5.- De la posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos organizativos (Promotora, Frentote, Diálogos Nacionales y si hay otro pues que lo digan).
26 comentarios:
Anónimo
dijo...
"Bueno, se acabó la lista de oradores. Voy a hacer algunos comentarios. Las posiciones están más o menos claras. A nombre del EZLN les hago un llamado a las compañeras de los pueblos indios y a los que hemos llamado otros afectos para lograr que estos compañeros que hoy debatieron con tanta pasión este tema debatan con la misma pasión los temas de género, de los pueblos indios y todos los que están quedando de lado. Me parece que no hay que sentirse heridos por las críticas que se han hecho. A nosotros, del EZLN, lo menos que nos dicho es que somos distribuidores de un conocido refresco de cola y hemos aguantado. Y es mejor que se digan aquí en público a que se digan por abajo. Nosotros estamos partiendo de que todas las críticas que hemos recibido de ustedes ahora en la Sexta y antes, porque conocemos sus publicaciones y lo que han dicho de nosotros, no fue lo que nos trajo aquí sino su práctica de izquierda. Y hacemos estas críticas con afán de avanzar. Todos debemos defender el derecho a la crítica, sin pasarnos de rosca, por supuesto, y no hay que sentirnos ofendidos. La salud mental de la Otra Campaña está basada en este intercambio de crítica y autocrítica. Voy a contar la historia de lo que pasó, compañeros, porque muchos no entienden cómo llegó este problema aquí. El trabajo que me encargaron a mí los compañeros del EZLN es ir recabando las propuestas con los problemas que se iba a detectar. Yo no podía, con ningún derecho, eliminar unos u otros. Desde la primera reunión, con organizaciones políticas, los compañeros de organizaciones políticas nos plantearon esos tres problemas. En reuniones bilaterales, organizaciones políticas de izquierda nos dijeron que era necesaria una posición del EZLN sobre la Promotora Nacional de la Unidad contra el Neoliberalismo y que había que entrarle, unos. Otros dijeron, “no, no hay que entrarle. Hay que hacer otra cosa” y otros dijeron “no, ese proyecto está ahorita dormido, pero si le entramos lo vamos a levantar”. Eso se los dijimos en las reuniones de antes en las intervenciones que hicimos. Nosotros respondimos que eso iba a ser un problema de la Otra Campaña, de nosotros los que estamos aquí, de los que no están pero son adherentes y por lo tanto lo planteamos. En una de las reuniones bilaterales nosotros, los que estamos en la Comisión Sexta de las reuniones preparatorias, nos reunimos con los compañeros de la Promotora y les preguntamos directamente si estaban pensando invitar al EZLN o a la Otra Campaña a la Promotora. Nos dijeron que no. Que pensaban que eran dos proyectos diferentes y que en todo caso se tenían que apoyar, y nos explicaron lo que estaban haciendo. Nos dijeron que lo que estaban haciendo es tratando de coincidir, como lo explicó el compañero del FPR, algunas contradicciones que se presentaban entre los líderes charros que se veían afectados por el neoliberalismo y haciendo alianzas, hay que decirlo claro, así nos lo dijeron a nosotros. Haciendo alianzas para echar atrás las reformas estructurales. Así nos lo dijeron. Y nosotros dijimos “está bien”. Y nosotros les ofrecimos desde el principio respeto a sus modos. Que no íbamos a criticar su política de alianzas. Lo cumplimos y lo vamos a seguir cumpliendo. Pero nosotros dijimos “está bien, pero nosotros no le entramos a eso. No le entramos porque nosotros, a diferencia de lo que dijo Édgard, que dijo ’94 y ’95 y se le olvidó decir 2001, porque en 2001 nosotros modificamos completamente nuestra… alianzas posibles con sectores progresistas de la clase política y eso excluye a los charros. Según nuestra concepción no hay nada que hacer ahí. Nada. Entonces lo que están haciendo es moviendo para acomodarse ellos pero no va a resultar nada. Esa fue decisión del EZLN en base a lo que pasó con la ley indígena. Conforme avanzaron las reuniones preparatorias supimos que teníamos compañeros del IMSS, de telefonistas y de otras partes. Entonces, como EZLN, porque nosotros decimos que cada organización debe mantener su independencia y autonomía y seguir con su política de alianzas, no podemos, éticamente, establecer ningún tipo de relación con los que están oprimiendo a nuestros compañeros porque ya son nuestros compañeros. Ni con Hernández Juárez, ni con Porfirio Muñoz Ledo, ni con Vega Galina porque ya son nuestros compañeros. Entonces ¿qué cara les vamos a dar si estamos haciendo tratos con el otro? Y nosotros les decíamos a los compañeros de la Promotora: “Está bien, nosotros respetamos eso. Dicen que han tenido avances. No los vamos a cuestionar. Nosotros no le podemos entrar”. Les dijimos claro. Estaba Higinio, estaba Gloria. No nos inviten porque si nos invitan vamos a decir que sí y nosotros no vamos a aceptar estar sentados teniendo enfrente a Camacho, Muñoz Ledo, a Hernández Juárez y a Vega Galina y a Agustín Rodríguez sin hacer un pancho. Vamos a hacer un desmadre y entonces vamos a joder la estrategia de la Promotora de hacer estos acuerdos. Ni tampoco vamos a aceptar sentarnos a un lado de ellos sin hacer un relajo, pues, un desmadre. Les dijimos así. Hay cosas que podemos hacer como EZLN y cosas que no podemos hacer. Lo que no podemos hacer porque detrás nuestro se va mucha gente que confía en nosotros es traicionar a éstos que ya son nuestros compañeros aliándonos con esa gente. Lo que nosotros proponemos es que cada organización siga su política de alianzas, que la Otra Campaña no se meta en ese problema, y que como EZLN pues nos respeten esa decisión. No vamos a hacer ningún trato con los charros. Como quiera, entonces, la propuesta queda para votarse. Se pone a discusión, que se continúe, que se presenten todos los argumentos que se dieron y se siga discutiendo en los colectivos, ¿están de acuerdo, compañeros? Levanten la mano, por favor, si están de acuerdo. Gracias. ¿En contra?"
Subcomandante Insurgente Marcos, plenaria del 17 de septiembre en Caracol La Garrucha.
"Antes de dar la posición del Espacio de Coordinación Zapatista ante la alianza o no con otras organizaciones creemos importante mencionar algunos conceptos y elementos que ayuden a la Otra Campaña al momento de tomar una decisión en este sentido. - Es importante hacer la diferenciación entre frente, entendido como la creación de organismos permanentes de varios esfuerzos organizativos bajo una serie de ejes en común y, unidad de acción, como la coordinación de acciones concretas sobre uno o dos ejes específicos. - Se debe considerar la utilización de alianzas estratégicas, alianzas coyunturales y alianzas tácticas. - Para tomar una decisión sobre el ejercicio de una alianza, es importante analizar la situación o coyuntura que en la que se vive, considerando las fuerzas que se están moviendo tanto a nivel nacional como internacional, para saber con quién, cómo, en qué términos, qué tanto beneficia y afecta al movimiento. Como Espacio de Coordinación Zapatista consideramos que, ante la necesidad de construir una gran fuerza que enfrente al capitalismo y logre una transformación social, resulta sumamente indispensable que la Otra Campaña no avance sola. Y para ello, requiere una política de alianzas sólida y estratégica que fortalezca al movimiento y a la lucha, sin perder de vista sus principios acordados (expuestos en el primer punto de este documento). Consideramos que la definición de alianzas es un proceso en el cual vamos reconociendo con mayor profundidad los diferentes actores en esta lucha, a la vez, que se van configurando diferentes órdenes de la realidad, dando origen a coyunturas y necesidades que nos irán dando los elementos sobre con quién y cómo es necesario hacer estas alianzas. Por lo tanto, con respecto a las organizaciones que se mencionan en este punto, Frentote, Diálogos Nacionales, e incluso Sindicatos, entre otros, requieren de una mayor discusión. En el caso de la Promotora, al declararse adherente a la Sexta y a la Otra Campaña, creemos que no es necesario realizar ese debate."
Planteamiento del problema: Lograr una política de alianzas exitosa ha sido la preocupación de una porción mayoritaria de las organizaciones de izquierda; sin embargo pocas han resultado fructíferas, en gran parte debido al sectarismo y al carácter coyuntural de las mismas, de tal forma que éstas han terminado en escisiones y disolución de los vínculos. En primer lugar habría que reconocer a La Otra Campaña como el resultado de una política de alianzas, la del EZLN, quien ha convocado a través de la Sexta Declaración a otros sectores de la izquierda anticapitalista a realizar un esfuerzo conjunto. Pero más allá de la política de alianzas del EZLN o la de las demás organizaciones entre sí, de donde deriva La Otra Campaña como una unidad, ha surgido la preocupación acerca de cuál es la política de alianzas a seguir por parte de esta nueva unidad. Así, surgieron propuestas tales como la participación de La Otra Campaña en otros esfuerzos como la Promotora de la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo, los Diálogos Nacionales y el Frente Campesino Indígena Social y Popular. Incluso, algunos adherentes propusieron que La Otra Campaña debería participar en el lopezobradorismo con el fin de no dejar a la ultraderecha durante otro sexenio en el poder. Estas propuestas dieron lugar a largas discusiones en las que mayoritariamente nos pronunciamos por no participar en dichas propuestas unitarias pues constituían propuestas de subordinación de La Otra Campaña a dichos proyectos, la encarrilaban por las vías reformistas y electoreras, y dejaban de lado la formación de una propuesta distinta con pretensiones de lograr una unidad más amplia y decididamente anticapitalista. La discusión no resuelta acerca de este punto, nos llevó en el caso de Atenco a practicarla de la siguiente manera: Se aceptó que personas y organizaciones no adherentes a la sexta participaran en la defensa de Atenco el 4 de mayo y se sumaran a las movilizaciones y bloqueos promovidos por La Otra, sin embargo no se aceptó participar conjuntamente, como Otra Campaña, junto con otras organizaciones, en la toma de decisiones referentes al plan de acción ni tampoco conformar otro tipo de espacio “amplio” del cual formáramos parte como Otra Campaña. Después, cuando vino la crisis post-electoral el debate recorrió a las organizaciones de la otra ¿Qué postura tomar? Algunos propusieron que la otra participara en las movilizaciones lopezobradoristas, y resucitaron sus argumentos de que ahí estaba el pueblo y de que buscaban evitar la consolidación de la ultraderecha en el poder, algunos más, la mayoría, decidieron continuar la construcción de La Otra como alternativa anticapitalista sin participar en dicho proceso. El debate al seno de las plenarias no llegó a un resolutivo conjunto, y así, tenemos que las organizaciones que planteaban la alianza con el lopezobradorismo y el PRD lo hiciera de facto y la unidad de La Otra Campaña quedara minada de manera que todavía no podemos contabilizar. Recientemente, cuando el gobierno de Ulises Ruíz comenzó a reprimir deliberadamente al movimiento popular oaxaqueño se dio nuevamente una discusión que atraviesa el problema de las alianzas, en esta ocasión, el caso se ve rodeado de varias circunstancias, en la APPO, están compañeros de La Otra Campaña, pero no participan a nombre de ella ni tampoco son un sector mayoritaria dentro de la misma, sin embargo, a convocatoria expresa del EZLN, nos hemos sumado como Otra Campaña a apoyar las demandas de la APPO y solidarizarnos con la lucha justa del pueblo oaxaqueño. Esta situación nos genera la siguiente pregunta ¿Quiénes son esos de abajo, de abajo y a la izquierda, o de abajo y a la izquierda anticapitalista que aún no están con nosotros en LOC? Se trata de organizaciones, grupos y colectivos que no han leído la sexta o bien, habiéndola leído decidieron no adherirse por distintos motivos; también organizaciones, grupos y colectivos que participaron en otros esfuerzos de unidad de abajo y a la izquierda reunidos con fines coyunturales; también, sectores de abajo que optaron por apoyar el lopezobradorismo, podemos encontrar también sectores que luchan abajo, se asumen de izquierda pero no han logrado forjar un perfil anticapitalista. Así pues, consideramos que La Otra Campaña debe definir una política de alianzas clara, que no nos meta coyuntura tras coyuntura a polemizar sobre la misma, ésta, debe ser lo suficientemente inteligente para no perder su rumbo propio, pero generando al mismo tiempo la capacidad de sumar a más y más gente a la lucha contra el capitalismo. En este sentido es necesario plantearnos preguntas tales como ¿Para qué aliarse con alguien distinto? ¿Bajo qué principios y limitaciones podemos hacerlo? ¿Qué esperamos obtener con esto? Para nosotros La Otra Campaña sí puede establecer alianzas, pero deben estar sujetas al análisis y a nuestros principios y objetivos. Concebimos entonces dos tipos de alianzas: 1.- Alianzas Tácticas o coyunturales: Son aquellas que se establecen con otras fuerzas, organizaciones o personas para atender una situación en específico, en este caso, LOC puede evaluar que alguien fuera de ella misma está compartiendo de facto algún objetivo con nosotros, y siendo que a ambos nos conviene resolverlo, se puede coyunturalmente hacer un esfuerzo conjunto con ese “otro”. Sin embargo esto no puede ser reducido a una cuestión de conveniencia, es necesario que existan las condiciones de confianza y ética suficientes para poderlo hacer, de otra manera podríamos terminar por justificar la alianza con sectores corruptos u oligarcas en aras de la conveniencia y esto no sería correcto. Es importante recalcar que estas alianzas no implican necesariamente unidad orgánica, no por ser solidarios con otros sectores de abajo que luchan, quiere decir que debemos formar un esfuerzo organizativo conjunto, esto implicaría otras complejidades, aún así, en LOC existen posiciones que sugieren formar esfuerzos organizativos comunes entre nosotros y los movimientos o fuerzas políticas que se encuentran luchando por algo considerado justo, progresista, democrático o bueno; para nosotros lo más importante es que no por atender a objetivos de corto plazo o coyunturales, se deje en segundo término nuestra lucha frontal contra el capitalismo, o bien que en aras de avanzar tácticamente nos olvidemos de lo estratégico. La alianza que ha establecido La Otra Campaña con el pueblo de Oaxaca que lucha por algo justo, desde abajo pero que no forma parte de ésta, constituye un ejemplo de alianza táctica o coyuntural, en donde LOC se ha solidarizado con ellos pero sin formar unidades orgánicas con los mismos. 2.- Alianzas Estratégicas o Programáticas: Esto se daría bajo el supuesto de que otro esfuerzo organizativo, de abajo, a la izquierda y anticapitalista coincida en lo fundamental, con el Programa Nacional de Lucha de La Otra Campaña y se pueda pensar en conjuntar esfuerzos para dar golpes definitivos al capitalismo a fin de derrocarlo; en este caso habría que plantearse hasta dónde deben conjuntarse los esfuerzos o incluso la posibilidad de formar un esfuerzo organizativo común. En este caso, señalamos que aunque reconocemos la existencia de otras organizaciones anticapitalistas y, tomando en cuenta la etapa actual de La Otra Campaña, consideramos que en estos momentos no existen las suficientes condiciones para establecer una alianza estratégica con ellos
PROPUESTA: Ésta debe considerarse según sus fines, partiendo siempre del hecho de que la alianza se establece con alguien distinto a uno. Las alianzas que establezca La Otra Campaña se realizarán con otras fuerzas y actores cualitativamente distintos a la misma, pero donde se consideren las condiciones suficientes para avanzar algún camino juntos; aquí se refiere a aquellos grupos, frentes, organizaciones o personas que luchen desde abajo y de manera honesta pero que por alguna razón no cumplen con los requerimientos de convocatoria a La Otra Campaña o bien, no forman parte de ella por alguna u otra razón. En este sentido proponemos los siguientes puntos: 1.- La Otra Campaña podrá establecer alianzas tácticas o coyunturales con grupos, organizaciones e individuos que luchen abajo por una causa justa, de manera honesta y sin estar subordinados al control de algún sector de la clase dominante o del Estado. Esto implica, apoyar algunas de sus acciones, pronunciarse a favor de ellos y en algunos casos participar de manera conjunta en alguna actividad. Esto no implica unidad orgánica, es decir, La Otra Campaña no se fusionaría con ese grupo, organización o persona en una misma estructura. 2.- Si en algún momento existe otra organización, grupo o fuerza que coincida en el Programa de La Otra Campaña, se podrá establecer una alianza Estratégica o Programática con ellos. Esto implica avanzar con aquella otra fuerza en todos aquellos caminos que conduzcan al derrocamiento del capitalismo y haya coincidencia en las tácticas y métodos de lucha. Una alianza de estas características sólo podría establecerse a través de la aprobación en el Consejo Nacional de La Otra Campaña(o cualquiera que sea la máxima instancia de decisiones en La Otra Campaña). 3.- La Otra Campaña no establecerá ningún tipo de alianza con ninguna fuerza, agrupación o partido político que esté disputando la gestión del Estado Burgués o tenga por finalidad tomar parte en las pugnas existentes al interior de la clase dominante y del Estado.
