El siglo pasado, cuando el EZLN estaba de moda, Chiapas era el destino turístico por antonomasia y los choremas del Sup competían con los libros de Carlos Cuauhtémoc Sánchez en cuanto a sus ventas (porque en cuanto al estilo el autor de Volar sobre el pantano no tenía parangón); la nariz tras el pasamontañas, que ya por aquellos años decía eso de tener las piernas más bellas del sureste mexicano con el beneplácito de quienes ahora se rompen las vestiduras por la supuesta frivolidad del fiel escudero de Don Durito de
Eran los tiempos en que la dupla Jis y Trino aparecían como invitados con su “Chora interminable” en la revista El Chamuco, donde El Rius, El Fisgón, El Hernández, El Patricio y Helguera intentaba competir (inútilmente, honor a quien honor merece) contra la clase política nacional en eso del absurdo y el humor elevados a niveles sublimes. Tiempos en que editábamos
Pues bien, para goce de a quienes sólo nos han dejado la indignación y la carcajada como única arma, Los Hijos del Averno regresan a las andadas acompañados de Carlos Monsiváis, Helioflores, Rape, Jans, Boligan y Vigo; como pueden ver, pura alma del purgatorio. Así que desde aquí queremos mandarles un abrazo virtual a quienes con sus monos se lanzan de nuevo, como dijera El Monsi en su prólogo para éste número
2 comentarios:
En verdad que te agradecemos tantas fanfarrias. Estoy encontrando en este blog una muy buena vitrina de información y reflexión.
Te orfezco una disculpa por no haber podido contestar las cartas que nos enviaste al correo del chamuco.
Desde las praderas del averno te mandamos un abrazo.
Los chamucos.
Rapé, recibir esta comunicación suya es para mí en lo personal y para La otra chilanga un apapacho marca diablo; tanto que hasta lo vamos a presumir. Gracias a usted, en verdad, por su trabajo.
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