20MINUTOS

Comienzo estas líneas esperando que no sea necesario volver a hablar de esto ni aquí ni en ningún otro lugar de la blogósfera. Aquí, porque La Otra Chilanga está pensada para hablar de las voces que resuenan en lo que ya va siendo una larga lucha por construir, en principio, un México nuevo y mejor, que tendrá que dar lugar a tod@s l@s que abajo y a la izquierda somos con nuestras dignidades incluidas, o no será; en la blogósfera, porque un asunto como el que ahora (y sólo ahora) abordaré no merece más tiempo que el que l@s que no tienen oficio ni beneficio le dedicarán en un par de meses más.

Como uno que otro weblog que también participa (y con mucho mejor oficio que yo) en la Otra Campaña, impulsada en principio por el EZLN y retomada por centenares de personas, familias, grupos, colectivos, organizaciones y pueblos indios en México y el mundo, La Otra Chilanga le entró a eso de concursar en el certamen Premios 20Blogs del diario digital 20minutos.es con pocas (muy pocas) esperanzas de ganar nada. Sin embargo, la experiencia significaría conocer otros proyectos similares en América Latina y no pocas bitácoras electrónicas que de igual modo mirarían hacia ésta y, a través suyo, al Otro México que se está construyendo a contracorriente de los tiempos estos en que el pragmatismo político y la indiferencia marcan el caminar del México de arriba y cada vez más a la derecha que tanto ha excluido, explotado y reprimido a su mejores hijas e hijos.

Pero resulta que lo que parecía un juego se convirtió en una carnicería. Dicha carnicería, lejos de lo que piensa la mayoría, no inició por el llamado “trapicheo” de unos bloggers que pronto llamaron la atención sobre sí dado sus elevadas votaciones (y de los que ya no vale la pena ni hablar), sino porque las reglas del dichoso certamen no estuvieron claras desde un principio. Sí, esos bloggers se vieron poco honestos aprovechándose de los vacíos en el encuadre inicial; pero sus detractores (que en realidad no fueron tantos de cara al total de concursantes) se apersonaron virtualmente con tan poca dignidad que pidieron sus cabezas cual si de una pléyade romana se tratara y el jurado fuera una especie de Cybercésar al que sólo faltó abatir su pulgar; lo que finalmente sucedió.

Más de 2 mil weblogs con banners linkeados a una página güeb no han de ser tan malos, ni sus visitas diarias, multiplicadas por el número de veces que sus bloggers votan por alguno de los otros concursantes, despreciables; así que no pasaba mucho si se cortaban las cabezas a un puñado de bloguer@s y, quizás, hasta se legitimaba el certamen. Claro, no faltó, tras el escarmiento, la amenaza: pobre de aquél que haga lo mismo. Simplemente, para vomitar.

Pero, como en todas las medidas extremas, la injusticia asomó la cabeza. Así, expulsaron del concurso a un weblog como III República, que se había estado haciendo promoción de un modo muy distinto del que los otr@s lo habían venido haciendo (y que no expulsaron) y amenazaron a otro, Nos gusta el agua, que parece que terminaron por expulsar; pero ambos se hacían una promoción que, dicho sea de paso, en más de una ocasión he visto a bloggers hacer independientemente de este certamen, porque es uno de los modos más comunes para que tu trabajo no sea una voz en el desierto virtual y nadie la lea ni la escuche. O sea que el Gran Jurado decidió expulsar a un blogger, y amenazar a una pareja más, de un concurso de weblogs por hacer precisamente lo que todo blogger hace para con su weblog; paradójico, ¿no?