3. En lo personal, no quiero trabajar con nadie de los cinco dedos de la estupidez: 1) policia, militares, o agentes de “inteligencia” del estado. 2) partidos politicos. Si reciben un centavo de cualquier organo del gobierno, que no sean admitidos a trabajar en la Otra. Tenemos que aprender a ser totalmente independiente del mal-gobierno, y eventualmente el capitalismo...lo más rápido posible. Si trabajamos el lado de alguien quien si recibe apoyo economico de un partido por ejemplo, que siempre mantangemos nuestra independencia, y lo declaramos siempre cuando estamos en este accion. Por ejemplo, no me gustaria saber que la Otra recibe ordenes del APPO, pero tambien lo veo muy necesario su iniciativa y los ojetivos del APPO, eliminar a Ulises Ruiz; nos falta un appo para el estado de Mexico, y bueno todo Mexico el pais. Entonces trabajamos el lado de ell@s, hasta el punto que decidimos. 3) educación del mercado. Esta aqui es dificil parami, siendo un maestro de ingles. Siempre intento enseñar desde un punto de partido anticapitalista, pero, tampoco quiero estar con gente hipocrita quienes luchen sabado y domingo y regresen a la estupidez lunes a viernes. 4) autoridades de religion instituciónalizado, con excepción a los de la teología de liberación autenticos. 5) medios de comunicación capitalistas (comerciales).
Los demas si. Si alguien se encuentra en uno de los 5 y quiere trabajar con, o ayudar a nosotr@s; que entienda y aprenda que es lo que hacemos, y renuncie a los 5, por que no me interesa hacer cosas que resuelten ser diluidas o corrompidas.
Si esta haciendo el trabajo de la Otra, pero no es adherente, que no chille cuando nosotr@s no le apoyamos en algo que no nos parece. Que los no-adherentes entienden que siendo adherentes pueden cambiar la identidad de la Otra, y tener voz y influencia con nosotr@s, l@s anticapitalistas.
Videos de policías, militares e "inteligencia" presentes en la marcha-mitin del 27 de octubre de 2006 que caminó desde Insurgentes Sur hasta CU, y luego estuvo en el centro comercial de Perisur.
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=ruefI23In3g
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=eA7E-fUmR3A
Plantear la unidad de acción con otros esfuerzos diferentes a la Otra Campaña, puede tener sus riesgos o posibilidades según la fuerza y organización con la que le entremos a la “política de alianza”; si estamos débiles a la hora de una “alianza”, es probable que intenten utilizarnos para sus propios objetivos; si no tenemos claros los límites de dicha alianza podemos diluirnos en ella y perder nuestra autonomía.
La unidad de acción con otras iniciativas requiere que previamente veamos cuáles son las contradicciones que nos diferencian, a qué tipo de acuerdos podemos llegar y qué debilidades y fortalezas tenemos para no diluirnos en el “aliado” o para que éste no nos imponga su lógica.
No debemos tomar en cuenta a la hora de una alianza, a quienes tengan otros intereses particulares, como es el caso de la señora Elena Poniatowska quien realiza acciones partidistas a favor del PRD y sus candidatos. Particularmente no deberíamos plantear alianzas con quienes sirven a los intereses de los aparatos ideológicos del Estado, como Marta Lamas, Patria Jiménez y Jesusa Rodríguez, entre otras y otros intelectuales que firman de conformidad con la candidatura de Obrador, de Patricia Mercado o de cualquier otro candidato.
No deberíamos plantear alianzas con organizaciones que utilizaron el recorrido del 3 y 4 de mayo del sub., en el D.F. para luego candidatearse y más adelante al no ganar, regresar “impune” a la Otra Campaña. Nos parece que con iniciativas que tienen relaciones profundas con partidos políticos no tenemos nada que hacer, salvo que se trate de solidarizarnos con la raza ante alguna agresión.
“Contra el SIDA, el silencio y la discriminación: Organización, movilización Y resistencia ciudadana.”
Consideraciones previas: *Sabemos que existen otras luchas que han escogido otros caminos, pero no nos aliaremos con aquellas que: -Hacen alianzas con la clase política o coquetean con ella, porque uno de nuestros principios básicos es la autonomía frente a las clases dominantes. -Subordinan los referentes éticos y los principios a la táctica política. *Las alianzas que sí haga la Otra Campaña con otras organizaciones deben ser en función de las definiciones propias de la Otra, de sus principios y de sus objetivos. *La política de alianzas de la Otra va más allá de con quién marchar y con quién no; implica un nivel de compromiso y de compañerismo que tendríamos que asumir. *En este momento La Otra Campaña no es una organización sino un conjunto de organizaciones, y éstas demandan respeto a la política de alianzas de cada organización, siempre y cuando estas alianzas no contravengan los principios y objetivos de La Otra Campaña (por ejemplo, mientras que no se discuta y se acuerde entre todos los adherentes de la Otra el asunto de la APPM, algunos adherentes pueden formar parte de ese esfuerzo por su cuenta, en el margen de autonomía que tiene su organización, pero sin representar a La Otra). *La Otra Campaña debe definir una política de alianzas en el nivel nacional e internacional, explicitando los principios que la regulen, sabiendo que no necesariamente serán idénticos para ambos niveles:
A NIVEL NACIONAL a) A quién NO apoyar: -Al Frentote -A la Promotora por la unidad contra el neoliberalismo -A los Diálogos Nacionales -Al Frente Amplio Progresista
b) A quién SI apoyar: -A otros movimientos que sen anticapitalistas, de abajo y a la izquierda e independientes de la clase política.
A NIVEL INTERNACIONAL -Nuestro primer nivel de relación y apoyo debería ser con los compañeros que se han adherido a la Sexta Internacional, pero debemos buscar los mecanismos por los cuales la Sexta mexicana pueda relacionarse con todas las organizaciones, pueblos, individuos, colectivos y familias adheridas a la Sexta Internacional, más allá de la relación que guardan directamente con el EZLN. -Deberíamos instrumentar un mecanismo de enlace internacional que pueda representar de algún modo a todos los que estamos organizados en la Otra Campaña de México y el Otro lado. -Debemos analizar si la condición de aliarnos solo con gente que tenga total independencia de la clase política en sus países se aplica en todos los casos en el terreno internacional. (¿Relación con los Foros Sociales Mundiales, etc?)
No lo hemos discutido a fondo. Hay una diversidad de posiciones en el Sector y por eso cada una en sus organizaciones o en lo individual presentará una postura al respecto. Dada la complejidad de los tiempos y nuestra forma de trabajo, y porque entre nosotras hay nueve presas políticas, no nos ha sido posible abrir los suficientes espacios para la discusión, y seguimos en búsqueda de una estructura que nos permita, por ejemplo, agilizar el mecanismo de comunicación entre nosotras.
“El EZLN establecerá una política de alianzas con organizaciones y movimientos no electorales que se definan, en teoría y práctica, como de izquierda, de acuerdo a las siguientes condiciones: No hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino tornar en cuenta siempre la opinión de quienes participan...” (Sexta Declaración de la Selva Lacndona, junio de 2005) Consideramos que la política de alianzas se debe dar en dos niveles: el primero es el de los movimientos emergentes y de resistencia que se dan a corto plazo, y en segundo lugar los que están más definidos a mediano y largo plazo, por ello: a) Apoyamos a los movimientos sociales de resistencia y autonomía b) Apoyamos a la gente de abajo que lucha desde la izquierda corno en Atenco. la APPO en Oaxaca, y en general con todos aquéllos que durante el recorrido de la otra campaña se hayan identificado con ésta y se estén organizando de manera autónoma e independiente de los partidos políticos electoreros y oportunistas. c) Apoyamos a los adherentes, simpatizantes y a todos los que están con los principios de la Sexta Declaración. d) Apoyamos y nos unimos a quienes comparten el proyecto de la Sexta Declaración y de la otra campaña. e) Nos unimos con todos (as) los luchadores (as) sociales cuyos objetivos sean comunes a los nuestros, en México y en el mundo.
Las alianzas deben estar basadas en los principios éticos, luego entonces, haremos alianzas con aquellos con los cuales tengamos objetivos, principios comunes y una visión de futuro. Con movimientos y no con líderes, dando prioridad a las necesidades de la gente.
La política de alianzas pasa necesariamente por la definición del rumbo que queremos darle al proceso que hoy llamamos La Otra, por la direccionalidad e intencionalidad que definamos y por el análisis de periodo sustentado en el programa nacional.
Asimismo, distinguimos entre alianzas, apoyo solidario y coincidencias, la primera tiende hacia la unidad, las otras responden a una necesidad de apoyo.
Creo que una de las debilidades de La Otra es el tema alianzas, ya lo comenté respecto a la incapacidad de alianza con la clase obrera el 1 de mayo. Y respecto al retraso, en cuanto al pronunciamiento sobre la APPO.
Sobre la Promotora, el Frentote y los Diálogos poco puedo opinar, se dieron en los tiempos en que el EZLN estaba copado por la sociedad civil y desde mi punto de vista se inclinaba al reformismo y no a la revolución. Sé que hubo muchos problemas para dar continuidad a estos proyectos, debido a la falta de autonomía de los mismos respecto al EZLN, que acabaron, algunos siendo eco, pero sin capacidad de propuestas autónomas. En sus filas nacieron caudillitos, con cuotas de poder, por el sólo hecho de tener acceso al sub. Sin embargo, repito, no lo conozco de cerca. Sobre las diferencias con otros esfuerzos nacionales, diré algo respecto a las críticas y posición frente al PRD, expresadas en “La geografía del poder”, me pareció correcto expresar, demarcarse y desenmascarar a la socialdemocracia. Definirse, ocupar un lugar en la izquierda, necesariamente lleva a señalar diferencias y rupturas. Esta posición radical, mostró un rostro socialista del EZLN, que si bien, aparece y desaparece del discurso, es un horizonte dibujado con la convocatoria a los de abajo y a la izquierda. En este mismo sentido la relación respecto a otros movimientos insurreccionales, ha tenido cambios importantes, en la primera etapa civilista, el EZ se ocupó de desmarcarse respecto a otros movimientos armados. Posición que comenzó a cambiar en 2001, cuando aceptó la declaración del EPR (ya escindido), de que cuidaría la marcha de la tierra. ¿Alianzas o no? Lo correcto, pienso, es el respeto a otros esfuerzos de organizaciones, que como el EZ, son político-militares. La postura de La Otra al respecto a alianzas con otros..., no puede ser pensada a priori, en el proceso de la agudización de la lucha de clases, la Otra va buscando alianzas, y demarcaciones, bajo los principios que nacen de mirar hacia abajo y a la izquierda sin concesiones.
¿Por qué?
Las alianzas deben pensarse en diferentes niveles: vincular, articular y fusionar, son distintas maneras de acercarse con otros procesos organizativos. Acotar puntos conjuntos de lucha, con tiempos y objetivos precisos, articular proyectos a corto, mediano y largo plazo, o fusionarse ser uno con el otro.
¿A quienes apoyamos?
A los pueblos en lucha contra el capitalismo, sea defensa de recursos humanos, o naturales. A los condenados a morir dentro del capitalismo globalizado. A los sectores vulnerados en pobreza o pobreza extrema. A los presos políticos, a los discriminados, emigrantes, explotados, reprimidos, despreciados por la voracidad capitalista.
¿Por qué?
Ellos están abajo, no necesariamente a la izquierda, pero no tienen nada que perder más que sus cadenas. Ellos están ávidos de un futuro con dignidad, justicia, libertad y democracia.
¿Con quienes nos unimos?
Con los que nos busquen para trabajar y luchar por el Otro México descubierto y testimoniado por La Otra campaña, y por los que resisten y luchan en contra del capitalismo.
En esos espacios es evidente la presencia de los partidos políticos (PRI, PRD, PT y otros) y de líderes charros (de la UNT y otros), es decir están ahí la clase política y dirigentes de sindicatos y de organizaciones sociales con los que nada tenemos en común, con los que no hay nada qué hacer, acaso denunciar su oportunismo. Ahí mismo, abajo, hay mucha gente honesta y sincera pero que no es la que decide las acciones, sólo las acata. No es ahí desde donde la Otra Campaña crecerá, por más que se argumente que ahí están las “masas”. Nuestro trabajo no es ir a los lugares desde donde los políticos y los líderes charros deciden acciones utilizando la movilización de la gente, para denunciarlos; ahí es el terreno de ellos. Nuestro trabajo está abajo, en la calle, en los barrios, en las comunidades, en las fábricas, en las escuelas, con la gente, acompañando sus luchas, tendiendo puentes con otras rebeldías, con otras resistencias.
