Por: Sebastián Liera.
Febrero de 2005. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) llama en un comunicado a manifestarse “en su tiempo, lugar y modo, en contra de esa injusticia” que fue el desafuero contra el entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, porque aquél, el desafuero, no significó sino una fase de la larga intentona por parte de la derecha mexicana para evitar, primero, que fuera candidato a la presidencia de la República y, segundo, presidente electo. En aquél comunicado el otrora Subcomandante Insurgente Marcos adelantaría lo que unos meses después, en junio de 2005, sería conocido como la Sexta Declaración de la Selva Lacandona:
"El izquierdista no está capacitado para realizar cambio revolucionario alguno, porque su intolerancia doctrinaria, que lo lleva a conducirse sólo con la estrategia (el objetivo socialista) pero sin ninguna táctica concreta (ya que todo da lo mismo si no es socialista) lo aísla del protagonista real del cambio que son los trabajadores. Mientras que, por otra parte, el oportunista (que practica un realismo extremo huérfano de convicciones revolucionarias) tampoco realiza cambio alguno en una dirección revolucionaria, ya que ha renunciado concientemente a dicha posibilidad. El primero convirtió su estrategia en táctica (socialismo ya o nada), el segundo su táctica en estrategia (pues el socialismo no sería posible)."
Alberto J. Franzoia.
Cuando se ve a la izquierda no hay que dirigir la mirada hacia arriba, sino hacia abajo. Lo de arriba es sólo una claudicación con curules y gobiernos, disfrazada de moderna sensatez. La geografía de la izquierda (ojo: hablo del México de principios del siglo XXI) se extiende abajo y suele estar lejos del frenesí de arriba. Y hablo entonces de la izquierda de abajo, la marginada por esa ‘izquierda’ de arriba que tanto agrada a la derecha.Más tarde, como prefacio a la Sexta, el vocero zapatista haría pública la opinión del EZLN respecto a las elecciones; pero no sólo, la nariz tras el pasamontañas hablaría, sobre todo, de los tres partidos políticos que teniendo registro legal contaban con más posibilidades de que su candidato fuera declarado electo a la presidencia de la República en una suerte de “geometría imposible del poder”: el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El texto sería considerado por lo menos como “demasiado fuerte” por parte de no pocos politólogos y analistas; en particular para con el ya abanderado perredista, el mismo Andrés Manuel López Obrador, para quien el jefe militar zapatista dedicó calificativos que iban desde ser el “espejo de Carlos Salinas de Gortari” hasta ser el “operador del reordenamiento neoliberal”, pasando por ser “el huevo de la serpiente que anida en el gobierno de la Ciudad de México”.
Aunque a los demás partidos y sus entonces candidatos, el EZLN también dedicó una buena caterva de epítetos que los desacreditaban, la mayoría de estos estaban dedicados al PRD, según Marcos, el “partido de los errores tácticos”; a modo de un deslinde contundente “porque, en el gatopardismo de arriba, una definición no clara se convierte en un apoyo explícito”.
Al PRI, por ejemplo, le llamaría el partido del “desarrollo estabilizador”: el de la represión a los médicos, los ferrocarrileros, los electricistas; el de la matanza del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971; el de la guerra sucia en los setentas y ochentas; el de las devaluaciones; el de los fraudes electorales; el del robo, el despojo, el fraude, el asesinato a obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados; el del solitario Aburto y el aún más solitario Colosio; el del inicio de la pesadilla en Ciudad Juárez; el de “firmo un acuerdo y no lo cumplo”; el de la imposición de las políticas neoliberales que han destruido los cimientos de México; el del voto por el desafuero; el del crimen organizado en partido político. A Roberto Madrazo, su candidato a la presidencia, lo trataría de “un gangster sin escrúpulos que ha pasado de planear la eliminación de sus contrincantes a planear su seguridad para que no lo asesinen a él [pues] el PRI no tiene ligas con el crimen organizado: él forma parte de la dirección de los cárteles del narcotráfico, del secuestro, de la prostitución, del tráfico de personas.”
