Zapateando.
Es preciso deshacer un entuerto, la desafortunada frase “Oaxaca no es Atenco”.
Esa frase arriba entrecomillada reduce al pueblo de San Salvador Atenco, Estado de México, y a su Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) a solamente las víctimas de la Policía Federal Preventiva (PFP), la Agencia de Seguridad del Estado de México (ASES) y los francotiradores del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES, cuyos uniformes de manchas camuflaje se ven en las operaciones represivas en Oaxaca), los tres grupos de policía militar que entraron a secuestrar, a golpear salvajemente, a torturar, a violar mujeres, el 3 de mayo en Texcoco y el 4, en Atenco.
Si no deshacemos el entuerto, la simplificación de esa frase, nos cerraremos la posibilidad de comprender la profundidad, la claridad y la perspectiva de mediano y largo plazo de la lucha del FPDT de San Salvador Atenco.
Si no comprendemos el error en esa frase, no podremos entender a tres de los movimientos populares más importantes en este momento en México:
1) El movimiento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, que en estos momentos lucha por la liberación de sus presos políticos recluidos en Santiaguito, La Palma y en Texcoco, así como por la total libertad de los cientos de procesados por el solo hecho de haber intentado evitar la represión en Atenco y en Texcoco. Pero también el FPDT está en pie de lucha por el cese a la violencia de estado contra el pueblo de Oaxaca.
Después de haber sufrido la agresión policiaco militar (del mismo operador de la represión en Oaxaca Ardelio Vargas Fosado) del 3 y 4 de mayo, apenas al enterarse de la represión con gases lacrimógenos, mostaza y pimienta contra el plantón de maestros de la Sección 22 en Oaxaca el 14 de junio, ya el FPDT había enviado un contingente en apoyo al plantón de los maestros en Oaxaca, por los mismos días en que nació la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Y ayer, en la megamarcha que los distintos reportes calculan entre medio millón y un millón de almas, entre ellos estaban los campesinos de Atenco.
2) El movimiento del pueblo oaxaqueño, que en estos momentos está resistiendo con asombrosos éxito y con cada vez mayores simpatías populares nacionales y mundiales a la agresión de la PFP y de los pistoleros de Ulises Ruiz.
3) El movimiento de la Otra Campaña, articulado alrededor de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Movimiento popular nacional que en este momentos trabaja en distintos espacios y movilizaciones: Sigue su recorrido por el norte, con el delegado Zero, subcomandante Marcos, escuchando a los de abajo, como parte de un proceso de organizar la rabia y hacerla una multicolor bandera de rebeldía. Con los delegados Uno, Dos y Tres de la Comisión Sexta del EZLN, comandantes Grabiela, Zebedeo y Miriam, luchando en la Ciudad de México y Atenco por la libertad de los presos políticos detenidos los días 3 y 4 de mayo, y participando en las movilizaciones de la APPO, la Otra Campaña y gente que apoya al pueblo oaxaqueño. Y resiste en las montañas de Chiapas al cerco militar que han resistido más de una década, además, cerró carreteras el pasado 1 de noviembre, como parte de una jornada nacional de lucha de la Otra Campaña en favor del pueblo de Oaxaca. Son miles de indígenas mayas con un gobierno propio: sus Juntas de Buen Gobierno, y son –no lo olvidemos– adherentes a la Otra Campaña.
La lucha del pueblo de Atenco derrotó al foxismo- panismo- priismo y perredismo en 2001, cuando doblegaron a los señores del dinero que intentaron arrebatarles la tierra para construir un proyecto de aeropuerto con intereses millonarios (lo mismo del grupo Atlacomulco que de Onésimo Cepeda).
Ojalá hoy Oaxaca sea Atenco, que Oaxaca sea en 2006 el Atenco victorioso de 2001, y sobre todo, el pueblo de Oaxaca y su APPO sean como el FPDT de 2001 a estos días: una organización que lucha con mirada nacional y con proyecto a largo plazo, con mirada futura.
Al inicio la resistencia al aeropuerto en 2001 fue liderada por perredistas, quienes intentaron agitar un movimiento abajo para negociar ellos arriba, pero cuando los mexiquenses se dieron cuenta, rebasaron a lo perredistas por la izquierda y se negaron a la claudicación. Fue entonces cuando empezaron a destacarse los Felipe Alvarez, Héctor Galindo e Ignacio del Valle y América del Valle.
En un sexenio en que los primeros en cuestionar al Fox, “héroe nacional” y “presidente legítimo”, de inicios de su sexenio fueron los zapatistas del EZLN con su Marcha del Color de la Tierra, la cual tocó los límites de la clase política, al responder ésta con la alianza PRI-PAN-PRD contra los acuerdos de San Andrés Sakamchén; y tras derrotar a Fox, el FPDT ha sido y es un movimiento en pie de lucha que apoya a todos los movimientos genuinos del pueblo mexicano como el EZLN; los pueblos guerrerenses que se niegan a ser despojados de sus tierras para que construyan la presa de La Parota, donde al menos hay ya dos muertos, con la complicidad del gobierno perredista de Zeferino Torreblanca y de la CFE; a los campesinos de Morelos y Puebla que se negaron a vender sus tierras para las carreteras del Plan Puebla Panamá, etcétera. Por eso la alianza PRI-PAN-PRD cobró venganza contra el FPDT el 3 y 4 de mayo en Texcoco y Atenco, los tres partidos son responsables de la represión y las graves violaciones a los derechos humanos en el operativo “Rescate”.
El FPDT es un movimiento que entendió perfectamente la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, ya que, como muy pocos (el Congreso Nacional Indígena -Pacífico, por ejemplo), tiene una mirada nacional y con alcance a largo plazo. Al igual que la mayoría indígena que está en la Otra Campaña, saben que si no echan abajo el capitalismo, éste acabará por arrebatarles sus tierras, montes y aguas y por reducirlos a la esclavitud como en las maquilas de Tehuacán, las de San Quintín y las de los Estados Unidos.
Por eso la operación policiaco militar en Atenco fue tan sanguinaria, y por eso ahora a los foxistas- panistas- priistas y, escondidos sin salir en la foto a todos los gobernadores perredistas y los legisladores perredistas en Oaxaca, les interesa desarticular el movimiento oaxaqueño organizado en la APPO: Porque son formas de organización popular que empiezan a construir poder popular, autoorganización, autogobierno. Eso las vuelve para los gobiernos de todos los partidos (y hasta para los gobiernos de a mentiritas) un enemigo a vencer.
Y por eso también, organizaciones que nada quieren ya con los partidos políticos ni sus candidatos (sean o se digan de izquierdas) como el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y otras organizaciones, colectivos y personas a título individual en la Otra Campaña, apoyan al pueblo de Oaxaca y a su Asamblea de Pueblos (APPO).
Así entendido, si alguien piensa que “Oaxaca no es Atenco”, el FPDT, el EZLN y la Otra Campaña piensan que “Oaxaca somos todos”.
De Atenco y su lucha indoblegable, todos, incluidos los oaxaqueños y el EZLN, tenemos mucho que aprender. Por algo el EZLN marchó en la noche de fin de 2001 e inicio de 2002, en la cual hablaron de que no había nada que hacer con los partidos y se necesitaba “otra cosa”, con antorchas y con machetes que decían “hecho en Atenco”.
Hoy los zapatistas del EZLN y el FPDT luchan por Oaxaca, porque tienen una mirada nacional y con largo alcance. No son pueblos ni movimientos que se dejen cegar por el etnocentrismo ni por vanguardismos politiqueros. Más adherentes así necesita y busca la Otra Campaña.
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