Éste es para nosotr@s uno de los puntos más importantes a discutir en el seno de la Otra Campaña; pues de ella saldrá en buena medida el rostro, la palabra y el caminar que dirá a otros esfuerzos organizativos qué es y qué no es la Otra. En ése sentido, coincidimos con quienes hacen distinción entre las alianzas tácticas o coyunturales (a quién apoyamos) y las estratégicas o programáticas (a quién nos unimos); instalándose además en el plano nacional y en el internacional. Así, pensamos que en tanto no se define claramente el Programa Nacional de Lucha, la Otra debería tener como punto de partida para sus alianzas los criterios con los que decida quiénes están convocados y quiénes no, lo mismo que las características fundamentales que la definan. Así, aquellos esfuerzos susceptibles de ser apoyados por la Otra Campaña tendrían que colocarse necesariamente abajo y a la izquierda, tener un carácter decididamente anticapitalista y antineoliberal; luchar por democracia, libertad y justicia verdaderas sin simulaciones; articularse por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud y educación dignas; comprometerse por garantizar el acceso universal a la información veraz, oportuna y objetiva como parte sustancial de una cultura distinta a la institucional, oficial, dominante y hegemónica; pugnar por relaciones tolerantes, respetuosas, autocríticas, fraternas, solidarias, leales, igualitarias, equitativas y justas entre sus integrantes, independientemente del género, sexo, edad o condición social al que pertenezca; manifestarse activamente por la liberación y la presentación con vida de tod@s l@s pres@s y desaparecid@s polític@s y en contra de todas las formas de represión habidas y por haber, y denunciar abiertamente a quienes tienen la explotación, la opresión, la discriminación, el despojo y el maltrato como modus vivendi y operandi. Partiendo de aquí y mirando los distintos esfuerzos políticos con incidencia más o menos nacional que distinguimos, creemos que respecto a la Promotora Nacional de Lucha contra el Neoliberalismo y el Frente Sindical, Campesino, Indígena, Social y Popular, así como de los Diálogos Nacionales que, entendemos, intentan erigirse como el espacio donde ambos esfuerzos coincidan, la Otra Campaña no puede establecer alianzas tácticas o coyunturales, es decir, no puede apoyarlos, pues en el seno de éstos participan organizaciones que no se han deslindado clara ni decididamente del proyecto neoliberal capitalista, aliándose con partidos políticos que tienen entre el clientelismo y la traición a la palabra empeñada sus modos de hacer política y volviéndose cómplices de los sectores industriales y empresariales que más explotan y oprimen a obrer@s y campesin@s. Sin embargo, creemos que con algunas organizaciones, si bien no se pueden establecer alianzas estratégicas o programáticas, sí se pueden tejer alianzas tácticas; pero más en un sentido de relación bilateral directa con éstas y no con el esfuerzo organizativo (Frentote, Promotora o Diálogo Nacional) en su conjunto. De igual manera, y de hecho aún de modo más determinante, creemos que la Otra Campaña no puede apoyar ni unirse a la Convención Nacional Democrática lopezobradorista ni, mucho menos, al Frente Amplio Progresista que bajo reglas electorales han conformado el Partido de la Revolución Democratica, el Partido Convergencia y el Partido del Trabajo; pues ninguno de estos esfuerzos organizativos han virado de manera mínima a la izquierda y actúan políticamente en los terrenos de lo electoral; es decir, arriba. Finalmente, vemos en el proceso de lucha protagonizado por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) un importante esfuerzo organizativo con el cual la Otra Campaña sí puede establecer alianzas, por lo pronto tácticas o coyunturales, y que, más aún, dado el recrudecimiento actual de las hostilidades hacia ella y para con las organizaciones, grupos, colectivos y personas que en ella se articulan, la Otra Campaña debe apoyar de manera decidida sin titubeos. Es verdad que el proceso de lucha de la APPO tiene como punto de partida una lucha que no necesariamente es anticapitalista aunque sí partiera de abajo; pero, a lo largo de los meses y de la respuesta conjunta de la clase política y los sectores en el poder en su contra, con una escalada represiva que sólo habíamos visto en Texcoco y Atenco y que inclusive ya le ha rebasado, ésta se ha radicalizado y convertido en ejemplo de digna resistencia para la Otra, como lo es la lucha autonómica de los Municipios Autónomos en Rebeldía Zapatistas y sus Juntas de Buen Gobierno. A estas alturas, la APPO ya no va sólo por la renuncia de un mero gobernante estatal ni por mejores salarios y condiciones de trabajo; sino por darle vuelta a la página de opresión que el sistema político mexicano representa constituyéndose en un poder abajo y para l@s de abajo que tendrá que ser necesariamente anticapitalista o no será, y la Otra Campaña está obligada a caminar a su lado. Creemos que estos ejemplos sirven para determinar qué esfuerzos organizativos apoyamos y qué esfuerzos no, en el ámbito nacional; en cuanto a lo internacional, retomamos de nuevo a Aguirre Rojas cuando opina que la Otra Campaña debe estar con el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil y con los sectores más radicales de los piqueteros argentinos, lo mismo que con los grupos más avanzados de la CONAIE, y con las comunidades indígenas bolivianas más de izquierda. Y puede entonces mirar con simpatía y apoyar a los grupos y a las clases subalternas venezolanas en muchas de sus actuales iniciativas populares, y también a ciertos procesos de la llamada revolución bolivariana, sin dejar de criticar los evidentes límites e inconsecuencias de Hugo Chávez, apoyando también a las clases subalternas de Bolivia, mientras mantiene, no obstante, una clara distancia crítica respecto de la tibia y oscilante actuación de Evo Morales. Quizás, para terminar este punto y pasar al siguiente, nosotr@s agregaríamos una actitud similar para con los pueblos cuyos gobiernos latinoamericanos se ostentan como de izquierda pero resultan funcionales al neoliberalismo y al capitalismo, o que terminan por reproducir mecanismos de control social, político, cultural y militar más propios de la derecha que de la izquierda; entre los primeros ubicamos a los dignos pueblos ecuatoriano, uruguayo, argentino, chileno o nicaragüense, y entre los segundos distinguimos al ejemplar pueblo cubano. Es decir, volviendo a Aguirre Rojas, que la Otra Campaña debe apoyar a los de abajo que están a la izquierda y que son anticapitalistas, mucho más que a los líderes políticos o a los presidentes, o a ciertos dirigentes que pretenden representar y acaudillar a esos subalternos latinoamericanos; que en el plano internacional tienen sus reflejos en los pueblos de Palestina y Euskal Herria. Por último, ahora sí, y en tanto hombres y mujeres de teatro; de manera particular no estamos de acuerdo en que la Otra Campaña se ligue a personalidades que si bien parecen estar a la izquierda lo hacen del mismo modo que quienes se asocian con partidos políticos y grupos empresariales o industriales explotadores. Hombres y mujeres como Víctor Hugo Rascón Banda, Jesusa Rodríguez, Elena Poniatowska, Luis de Tavira o Roger Bartra son sin lugar a dudas faros intelectuales que quienes estamos en la Otra Campaña no deberíamos dejar de visitar ni de mirar con honesta atención, pues de su palabra o su accionar pueden surgir llamadas de atención que nos impidan caer en sectarismos y divisionismos que de nada nos son útiles en la lucha contra el capitalismo; pero, dicho lo anterior, no habría que perder de vista las alianzas que ést@s tienen con el sistema, los partidos políticos o inclusive la derecha, vía expresiones supuestamente de izquierda como la llama socialdemocracia. No se trata de caer en actitudes puristas ni de terminar pareciéndonos a los panistas que queda que piensan en la palabra cultura se llevan la mano a la pistola; pero si laboralmente nosotr@s mism@s quizás tuviéramos relación con algun@ de ell@s, no creemos que ésta se deba traducir en una relación política, salvo ciertas alianzas tácticas que tengan que ver, por ejemplo, con la lucha por la liberación y presentación con vida de l@s pres@s polític@s (pues creemos que ésta es una lucha que deberíamos adoptar tod@s). Así, y para que se tome en cuenta, decimos que tejer alianzas con VHRB es hacerlo también con alguien que lo mismo negocia con el PRI, con el PAN o con el PRD; con Jesusa, una declarada perredista, y algo parecido sucede con Paco Ignacio Taibo II y Elenita; con Roger Bartra, sería hacerlo con quien supone que del panismo y en particular de Calderón Hinojosa saldría la izquierda moderna que este país necesita, y con De Tavira, es aliarse con el maestro que cada montaje puede llegar a costar el presupuesto destinado a los teatros en comodatos del IMSS de todo un año y con quien inclusive se escondió cuando se le invitara a participar de la primera presentación de Mujeres Sin Miedo.
La otra campaña debe ser respetuosa de otros esfuerzos de coordinación en nuestro país. No debe calificarlos ni denostarlos. Sin embargo, tampoco puede ir a su encuentro, para ningún tipo de un idad o convergencia. Otros esfuerzos (CND, Promotora, Diálogo Nacional) utilizan estrategias y tácticas que no podemos compartir como otra campaña. Esos esfuerzos no pueden ser catalogados como rivales o como traiciones. Son esfuerzos distintos al nuestro, con los que no compartimos, en especial, una forma de hacer política. La otra campaña debe mantenerse siempre respetuosa, tolerante con otros esfuerzos de coordinación; pero también siempre autónoma, independiente y crítica de esos esfuerzos.
La otra campaña debe buscar el mayor diálogo, encuentro y posible articulación con otros esfuerzos globales e internacionales. La otra campaña debe hacer un enorme esfuerzo de organización nacional pero no debe aislarse de los movimientos antisistémicos del planeta entero y de algunas de sus principales redes. La otra campaña, sin embargo debe privilegiar el encuentro con aquellas luchas antisistémicas, de izquierda anticapitalista, de abajo que por todo el mundo simpatizan con la lucha zapatista y con la iniciativa de la otra campaña.
Este punto creemos a sido indirecta o directamente abordado en puntos anteriores, la otra campaña es para todos aquellos y aquellas que estén dispuestos a trabajar en colectivo, equidad, respeto y apoyo mutuo, autonomía, sin coadyuvar con las distintas esferas de poder, estatal, sindical, político, económico, etc.,dentro de este documento según nuestra idea y pensar, la otra campaña es para todos y todas los que estén dispuestos a trabajar en horizontalidad, sin centralismo y entonces si gente de otros esfuerzos organizativos se suman son bienvenidos mientras no pertenezcan a las cúpulas sindicales, institucionales, a las cúpulas y esferas del poder, entonces los compañeros de otros esfuerzos organizativos no pueden ser rechazados(a pesar de las diferencias que podamos tener con ellos) si están dispuestos a trabajar en equidad, horizontalidad, respeto en nuestras relaciones mutuas, en el sentido que acordemos todos y todas los de la otra campaña mientras no pertenezcan a las cúpulas y esferas de poder, mientras no las impulsen, es decir la otra campaña no puede aceptar ni relacionarse con los charros sindicales, a los grupos que oprimen y deciden a y por los compañeros obreros, campesinos, habitantes, etc., ni a aquellos que tengan funciones en las directivas institucionales ni gubernamentales, a aquellos que intenten llevar a la otra campaña a una relación, o alianza con estas cúpulas de poder, con la clase política, a aquellos que pretendan jalar a la otra campaña a sus formas e ideas o servirse de la otra campaña para crecer sus viciadas formas de organización.
Obviamente no podemos llegar a alianzas con ningún partido político o con entes de la clase política, sindicatos charros ni neo charros y mucho menos con sus cupulas, ni con grupos que estén en dinámicas electorales o de la clase política.
Por otro lado creemos que la otra campaña de ninguna manera puede llegar a acuerdos ni a alianzas con esas cúpulas, pero si con los trabajadores, esperando ellos mismos lleguen a prescindir y a romper con sus lideres sindicales, con l@s trabajador@s, l@s de abajo, l@s de las bases de esas organizaciones y sindicatos deberemos ser respetuosos, solidarios, compañer@s, pero nunca con las cúpulas, debemos mantenernos aparte de esas cúpulas pues son parte de este sistemas, son parte de las cadenas y de la enajenación y la mediatización de los y las trabajador@s, ¡¡con l@s trabajador@s de abajo, de base, somos hermanos, de las cúpulas y sus dirigentes, jamás!!, entonces debemos mantenernos aparte de los esfuerzos donde estén las cúpulas pero sin rechazar a las gentes de abajo que se puedan acercar a la otra campaña. No podemos llegar a alianzas con grupos que pretendan sobreponerse sobre nosotros y nosotras, y no por que seamos la verdad absoluta, ni por que tengamos que ser nosotros la dirección de ningún movimiento, si no por que nosotros decidimos sobre nosotros y no podemos apoyar a grupos que pretendan un posicionamiento político en las esferas del poder. Por otro lado si podemos tener alianzas con grupos que no estén en estas dinámicas y estén dispuestos a respetarnos como nosotros debemos de respetar por igual, con grupos que no quieran utilizarnos de trampolines políticos, dirigirnos o mediatizarnos.
Respecto al frentote, la promotora y los diálogos nacionales…
En estas instancias seguro habrá gente honesta, de abajo, pero también están y son los que dirigen estos esfuerzos organizativos las cúpulas sindicales, miembros de la clase política, y sus actuares van siempre coadyuvando con las instancias de poder político de distintos ámbitos, y estos lideres sindicales son los mismo que se enriquecen a costa de los y las trabajadoras, son los mismos que mediatizan los esfuerzos de sus integrantes honestos, son los mismos que excluyen a los mas de la toma de decisiones, son los mismo que reprimen a aquellos trabajadores y trabajadoras que piensan distinto, que no están dispuestos a alimentar su poder y sus tranzas, con ellos no podemos llegar a una política de alianzas, sabemos que hay quienes pugnan por una unidad fantasma, amorfa, y que a demás pretenden dirigir ellos, nosotros no podemos estar por un unidad amorfa y sin sentido, si pugnamos por la unidad, pero de los de abajo, los que no oprimen ni reprimen, los que no imponen ni mediatizan, pues esa unidad fantasma por la que tanto nos proponen de nada serviría, pues estas mafias sindicales y sociales no saben de hermandad, de solidaridad y honestidad, y no van a estar nunca dispuestos a moverse por algo que no les reditué política o económicamente, ya lo hemos visto en infinidad de ocasiones, donde estuvieron esos esfuerzos cuando la represión en atenco? Y eso que ellos supuestamente están con la gente de atenco también, donde estuvieron esas organizaciones en tantas ocasiones en que hemos sido golpeados no solo nosotros y nosotras, si no mas hombres y mujeres de muchos lados, a ellos no les importan las alianzas si no pueden sacar un provecho para sus propios fines, no podemos entablar alianzas con estos grupos hipócritas y represores, pues ellos mismos son quienes golpean a nuestros compañeros y compañeras de sus sindicatos cuando no están dispuestos a seguirlos, con los de abajo si podemos trabajar, pero nunca con sus cúpulas…
La CND de López obrador…
Respecto a este movimiento, nosotros no pugnamos por la toma del poder de nadie, aun cuando se reconozca que el triunfo electoral haya sido de López obrador, no podemos ni debemos participar en ese movimiento que tiene como único postulado el posicionamiento político de AMLO, su equipo de los mejores delincuentes que encontró y su podrida cúpula partidista, no podemos ni debemos aliarnos en ese sentido nunca con esas gentes que solo están cuando necesitan de la gente y las organizaciones…no podemos aliarnos con esas gentes que cuando son gobierno alientan mafias sociales lidereadas por ellos mismos, y que a los movimientos sociales les reprimen si no están con ellos, pues si también en este movimiento sabemos la mayoría podrá ser gente honesta, hermanos y hermanas de los pueblos trabajadores y no explotadores y con ellos no tenemos mayor problema mas que la diferencia de ideas, pero su movimiento, sus decisiones le pertenecen a la cúpula del mismo, y al partido, y no a las gentes de abajo, en ese sentido no podemos aliarnos con ellos pues de entrada y por sobre todo ellos no buscan alianzas mas que para su beneficio propio…para la gente de abajo, la honesta nosotros somos hermanos aun a pesar de las diferencias, pero con su cúpula nunca, ni hermanos ni alianzas estratégicas, y hablar de una alianza con este movimiento seria hablar de una alianza con su cúpula.