Al PAN lo señalaría como el partido de “la nostalgia”: la nostalgia por el Opus Dei, el MURO, la ACJM y Canoa; la nostalgia por Maximiliano, Carlota, Elton John y el tiempo en que fuimos Imperio; la nostalgia por la aspirina dominical administrada desde el púlpito del pederasta; la nostalgia por la quema de las boletas de la elección de 1988 y el cogobierno con el PRI. Y a Santiago Creel, el precandidato que perdería la elección interna de su partido frente a un Felipe Calderón que cuando era presidente de su partido se alió con el PRI para aprobar que los pasivos del Fobaproa se convirtieran en deuda pública endosada al pueblo mexicano, le llamó el gris “croupier” que encabeza “la constelación de mediocres” que conformaban la lista de candidatos presidenciales panistas.
Pero al PRD, creado tras el fraude de 1988 que le arrebatara a su candidato, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, el triunfo electoral ante el entonces candidato priísta, Carlos Salinas de Gortari; y que desde entonces se autocalificara como un partido de izquierda y, por ende, antineoliberal (lo que le ganaría el asesinato de más de 500 militantes durante los siguientes dos sexenios) le echaría en cara sus “errores tácticos” en cuanto a: aliarse al PAN en algunos estados y al PRI en otros, la contrarreforma indígena y los paramilitares de Zinacantán, Rosario Robles y los videoescándalos, el hostigamiento y la represión al movimiento estudiantil de la UNAM en 1999, aprobar la “Ley Ebrad” y la “Ley Monsanto” o ceder el Zócalo de la Ciudad de México a los monopolios de espectáculos.
Los “errores tácticos”, expresión que el líder zapatista retomaría de las declaraciones de los mismos dirigentes perredistas en el Congreso de la Unión luego de que su bancada en el Senado aprobara en abril de 2001 la ley foxista en materia de derechos y cultura indígenas, incluirían también la importación de la llamada “tolerancia cero” neoyorquina en la Ciudad de México y su consecuente persecución a jóvenes, homosexuales y lesbianas por el “delito” de ser diferentes; la traición a la memoria de sus muertos, hacer candidatos a sus asesinos y reciclar a los desaforados de las candidaturas priístas; la manipulación de las muertes de Digna Ochoa y Pável González para halagar a la derecha; así como el cortejo vergonzante para con los sectores más reaccionarios del clero; la alianza con el narcotráfico en el Distrito Federal y hacer equipo con los salinistas.
La respuesta, tanto de priístas, panistas y perredistas, como de quienes en distintas ocasiones se habían manifestado como simpatizantes del zapatismo, no se hizo esperar. Los priístas y panistas optaron por burlarse de lo dicho por los zapatistas y reciclaron incluso viejas demandas como su persecución y encarcelamiento; los perredistas apostaron, ora por el enfrentamiento de opiniones, ora por el silencio y la evasiva totales a discutir con el EZLN, y sus propios simpatizantes se dividieron entre reclamarle “lo duro” de su crítica a la única opción de que la izquierda llegara a ser gobierno nacional y entre el llamado a entender en su justa dimensión lo puesto en la mesa por el zapatismo: si “arriba”, independientemente de los partidos y sus colores, “reinan la indecencia, la desfachatez, el cinismo, la desvergüenza”; “abajo [era ya] hora de empezar a luchar para que todos esos que allá arriba desprecian la historia y nos desprecian, rindan cuentas, para que paguen”... algo parecido a lo que EZLN y CNI manifiestan en conjunto en su comunicado Que retiemble en sus centros la tierra:
Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer al poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor.
Entre la Otra Campaña y La Sexta.
Junto con su radiografía sobre la geometría del poder de arriba, El EZLN decretaría una alerta roja general que incluiría el exhorto a la sociedad civil nacional e internacional a abandonar territorio rebelde, con carácter de obligatorio en el caso de menores de edad. Así también, declararía que desde mediados de 2002 había entrado en un proceso de reestructuración de su composición político-militar y que dicha reorganización había terminado; y, además, que la alerta roja tenía como motivo iniciar una consulta a sus bases para dar un nuevo paso en su lucha, “un paso que implica, entre otras cosas, arriesgarse a perder lo mucho o poco que se ha logrado, y a que se agudicen la persecución y el hostigamiento en contra de las comunidades zapatistas.”
