1 de julio de 2006

Plenaria Nacional de Adherentes.

1 de julio del 2006

Intervención del Delegado Zero.

Compañeros, compañeras, buenas tardes, para hacer algunas precisiones y recordatorios. Primero, los límites que tiene esta Asamblea Plenaria de Adherentes, porque alguien ha pasado a decir aquí, que ésta es la máxima instancia de decisión de la Otra Campaña, lo cual es mentira; eso nunca se ha decidido. Y para recordarles que en la primera plenaria que hubo en la Garrucha había cuando menos tres veces más de adherentes de los que están aquí y no se tomaron decisiones, sino que se hicieron propuestas para que fueran al resto de todos los compañeros y compañeras de la Otra Campaña. Esto, para tomar en cuenta a la hora que se quieren votar características o decidir por consenso —como lo de anti-patriarcal—, y otras cuestiones que están todavía en la discusión de los seis puntos. Aunque esta asamblea plenaria decidiera una característica más, no hay en la Otra Campaña todavía que ésta sea la máxima instancia de decisión. La máxima instancia de decisión es que todos, todos los adherentes se pronuncian por una cosa o por otra.

De la misma manera, desde la reunión pasada, lo que nosotros propusimos fue que “votes o no votes, organízate”, dijimos que la alternativa o la disyuntiva que planteaba la Otra Campaña no era votar o no votar, sino que había que organizarse. Hay muchos compañeros —y hablo a nombre de ellos— que han mandado cartas a la Comisión Sexta, y muchos que están aquí, que no quieren decir que sí hay que votar, porque se los van a almorzar vivos, uno. Dos, que no hay que hacer nada en contra de las elecciones porque eso es una provocación para que haya represión, tampoco lo dicen claramente porque se los van a comer vivos, porque, de una u otra forma, la asamblea está tendiendo a resolver por aplausómetro las intervenciones que se están dando.

Nosotros pensamos que eso no debe ser así. Tampoco se debe votar abierto a toda la asamblea, porque hay estados que tienen mandato y, en ese sentido, los asistentes que hay en esta asamblea son mayoritariamente del DF y del Estado de México y no es posible que dos estados impongan su decisión —incluso aunque esté argumentada— y que derroten a los otros 30 estados. Nosotros pensamos que las votaciones deben tomarse por estado, a menos que sea por consenso: que la mayoría, perdón, que todos estén de acuerdo con una cosa u otra.

En ningún momento la Otra Campaña ha planteado que el no votar es condición para estar en la Otra Campaña o para adherirse a la Sexta Declaración. Lo que se ha planteado es que no hay que optar por puestos de elección popular, ni tener cargos públicos, pero en ningún momento le dijimos a nadie que si vota quedaba fuera. Digo esto porque aquí se ha planteado, y fue aplaudido, que revisáramos las manos de los que van a marchar mañana, a ver quién tenía manchado el dedo o quién no.

Nosotros pensamos, cuando usamos la palabra irrumpir, la elegimos cuidadosamente; es para decirle al resto de la población: ¡aquí estamos! Irrumpir, en efecto, quiere decir aparecer, aquí estoy… Y hay muchos compañeros que van a votar, porque son obligados a votar compañeros; porque hay una cosa que se llama el corporativismo. Y si nosotros no podemos ofrecerle a esa gente un empleo, que va a perder si no va, si lo obligan a votar, entonces hay que dejarlo que vaya a votar y hay que decirle que hay otra cosa. Hay otras organizaciones políticas ahí que están planteando que se vaya a votar y que se anule el voto.

Entonces, nosotros decimos: si éste no es nuestro problema, en efecto, votes o no votes organízate con nosotros, aquí estamos nosotros. Ojalá la mayoría del pueblo mexicano o de la zona conurbana, si decide que lo obligaron o no a votar, y tuvo que ir a votar, y con su dedo manchado dice: “yo estoy con la Otra Campaña” o “quiero saber eso”, o “estoy de acuerdo con que hay que liberar a los compañeros y compañeras de Atenco” y vaya a la marcha no haya una nueva policía, unos nuevos comisarios que les digan: “no, tienes tu dedo manchado, vas para afuera”.

Nosotros pensamos también… Primero, queremos dejar claro que nosotros nos somos la dirigencia nacional de la Otra Campaña, como dijo aquí un compañero; somos parte de la Otra Campaña. Pensamos que, en efecto, a un año de la Sexta Declaración, la Sexta Declaración sigue siendo, en efecto, el manifiesto de la Otra Campaña mientras no haya otra cosa. Pero pensamos que sería muy bueno que, un año después, de la Otra Campaña surgiera otro documento que nos diera cuerpo a todos, más allá de la Sexta Declaración, o, bajándola más, concretándola más.