La APPO, el movimiento social de oaxaca y movimientos semejantes…
Nosotros tenemos todo nuestro respeto, admiración y hermandad al movimiento oaxaqueño, a su gente, sus hombres y mujeres, aun a pesar de diferencias que podríamos tener con muchos de sus participantes, en este sentido nuestra solidaridad es total, nuestro apoyo a esa gente, la que esta en las calles, la que guarda las barricadas, la que sueña un mundo colectivo y justo, con ellos somos irremediablemente hermanos, admiramos su lucha dispuesta a todo y reconocemos al movimiento oaxaqueño como un movimiento de los de abajo, de los pueblos, un movimiento que va mas allá de la caída de un gobernador, y de las tal vez seguras pretensiones políticas de sus cúpulas y “lideres”, y en este ejemplo es distinto al ejemplo de la CND, pues en Oaxaca si existe una organización popular colectiva y esfuerzos admirables muy a pesar de los que se dicen lideres y se asumen como cúpulas, la gente en las barricadas y en las calles son los dueños de su movimiento aun cuando las cúpulas pretendan detenerles en sus esfuerzos autónomos, en este sentido creemos podemos aliarnos con el movimiento mas allá de los lideres y las cúpulas, pues ni siquiera dentro del movimiento existe una aceptación total del liderazgo de ellos y sus cúpulas, con ellos y ellas, los que mantienen esa rebeldía viva en Oaxaca, los que defienden las barricadas y las calles, los espacios autónomos y colectivos, con ellos podemos siempre mantener una relación de hermanos y alianzas, siempre que no busquen el posicionamiento político dentro de las instituciones, ni imponer, oprimir, sojuzgar, impulsar a un grupo de gobierno que excluya a los todos y las otras los participantes, excluyéndolos de las decisiones que solo pueden radicar en los todos y todas… Nosotros y nosotras creemos que podremos aliarnos con todos aquellos esfuerzos organizativos que nos respeten, que no pretendan manipularnos, mediatizarnos, dirigirnos, con todos aquellos esfuerzos organizativos que estén dispuestos a trabajar en igualdad, equidad, horizontalidad una alianza con nosotros…que no sean las cúpula, charras o neo charras de los sindicatos, ni partidos políticos o grupos filiales de estos, ni grupos que co actúen con el poder y sus instancias. Con movimientos y organizaciones que no busquen su posicionamiento político dentro de las esferas de poder.
La posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos organizativos y luchas que se dan en México y en el mundo debe ser de apoyo y acompañamiento a todo movimiento social nacional e internacional anticapitalista, abajo y a la izquierda. Respecto a aquellos movimientos coyunturales pero con demandas legítimas la Otra Campaña puede pronunciarse según las circunstancias.
Partiendo del balance que hace de la situación actual la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, nosotros pensamos que otros esfuerzos organizativos que hoy caminan en México, son organizaciones nacidas coyunturalmente y con intereses específicos. En este sentido, no hay en México otro intento organizativo que se declare plenamente de abajo y a la izquierda y anticapitalista, por ello pensamos que la Otra Campaña puede expresar su solidaridad con todos los movimientos sociales que quiera. Nosotros pensamos que la unión con otros esfuerzos organizativos pudiera darse solamente a partir del momento en que la Otra Campaña tenga ya hecho un Programa Nacional de Lucha, que dicho sea de paso, en el no caben reivindicaciones inmediatas o coyunturales. La posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos organizativos debe ser de reconocimiento, respeto y solamente en casos específicos, de apoyo.
Hay que tener claro que no todos los de abajo y a la izquierda se sienten convocados o identificados directamente con lo que plantea la Otra Campaña, o por lo menos no como para comprometerse con ella en su teoría y práctica, haciéndola suya. Esto no necesariamente los hace menos zurdos o menos de abajo, muchos quizá no conocen bien a bien la voz de la Otra Campaña y muchos han elegido no usar los mismos zapatos aunque vayan por el mismo camino.
En este sentido, reconocemos la autonomía de quienes conformamos la Otra Campaña, es decir, si por fuera de la Otra Campaña los grupos quieren relacionarse con grupos de poder aún sabiendo que contradicen los diferentes puntos de la 6a. pues adelante, pero no deben hablar o actuar a voz de la Otra Campaña ni tampoco traer sus negociaciones al interior de la Otra Campaña en tanto que como la Otra Campaña no queremos relacionarnos con la gente que explota, que oprime, que mata, que impone. Es decir, vemos con importancia que haya una distinción por parte de los colectivos, grupos, individuos, comunidades, etc., cuando toman decisiones como tal y cuando se toman como la Otra Campaña. Aunque si la honestidad los vistiera, esos grupos simplemente no firmarían la SDSL desde un inicio.
Decimos NO con aquéllos que buscan en la Otra Campaña la escalera para alcanzar la puerta de los de arriba, o con quienes buscan regalitos, posiciones, ventajas, puestos públicos, del poder o de quien aspira a él, no con partidos políticos, llamamos a no hacer política con los charros y neocharros, con movilizaciones/organizaciones controladas por partidos políticos institucionales y fuerzas del empresariado, la jerarquía católica o los poderes capitalistas del extranjero, no con aquéllos que busquen imponer, no con aquéllos que buscan reproducir la política de los de arriba, no con aquéllos cuya lógica sea excluir en discurso y en práctica la política del otro haciendo acuerdos arriba para imponer abajo, no con los que tratan de resolver desde arriba los problemas de nuestra Nación. También pensamos que es fundamental no menospreciar las experiencias de otros por más "pequeños" que sean.
Decimos no a ninguna oferta que venga del enemigo, el capitalismo, así como de cualquier instancia que con su hacer promueve la permanencia del mismo pues aliarnos con ellos implica fortalecerlos.
Bajo esta lógica general, nuestras alianzas deben tejerse, de modo prioritario, con los y las no organizad@s, con las personas, colectivos y organizaciones que NO están en la lógica de conquistar posiciones en las instancias del poder capitalista pero buscan construir otra manera de relacionarnos.
Por otro lado, pensamos que frente a las expresiones corporativas de la lucha social, la Otra Campaña debe mantener un discurso abierto que reconozca la justeza de las luchas (reivindicaciones salariales, defensa de los recursos naturales, luchas de los pueblos, contra los fraudes electorales, etc.) y una denuncia permanente sobre el comportamiento de los dirigentes. Pensamos que no es lo mismo el o la compa que se moviliza por lo que l@ afecta y lo hace con los medios que tiene a su alcance, que el dirigente que está tratando de seguir teniendo su espacio de poder, sus privilegios materiales y políticos. La Otra Campaña debe ser capaz de cobijar bajo sus palabras y sus pasos, las aspiraciones de tod@s los que luchan en nuestro país.
También pensamos que La Otra Campaña debe ser capaz de responder más ágilmente ante los grandes movimientos que vivimos. Tal ha sido el caso de la APPO, frente a la cual solo hasta diciembre de 2006, la Otra Campaña lanzó una iniciativa nacional y unitaria, de carácter similar a lo que se ha hecho por los presos de Atenco, para apoyar a l@s compas de la APPO.
La propuesta que emerge de esta experiencia es que en los casos en que la movilización social se plantea contra el poder establecido (renuncia de Ulises Ruiz) y NO está dirigida por un grupo o partido político que forma parte de ese poder (como en el caso del PRD y la peje-movilización), La Otra Campaña debe discutir y en su caso aprobar una solidaridad decidida.
No estamos de acuerdo ni queremos hacer alianzas con partidos políticos oficiales, institucionalizados; ni con instituciones gubernamentales de ningún tipo y nivel; ni con la iniciativa privada. Por lo demás creemos que debe ser una propuesta que permanezca abierta al pueblo.
A MI ME GUSTARIA QUE LA OTRA DEFIENDA SIEMPRE LOS METODOS DE PREGUNTAR Y AVANZAR SEGÚN LAS RESPUESTAS. SI HAY UN ESFUERZO NACIONAL QUE CHOQUE CON ESE METODOS Y QUE EMPIECE A TOMAR DECISIONES DESDE LA CABEZA, ENTONCES ESO YA NO LE CORRESPONDE A LA OTRA Y NOS TENDREMOS QUE ABRIR DE ESOS ESFUERZOS, Y HACER OTROS. CON RESPECTO A LOS PRINCIPIOS CREO QUE PODREMOS ENCONTRAR MAS ALIANZAS QUE SE CONGREGEN EN UN ESFUERZO NACIONAL. Y CON RESPECTO A LAS FORMAS CREO QUE ES CUESTION DE HABLARNOS UNA Y OTRA VEZ A NOSOTROS MISMOS (LOS MAS LOCOTES RADICALES) PARA HACERNOS VER QUE POR EJEMPLO PEGARLE A LOS POLICIAS COMO EN ATENCO NO ES UNA FORMA, QUIZA POR AHORA, A LA QUE DEBAMOS DE RECURRIR. PACIENCIA Y SI NOS LLEGAN AL COPETE (MAS) PUES ENTONCES SI ENTRE TODOS SALEMOS A PEGARLE A LOS POLIS DE FORMA ORGANIZADA PUES ENTONCES SI , TAMBIEN ESA FORMA SERÁ VALIDA. POR EJEMPLO A UN MOVIMIENTO COMO EL DE LA APPO, AUNQUE PARECEIRA QUE ALLI TAMBIEN HAY MUCHO PERREDISTA LES DEBERIAMOS DE DECIR QUE RESPETAMOS QUE SU ORGANIZACIÓN LOS PERMITA PERO QUE NOSOTROS LES RECOMENDAMOS QUE LOS TENGAN BAJO LA LUPA PARA QUE NO DESPUES SAQUEN NOMAS AGUA PA SU MOLINO. RETOMANDO EL CASO DE LA APPO CREO QUE NOS DEBEREMOS DE UNIR A LA GENTE DE ABAJO A LA IZQUIERDA DE LA AAPO Y AQUÍ SI YA HAY UNA DIREFENCIA DE UNIRNOS CON LOS QUE NOS POSICIONAMOS EN UN SOLO SITIO.
Creo que todo tipo organización es valida, sin embargo la Promotora, Frentote, Diálogos Nacionales etc., reúnen las características esenciales de lo que No queremos que este en la Otra, pues hemos visto como hacen alianzas con partidos políticos, que no queremos; con los gobiernos, que tampoco queremos; confluyen ahí “personajes” de dudosa reputación que le han hecho mucho daño al movimiento, llámense líderes sindicalistas charros, u organizaciones “patrocinadas” por el gobierno. Todos ellos no deben de tener cabida en la Otra Campaña. Sería poco ético y coherente aceptarlos y más en este momento de definiciones. Cualquier otro tipo de organización que no tenga características “aberrantes” creo que bien puede ser cobijada por/en/con la Otra.
La Otra Campaña, en los momentos actuales es una alianza de comunidades, partidos, grupos, colectivos e individuos. Esa peculiar configuración prefigura de sí la política de alianzas que como organización pudiera tener, y que se derivaría de las prioridades fijadas en el programa nacional. El elemento nodal, de cualquier manera, es el carácter anticapitalista de las luchas y plataformas, así como la distinción entre los compañeros ocasionales y los compañeros de lucha.
La Otra Campaña es en sí misma un bordado de alianzas. Primero debemos trabajar en conocernos y fortalecernos hacia adentro. Aunque llevamos más de un año de trabajo en este paso de conocernos, esta tarea nunca termina.
En este tiempo de definiciones la posición de la Otra debería ser la de apoyar las luchas populares que estén abajo y a la izquierda, o con quienes respeten los principios de nuestra organización.
Debemos construir alianzas coyunturales muy puntuales, como en el trabajo por liberar a l@s pres@s políticos del país, sin importar las posiciones de sus organizaciones o si son o no adherentes a la Sexta.
Buscaremos alianzas en caso de represión, pero con las reservas de lo complejo que puedan tener otros movimientos o luchas.
3) Sobre la política de alianzas de La Otra Campaña, (a quién apoyamos, con quiénes nos unimos), o dicho de otra manera, ¿cuál debe ser la posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos organizativos y luchas que se dan en México y en el mundo?, responderlo es fácil una vez que se han clarificado los puntos anteriores, sobre todo lo que se plantea en la primera pregunta y sus respuestas. En opinión del PPS de México, La Otra Campaña debe apoyar y colaborar con todos los que compartan nuestros ideales, la lucha anticapitalista, antimperialista y por el socialismo, en México y el mundo. En el caso de nuestro país, una tarea fundamental de la izquierda comunista y revolucionaria hoy es la de contribuir a la construcción de un gran bloque social amplio e incluyente, que pueda llegar a ser una fuerza capaz de vencer al imperialismo y sus servidores locales. La Otra Campaña puede y debe llegar a ser un afluente muy significativo de ese bloque.
5) Sobre quiénes están convocados y quiénes no, es decir quiénes deben formar parte de La Otra Campaña y quiénes no deben participar en la misma, consideramos que lo definen adecuadamente los puntos "1.g" y "1.a" de la primera respuesta: deben considerarse convocados y participar todos los trabajadores de la ciudad y el campo y todos los agraviados por el neoliberalismo y el imperialismo, que estén de acuerdo en asumir una posición anticapitalista y antimperialista, y a luchar por una sociedad socialista.