Tras la consulta y el levantamiento de la alerta roja, se reabriendo los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno reanudaron sus actividades, lo mismo que los concejos de los MAREZ; ése sería el marco para la emisión de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Esta vez el EZLN no convocaría, por razones obvias, a los Poderes de la Unión (como hiciera en la Primera Declaración) ni al líder moral de partido político alguno (como hizo en la Tercera Declaración); tampoco (como ocurrió en la Segunda Declaración) a una sociedad civil cuya participación no había ido, salvo importantes aunque contadas ocasiones, más allá de la mera simpatía. Llamaría a conformar, no ya un frente (como en la Cuarta Declaración), sino un movimiento con base en el zapatismo, declaradamente de izquierda, anticapitalista y antineoliberal que (a diferencia de la Quinta Declaración) no sólo lucharía por los derechos colectivos de los pueblos indígenas, sino por un nuevo pacto social que incluya a explotados y desposeídos, trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, incluyendo migrantes en Estados Unidos.
A raíz de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, el EZLN convocó a la construcción de dos iniciativas políticas abajo y a la izquierda, anticapitalistas y antineoliberales; la una, en el ámbito mundial, sería la Zezta Internacional; la otra, en el nacional, sería la Otra Campaña. ¿Por qué Otra Campaña? Porque quería diferenciarse de las campañas electorales; es decir, la política de arriba. Así, pues, la Otra Campaña llamó a hacer una política muy otra, distinta de las motivaciones que tiene la clase política. No obstante, el EZLN, lo mismo que la Otra Campaña y sus adherentes, declararon públicamente en repetidas ocasiones que no llamaban a votar ni a no votar, sino a organizarse y luchar; para algunos analistas que colaboran en los medios de comunicación impresos, en especial La Jornada, eso de no llamar a votar o a no votar era, simplemente, una payasada porque la cosa, dijeron, era binaria.
No, no era binaria. El proceso electoral federal de 2006 estaba viciado desde su origen, cuando el Consejo General del IFE se conformó con hombres y mujeres que servirían a los intereses de dos de los tres partidos políticos mayoritarios: la cosa no era ya pareja, ser parte del proceso era entonces entrar a un juego del que ya se sabía quien ganaría. Aún así, desde la Otra Campaña se compartía la mirada de que quien ganaría el proceso electoral y resultaría presidente electo sería Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición Por el Bien de Todos; integrada por los partidos políticos PRD, Convergencia y PT... pero, no fue así. Como ya todos sabemos (aunque no todos lo reconozcan) un fraude de escandalosas proporciones repitió la historia de 1988 y tras burlarse de la voluntad popular, las clases en el poder financiero, militar y político pusieron a despachar en Palacio Nacional al abanderado del derechista Partido Acción Nacional.
La derrota a la mala, no en las urnas, sino por orquestación del Poder Ejecutivo federal, los empresarios que finalmente tuvieron miedo de quien había sido su aliado, la clase política representada en el PRI, el PAN y los demás partidos políticos, el IFE y el TEPJF, derrota a la que se sumaron los propios errores del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, inmediatamente quiso ser endosada a la Otra Campaña y no faltó el ataque inclusive desde espacios antes simpatizantes del zapatismo donde Marcos fue caricaturizado (literalmente) como parte de la mafia política que le quitó a AMLO la presidencia. Desde entonces, los desencuentros entre perredistas y lopezobradoristas, primero, y lopezobradoristas y morenistas (valga la redundancia), después, para con zapatistas, simpatizantes del zapatismo y adherentes de la Otra Campaña, se traducen en acusaciones, sobre todo de los primeros a los segundos, de haberle hecho el juego a la derecha.