Falta un par de semanas y media para el próximo uso virtual de la guillotina. ¿Quiénes serán los próximos? No lo sabremos hasta que Cyberpierre acceda a la nueva demanda del vox bloguri que, desde su falsa estatura del “yo no hago ése tipo de cosas”, pida las testas de la bloguersía temporal de este concurso. Por ahora, el estilete, con pretensiones de más largo alcance que el del buen Jack El destripablogs, apunta hacia bitácoras electrónicas que se encuentran entre las primeras cinco de la tabla general de posiciones (la que dice “Premio bloggers”); en especial una de ellas: Kasandra blog. Así que aprovechando que me he convertido en un asiduo visitante de su casa virtual escuché la larga arenga que grabó para responder a ello. Quien guste oírla puede hacerlo en su propia dirección electrónica; os la recomiendo, tiene ese estilo tan desparpajado y echado pa’lante que caracteriza a Kasandra. Yo sólo quiero retomar (y sumarme desde aquí) a la petición que dirige al autor intelectual y presidente del jurado de éste concurso (a quien por cierto le han otorgado el premio Víctor de la Serna al periodista más destacado del año) sobre contar con un Reglamento del mismo.

Personalmente, dudo mucho que dicho Reglamento se redacte ni, mucho menos, que se respete. Ya hay algo llamado Bases, cuya única prohibición quedó explicitada en el párrafo K y no tenía nada que ver con lo que ocasionó la expulsión de siete weblogs “y medio” hace unos días. Sin embargo, saludo la idea del Reglamento, porque así como la presenta Kasandra se trata de saber qué se vale hacer y qué no en este certamen; sólo por eso. Porque por lo demás, La Otra Chilanga y su desfacedor de entuertos venido a menos entró a este concurso bajo ciertas “bases” y ellas le sirven de guía, y se reserva el derecho de aceptar o no el mentado reglamento si va en sentido contrario al espíritu de libre expresión y circulación de ideas que la blogósfera (pésele a quien le pese) aún significa; al fin y al cabo no sería la primera vez que nos dieran con la puerta en las narices.

Despídome con un abrazo fraterno que siempre refrendaré a Hugo Martínez Abarca, bloguero de III República, y que hago extensivo a Alba y Álvaro, de Nos gusta el agua; así como a JuanBM, de Canto de espumas, cuya calidad moral le llevó a solicitar la cancelación de su participación en el Premios 20Blogs, y que en un comentario me (nos) confesó:

“Ante la actitud que algunos blogger estaban teniendo: una especie de mercadeo de votos; viendo los que estaban los primeros, uno se daba perfecta cuenta de que no se estaba jugando limpio. No se estaba votando por un criterio libre de calidad. Incluso uno puede pensar que había bitácoras fantasmas, dadas de alta para votar a quien las creó. Por todo ello solicité mi baja en el concurso. Considero que hacer un blog es un acto libre, creativo, que se hace para compartir ideas, en este caso miradas o palabras y, al menos yo no tenía más pretensión que conseguir más lectores, sé que hay mejores blogs que éste relacionados con la fotografía. En todo caso preferimos la cooperación que la competición a "cuchillo" que es como algunos están viviendo este concurso. Y eso creo que es insano y enajenador. Este Canto lo hacemos Juan y Tania, pero también está abierto a más personas que colaborarán en su música.”

Juan dijo algo más que, en honor a la palabra, debo agregar:

“Ya sé que 20 minutos ha tomado medidas, si no lo hubiera hecho el concurso hubiera quedado desacreditado completamente.”

Lo demás son flores a La Otra Chilanga que guardamos en donde deben estar: al lado izquierdo del pecho. Espero que con esto no sea necesario de mi parte aclarar nada más. Suscribo, con los asegunes expuestos, la palabra de Kasandra y la de JuanBM; las medidas tomadas quizás evitaron la completa desacreditación del concurso, pero no impidieron buena parte de la pérdida de su legitimidad, que sólo recobrará al premiar weblogs cuya calidad literaria, constante actualización, comunidad creada en su entorno, adaptación a las posibilidades dictadas por el medio blogueril, diseño y originalidad lo valga en verdad; creo que el Víctor de la Serna también para 20minutos y 20minutos.es lo exige y los güeblogs que ganen lo merecen.