26 comentarios:
"Bueno, se acabó la lista de oradores. Voy a hacer algunos comentarios. Las posiciones están más o menos claras. A nombre del EZLN les hago un llamado a las compañeras de los pueblos indios y a los que hemos llamado otros afectos para lograr que estos compañeros que hoy debatieron con tanta pasión este tema debatan con la misma pasión los temas de género, de los pueblos indios y todos los que están quedando de lado. Me parece que no hay que sentirse heridos por las críticas que se han hecho. A nosotros, del EZLN, lo menos que nos dicho es que somos distribuidores de un conocido refresco de cola y hemos aguantado. Y es mejor que se digan aquí en público a que se digan por abajo. Nosotros estamos partiendo de que todas las críticas que hemos recibido de ustedes ahora en la Sexta y antes, porque conocemos sus publicaciones y lo que han dicho de nosotros, no fue lo que nos trajo aquí sino su práctica de izquierda. Y hacemos estas críticas con afán de avanzar. Todos debemos defender el derecho a la crítica, sin pasarnos de rosca, por supuesto, y no hay que sentirnos ofendidos. La salud mental de la Otra Campaña está basada en este intercambio de crítica y autocrítica. Voy a contar la historia de lo que pasó, compañeros, porque muchos no entienden cómo llegó este problema aquí.
El trabajo que me encargaron a mí los compañeros del EZLN es ir recabando las propuestas con los problemas que se iba a detectar. Yo no podía, con ningún derecho, eliminar unos u otros. Desde la primera reunión, con organizaciones políticas, los compañeros de organizaciones políticas nos plantearon esos tres problemas. En reuniones bilaterales, organizaciones políticas de izquierda nos dijeron que era necesaria una posición del EZLN sobre la Promotora Nacional de la Unidad contra el Neoliberalismo y que había que entrarle, unos. Otros dijeron, “no, no hay que entrarle. Hay que hacer otra cosa” y otros dijeron “no, ese proyecto está ahorita dormido, pero si le entramos lo vamos a levantar”. Eso se los dijimos en las reuniones de antes en las intervenciones que hicimos. Nosotros respondimos que eso iba a ser un problema de la Otra Campaña, de nosotros los que estamos aquí, de los que no están pero son adherentes y por lo tanto lo planteamos. En una de las reuniones bilaterales nosotros, los que estamos en la Comisión Sexta de las reuniones preparatorias, nos reunimos con los compañeros de la Promotora y les preguntamos directamente si estaban pensando invitar al EZLN o a la Otra Campaña a la Promotora. Nos dijeron que no. Que pensaban que eran dos proyectos diferentes y que en todo caso se tenían que apoyar, y nos explicaron lo que estaban haciendo. Nos dijeron que lo que estaban haciendo es tratando de coincidir, como lo explicó el compañero del FPR, algunas contradicciones que se presentaban entre los líderes charros que se veían afectados por el neoliberalismo y haciendo alianzas, hay que decirlo claro, así nos lo dijeron a nosotros. Haciendo alianzas para echar atrás las reformas estructurales. Así nos lo dijeron. Y nosotros dijimos “está bien”. Y nosotros les ofrecimos desde el principio respeto a sus modos. Que no íbamos a criticar su política de alianzas. Lo cumplimos y lo vamos a seguir cumpliendo. Pero nosotros dijimos “está bien, pero nosotros no le entramos a eso. No le entramos porque nosotros, a diferencia de lo que dijo Édgard, que dijo ’94 y ’95 y se le olvidó decir 2001, porque en 2001 nosotros modificamos completamente nuestra… alianzas posibles con sectores progresistas de la clase política y eso excluye a los charros. Según nuestra concepción no hay nada que hacer ahí. Nada. Entonces lo que están haciendo es moviendo para acomodarse ellos pero no va a resultar nada. Esa fue decisión del EZLN en base a lo que pasó con la ley indígena. Conforme avanzaron las reuniones preparatorias supimos que teníamos compañeros del IMSS, de telefonistas y de otras partes. Entonces, como EZLN, porque nosotros decimos que cada organización debe mantener su independencia y autonomía y seguir con su política de alianzas, no podemos, éticamente, establecer ningún tipo de relación con los que están oprimiendo a nuestros compañeros porque ya son nuestros compañeros. Ni con Hernández Juárez, ni con Porfirio Muñoz Ledo, ni con Vega Galina porque ya son nuestros compañeros. Entonces ¿qué cara les vamos a dar si estamos haciendo tratos con el otro? Y nosotros les decíamos a los compañeros de la Promotora: “Está bien, nosotros respetamos eso. Dicen que han tenido avances. No los vamos a cuestionar. Nosotros no le podemos entrar”. Les dijimos claro. Estaba Higinio, estaba Gloria. No nos inviten porque si nos invitan vamos a decir que sí y nosotros no vamos a aceptar estar sentados teniendo enfrente a Camacho, Muñoz Ledo, a Hernández Juárez y a Vega Galina y a Agustín Rodríguez sin hacer un pancho. Vamos a hacer un desmadre y entonces vamos a joder la estrategia de la Promotora de hacer estos acuerdos. Ni tampoco vamos a aceptar sentarnos a un lado de ellos sin hacer un relajo, pues, un desmadre. Les dijimos así. Hay cosas que podemos hacer como EZLN y cosas que no podemos hacer. Lo que no podemos hacer porque detrás nuestro se va mucha gente que confía en nosotros es traicionar a éstos que ya son nuestros compañeros aliándonos con esa gente. Lo que nosotros proponemos es que cada organización siga su política de alianzas, que la Otra Campaña no se meta en ese problema, y que como EZLN pues nos respeten esa decisión. No vamos a hacer ningún trato con los charros. Como quiera, entonces, la propuesta queda para votarse. Se pone a discusión, que se continúe, que se presenten todos los argumentos que se dieron y se siga discutiendo en los colectivos, ¿están de acuerdo, compañeros? Levanten la mano, por favor, si están de acuerdo. Gracias. ¿En contra?"
Subcomandante Insurgente Marcos, plenaria del 17 de septiembre en Caracol La Garrucha.
"Antes de dar la posición del Espacio de Coordinación Zapatista ante la alianza o no con otras organizaciones creemos importante mencionar algunos conceptos y elementos que ayuden a la Otra Campaña al momento de tomar una decisión en este sentido.
- Es importante hacer la diferenciación entre frente, entendido como la creación de organismos permanentes de varios esfuerzos organizativos bajo una serie de ejes en común y, unidad de acción, como la coordinación de acciones concretas sobre uno o dos ejes específicos.
- Se debe considerar la utilización de alianzas estratégicas, alianzas coyunturales y alianzas tácticas.
- Para tomar una decisión sobre el ejercicio de una alianza, es importante analizar la situación o coyuntura que en la que se vive, considerando las fuerzas que se están moviendo tanto a nivel nacional como internacional, para saber con quién, cómo, en qué términos, qué tanto beneficia y afecta al movimiento.
Como Espacio de Coordinación Zapatista consideramos que, ante la necesidad de construir una gran fuerza que enfrente al capitalismo y logre una transformación social, resulta sumamente indispensable que la Otra Campaña no avance sola. Y para ello, requiere una política de alianzas sólida y estratégica que fortalezca al movimiento y a la lucha, sin perder de vista sus principios acordados (expuestos en el primer punto de este documento).
Consideramos que la definición de alianzas es un proceso en el cual vamos reconociendo con mayor profundidad los diferentes actores en esta lucha, a la vez, que se van configurando diferentes órdenes de la realidad, dando origen a coyunturas y necesidades que nos irán dando los elementos sobre con quién y cómo es necesario hacer estas alianzas. Por lo tanto, con respecto a las organizaciones que se mencionan en este punto, Frentote, Diálogos Nacionales, e incluso Sindicatos, entre otros, requieren de una mayor discusión.
En el caso de la Promotora, al declararse adherente a la Sexta y a la Otra Campaña, creemos que no es necesario realizar ese debate."
Política de alianzas.
Planteamiento del problema:
Lograr una política de alianzas exitosa ha sido la preocupación de una porción mayoritaria de las organizaciones de izquierda; sin embargo pocas han resultado fructíferas, en gran parte debido al sectarismo y al carácter coyuntural de las mismas, de tal forma que éstas han terminado en escisiones y disolución de los vínculos.
En primer lugar habría que reconocer a La Otra Campaña como el resultado de una política de alianzas, la del EZLN, quien ha convocado a través de la Sexta Declaración a otros sectores de la izquierda anticapitalista a realizar un esfuerzo conjunto.
Pero más allá de la política de alianzas del EZLN o la de las demás organizaciones entre sí, de donde deriva La Otra Campaña como una unidad, ha surgido la preocupación acerca de cuál es la política de alianzas a seguir por parte de esta nueva unidad. Así, surgieron propuestas tales como la participación de La Otra Campaña en otros esfuerzos como la Promotora de la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo, los Diálogos Nacionales y el Frente Campesino Indígena Social y Popular. Incluso, algunos adherentes propusieron que La Otra Campaña debería participar en el lopezobradorismo con el fin de no dejar a la ultraderecha durante otro sexenio en el poder.
Estas propuestas dieron lugar a largas discusiones en las que mayoritariamente nos pronunciamos por no participar en dichas propuestas unitarias pues constituían propuestas de subordinación de La Otra Campaña a dichos proyectos, la encarrilaban por las vías reformistas y electoreras, y dejaban de lado la formación de una propuesta distinta con pretensiones de lograr una unidad más amplia y decididamente anticapitalista.
La discusión no resuelta acerca de este punto, nos llevó en el caso de Atenco a practicarla de la siguiente manera: Se aceptó que personas y organizaciones no adherentes a la sexta participaran en la defensa de Atenco el 4 de mayo y se sumaran a las movilizaciones y bloqueos promovidos por La Otra, sin embargo no se aceptó participar conjuntamente, como Otra Campaña, junto con otras organizaciones, en la toma de decisiones referentes al plan de acción ni tampoco conformar otro tipo de espacio “amplio” del cual formáramos parte como Otra Campaña.
Después, cuando vino la crisis post-electoral el debate recorrió a las organizaciones de la otra ¿Qué postura tomar?
Algunos propusieron que la otra participara en las movilizaciones lopezobradoristas, y resucitaron sus argumentos de que ahí estaba el pueblo y de que buscaban evitar la consolidación de la ultraderecha en el poder, algunos más, la mayoría, decidieron continuar la construcción de La Otra como alternativa anticapitalista sin participar en dicho proceso.
El debate al seno de las plenarias no llegó a un resolutivo conjunto, y así, tenemos que las organizaciones que planteaban la alianza con el lopezobradorismo y el PRD lo hiciera de facto y la unidad de La Otra Campaña quedara minada de manera que todavía no podemos contabilizar.
Recientemente, cuando el gobierno de Ulises Ruíz comenzó a reprimir deliberadamente al movimiento popular oaxaqueño se dio nuevamente una discusión que atraviesa el problema de las alianzas, en esta ocasión, el caso se ve rodeado de varias circunstancias, en la APPO, están compañeros de La Otra Campaña, pero no participan a nombre de ella ni tampoco son un sector mayoritaria dentro de la misma, sin embargo, a convocatoria expresa del EZLN, nos hemos sumado como Otra Campaña a apoyar las demandas de la APPO y solidarizarnos con la lucha justa del pueblo oaxaqueño.
Esta situación nos genera la siguiente pregunta ¿Quiénes son esos de abajo, de abajo y a la izquierda, o de abajo y a la izquierda anticapitalista que aún no están con nosotros en LOC?
Se trata de organizaciones, grupos y colectivos que no han leído la sexta o bien, habiéndola leído decidieron no adherirse por distintos motivos; también organizaciones, grupos y colectivos que participaron en otros esfuerzos de unidad de abajo y a la izquierda reunidos con fines coyunturales; también, sectores de abajo que optaron por apoyar el lopezobradorismo, podemos encontrar también sectores que luchan abajo, se asumen de izquierda pero no han logrado forjar un perfil anticapitalista.
Así pues, consideramos que La Otra Campaña debe definir una política de alianzas clara, que no nos meta coyuntura tras coyuntura a polemizar sobre la misma, ésta, debe ser lo suficientemente inteligente para no perder su rumbo propio, pero generando al mismo tiempo la capacidad de sumar a más y más gente a la lucha contra el capitalismo.
En este sentido es necesario plantearnos preguntas tales como ¿Para qué aliarse con alguien distinto? ¿Bajo qué principios y limitaciones podemos hacerlo? ¿Qué esperamos obtener con esto? Para nosotros La Otra Campaña sí puede establecer alianzas, pero deben estar sujetas al análisis y a nuestros principios y objetivos. Concebimos entonces dos tipos de alianzas:
1.- Alianzas Tácticas o coyunturales: Son aquellas que se establecen con otras fuerzas, organizaciones o personas para atender una situación en específico, en este caso, LOC puede evaluar que alguien fuera de ella misma está compartiendo de facto algún objetivo con nosotros, y siendo que a ambos nos conviene resolverlo, se puede coyunturalmente hacer un esfuerzo conjunto con ese “otro”. Sin embargo esto no puede ser reducido a una cuestión de conveniencia, es necesario que existan las condiciones de confianza y ética suficientes para poderlo hacer, de otra manera podríamos terminar por justificar la alianza con sectores corruptos u oligarcas en aras de la conveniencia y esto no sería correcto. Es importante recalcar que estas alianzas no implican necesariamente unidad orgánica, no por ser solidarios con otros sectores de abajo que luchan, quiere decir que debemos formar un esfuerzo organizativo conjunto, esto implicaría otras complejidades, aún así, en LOC existen posiciones que sugieren formar esfuerzos organizativos comunes entre nosotros y los movimientos o fuerzas políticas que se encuentran luchando por algo considerado justo, progresista, democrático o bueno; para nosotros lo más importante es que no por atender a objetivos de corto plazo o coyunturales, se deje en segundo término nuestra lucha frontal contra el capitalismo, o bien que en aras de avanzar tácticamente nos olvidemos de lo estratégico.
La alianza que ha establecido La Otra Campaña con el pueblo de Oaxaca que lucha por algo justo, desde abajo pero que no forma parte de ésta, constituye un ejemplo de alianza táctica o coyuntural, en donde LOC se ha solidarizado con ellos pero sin formar unidades orgánicas con los mismos.
2.- Alianzas Estratégicas o Programáticas: Esto se daría bajo el supuesto de que otro esfuerzo organizativo, de abajo, a la izquierda y anticapitalista coincida en lo fundamental, con el Programa Nacional de Lucha de La Otra Campaña y se pueda pensar en conjuntar esfuerzos para dar golpes definitivos al capitalismo a fin de derrocarlo; en este caso habría que plantearse hasta dónde deben conjuntarse los esfuerzos o incluso la posibilidad de formar un esfuerzo organizativo común. En este caso, señalamos que aunque reconocemos la existencia de otras organizaciones anticapitalistas y, tomando en cuenta la etapa actual de La Otra Campaña, consideramos que en estos momentos no existen las suficientes condiciones para establecer una alianza estratégica con ellos
PROPUESTA:
Ésta debe considerarse según sus fines, partiendo siempre del hecho de que la alianza se establece con alguien distinto a uno. Las alianzas que establezca La Otra Campaña se realizarán con otras fuerzas y actores cualitativamente distintos a la misma, pero donde se consideren las condiciones suficientes para avanzar algún camino juntos; aquí se refiere a aquellos grupos, frentes, organizaciones o personas que luchen desde abajo y de manera honesta pero que por alguna razón no cumplen con los requerimientos de convocatoria a La Otra Campaña o bien, no forman parte de ella por alguna u otra razón.