Pero, como preguntó reciéntemente Javier Hernández Alpízar, ¿quién, objetivamente, le ha hecho el juego a la derecha? En La Sexta Nius, cuando nos llamábamos aún La Otra Chilanga respondimos de la mano de un largo ejercicio de investigación hemerográfica realizado por Enrique Pineda: Leonel en el espejo, fragmentos partidarios de la A a la Z. El texto alude a la respuesta que diera en 2007 el otrora presidente del PRD, el ex priísta Leonel Cota Montaño, a un comunicado del EZLN con fecha del 22 de septiembre de ése mismo año; en él, el también otrora Subcomandante Marcos escribiría que:
Como en los peores tiempos del PRI, el de Abasalón Castellanos y El Croquetas Albores Guillén, el gobierno perredista de Chiapas ataca al pobre y necesitado, y corteja y beneficia al poderoso. Como cualquier gobierno de derecha, el de Juan Sabines en Chiapas sigue adelante con la represión y el despojo, pero ahora con la bandera de la izquierda y el doble aval de las dos 'presidencias' que padece nuestro país: la de Felipe Calderón (del PAN), y la de Andrés Manuel López Obrador (del PRD y, sobre todo, de sí mismo).Cota Montaño, respondió “que [Marcos] se vea contra el espejo en su posicionamiento rumbo al 2 de julio. ¿A quiénes sirvieron sus declaraciones? ¿A la izquierda o la derecha?” y que no conocía “de parte del gobierno de Chiapas ningún acto de represión, en ningún sentido, a ninguna comunidad y a ningún movimiento social del estado [...] para afirmar que hay represión en el estado de Chiapas tendría que concretarse contra quién o quiénes, contra qué movimiento o contra qué pueblos o comunidades [y Marcos] hace una declaración muy escueta que precisa poco.” La respuesta al ex presidente del PRD, reciclado por el segundo partido de AMLO (el primero fue el PRI) luego de que el mismo PRI no lo designara candidato a la gubernatura de Baja California Sur, llegó de parte del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (CAPISE), cuyo equipo declaró estar dispuesto a llevar a acabo una presentación pública con la dirigencia y la militancia perredistas para presentar la información que el líder priísta al frente del PRD decía no conocer.
A diferencia de otras ocasiones, estas agresiones han contado con el silencio de voces que antes se alzaban para protestar y demandar justicia, y que ahora callan, tal vez para que no se recuerde que aplaudieron el apoyo de AMLO a Juan Sabines y su reciente llamado a apoyar a los candidatos del PRD a las presidencias municipales y el Congreso local.
Se cumple así lo que, desde hace tres años, venimos diciendo: allá arriba no hay principios ni convicciones; hay, en cambio, ambiciones y conveniencias, y se cumple como dijimos: la izquierda institucional no es más que una derecha vergonzante, una derecha con aval ilustrado.
Un mismo crimen tiene un juicio diferenciado: si las represiones las hace el PAN, entonces hay que movilizarse y detener al fascismo; si las hace el PRD, entonces hay que perder la memoria, callar, hacer malabares ridículos, o aplaudir. En Chiapas hay un auténtico salto hacia atrás en la política de gobierno, pero no lleva el escudo de la derecha confesional, sino el de la izquierda 'moderna' y 'legítima'.
Nosotros haremos lo que sabemos hacer: resistir, no importa que estemos solos, no es la primera vez y, antes de que nos convirtiéramos en moda de cafetería, ya lo estuvimos.
Si no fuese del interés de usted invitarnos a realizar una exposición sobre lo que sucede en Chiapas, no se preocupe, el CAPISE convocará a una presentación pública, en la cual se invitará a la sociedad civil, medios de comunicación y toda la militancia de su partido que sí tenga interés de escuchar lo que sucede en el zona indígena de Chiapas.La presentación se llevó a cabo, sobra decir que ningún perredista ni lopezobradorista de esos que acusaron a la Otra Campaña de hacerle el juego a la derecha asistió.
Hacerle el juego a la derecha.
