reconocidos y buenos; pero, hay un cantautor que, creo yo, no ha sido reconocido en lo que vale: Gerardo Peña, El Meñe, quien tiene una trayectoria musical de más de 30 años.

Según su página en MySpace, Gerardo Peña nació en Hermosillo, Sonora, México. El Meñe, como le decimos de cariño, cursó estudios profesionales de música en la Universidad de Sonora, la Escuela Superior de Música del INBA, la Escuela Nacional de Música de la UNAM y con maestros particulares; ha sido compositor desde los 15 años de edad e inició sus actividades artísticas en 1978 con el grupo musical Malasangre. Además, ha combinado su trabajo artístico con la docencia al haber sido maestro de música en Sonora y el Distrito Federal.

Sus canciones han recibido premios nacionales e internacionales y han sido grabadas por José Feliciano, Eugenia León, Dulce, Mexicanto, Alejandro Filio, Alejandro Santiago, Silvina Tabbush; entre otros. Ha escrito música para cine, teatro y televisión; en 1997 fue nominado para una Diosa de Plata por la música de la película El amor de tu vida, S.A. Se ha presentado en foros de Estados Unidos, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Argentina, Cuba, España, Alemania y una gran parte de la República Mexicana.

El Meñe festejó sus primeros 30 años de trayectoria produciendo Corte de caja, un disco con una recopilación que no diría yo que lo es de sus mejores canciones; por la sencilla razón de que sus buenas canciones son muchas y varias de ellas quedaron fuera del disco. Es más bien un disco con las canciones más gustadas o pedidas por el público, como él mismo lo dice, y también con las canciones que quizá le significan más al propio Gerardo, las grabaciones que más le dicen algo; por eso no tiene empacho por incluir "grabaciones que tienen deficiencias de origen en la calidad de su audio, ya que son antiguas, y tomas en conciertos que fueron grabadas sin saber que algún día estarían en un disco". Nos enseña "grabaciones incluso de caset", nos abre generoso su clóset de vivencias y recuerdos ("consideramos que transmiten mucho de lo que hemos vivido al momento de cantarlas para ustedes"), de experiencias y andanzas donde da voz a lo que cualquiera de nosotros quisiera decir, nos pone su alma desnuda, descubierta, a la vista de los demás: "salgo a dejar mi alma bichi por la ciudad", como canta en Muy a gusto, una de mis canciones favoritas del disco.

Corte de caja incluye temas de toda su historia musical. De cuando tocaba con los grupos Malasangre y Tránsito, de su primer CD como solista: El Tren (1996) y de los discos que le siguieron: Nada (1998), Torre de Babel (2001), Empeñado (2003), Canciones de coyotes (2006) y Flores (2009). En fin, que vamos viendo en el orden cronológico de las canciones en el disco, la propia evolución musical de Gerardo. Se ve, por ejemplo, en Sombra soy, una influencia muy marcada de la trova de las décadas de los 60's y 70's y, como con Los Folkloristas, un estilo muy acústico con coros muy bien hechos donde resalta la buena voz de un Gerardo con un estilo todavía no muy definido, o cómo en Constante amor se va definiendo ya un estilo de cantar dulce, muy original y a la vez versátil, que lo mismo da para cantar una balada que un rap.

Su música y sus arreglos tienen en su estilo excelentes fusiones de ritmos que pasan por la balada, el corrido, el rock, el funk y otros ritmos que, inclusive, de lo bien mezclados que están, no pueden ser definidos en algunos casos; es decir, que hay canciones en las que no se puede decir que está cantando una balada o un rock, o un rap, o una norteña y, sin embargo, allí están los ritmos en un rico coctel. Hay otras canciones en las que es clara la influencia musical o está bien definido el género que toca, como en  Las morras, un blues muy animoso, o se ve por dónde va la investigación musical que realizó, como en Escúchame, donde El Meñe, como en otras de sus letras, no sólo habla de amor (que lo hace muy bien), sino que da muestra de influencias literarias como Cortázar o Malú Huacuja del Toro, o, como en Autopsia, donde nos muestra que algunas de sus canciones son temas de obras de teatro.

Compositor versátil también en cuanto a su temática, El Meñe nos habla lo mismo de la migración, la ciudad de México, las agitaciones y las presiones de la vida cotidiana y la necesidad de un rato de esparcimiento, que del abandono que podemos hacer de seres que muchas veces utilizamos, como en la canción Los Abuelos. Nos habla, también, de la lucha de las mujeres por una vida más equitativa y digna, de grandes causas, de luchas sociales, de gente aguerrida. Y, desde este punto, las canciones de Gerardo Peña son revolucionarias, con una fuerte postura política hacia las causas dignas y justas, dan voz a problemas que nos atañen y lastiman, tienen un espíritu libertario, un amor carnal; pero, también, un amor a la vida y a los seres humanos. Son canciones llenas de amor, hechas con amor.

Y, hablando de amor, una agradece la generosidad y sencillez de Gerardo, quien en lugar de poner únicamente canciones con letras o arreglos musicales suyos, se da el chance de compartir e incluir temas de otros compositores, como León Mayoral o la canción El Gigante, donde canta con contemporáneos suyos como El Mastuerzo y Fernando Delgadillo. Es decir, que como en toda celebración, este es un disco para compartir, donde saca lo mejor para ofrecer y se saborea con los cuates.

En fin, escuchamos en Gerardo Peña una trova nada convencional que no imita, auténtica y con letras inteligentes y comprometidas con su tiempo y con el mundo; vemos a un cantautor que debiera ser más reconocido e impulsado en su carrera, pero al que le agradecemos no entrar al juego mercantil y capitalista que muchas veces limita a los cantautores volviéndolos un producto en serie, y se lo agradecemos porque nos permite escuchar siempre a un Meñe diferente, con un estilo muy particular y propositivo.

Sólo le reprocho a este disco, Corte de Caja, que no haya incluido la canción Grita del disco Empeñado, pues, me recuerdo preparándome para alguna marcha tarareándola, y me parece que es una de sus mejores composiciones; pero, como él dice: "ni modo, para la otra".

Ya para despedirme, cuento una anécdota. Recuerdo a Gerardo Peña con su armónica en una obra: El camino rojo a Sabaiba de Óscar Liera, dirigida por Sergio Galindo, haciendo el papel de El Hombre Que Lo Explica Todo; siempre con su armónica. Así lo queremos ver siempre, teatral y musical, sencillo y complejo, comprometido con su quehacer artístico y con el mundo.

Le mandamos un saludo y buenas vibras para lo que sea que tenga en mente emprender, y, ojalá, nos dé gusto con la noticia de una nueva producción discográfica o, por lo menos, con el aviso de una visita con motivo de un concierto en estas tierras chilangas, así como estuvo reciéntemente por las tierras del Mayab... bueno, no muy así: que acá no sólo sonorice las obras de la Compañía Teatral del Norte, que también cante algo en vivo.

Pero bueno, al tiempo.

Mucha Lucha.

3 comentarios:

Alikhandra dijo...

Muchas gracias por la recomendacion ....

Anónimo dijo...

El meñe es mi cantautor favorito (junto a Yahir Durán) y no sé que es de él, espero los reyes magos "nos" cumplan tu deseo.

Unknown dijo...

Un grande, esperamos nuevo disco!

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