En este sentido proponemos los siguientes puntos:
1.- La Otra Campaña podrá establecer alianzas tácticas o coyunturales con grupos, organizaciones e individuos que luchen abajo por una causa justa, de manera honesta y sin estar subordinados al control de algún sector de la clase dominante o del Estado. Esto implica, apoyar algunas de sus acciones, pronunciarse a favor de ellos y en algunos casos participar de manera conjunta en alguna actividad. Esto no implica unidad orgánica, es decir, La Otra Campaña no se fusionaría con ese grupo, organización o persona en una misma estructura.
2.- Si en algún momento existe otra organización, grupo o fuerza que coincida en el Programa de La Otra Campaña, se podrá establecer una alianza Estratégica o Programática con ellos. Esto implica avanzar con aquella otra fuerza en todos aquellos caminos que conduzcan al derrocamiento del capitalismo y haya coincidencia en las tácticas y métodos de lucha. Una alianza de estas características sólo podría establecerse a través de la aprobación en el Consejo Nacional de La Otra Campaña(o cualquiera que sea la máxima instancia de decisiones en La Otra Campaña).
3.- La Otra Campaña no establecerá ningún tipo de alianza con ninguna fuerza, agrupación o partido político que esté disputando la gestión del Estado Burgués o tenga por finalidad tomar parte en las pugnas existentes al interior de la clase dominante y del Estado.
Sobre este punto...
Organizativos. Promotora, frentote, diálogos nacionales.
En este punto se discutió que la otra campaña debe construir sus propios espacios y tiempos. Y sumándonos a esfuerzos organizativos.
3. En lo personal, no quiero trabajar con nadie de los cinco dedos de la estupidez:
1) policia, militares, o agentes de “inteligencia” del estado.
2) partidos politicos. Si reciben un centavo de cualquier organo del gobierno, que no sean admitidos a trabajar en la Otra. Tenemos que aprender a ser totalmente independiente del mal-gobierno, y eventualmente el capitalismo...lo más rápido posible. Si trabajamos el lado de alguien quien si recibe apoyo economico de un partido por ejemplo, que siempre mantangemos nuestra independencia, y lo declaramos siempre cuando estamos en este accion. Por ejemplo, no me gustaria saber que la Otra recibe ordenes del APPO, pero tambien lo veo muy necesario su iniciativa y los ojetivos del APPO, eliminar a Ulises Ruiz; nos falta un appo para el estado de Mexico, y bueno todo Mexico el pais. Entonces trabajamos el lado de ell@s, hasta el punto que decidimos.
3) educación del mercado. Esta aqui es dificil parami, siendo un maestro de ingles. Siempre intento enseñar desde un punto de partido anticapitalista, pero, tampoco quiero estar con gente hipocrita quienes luchen sabado y domingo y regresen a la estupidez lunes a viernes.
4) autoridades de religion instituciónalizado, con excepción a los de la teología de liberación autenticos.
5) medios de comunicación capitalistas (comerciales).
Los demas si. Si alguien se encuentra en uno de los 5 y quiere trabajar con, o ayudar a nosotr@s; que entienda y aprenda que es lo que hacemos, y renuncie a los 5, por que no me interesa hacer cosas que resuelten ser diluidas o corrompidas.
Si esta haciendo el trabajo de la Otra, pero no es adherente, que no chille cuando nosotr@s no le apoyamos en algo que no nos parece. Que los no-adherentes entienden que siendo adherentes pueden cambiar la identidad de la Otra, y tener voz y influencia con nosotr@s, l@s anticapitalistas.
Videos de policías, militares e "inteligencia" presentes en la marcha-mitin del 27 de octubre de 2006 que caminó desde Insurgentes Sur hasta CU, y luego estuvo en el centro comercial de Perisur.
Parte 1:
http://www.youtube.com/watch?v=ruefI23In3g
Parte 2:
http://www.youtube.com/watch?v=eA7E-fUmR3A
Plantear la unidad de acción con otros esfuerzos diferentes a la Otra Campaña, puede tener sus riesgos o posibilidades según la fuerza y organización con la que le entremos a la “política de alianza”; si estamos débiles a la hora de una “alianza”, es probable que intenten utilizarnos para sus propios objetivos; si no tenemos claros los límites de dicha alianza podemos diluirnos en ella y perder nuestra autonomía.
La unidad de acción con otras iniciativas requiere que previamente veamos cuáles son las contradicciones que nos diferencian, a qué tipo de acuerdos podemos llegar y qué debilidades y fortalezas tenemos para no diluirnos en el “aliado” o para que éste no nos imponga su lógica.
No debemos tomar en cuenta a la hora de una alianza, a quienes tengan otros intereses particulares, como es el caso de la señora Elena Poniatowska quien realiza acciones partidistas a favor del PRD y sus candidatos. Particularmente no deberíamos plantear alianzas con quienes sirven a los intereses de los aparatos ideológicos del Estado, como Marta Lamas, Patria Jiménez y Jesusa Rodríguez, entre otras y otros intelectuales que firman de conformidad con la candidatura de Obrador, de Patricia Mercado o de cualquier otro candidato.
No deberíamos plantear alianzas con organizaciones que utilizaron el recorrido del 3 y 4 de mayo del sub., en el D.F. para luego candidatearse y más adelante al no ganar, regresar “impune” a la Otra Campaña. Nos parece que con iniciativas que tienen relaciones profundas con partidos políticos no tenemos nada que hacer, salvo que se trate de solidarizarnos con la raza ante alguna agresión.
“Contra el SIDA, el silencio y la discriminación:
Organización, movilización
Y resistencia ciudadana.”
Consideraciones previas:
*Sabemos que existen otras luchas que han escogido otros caminos, pero no nos aliaremos con aquellas que:
-Hacen alianzas con la clase política o coquetean con ella, porque uno de nuestros principios básicos es la autonomía frente a las clases dominantes.
-Subordinan los referentes éticos y los principios a la táctica política.
*Las alianzas que sí haga la Otra Campaña con otras organizaciones deben ser en función de las definiciones propias de la Otra, de sus principios y de sus objetivos.
*La política de alianzas de la Otra va más allá de con quién marchar y con quién no; implica un nivel de compromiso y de compañerismo que tendríamos que asumir.
*En este momento La Otra Campaña no es una organización sino un conjunto de organizaciones, y éstas demandan respeto a la política de alianzas de cada organización, siempre y cuando estas alianzas no contravengan los principios y objetivos de La Otra Campaña (por ejemplo, mientras que no se discuta y se acuerde entre todos los adherentes de la Otra el asunto de la APPM, algunos adherentes pueden formar parte de ese esfuerzo por su cuenta, en el margen de autonomía que tiene su organización, pero sin representar a La Otra).
*La Otra Campaña debe definir una política de alianzas en el nivel nacional e internacional, explicitando los principios que la regulen, sabiendo que no necesariamente serán idénticos para ambos niveles:
A NIVEL NACIONAL
a) A quién NO apoyar:
-Al Frentote
-A la Promotora por la unidad contra el neoliberalismo
-A los Diálogos Nacionales
-Al Frente Amplio Progresista
b) A quién SI apoyar:
-A otros movimientos que sen anticapitalistas, de abajo y a la izquierda e independientes de la clase política.
A NIVEL INTERNACIONAL
-Nuestro primer nivel de relación y apoyo debería ser con los compañeros que se han adherido a la Sexta Internacional, pero debemos buscar los mecanismos por los cuales la Sexta mexicana pueda relacionarse con todas las organizaciones, pueblos, individuos, colectivos y familias adheridas a la Sexta Internacional, más allá de la relación que guardan directamente con el EZLN.
-Deberíamos instrumentar un mecanismo de enlace internacional que pueda representar de algún modo a todos los que estamos organizados en la Otra Campaña de México y el Otro lado.
-Debemos analizar si la condición de aliarnos solo con gente que tenga total independencia de la clase política en sus países se aplica en todos los casos en el terreno internacional. (¿Relación con los Foros Sociales Mundiales, etc?)
No lo hemos discutido a fondo. Hay una diversidad de posiciones en el Sector y por eso cada una en sus organizaciones o en lo individual presentará una postura al respecto. Dada la complejidad de los tiempos y nuestra forma de trabajo, y porque entre nosotras hay nueve presas políticas, no nos ha sido posible abrir los suficientes espacios para la discusión, y seguimos en búsqueda de una estructura que nos permita, por ejemplo, agilizar el mecanismo de comunicación entre nosotras.
“El EZLN establecerá una política de alianzas con organizaciones y movimientos no electorales que se definan, en teoría y práctica, como de izquierda, de acuerdo a las siguientes condiciones: No hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino tornar en cuenta siempre la opinión de quienes participan...” (Sexta Declaración de la Selva Lacndona, junio de 2005)
Consideramos que la política de alianzas se debe dar en dos niveles: el primero es el de los movimientos emergentes y de resistencia que se dan a corto plazo, y en segundo lugar los que están más definidos a mediano y largo plazo, por ello:
a) Apoyamos a los movimientos sociales de resistencia y autonomía
b) Apoyamos a la gente de abajo que lucha desde la izquierda corno en Atenco. la APPO en Oaxaca, y en general con todos aquéllos que durante el recorrido de la otra campaña se hayan identificado con ésta y se estén organizando de manera autónoma e independiente de los partidos políticos electoreros y oportunistas.
c) Apoyamos a los adherentes, simpatizantes y a todos los que están con los principios de la Sexta Declaración.
d) Apoyamos y nos unimos a quienes comparten el proyecto de la Sexta Declaración y de la otra campaña.
e) Nos unimos con todos (as) los luchadores (as) sociales cuyos objetivos sean comunes a los nuestros, en México y en el mundo.
Las alianzas deben estar basadas en los principios éticos, luego entonces, haremos alianzas con aquellos con los cuales tengamos objetivos, principios comunes y una visión de futuro. Con movimientos y no con líderes, dando prioridad a las necesidades de la gente.
La política de alianzas pasa necesariamente por la definición del rumbo que queremos darle al proceso que hoy llamamos La Otra, por la direccionalidad e intencionalidad que definamos y por el análisis de periodo sustentado en el programa nacional.
Asimismo, distinguimos entre alianzas, apoyo solidario y coincidencias, la primera tiende hacia la unidad, las otras responden a una necesidad de apoyo.
Creo que una de las debilidades de La Otra es el tema alianzas, ya lo comenté respecto a la incapacidad de alianza con la clase obrera el 1 de mayo. Y respecto al retraso, en cuanto al pronunciamiento sobre la APPO.
Sobre la Promotora, el Frentote y los Diálogos poco puedo opinar, se dieron en los tiempos en que el EZLN estaba copado por la sociedad civil y desde mi punto de vista se inclinaba al reformismo y no a la revolución. Sé que hubo muchos problemas para dar continuidad a estos proyectos, debido a la falta de autonomía de los mismos respecto al EZLN, que acabaron, algunos siendo eco, pero sin capacidad de propuestas autónomas. En sus filas nacieron caudillitos, con cuotas de poder, por el sólo hecho de tener acceso al sub. Sin embargo, repito, no lo conozco de cerca.
Sobre las diferencias con otros esfuerzos nacionales, diré algo respecto a las críticas y posición frente al PRD, expresadas en “La geografía del poder”, me pareció correcto expresar, demarcarse y desenmascarar a la socialdemocracia. Definirse, ocupar un lugar en la izquierda, necesariamente lleva a señalar diferencias y rupturas. Esta posición radical, mostró un rostro socialista del EZLN, que si bien, aparece y desaparece del discurso, es un horizonte dibujado con la convocatoria a los de abajo y a la izquierda.
En este mismo sentido la relación respecto a otros movimientos insurreccionales, ha tenido cambios importantes, en la primera etapa civilista, el EZ se ocupó de desmarcarse respecto a otros movimientos armados. Posición que comenzó a cambiar en 2001, cuando aceptó la declaración del EPR (ya escindido), de que cuidaría la marcha de la tierra. ¿Alianzas o no? Lo correcto, pienso, es el respeto a otros esfuerzos de organizaciones, que como el EZ, son político-militares.
La postura de La Otra al respecto a alianzas con otros..., no puede ser pensada a priori, en el proceso de la agudización de la lucha de clases, la Otra va buscando alianzas, y demarcaciones, bajo los principios que nacen de mirar hacia abajo y a la izquierda sin concesiones.
¿Por qué?
Las alianzas deben pensarse en diferentes niveles: vincular, articular y fusionar, son distintas maneras de acercarse con otros procesos organizativos. Acotar puntos conjuntos de lucha, con tiempos y objetivos precisos, articular proyectos a corto, mediano y largo plazo, o fusionarse ser uno con el otro.
¿A quienes apoyamos?
A los pueblos en lucha contra el capitalismo, sea defensa de recursos humanos, o naturales. A los condenados a morir dentro del capitalismo globalizado. A los sectores vulnerados en pobreza o pobreza extrema. A los presos políticos, a los discriminados, emigrantes, explotados, reprimidos, despreciados por la voracidad capitalista.
¿Por qué?
Ellos están abajo, no necesariamente a la izquierda, pero no tienen nada que perder más que sus cadenas. Ellos están ávidos de un futuro con dignidad, justicia, libertad y democracia.
¿Con quienes nos unimos?
Con los que nos busquen para trabajar y luchar por el Otro México descubierto y testimoniado por La Otra campaña, y por los que resisten y luchan en contra del capitalismo.
En esos espacios es evidente la presencia de los partidos políticos (PRI, PRD, PT y otros) y de líderes charros (de la UNT y otros), es decir están ahí la clase política y dirigentes de sindicatos y de organizaciones sociales con los que nada tenemos en común, con los que no hay nada qué hacer, acaso denunciar su oportunismo. Ahí mismo, abajo, hay mucha gente honesta y sincera pero que no es la que decide las acciones, sólo las acata. No es ahí desde donde la Otra Campaña crecerá, por más que se argumente que ahí están las “masas”. Nuestro trabajo no es ir a los lugares desde donde los políticos y los líderes charros deciden acciones utilizando la movilización de la gente, para denunciarlos; ahí es el terreno de ellos. Nuestro trabajo está abajo, en la calle, en los barrios, en las comunidades, en las fábricas, en las escuelas, con la gente, acompañando sus luchas, tendiendo puentes con otras rebeldías, con otras resistencias.