En su texto Objetivamente, ¿quién le ha hecho el juego a la derecha?, Javier Hernández Alpízar hila un conjunto de preguntas:
¿Quién contuvo las protestas postelectorales de sus fieles seguidores en 2006 y 2012 evitando que llegaran hasta la desobediencia civil y dejando pasar a los candidatos impuestos por la derecha Calderón y PEÑA? ¿Quién llevó al poder a los gobiernos de Baja California Sur que extranjerizaron las playas y las convirtieron en un enclave yanqui en México? ¿Quién llevó al poder con su apoyo electoral a los gobiernos represores, contrainsurgentes y caciquiles de Juan Sabines (Chiapas), Gabino Cué (Oaxaca), Aguirre Rivero (Guerrero), Ebrard y Mancera (Ciudad de México)? ¿Quién llevó al poder a Ebrard y Mancera, los dos gobernantes de la Ciudad de México que reprimieron, incluso cometiendo asesinatos como el de Kuykendall, a quienes protestaban por la toma de posesión de EPN? ¿Quién ha reciclado y dado nueva vida a fósiles del priismo como Bartlett, Dante Delgado, Monreal y Layda Sansores? ¿Quién se hizo de un think tan del liberalismo social salinista con gente como Manuel Camacho y Ebrard? ¿Quién guardó silencio ante la represión en Atenco, ante la masacre de Nochixtlán, ante la contrainsurgencia en Chiapas, ante la represión de los gobiernos del DF contra la Otra Campaña, la APPO y el magisterio? ¿Quién inició el proceso de gentrificación en la Ciudad de México que dejó la mesa puesta en manos de los empresarios salinistas encabezados por Carlos Slim? ¿Quién trajo, junto con Carlos Slim, a Rudolph Giulianni para elaborar el plan de Cero Tolerancia que ha orquestado la represión y la contrainsurgencia sistemática en la Ciudad de México? ¿Quién, por medio de su procurador Bernardo Bátiz, concedió impunidad a los asesinos de Digna Ochoa y la culpó de “suicidio”? ¿Quién está rodeado de una nomenklatura de mandarines mercenarios que se han dedicado a calumniar al EZLN, a los padres de Ayotzinapa, a Sicilia y a cualquiera que no se someta ante su Líder Fetiche?En su estudio Leonel en el espejo, fragmentos partidarios de la A a la Z, Enrique Pineda adelantaba hace una década las respuestas:
1. De la A a la C: Atenco, Bejarano, Cota Montaño.
2. De la D (y algo de la E): Distrito Federal (y Estado de México).
3. De la E: Empresarios.
4. De la F: Fraude.
5. De la G: Guerrero.
6. De la H: Hidalgo.
7. De la I a la N: Ixhuatlán de Madero (Veracruz), Juárez (Ciudad), Leyes, Nayarit.
8. De la O a la Q: Oaxaca, Paramilitares, Quintana Roo.
9. De la R a la T: Raúl Ojeda Zubieta, Siderurgia, Tlaxcala.
10. De la U a la Y: Unidad, Veracruz, Walmart, Yucatán.
En su Epílogo, Enrique Pineda casi concluye:
NO es el zapatismo ni la Otra Campaña quienes les dimos candidaturas y contratos a los empresarios de derecha.10 años después, Javier Hernández Alpízar parece contestarle:
No es el zapatismo ni la Otra Campaña quien hizo crecer el poder de empresarios para luego gritar horrorizados denunciando a la derecha.
No es el zapatismo ni la Otra Campaña quien se alió al priísmo para ganar poder, dinero y votos.
No es el zapatismo ni la Otra Campaña quien se alió a represores, corruptos y asesinos.
No es el zapatismo ni la Otra Campaña quien guarda silencio cómplice sobre todo ello.
¿Quién le hace el juego a la derecha?
La respuesta es la misma, el candidato eterno que ha dicho La Izquierda Soy Yo, se llama Andrés Manuel López Obrador. Su partido, como la virgen del Tepeyac, se presume de Morena. Sus seguidores piensan que ellos son la única oposición a la oligarquía (la “mafia”), pero en los hechos (desde sus gobiernos realmente existentes) han sido el brazo izquierdo del neoliberalismo que nos ha venido “matando suavemente con su capitalismo”.
Falta lo que falta.
