© Eduardo Miranda / PROCESO FOTO.
Compañeros, compañeras: queremos decir nosotros una palabra como Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Estas compañeras que están aquí, que escuchamos, son las mamás de los zapatistas, nadie lo mencionó pero —si no se acuerdan— nosotros las adoptamos como mamás en 94, cuando las conocimos. Y además, también, porque algunas de ellas sacaron a compañeros presos nuestros del EZLN en otras partes.
La lucha de ellas tiene que ver con los nombres que están allá atrás. Los voy a decir porque es algo que tenemos que aprender a hacer ya: a nombrar a nuestra gente. Rigoberto Rodríguez Rivera, nuestro hermano, Francisco Javier Manríquez Pérez, Henry López Gaytán, Oscar Gaxiola Murillo, Juan de Dios Carvajal Pérez, Cristina Rocha de Herrera, Tranquilino Herrera Álvarez, Manuel Rojas Gaxiola, José Barrón Caldera, José Guadalupe Sicairos Angulo, Rafael Yáñez Ruelas, Ángel Manuel Herrera Álvarez, Luis Francisco García Castro, Carlos Alemán Velázquez, Héctor David Sandoval, Joel Orlando Miguel Anaya, Miguel Ángel Valenzuela Rojo, Edmundo Hernández Borrego, Gilberto Arroyo López, José Manuel Alpisco Lizárraga y Juan Germán Flores Carrasco, puros jóvenes como la mayoría de lo que hay en
Compañeras, mamás: queremos presentarles a
A veces lo que nos pasa es que empezamos a discutir diferencias y se olvida de conocer bien lo que está haciendo cada quien. Y una cosa que hay que recordar es que estos compañeros, desde que estaban en otras organizaciones, y cuando nadie lo hacía, ellos junto con ustedes lucharon por la presentación de los desaparecidos, por la presentación con vida.
Esto es importante señalarlo ahora que esta terminando Fox con este fraude que es la fiscalía especial. Y vemos —como dijeron ustedes— que sólo sirvió para que se gastara dinero el señor Prieto, para que hicieran declaraciones, y no hay nada de estas personas, de estos compañeros —de nuestros hermanos de sangre, porque ustedes son nuestras mamás—, ni de lo que pasó.
Como dijo la compañera, cualquiera tiene el derecho a decir que si tiene un delito, que se le acuse y se defienda. Porque Atenco nos enseñó que golpearon y están presos muchas gentes que no tenían ningún delito. Cómo sabemos que cualquiera de los que esta ahí tiene el delito de algo, si ni siquiera podemos escucharlo para ver que si diga sí y porqué. No sólo es derecho de sus mamás, es derecho de todos nosotros saber porqué están ahí. Y sí, nosotros nos unimos a su demanda de: se fueron vivos, porque ya tenemos testimonios de que los vieron vivos, entonces tienen que presentarlos vivos.
Y entre las pocas cosas que nos unen, así que estamos tan diferentes, ya ven que hay muchos grupos, muchos modos, incluso en cómo nos vestimos, están los compañeros también del Congreso Nacional Indígena y el compañero que habló de medios alternativos mencionó a un compañero Andrés, que es indígena huichol, ahora son los Purépechas los que están acompañando ahorita
Entre las pocas cosas que nos unen, es la lucha por la presentación con vida de los desaparecidos, no importa de quién sea, y no importa que sus familiares estén o no luchando también porque aparezcan, porque para nosotros la demanda de la justicia es una demanda de dignidad. No podemos llamarnos con orgullo mexicanos si están pasando cosas como las que está denunciando esa manta con los nombres de los desaparecidos, algunos de ellos sus hijos de sangre.
Entonces estos compañeros y compañeras que ven ustedes aquí y muchos otros miles que hay en todo el país tenemos ese acuerdo en común: vamos a luchar todos por que los que estén desaparecidos aparezcan vivos y además —como dijo Alejandro—, que dé cuenta el que los desapareció, el que los tuvo tantos años. Porque aquí estamos escuchando que la mayoría de ellos fueron desaparecidos con menor edad que ustedes: 16-17 años, hace 29-30 años deben tener 46-47 años —ahora que cumple años Alejandro— y que debieran estar aquí con nosotros y el que debiera estar en la cárcel es el que los desapareció, el que no los quiere presentar y el que no quiere dar la cuenta de dónde están y porqué.
Su demanda es muy clara pues, porque ustedes dicen: bueno, si tuvieron delito órale, cualquiera tiene derecho a decir, tú estas acusado de esto y se le pruebe, y esta bien si paga, si tiene un delito se paga, pero aquí no hay ni siquiera eso que tenemos que escuchar.