Éste es para nosotr@s uno de los puntos más importantes a discutir en el seno de la Otra Campaña; pues de ella saldrá en buena medida el rostro, la palabra y el caminar que dirá a otros esfuerzos organizativos qué es y qué no es la Otra. En ése sentido, coincidimos con quienes hacen distinción entre las alianzas tácticas o coyunturales (a quién apoyamos) y las estratégicas o programáticas (a quién nos unimos); instalándose además en el plano nacional y en el internacional. Así, pensamos que en tanto no se define claramente el Programa Nacional de Lucha, la Otra debería tener como punto de partida para sus alianzas los criterios con los que decida quiénes están convocados y quiénes no, lo mismo que las características fundamentales que la definan.
Así, aquellos esfuerzos susceptibles de ser apoyados por la Otra Campaña tendrían que colocarse necesariamente abajo y a la izquierda, tener un carácter decididamente anticapitalista y antineoliberal; luchar por democracia, libertad y justicia verdaderas sin simulaciones; articularse por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud y educación dignas; comprometerse por garantizar el acceso universal a la información veraz, oportuna y objetiva como parte sustancial de una cultura distinta a la institucional, oficial, dominante y hegemónica; pugnar por relaciones tolerantes, respetuosas, autocríticas, fraternas, solidarias, leales, igualitarias, equitativas y justas entre sus integrantes, independientemente del género, sexo, edad o condición social al que pertenezca; manifestarse activamente por la liberación y la presentación con vida de tod@s l@s pres@s y desaparecid@s polític@s y en contra de todas las formas de represión habidas y por haber, y denunciar abiertamente a quienes tienen la explotación, la opresión, la discriminación, el despojo y el maltrato como modus vivendi y operandi.
Partiendo de aquí y mirando los distintos esfuerzos políticos con incidencia más o menos nacional que distinguimos, creemos que respecto a la Promotora Nacional de Lucha contra el Neoliberalismo y el Frente Sindical, Campesino, Indígena, Social y Popular, así como de los Diálogos Nacionales que, entendemos, intentan erigirse como el espacio donde ambos esfuerzos coincidan, la Otra Campaña no puede establecer alianzas tácticas o coyunturales, es decir, no puede apoyarlos, pues en el seno de éstos participan organizaciones que no se han deslindado clara ni decididamente del proyecto neoliberal capitalista, aliándose con partidos políticos que tienen entre el clientelismo y la traición a la palabra empeñada sus modos de hacer política y volviéndose cómplices de los sectores industriales y empresariales que más explotan y oprimen a obrer@s y campesin@s. Sin embargo, creemos que con algunas organizaciones, si bien no se pueden establecer alianzas estratégicas o programáticas, sí se pueden tejer alianzas tácticas; pero más en un sentido de relación bilateral directa con éstas y no con el esfuerzo organizativo (Frentote, Promotora o Diálogo Nacional) en su conjunto.
De igual manera, y de hecho aún de modo más determinante, creemos que la Otra Campaña no puede apoyar ni unirse a la Convención Nacional Democrática lopezobradorista ni, mucho menos, al Frente Amplio Progresista que bajo reglas electorales han conformado el Partido de la Revolución Democratica, el Partido Convergencia y el Partido del Trabajo; pues ninguno de estos esfuerzos organizativos han virado de manera mínima a la izquierda y actúan políticamente en los terrenos de lo electoral; es decir, arriba.
Finalmente, vemos en el proceso de lucha protagonizado por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) un importante esfuerzo organizativo con el cual la Otra Campaña sí puede establecer alianzas, por lo pronto tácticas o coyunturales, y que, más aún, dado el recrudecimiento actual de las hostilidades hacia ella y para con las organizaciones, grupos, colectivos y personas que en ella se articulan, la Otra Campaña debe apoyar de manera decidida sin titubeos. Es verdad que el proceso de lucha de la APPO tiene como punto de partida una lucha que no necesariamente es anticapitalista aunque sí partiera de abajo; pero, a lo largo de los meses y de la respuesta conjunta de la clase política y los sectores en el poder en su contra, con una escalada represiva que sólo habíamos visto en Texcoco y Atenco y que inclusive ya le ha rebasado, ésta se ha radicalizado y convertido en ejemplo de digna resistencia para la Otra, como lo es la lucha autonómica de los Municipios Autónomos en Rebeldía Zapatistas y sus Juntas de Buen Gobierno.
A estas alturas, la APPO ya no va sólo por la renuncia de un mero gobernante estatal ni por mejores salarios y condiciones de trabajo; sino por darle vuelta a la página de opresión que el sistema político mexicano representa constituyéndose en un poder abajo y para l@s de abajo que tendrá que ser necesariamente anticapitalista o no será, y la Otra Campaña está obligada a caminar a su lado.
Creemos que estos ejemplos sirven para determinar qué esfuerzos organizativos apoyamos y qué esfuerzos no, en el ámbito nacional; en cuanto a lo internacional, retomamos de nuevo a Aguirre Rojas cuando opina que la Otra Campaña debe estar con el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil y con los sectores más radicales de los piqueteros argentinos, lo mismo que con los grupos más avanzados de la CONAIE, y con las comunidades indígenas bolivianas más de izquierda. Y puede entonces mirar con simpatía y apoyar a los grupos y a las clases subalternas venezolanas en muchas de sus actuales iniciativas populares, y también a ciertos procesos de la llamada revolución bolivariana, sin dejar de criticar los evidentes límites e inconsecuencias de Hugo Chávez, apoyando también a las clases subalternas de Bolivia, mientras mantiene, no obstante, una clara distancia crítica respecto de la tibia y oscilante actuación de Evo Morales. Quizás, para terminar este punto y pasar al siguiente, nosotr@s agregaríamos una actitud similar para con los pueblos cuyos gobiernos latinoamericanos se ostentan como de izquierda pero resultan funcionales al neoliberalismo y al capitalismo, o que terminan por reproducir mecanismos de control social, político, cultural y militar más propios de la derecha que de la izquierda; entre los primeros ubicamos a los dignos pueblos ecuatoriano, uruguayo, argentino, chileno o nicaragüense, y entre los segundos distinguimos al ejemplar pueblo cubano. Es decir, volviendo a Aguirre Rojas, que la Otra Campaña debe apoyar a los de abajo que están a la izquierda y que son anticapitalistas, mucho más que a los líderes políticos o a los presidentes, o a ciertos dirigentes que pretenden representar y acaudillar a esos subalternos latinoamericanos; que en el plano internacional tienen sus reflejos en los pueblos de Palestina y Euskal Herria.
Por último, ahora sí, y en tanto hombres y mujeres de teatro; de manera particular no estamos de acuerdo en que la Otra Campaña se ligue a personalidades que si bien parecen estar a la izquierda lo hacen del mismo modo que quienes se asocian con partidos políticos y grupos empresariales o industriales explotadores. Hombres y mujeres como Víctor Hugo Rascón Banda, Jesusa Rodríguez, Elena Poniatowska, Luis de Tavira o Roger Bartra son sin lugar a dudas faros intelectuales que quienes estamos en la Otra Campaña no deberíamos dejar de visitar ni de mirar con honesta atención, pues de su palabra o su accionar pueden surgir llamadas de atención que nos impidan caer en sectarismos y divisionismos que de nada nos son útiles en la lucha contra el capitalismo; pero, dicho lo anterior, no habría que perder de vista las alianzas que ést@s tienen con el sistema, los partidos políticos o inclusive la derecha, vía expresiones supuestamente de izquierda como la llama socialdemocracia.
No se trata de caer en actitudes puristas ni de terminar pareciéndonos a los panistas que queda que piensan en la palabra cultura se llevan la mano a la pistola; pero si laboralmente nosotr@s mism@s quizás tuviéramos relación con algun@ de ell@s, no creemos que ésta se deba traducir en una relación política, salvo ciertas alianzas tácticas que tengan que ver, por ejemplo, con la lucha por la liberación y presentación con vida de l@s pres@s polític@s (pues creemos que ésta es una lucha que deberíamos adoptar tod@s). Así, y para que se tome en cuenta, decimos que tejer alianzas con VHRB es hacerlo también con alguien que lo mismo negocia con el PRI, con el PAN o con el PRD; con Jesusa, una declarada perredista, y algo parecido sucede con Paco Ignacio Taibo II y Elenita; con Roger Bartra, sería hacerlo con quien supone que del panismo y en particular de Calderón Hinojosa saldría la izquierda moderna que este país necesita, y con De Tavira, es aliarse con el maestro que cada montaje puede llegar a costar el presupuesto destinado a los teatros en comodatos del IMSS de todo un año y con quien inclusive se escondió cuando se le invitara a participar de la primera presentación de Mujeres Sin Miedo.
La otra campaña debe ser respetuosa de otros esfuerzos de coordinación en nuestro país. No debe calificarlos ni denostarlos. Sin embargo, tampoco puede ir a su encuentro, para ningún tipo de un idad o convergencia. Otros esfuerzos (CND, Promotora, Diálogo Nacional) utilizan estrategias y tácticas que no podemos compartir como otra campaña. Esos esfuerzos no pueden ser catalogados como rivales o como traiciones. Son esfuerzos distintos al nuestro, con los que no compartimos, en especial, una forma de hacer política. La otra campaña debe mantenerse siempre respetuosa, tolerante con otros esfuerzos de coordinación; pero también siempre autónoma, independiente y crítica de esos esfuerzos.
La otra campaña debe buscar el mayor diálogo, encuentro y posible articulación con otros esfuerzos globales e internacionales. La otra campaña debe hacer un enorme esfuerzo de organización nacional pero no debe aislarse de los movimientos antisistémicos del planeta entero y de algunas de sus principales redes. La otra campaña, sin embargo debe privilegiar el encuentro con aquellas luchas antisistémicas, de izquierda anticapitalista, de abajo que por todo el mundo simpatizan con la lucha zapatista y con la iniciativa de la otra campaña.
Este punto creemos a sido indirecta o directamente abordado en puntos anteriores, la otra campaña es para todos aquellos y aquellas que estén dispuestos a trabajar en colectivo, equidad, respeto y apoyo mutuo, autonomía, sin coadyuvar con las distintas esferas de poder, estatal, sindical, político, económico, etc.,dentro de este documento según nuestra idea y pensar, la otra campaña es para todos y todas los que estén dispuestos a trabajar en horizontalidad, sin centralismo y entonces si gente de otros esfuerzos organizativos se suman son bienvenidos mientras no pertenezcan a las cúpulas sindicales, institucionales, a las cúpulas y esferas del poder, entonces los compañeros de otros esfuerzos organizativos no pueden ser rechazados(a pesar de las diferencias que podamos tener con ellos) si están dispuestos a trabajar en equidad, horizontalidad, respeto en nuestras relaciones mutuas, en el sentido que acordemos todos y todas los de la otra campaña mientras no pertenezcan a las cúpulas y esferas de poder, mientras no las impulsen, es decir la otra campaña no puede aceptar ni relacionarse con los charros sindicales, a los grupos que oprimen y deciden a y por los compañeros obreros, campesinos, habitantes, etc., ni a aquellos que tengan funciones en las directivas institucionales ni gubernamentales, a aquellos que intenten llevar a la otra campaña a una relación, o alianza con estas cúpulas de poder, con la clase política, a aquellos que pretendan jalar a la otra campaña a sus formas e ideas o servirse de la otra campaña para crecer sus viciadas formas de organización.
Obviamente no podemos llegar a alianzas con ningún partido político o con entes de la clase política, sindicatos charros ni neo charros y mucho menos con sus cupulas, ni con grupos que estén en dinámicas electorales o de la clase política.
Por otro lado creemos que la otra campaña de ninguna manera puede llegar a acuerdos ni a alianzas con esas cúpulas, pero si con los trabajadores, esperando ellos mismos lleguen a prescindir y a romper con sus lideres sindicales, con l@s trabajador@s, l@s de abajo, l@s de las bases de esas organizaciones y sindicatos deberemos ser respetuosos, solidarios, compañer@s, pero nunca con las cúpulas, debemos mantenernos aparte de esas cúpulas pues son parte de este sistemas, son parte de las cadenas y de la enajenación y la mediatización de los y las trabajador@s, ¡¡con l@s trabajador@s de abajo, de base, somos hermanos, de las cúpulas y sus dirigentes, jamás!!, entonces debemos mantenernos aparte de los esfuerzos donde estén las cúpulas pero sin rechazar a las gentes de abajo que se puedan acercar a la otra campaña. No podemos llegar a alianzas con grupos que pretendan sobreponerse sobre nosotros y nosotras, y no por que seamos la verdad absoluta, ni por que tengamos que ser nosotros la dirección de ningún movimiento, si no por que nosotros decidimos sobre nosotros y no podemos apoyar a grupos que pretendan un posicionamiento político en las esferas del poder. Por otro lado si podemos tener alianzas con grupos que no estén en estas dinámicas y estén dispuestos a respetarnos como nosotros debemos de respetar por igual, con grupos que no quieran utilizarnos de trampolines políticos, dirigirnos o mediatizarnos.
Respecto al frentote, la promotora y los diálogos nacionales…
En estas instancias seguro habrá gente honesta, de abajo, pero también están y son los que dirigen estos esfuerzos organizativos las cúpulas sindicales, miembros de la clase política, y sus actuares van siempre coadyuvando con las instancias de poder político de distintos ámbitos, y estos lideres sindicales son los mismo que se enriquecen a costa de los y las trabajadoras, son los mismos que mediatizan los esfuerzos de sus integrantes honestos, son los mismos que excluyen a los mas de la toma de decisiones, son los mismo que reprimen a aquellos trabajadores y trabajadoras que piensan distinto, que no están dispuestos a alimentar su poder y sus tranzas, con ellos no podemos llegar a una política de alianzas, sabemos que hay quienes pugnan por una unidad fantasma, amorfa, y que a demás pretenden dirigir ellos, nosotros no podemos estar por un unidad amorfa y sin sentido, si pugnamos por la unidad, pero de los de abajo, los que no oprimen ni reprimen, los que no imponen ni mediatizan, pues esa unidad fantasma por la que tanto nos proponen de nada serviría, pues estas mafias sindicales y sociales no saben de hermandad, de solidaridad y honestidad, y no van a estar nunca dispuestos a moverse por algo que no les reditué política o económicamente, ya lo hemos visto en infinidad de ocasiones, donde estuvieron esos esfuerzos cuando la represión en atenco? Y eso que ellos supuestamente están con la gente de atenco también, donde estuvieron esas organizaciones en tantas ocasiones en que hemos sido golpeados no solo nosotros y nosotras, si no mas hombres y mujeres de muchos lados, a ellos no les importan las alianzas si no pueden sacar un provecho para sus propios fines, no podemos entablar alianzas con estos grupos hipócritas y represores, pues ellos mismos son quienes golpean a nuestros compañeros y compañeras de sus sindicatos cuando no están dispuestos a seguirlos, con los de abajo si podemos trabajar, pero nunca con sus cúpulas…
La CND de López obrador…
Respecto a este movimiento, nosotros no pugnamos por la toma del poder de nadie, aun cuando se reconozca que el triunfo electoral haya sido de López obrador, no podemos ni debemos participar en ese movimiento que tiene como único postulado el posicionamiento político de AMLO, su equipo de los mejores delincuentes que encontró y su podrida cúpula partidista, no podemos ni debemos aliarnos en ese sentido nunca con esas gentes que solo están cuando necesitan de la gente y las organizaciones…no podemos aliarnos con esas gentes que cuando son gobierno alientan mafias sociales lidereadas por ellos mismos, y que a los movimientos sociales les reprimen si no están con ellos, pues si también en este movimiento sabemos la mayoría podrá ser gente honesta, hermanos y hermanas de los pueblos trabajadores y no explotadores y con ellos no tenemos mayor problema mas que la diferencia de ideas, pero su movimiento, sus decisiones le pertenecen a la cúpula del mismo, y al partido, y no a las gentes de abajo, en ese sentido no podemos aliarnos con ellos pues de entrada y por sobre todo ellos no buscan alianzas mas que para su beneficio propio…para la gente de abajo, la honesta nosotros somos hermanos aun a pesar de las diferencias, pero con su cúpula nunca, ni hermanos ni alianzas estratégicas, y hablar de una alianza con este movimiento seria hablar de una alianza con su cúpula.