No es la Séptima Declaración de la Selva Lacandona; pero, el comunicado conjunto entre el CNI y el EZLN pareciera dar uno de esos virajes a los que el zapatismo nos tiene acostumbrados con cada nueva declaración política. El quid de la cuestión no es, sin embargo, la lucha en lo electoral, porque ésa, para los pueblos que se sienten convocados por el mismo CNI y el EZLN, no parece ser la verdadera vía para construir el país nuevo y mejor que nos urge, seamos o no indígenas; sino, la plataforma que lo electoral significará para poner de nuevo sobre la mesa del ajedrez nacional la bota, el zapato o el huarache de los pueblos indios. Más bien, pareciera que lo que el CNI y el EZLN quieren es, además de aprovechar el momento propagandístico del circo electoral en el que todos los medios capitalistas estarán volcados, darle una vuelta de tuerca más a la forma de hacer política abajo y a la izquierda para, como se lee en la declaración del V CNI, “desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción.”
Aquí las dos primeras preguntas que saltan al pensamiento son cómo hacer ése desmontaje del poder de arriba desde abajo y si tienen el CNI y el EZLN la capacidad táctica y estratégica para hacer ése desmontaje. La primera pregunta se responderá con la praxis, ése delicado ejercicio que dicho de manera groseramente reduccionista implica estar en la acción política al mismo tiempo que se está en la reflexión ideológica para que acción y reflexión sean las dos caras de una misma moneda; pero, para que el desmontaje sea una realidad, será indispensable responder a la segunda pregunta en un escenario en el que tanto el EZLN como el CNI están aislados o, más bien, como apunta Pablo Ledezma, cercados política, militar, económica, social y culturalmente... y los pueblos y el CCRI, en tanto Comandancia General del EZLN, lo saben.
Líneas arriba, mencionaba el carácter de las seis declaraciones emitidas hasta ahora; sus destinatarios han sido de lo más diverso, empezando por los poderes Legislativo y Judicial federales de la Primera Declaración y terminando con un llamado amplio anticapitalista a “todos los explotados y desposeídos de México” para tratar de construir otra forma de hacer política, un programa nacional de lucha y una nueva Constitución, de la Sexta; no me sorprende que en la declaración del V Congreso Nacional Indígena, el llamado sea a los pueblos del mundo, los medios libres de comunicación y la Sexta Nacional e Internacional: se trata de un mirarse a sí mismas, a sí mismos, para fortalecerse hacia adentro.
Las experiencias autonómicas exitosas en México pueden contarse con los dedos; las experiencias de resistencia ni con todos los dedos de todas las manos de quienes asistieron al V CNI. ¿De qué se trata entonces?: de traducir las resistencias en algo más, acaso, en gobiernos autónomos. Por ello la declaración conjunta CNI y EZLN no es la Séptima Declaración de la Selva Lacandona: el zapatismo, en sus resistencias y en sus formas de ser y hacer gobierno, se ha convertido en una praxis consolidada ya; bajo amenaza permanente del capitalismo, pero consolidada. Lo que no se ha consolidado, salvo contadas y valiosísimas excepciones, es el CNI. A todas las experiencias de gobiernos autónomos por ahora exitosas, incluyendo las del zapatismo, les urge tácticamente que el CNI se fortalezca; de lo contrario, el capitalismo terminará haciéndolas pedazos en lo estratégico.
Empero, el fortalecimiento del CNI depende del fortalecimiento de las rebeldías y resistencias de los pueblos indios convocados en él, y unas y otras están fuera del calendario y la geometría-geografía electorales; de allí que la declaración del V CNI sea a “quienes” es: la geometría-geografía política de las rebeldías y resistencias de los pueblos indios se sostendrán en la medida en que, por un lado, los pueblos (rebeldes y en resistencia) del mundo: la Sexta Internacional, y, por otro lado, las y los no necesariamente indígenas que caminamos junto al zapatismo: la Sexta Nacional, les acompañemos, no les dejemos solos (en el entendimiento de que acompañar no es dirigir), multiplicando y replicando nuestras propias rebeldías y resistencias anticapitalistas y los medios libres no dejen/mos de dar cuenta de esas sus/nuestras luchas.