Y nosotras las estamos invitando a que se entren con nosotros. Nosotros no queremos hacer un partido político, ni queremos ser senadores, ni diputados, ni presidentes, ni gobernadores, queremos que aparezcan ellos y que aparezcan con vida. Y queremos que los compañeros y compañeras presas de Atenco salgan libres y que se haga justicia a quienes los golpearon, a quienes los violaron. Y queremos que nos respeten a nosotros como indígenas —como dijo el compañero Juan—. Y queremos que los obreros vivan bien, y queremos muchas cosas. Y cada quien tiene diferentes formas de decirlo y de presentarlo.
Nosotros las invitamos que en su lucha que tienen por presentación con vida de sus hijos, nos acepten como compañeros y como compañeras. Nosotros no tenemos nada que ofrecer, lo que sí sabemos y que podemos ofrecerles es lo que ya dijeron los compañeros: su palabra de ustedes no se va a quedar aquí en Culiacán, ni aquí en
Y nosotros queremos invitarlas —junto con nosotros, con
Entonces, que en cualquier rincón de
Que ese día primero de noviembre —precisamente que no sea el dos para que no se piense que estamos aceptando que están muertos: están vivos—, que ese primero de noviembre hagamos en Juárez, entre todos, un acto y digamos sus nombres. Y que, una y otra vez, donde estemos pasando digamos esos nombres hasta que los hagamos parte de nosotros, como si fueran de nuestra familia. Hasta que se empiece a levantar un clamor nacional e internacional por que el gobierno, el Estado, dé cuenta de esas desapariciones y presente a esa gente.
Eso es lo mínimo que podemos hacer, como compañeros de lucha que somos de
Y así con su palabra de ustedes pues —que conmovieron pues a todos y estoy seguro que van a conmover a todos los que escuchen las grabaciones y lean los textos—, vamos a encontrar mucha gente noble y honesta en el país que va a decir: “sí es cierto, ¿dónde está esa gente? y que se presente”. Y no podemos creer lo que dijo Fox o lo que vaya a decir Calderón o el que sea sobre ellos.
Ya vimos que arriba no hay respuesta, tenemos que construirla desde abajo, crear un movimiento para que esos aparezcan, para que todos los presos políticos salgan, para que los que están fuera del país porque tuvieron que huir, puedan regresar, que no se tengan que irse por motivos políticos. Pero todos esos sabemos dónde están y de estos compañeros y compañeras no sabemos dónde están y tenemos que hacer que aparezcan.
Miren, hay compañeros aquí que hacen trabajo en colonias populares, en el DF y en el Estado de México, como los compañeros del Frente Popular Francisco Villa, pero también hacen trabajo como comerciantes ambulantes, es gente que sabe lo que es la represión, que te persigan y todo eso. Están los compañeros de Uníos también que hacen trabajo y del Frente del Pueblo con colonias populares y con obreros.
Los del Partido de los Comunistas que también hacen trabajo con campesinos, con obreros, con colonos y están los compañeros de medios alternativos que si algo son expertos es en que los persiga la policía por como se visten nada más, no tienen ningún delito mas que traer una cámara y una grabadora y contar una noticia que nadie cuenta.
Y estos compañeros dicen: vamos a unirnos porque tenemos este problema, y el problema es que nadie nos nombra o que cada quien esta solo por su lado nombrando su dolor. Y aquí el dolor que tenemos nosotros son esos nombres que están allá, esas fotos, la que carga ella. Y sabemos que están vivos.
Entonces, vamos a seguir nombrándolos más fuertes. Si los compañeros de
Y que cada quien que tenga un desaparecido mande el nombre y en todas partes se empiece a circular esos nombres, y que empiecen a aparecer en el momento en que empezamos a nombrarlos.
Si ustedes están de acuerdo, pues nosotros podemos hacer eso, decir que se convoca a toda
Y también metemos ahí lo de los compañeros presos y presas de Atenco y todo lo que estamos cargando cada quien en nuestro dolor. Entonces, eso les proponemos. También les pedimos pues que en sus reuniones vean si se entran como compañeros y compañeras, como quiera nosotros vamos a luchar por eso, no estamos condicionando a que entren o no. Pero pensamos que este es el lugar, con esta gente, estos jóvenes que pueden ver casi la edad en que sus hijos desaparecieron, de sus hijas, sus hermanos, sus hermanas, están dispuestos también a pelear y a que esa historia no se repita. Y no sólo que no se repita, sino que tenga un final feliz, que es: que tienen que aparecer.
No podemos aceptar de que como dijo el General Godínez —que lo conocemos porque a ése le tomamos, él era el mando en San Cristóbal cuando tomamos y estaba borracho cuando atacamos San Cristóbal de las Casas—, que les diga: “no pues ya no los busquen porque están muertos”. No, están vivos, ¿dónde están? Tráiganlos, entréguenlos, y que cuentan la historia ellos.
Eso es lo que les proponemos compañeros y compañeras. No sé ustedes qué piensan, los grupos, colectivos, organizaciones que vienen en
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