La APPO, el movimiento social de oaxaca y movimientos semejantes…
Nosotros tenemos todo nuestro respeto, admiración y hermandad al movimiento oaxaqueño, a su gente, sus hombres y mujeres, aun a pesar de diferencias que podríamos tener con muchos de sus participantes, en este sentido nuestra solidaridad es total, nuestro apoyo a esa gente, la que esta en las calles, la que guarda las barricadas, la que sueña un mundo colectivo y justo, con ellos somos irremediablemente hermanos, admiramos su lucha dispuesta a todo y reconocemos al movimiento oaxaqueño como un movimiento de los de abajo, de los pueblos, un movimiento que va mas allá de la caída de un gobernador, y de las tal vez seguras pretensiones políticas de sus cúpulas y “lideres”, y en este ejemplo es distinto al ejemplo de la CND, pues en Oaxaca si existe una organización popular colectiva y esfuerzos admirables muy a pesar de los que se dicen lideres y se asumen como cúpulas, la gente en las barricadas y en las calles son los dueños de su movimiento aun cuando las cúpulas pretendan detenerles en sus esfuerzos autónomos, en este sentido creemos podemos aliarnos con el movimiento mas allá de los lideres y las cúpulas, pues ni siquiera dentro del movimiento existe una aceptación total del liderazgo de ellos y sus cúpulas, con ellos y ellas, los que mantienen esa rebeldía viva en Oaxaca, los que defienden las barricadas y las calles, los espacios autónomos y colectivos, con ellos podemos siempre mantener una relación de hermanos y alianzas, siempre que no busquen el posicionamiento político dentro de las instituciones, ni imponer, oprimir, sojuzgar, impulsar a un grupo de gobierno que excluya a los todos y las otras los participantes, excluyéndolos de las decisiones que solo pueden radicar en los todos y todas…
Nosotros y nosotras creemos que podremos aliarnos con todos aquellos esfuerzos organizativos que nos respeten, que no pretendan manipularnos, mediatizarnos, dirigirnos, con todos aquellos esfuerzos organizativos que estén dispuestos a trabajar en igualdad, equidad, horizontalidad una alianza con nosotros…que no sean las cúpula, charras o neo charras de los sindicatos, ni partidos políticos o grupos filiales de estos, ni grupos que co actúen con el poder y sus instancias. Con movimientos y organizaciones que no busquen su posicionamiento político dentro de las esferas de poder.
La posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos organizativos y luchas que se dan en México y en el mundo debe ser de apoyo y acompañamiento a todo movimiento social nacional e internacional anticapitalista, abajo y a la izquierda. Respecto a aquellos movimientos coyunturales pero con demandas legítimas la Otra Campaña puede pronunciarse según las circunstancias.
Partiendo del balance que hace de la situación actual la Sexta Declaración de la Selva Lacandona,
nosotros pensamos que otros esfuerzos organizativos que hoy caminan en México, son organizaciones
nacidas coyunturalmente y con intereses específicos. En este sentido, no hay en México otro intento
organizativo que se declare plenamente de abajo y a la izquierda y anticapitalista, por ello pensamos que
la Otra Campaña puede expresar su solidaridad con todos los movimientos sociales que quiera. Nosotros
pensamos que la unión con otros esfuerzos organizativos pudiera darse solamente a partir del
momento en que la Otra Campaña tenga ya hecho un Programa Nacional de Lucha, que dicho sea
de paso, en el no caben reivindicaciones inmediatas o coyunturales. La posición de la Otra Campaña
frente a otros esfuerzos organizativos debe ser de reconocimiento, respeto y solamente en casos específicos, de apoyo.
Hay que tener claro que no todos los de abajo y a la izquierda se
sienten
convocados o identificados directamente con lo que plantea la Otra
Campaña, o por lo menos no como para comprometerse con ella en su
teoría y
práctica, haciéndola suya. Esto no necesariamente los hace menos zurdos
o
menos de abajo, muchos quizá no conocen bien a bien la voz de la Otra
Campaña y muchos han elegido no usar los mismos zapatos aunque vayan
por
el mismo camino.
En este sentido, reconocemos la autonomía de quienes conformamos la
Otra
Campaña, es decir, si por fuera de la Otra Campaña los grupos quieren
relacionarse con grupos de poder aún sabiendo que contradicen los
diferentes puntos de la 6a. pues adelante, pero no deben hablar o
actuar a
voz de la Otra Campaña ni tampoco traer sus negociaciones al interior
de
la Otra Campaña en tanto que como la Otra Campaña no queremos
relacionarnos con la gente que explota, que oprime, que mata, que
impone.
Es decir, vemos con importancia que haya una distinción por parte de
los
colectivos, grupos, individuos, comunidades, etc., cuando toman
decisiones
como tal y cuando se toman como la Otra Campaña. Aunque si la
honestidad
los vistiera, esos grupos simplemente no firmarían la SDSL desde un
inicio.
Decimos NO con aquéllos que buscan en la Otra Campaña la escalera para
alcanzar la puerta de los de arriba, o con quienes buscan regalitos,
posiciones, ventajas, puestos públicos, del poder o de quien aspira a
él,
no con partidos políticos, llamamos a no hacer política con los charros
y
neocharros, con movilizaciones/organizaciones controladas por partidos
políticos institucionales y fuerzas del empresariado, la jerarquía
católica o los poderes capitalistas del extranjero, no con aquéllos que
busquen imponer, no con aquéllos que buscan reproducir la política de
los
de arriba, no con aquéllos cuya lógica sea excluir en discurso y en
práctica la política del otro haciendo acuerdos arriba para imponer
abajo,
no con los que tratan de resolver desde arriba los problemas de nuestra
Nación.
También pensamos que es fundamental no menospreciar las experiencias de
otros por más "pequeños" que sean.
Decimos no a ninguna oferta que venga del enemigo, el capitalismo, así
como de cualquier instancia que con su hacer promueve la permanencia
del
mismo pues aliarnos con ellos implica fortalecerlos.
Bajo esta lógica general, nuestras alianzas deben tejerse, de modo
prioritario, con los y las no organizad@s, con las personas, colectivos
y
organizaciones que NO están en la lógica de conquistar posiciones en
las
instancias del poder capitalista pero buscan construir otra manera de
relacionarnos.
Por otro lado, pensamos que frente a las expresiones corporativas de la
lucha social, la Otra Campaña debe mantener un discurso abierto que
reconozca la justeza de las luchas (reivindicaciones salariales,
defensa
de los recursos naturales, luchas de los pueblos, contra los fraudes
electorales, etc.) y una denuncia permanente sobre el comportamiento de
los dirigentes. Pensamos que no es lo mismo el o la compa que se
moviliza
por lo que l@ afecta y lo hace con los medios que tiene a su alcance,
que
el dirigente que está tratando de seguir teniendo su espacio de poder,
sus
privilegios materiales y políticos. La Otra Campaña debe ser capaz de
cobijar bajo sus palabras y sus pasos, las aspiraciones de tod@s los
que
luchan en nuestro país.
También pensamos que La Otra Campaña debe ser capaz de responder más
ágilmente ante los grandes movimientos que vivimos. Tal ha sido el caso
de
la APPO, frente a la cual solo hasta diciembre de 2006, la Otra Campaña
lanzó una iniciativa nacional y unitaria, de carácter similar a lo que
se
ha hecho por los presos de Atenco, para apoyar a l@s compas de la APPO.
La propuesta que emerge de esta experiencia es que en los casos en que
la
movilización social se plantea contra el poder establecido (renuncia de
Ulises Ruiz) y NO está dirigida por un grupo o partido político que
forma
parte de ese poder (como en el caso del PRD y la peje-movilización), La
Otra Campaña debe discutir y en su caso aprobar una solidaridad
decidida.
No estamos de acuerdo ni queremos hacer alianzas con partidos políticos oficiales, institucionalizados; ni con instituciones gubernamentales de ningún tipo y nivel; ni con la iniciativa privada.
Por lo demás creemos que debe ser una propuesta que permanezca abierta al pueblo.
A MI ME GUSTARIA QUE LA OTRA DEFIENDA SIEMPRE LOS METODOS DE PREGUNTAR Y AVANZAR SEGÚN LAS RESPUESTAS. SI HAY UN ESFUERZO NACIONAL QUE CHOQUE CON ESE METODOS Y QUE EMPIECE A TOMAR DECISIONES DESDE LA CABEZA, ENTONCES ESO YA NO LE CORRESPONDE A LA OTRA Y NOS TENDREMOS QUE ABRIR DE ESOS ESFUERZOS, Y HACER OTROS. CON RESPECTO A LOS PRINCIPIOS CREO QUE PODREMOS ENCONTRAR MAS ALIANZAS QUE SE CONGREGEN EN UN ESFUERZO NACIONAL. Y CON RESPECTO A LAS FORMAS CREO QUE ES CUESTION DE HABLARNOS UNA Y OTRA VEZ A NOSOTROS MISMOS (LOS MAS LOCOTES RADICALES) PARA HACERNOS VER QUE POR EJEMPLO PEGARLE A LOS POLICIAS COMO EN ATENCO NO ES UNA FORMA, QUIZA POR AHORA, A LA QUE DEBAMOS DE RECURRIR. PACIENCIA Y SI NOS LLEGAN AL COPETE (MAS) PUES ENTONCES SI ENTRE TODOS SALEMOS A PEGARLE A LOS POLIS DE FORMA ORGANIZADA PUES ENTONCES SI , TAMBIEN ESA FORMA SERÁ VALIDA.
POR EJEMPLO A UN MOVIMIENTO COMO EL DE LA APPO, AUNQUE PARECEIRA QUE ALLI TAMBIEN HAY MUCHO PERREDISTA LES DEBERIAMOS DE DECIR QUE RESPETAMOS QUE SU ORGANIZACIÓN LOS PERMITA PERO QUE NOSOTROS LES RECOMENDAMOS QUE LOS TENGAN BAJO LA LUPA PARA QUE NO DESPUES SAQUEN NOMAS AGUA PA SU MOLINO.
RETOMANDO EL CASO DE LA APPO CREO QUE NOS DEBEREMOS DE UNIR A LA GENTE DE ABAJO A LA IZQUIERDA DE LA AAPO Y AQUÍ SI YA HAY UNA DIREFENCIA DE UNIRNOS CON LOS QUE NOS POSICIONAMOS EN UN SOLO SITIO.
Creo que todo tipo organización es valida, sin embargo la Promotora, Frentote, Diálogos Nacionales etc., reúnen las características esenciales de lo que No queremos que este en la Otra, pues hemos visto como hacen alianzas con partidos políticos, que no queremos; con los gobiernos, que tampoco queremos; confluyen ahí “personajes” de dudosa reputación que le han hecho mucho daño al movimiento, llámense líderes sindicalistas charros, u organizaciones “patrocinadas” por el gobierno. Todos ellos no deben de tener cabida en la Otra Campaña.
Sería poco ético y coherente aceptarlos y más en este momento de definiciones.
Cualquier otro tipo de organización que no tenga características “aberrantes” creo que bien puede ser cobijada por/en/con la Otra.
La Otra Campaña, en los momentos actuales es una
alianza de comunidades, partidos, grupos, colectivos e
individuos. Esa peculiar configuración prefigura de sí
la política de alianzas que como organización pudiera
tener, y que se derivaría de las prioridades fijadas
en el programa nacional. El elemento nodal, de
cualquier manera, es el carácter anticapitalista de
las luchas y plataformas, así como la distinción entre
los compañeros ocasionales y los compañeros de lucha.
La Otra Campaña es en sí misma un bordado de alianzas. Primero debemos trabajar en conocernos y fortalecernos hacia adentro. Aunque llevamos más de un año de trabajo en este paso de conocernos, esta tarea nunca termina.
En este tiempo de definiciones la posición de la Otra debería ser la de apoyar las luchas populares que estén abajo y a la izquierda, o con quienes respeten los principios de nuestra organización.
Debemos construir alianzas coyunturales muy puntuales, como en el trabajo por liberar a l@s pres@s políticos del país, sin importar las posiciones de sus organizaciones o si son o no adherentes a la Sexta.
Buscaremos alianzas en caso de represión, pero con las reservas de lo complejo que puedan tener otros movimientos o luchas.
3) Sobre la política de alianzas de La Otra Campaña, (a quién
apoyamos, con quiénes nos unimos), o dicho de otra manera, ¿cuál debe
ser la posición de la Otra Campaña frente a otros esfuerzos
organizativos y luchas que se dan en México y en el mundo?,
responderlo es fácil una vez que se han clarificado los puntos
anteriores, sobre todo lo que se plantea en la primera pregunta y sus
respuestas. En opinión del PPS de México, La Otra Campaña debe apoyar
y colaborar con todos los que compartan nuestros ideales, la lucha
anticapitalista, antimperialista y por el socialismo, en México y el
mundo. En el caso de nuestro país, una tarea fundamental de la
izquierda comunista y revolucionaria hoy es la de contribuir a la
construcción de un gran bloque social amplio e incluyente, que pueda
llegar a ser una fuerza capaz de vencer al imperialismo y sus
servidores locales. La Otra Campaña puede y debe llegar a ser un
afluente muy significativo de ese bloque.
5) Sobre quiénes están convocados y quiénes no, es decir quiénes
deben formar parte de La Otra Campaña y quiénes no deben participar
en la misma, consideramos que lo definen adecuadamente los
puntos "1.g" y "1.a" de la primera respuesta: deben considerarse
convocados y participar todos los trabajadores de la ciudad y el
campo y todos los agraviados por el neoliberalismo y el imperialismo,
que estén de acuerdo en asumir una posición anticapitalista y
antimperialista, y a luchar por una sociedad socialista.
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