Dossier elaborado con diversas fuentes
Sección:Infancia y guerraViernes 15 de diciembre de 2006
TEXTO ELABORADO CON MATERIALES PROCEDENTES DE:
www.menoressoldado.org
www.elpais.es
www.es.amnesty.org
www.antimilitaristas.org
www.fespinal.com
www.grupotortuga.org
Hoy día hay, oficialmente, 300.000 menores combatientes en el mundo.
Reclutar niños y niñas soldado es una práctica habitual en el seno de muchos conflictos en todo el mundo. En algunos, años y años de guerra han agotado a los adultos en edad de combatir: sólo quedan niños. Los niños soldado garantizan la "protección" a muchas familias si los entregan a los ejércitos. Algunas bandas armadas reclutan niños simplemente para que no sean reclutados por el enemigo.
Pero, lamentablemente, los niños y niñas aportan "ventajas adicionales" a las bandas armadas, ya que son mejores soldados, con más vigor, obedecen sin rebelarse ni organizarse, son fácilmente reemplazables, además de fanáticos en su adhesión al grupo. Realizan labores especialmente peligrosas como desminar, espiar o misiones suicidas. Y por supuesto, cumplen una función de objeto sexual para los adultos.
Estos niños y niñas han sido secuestrados en la calle o sacados de las aulas, campos de refugiados o campos de desplazados internos. Se sabe que algunos niños se han unido a las fuerzas del ejército o la milicia de forma "voluntaria" ante la desintegración de las familias a causa del conflicto, las condiciones de pobreza y el desplome de servicios sociales básicos, como los centros educativos y de salud.
Son obligados a servir como señuelos, detectores de la posición enemiga, guardaespaldas de sus comandantes o esclavos sexuales. A menudo, también se utiliza a niños y niñas como porteadores de la munición, el agua o los alimentos y como cocineros. A menudo se les administran drogas y alcohol para hacerlos insensibles a las emociones cuando cometen estos crímenes.
En el caso de las niñas soldado, además de la brutalidad y el trauma derivados de las violaciones en sí, estas agresiones sexuales pueden producirles lesiones físicas graves y embarazos forzados, así como contagio de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Víctimas del militarismo y de las mal llamadas “misiones de paz”
Las niñas y niños son siempre víctimas en todo tipo de guerras y conflictos armados. Recientemente podíamos leer en la prensa la noticia sobre un soldado estadounidense declarándose culpable de conspirar para violar a una niña de 14 años y asesinar a los miembros de su familia en Irak. James Barker, uno de los cuatro militares acusados de la violación y de los asesinatos perpetrados en marzo del 2006 en la localidad de Mahmudiya, se había declarado culpable 24 horas antes con el fin de eludir una posible pena de muerte.
Hace muy poco, la cadena inglesa BBC descubrió nuevos alegatos de abuso sexual infantil por parte de las fuerzas de paz de Naciones Unidas. Una investigación puso de manifiesto la existencia de varios casos de prostitución de menores y violaciones por parte de integrantes de las misiones en Haití y Liberia. Niñas informaron que mantuvieron encuentros regulares con soldados de las fuerzas de paz, que las obligaban a tener relaciones sexuales a cambio de alimentos o dinero. Se han escuchado versiones de que los miembros de las misiones de paz en distintas partes del mundo han abusado de su posición, ofreciendo dinero y alimentos a cambio de sexo a las personas más pobres, vulnerables y desesperadas de nuestro planeta, muchos de ellos niños.
En Haití, por ejemplo, donde la ONU tiene desplegados más de 6.000 soldados, la BBC habló con una niña de 14 años quien contó que un soldado le ofreció dulces y dólares a cambio de mantener relaciones sexuales con ella y su amiga, una niña de 11 años. Ya en el 2004 Naciones Unidas indicó que investigaría a más de 150 personas de su misión en la República Democrática de Congo, su mayor operación de paz en África en esas fechas, por la misma razón y confirmaron la incautación de de fotos y vídeos pornográficos captados por su personal.
Los soldados de la ONU tienen inmunidad respecto a las leyes locales y depende de sus países el que sean castigados con sanciones. La mayoría de las veces simplemente son repatriados y la ONU tiene luego muy poca información de lo que sucede con ellos, en caso de que sus respectivos gobiernos hagan algo.
El dramático ejemplo de Sierra Leona
Sierra Leona, el país más pobre del mundo durante catorce años seguidos, según Naciones Unidas, ha vivido once años de guerra civil (1991-2002) que se han caracterizado por el masivo desplazamiento de civiles, el continuo saqueo, la destrucción de casas e infraestructuras, el mal uso de los recursos económicos, las terribles atrocidades cometidas a los civiles (amputaciones, violaciones, asesinatos) y el continuo secuestro de niños y niñas para ser utilizados como soldados o esclavas sexuales. Los niños secuestrados en Sierra Leona fueron utilizados como escudos humanos, esclavas sexuales y finalmente entrenados para ser soldados. Igualmente, fueron usados como espías, infiltrándoles en las ciudades y aldeas que se pretendía atacar para pasar información sobre el número de tropas enemigas, localización de las armas, elaborar listas de personas que se oponían a los rebeldes o descubrir donde estaban escondidas las reservas de comida.
Tras su secuestro, los menores eran forzados a transportar los frutos de los saqueos y la intendencia del grupo sobre sus cabezas y caminaban durante días en medio de la selva, casi sin comida, sirviendo a los que les habían secuestrado, durmiendo en el suelo. A los que no eran capaces de soportar ese ritmo o intentaban escapar, les esperaba la muerte. Para evitar fugas era normal que se les marcase en el pecho o en los brazos con cuchillas o cortes de cuchillo las siglas RUF, AFRC o SLA, según el grupo rebelde que les hubiera capturado, para así ser fácilmente reconocibles.
La vida era todavía más dura para las niñas. Su experiencia con los rebeldes solía empezar con la violación delante de todos. Niñas incluso de diez años eran forzadas a mantener relaciones sexuales diarias con cualquiera que se lo demandase. De este modo, una vez liberadas éstas presentaban traumas más profundos que los de los niños. Las más mayores solían quedarse embarazadas lo que provocaba que a menudo fueran repudiadas por sus maridos que no querían "más cargas". Este hecho explica que en los primeros tiempos del programa, entre los liberados por el grupo armado RUF, hubiera muchas niñas embarazadas.
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