No será una tarea sencilla: el Estado capitalista, ése que en el nivel macro es capaz de echar mano de un payaso como Donald Trump para quitarle los reflectores que mostrarían en toda su crudeza a una Hillary Clinton y que en el nivel micro el lopezobradorismo no ha buscado desmantelar sino presentarnos como el mejor de los mundos posibles si se le redondean las aristas con una política clientelar nacionalista; el Estado capitalista, decía, afina todos los días los mecanismos de su aparataje de represión. Lo de menos será hacer frente a la insulsas acusaciones por parte de quienes siempre le han hecho el juego a la derecha de que hemos sido nosotros, el CNI, el EZLN y quienes caminamos junto a ellos, quienes lo hemos hecho; sabemos que mienten, ora por pereza mental, ora por conveniente amnesia, ora por cinismo oportunista. La verdadera chamba estará en no perder de vista que “para defender lo que somos, nuestro caminar y aprendizaje se han consolidado en el fortalecimiento en los espacios colectivos [medios propios de comunicación, policías comunitarias y autodefensas, asambleas y concejos populares, cooperativas] para tomar decisiones [recurriendo a] acciones de resistencia civil pacífica [y] haciendo a un lado los partidos políticos que sólo han generado muerte, corrupción y compra de dignidades.”
8 comentarios:
Estimado Hermano:
El artículo https://letrasdelnorte.org/2013/01/12/el-sub-marcos-ezln-y-psicoanalisis/ de @elpoderenmexico es el argumento que el autor utiliza para su tésis: https://twitter.com/elpoderenmexico/status/788050300498087936 La cual creo es producto de un error.
O quizá el error (según yo) está en el mencionado artículo y no en su tésis.
Lo anterior viene a cuento porque me parece encontrar una similitud entre la mencionada tésis y vuestra óptica cuando comentas: "en un escenario en el que tanto el EZLN como el CNI están aislados; cercados política, militar, económica, social y culturalmente..."
Y todo lo anterior viene a cuento porque voy a publicar (en este rincón del ciberespacio) mi artículo (quieran o no; ya vieron lo que le hice a twitter); ese donde expongo el error del Doctor Lara, pero ¿Y si no es error?
Sí, ya sé que aquí no imparten la materia de Lectura y Comprensión. Y como ya lo habrán notado, pueden evitar que irrumpa en su página con mi escrito si no responden... ¿Pero, y que tal que si al responder les sale otro artículo?
Bueno ahí se lo piensan.
Abrazo enorme Hermano
Pablo Ledezma.
Muy interesante escrito y un gusto volver por estos lares del cyber espacio y disfrutar de sus analisis.. Saludos¡
Hola, Pablo, hermano: Hay cosas de tu comentario que no termino por entender; voy, sin embargo, a lo que me parece la nuez. Creo que tienes razón. Menciono la palabra aislado cuando, más bien, debería decir cercado. Que ni el CNI ni, mucho menos, el EZLN están aislados da cuenta la red de relaciones que el zapatismo ha tendido a lo largo de más de dos décadas de aparición pública, más los lazos que desconocemos que fueron tendidos en tiempos de guarda total. Creo, ignoro por donde vaya el artículo que escribirás, que la idea de aislamiento es un sentir que el poder de arriba pretende que nos traguemos para hacer pasar a la ciudadanía y al pueblo todo que la lucha zapatista está perdida y no tiene sentido... y yo, cayendo en la trampa, no hice sino repetir el dicho sin pensármelo lo suficiente.
Pasando a lo que no entiendo, por rincón del ciberespacio, ¿te refieres a dónde?; ¿a La Sexta Nius? ¿Qué le hiciste a Twitter?... En fin, que no entiendo a qué te refieres con los últimos dos, acaso tres, párrafos de tu comentario, anteriores a tu abrazo; ¿podrías explicármelo?
Abrazo de retache.
Anónimo, muchas gracias por pasearse por estas virtualidades; celebro mucho que le haya parecido interesante lo expuesto en mi crónica-collage-memoria-recuento de hechos a partir de los textos de Enrique Pineda y Javier Hernández Alpízar y saludo que lo haya disfrutado. Abrazo grande.
Sebastián:
Y bueno, sí, me refería a la página de la sexta nius.
Con lo de twitter me hice el chistosito para tratar de ocultar mis divagaciones:
http://wearechange.org/exclusive-interview-new-world-hackers-responsible-for-historic-u-s-internet-outage/
Y lo de esos párrafos "raros" (no quiero ser muy duro conmigo mismo) es porque no sabía cómo decir lo que ahora expongo:
El artículo del doctor Lara me dejó una sensación rara: como que sí es verdad lo que dice, pero no de quién lo dice.
Como era una "sensación", pos difícil era encontrar de por dónde venía. Luego leí tu artículo y la "sensación" se hizo más grande (sí, por la palabra esa de "aislado").
Después, ya con tu respuesta me animé a seguir buscando lo que faltaba para quitarme esa canija "sensación". Y lo encontré en la entrevista que dió el finado sup al finado Julio scherer en 2001.
Tatal que la cura quedó así:
De marcos abajo y arriba
Estimado Doctor Lara:
He leído con mucho interés su artículo "El Sub Marcos, EZLN, y Psicoanális"
Me quedé con la incertidumbre de que algo falta, sobra o ambas.
De una entrevista que el finado Julio Scherer le hizo al finado Subcomandante Insurgente Marcos el 10 de marzo de 2001 encuentro las respuestas que disipan la incertidumbre:
"Nosotros pensamos que se ha construido una imagen de Marcos que no corresponde con la realidad, que tiene que ver con el mundo que se maneja en los medios de comunicación, que ha dejado de tener la interlocución con la gente y ha decidido tener como interlocutor a la clase política. En ese sentido, los medios ya no están preocupados por lo que opina la mayoría de la gente, sino que, de una u otra forma, se retroalimentan porque en el proceso de transición el gran elector se ha convertido en el medio de comunicación. Su capacidad de influencia en la toma de decisiones, su capacidad en decidir el rumbo del país, hacia un lado o en otro, incluso marcando ritmos en la transición, ha dado a los medios de comunicación un poder sobre el que no han reflexionado, y, en ese sentido, lo que tocan los medios de comunicación lo transforman con ese objetivo, Marcos en este caso."
En este marco su análisis tiene certeza y validez.
Pero abajo el marco es otro y su análisis queda como la descripción de algo completamente ajeno al zapatismo. Y lo mismo sucede con su tésis de la necesidad mutua:
"Se provocan muchos equívocos en la supuesta capacidad literaria, en la supuesta capacidad de timing político, aunque más bien se está respondiendo a las necesidades internas y, en el desbarajuste de la clase política nacional, se entra como si estuviéramos meditando cada paso que diéramos. Créeme que somos mucho más mediocres de lo que la gente piensa; sobre todo, no tan brillantes como la clase política nos concibe...
...No estoy negando lo que soy;
...estoy tratando de explicar las circunstancias en las que nos ubicamos, y de una u otra forma se borra o se pierde la perspectiva real de lo que es el personaje. La mayoría de nuestros pronunciamientos son muy discutibles, y no se discuten precisamente porque están en un entorno social que implica otras cosas. Discutir las posiciones de Marcos significa discutir la legitimidad de una causa, y eso siempre es problemático, sobre todo en el nivel intelectual. De una u otra forma eso nos ha hecho daño, porque créeme que nos hace bien el debate de ideas; de hecho, nosotros hemos sido receptivos a ese debate de ideas, y lamentamos de una u otra forma que no se haya podido dar."
Con el profundo deseo de que se de el debate de ideas le mando un gran abrazo.
Hasta aquí la cura.
Y bueno, eso de mí artículo, pos como que quedo en comentario.
Gracias por tu tiempo (incluye tus palabras a este comentario).
Pablo Ledezma
Pablo, hermano:
¿Puedes rearmar tu carta a Lara con enlaces al documento que mencionas para publicarte la carta misma y no dejarla sólo en un comentario?
Si la respuesta es sí, mándanosla, por favor, a: lasextanius@gmail.com
Abrazo nuevo,
S.
Hermano:
Listo. Carta re-armada y enviada.
Muchas gracias por escuchar.
Pablo (nc)
Gracias a ti, mi hermano. Checo el correo y la publicamos. Abrazo grande.
S.
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