Nosotros decimos que ya, a un año, la Otra tiene que dejar claro que ya no es del EZLN ni de la Comisión Sexta ni de Marcos, sino que es de todos y todas los que están adheridos, debe haber, pensamos nosotros, un manifiesto a la nación, o un documento o un comunicado de la Otra Campaña. Y los limites que nos están marcando son los acuerdos que ya hay en todos los adherentes, y no tienen que ver con la cuestión electoral.

En ese sentido, lo que nosotros estamos proponiendo es que sí se haga un manifiesto, que se haga un documento y que sea leído ahí, en la manifestación de mañana, en el mitin, y que este manifiesto o este documento debe tener varios ejes:

Uno. Debe señalarle, primero tiene que estar dirigido a la población, no a nosotros mismos; nosotros ya sabemos qué es la Otra y ya sabemos qué queremos, lo que necesitamos en este mitin es decirle al pueblo de México: “aparte de los partidos políticos, estamos nosotros; ésta es otra cosa y, esto es lo que ofrecemos”.
Primero, las condiciones de vida o condiciones económicas: techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación. Ninguno de los candidatos, ninguno de los partidos políticos, presentó una propuesta de solución a estos problemas, que varían del campesinado a los indígenas, a las mujeres, al sector urbano, a los obreros, o a los compañeros chicanos del otro lado, pero entonces, en todas partes siguen siendo los mismos problemas de vivienda, trabajo, tierra, salud, educación y alimentación.

El segundo rubro tiene que ver con las condiciones ideológicas y culturales: la información, la cultura y el arte y, el respeto a las diferencias. Ninguno de los partidos políticos, ninguno de los candidatos, ofreció una propuesta para abajo ni en información, ni en arte y cultura, ni en comunicación, ni en respeto a las diferencias; eso tenemos que señalarlo ahí.

El otro tiene que ver con las condiciones políticas. En esto, importante, lo de la justicia. Ningún candidato ha ofrecido, ni va a cumplir con la justicia para el pueblo de México, la justicia es, castigar al que tiene delito, o sea los de arriba y dejar libres a los que no los tienen, a los que no tienen delito. Ni democracia, porque la democracia no es, en todo caso, no es sólo democracia electoral y sí, precisamente, no es esa democracia electoral la que se está jugando mañana.

Entonces, nosotros tenemos que decir esto en este documento y el pueblo mexicano, la gente de abajo, se va a identificar: sí ahí está mi problema de vivienda; sí es cierto, ahí está mi problema de presos políticos; sí es cierto, ahí está mi problema como homosexual, como lesbiana, como trabajadora sexual, como mujer y, sí es cierto que los candidatos o los partidos políticos no los van a resolver.

Y nosotros tenemos que ir más allá y decir: “esas condiciones económicas, esas condiciones ideológicas y culturales, y esas condiciones políticas son responsabilidad de un sistema: el sistema capitalista”. La Otra Campaña le tiene que decir a la gente: “nosotros decimos que todos estos problemas son culpa del capitalismo y, por lo tanto, sólo se van a resolver si cambiamos de sistema, si lo atacamos.

Y, por último, este documento tiene que decir que esto, que es la Otra Campaña, le ofrece a la gente no sólo luchar contra el capitalismo, sino además le ofrece otra forma de hacer política. Le tenemos que decir a la gente, lo que a veces no practicamos aquí en las asambleas: que va a ser escuchada y que va a ser tomada en cuenta. No importa que sea un raramuri en la sierra tarahumara que no tuvo la paga para venir aquí y pronunciarse si está en contra o no del patriarcado, o si están en contra o no de las elecciones, pero sí está en contra de ese sistema que, a ese raramuri allá, lo está explotando y despreciando y despojando como indígena que es.

Nosotros tenemos que decirle a la gente: “esto es lo que nos hace diferentes”. Esto es lo que hace diferente a la Otra Campaña: aquí no va a contar si echas bola, no va a contar si sabes hablar español o no, lo que va a contar es tu corazón, tu decisión de lucha en contra de este sistema, y eso es lo que vamos a tomar en cuenta aquí. Y lo vamos a organizar, junto con todos los que estamos aquí y la inmensa mayoría —los otros quince mil, treinta mil adherentes— que no están aquí presentes.

Nosotros, por lo tanto, decimos que este documento, perdón, esta manifestación debe tener en el principio y el fin la demanda de libertad y justicia para los presos y presas de Atenco. Debe ser la punta de lanza, por eso estamos aquí, porque no puede haber democracia con esos presos. Y debe estar al final para decir: “vamos a seguir con la Otra y no vamos a dejar a esos compañeros ahí encerrados y sin justicia”. Por lo tanto, nosotros, como Comisión Sexta, declinamos el ser oradores en el acto de mañana y pensamos que es el momento para que la Otra Campaña empiece a hacer suya también la palabra.

Nosotros proponemos que haya siete oradores, perdón seis oradores: que empiece con los compañeros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, para decir: ésta es ahorita nuestra demanda principal. Que hablen los compañeros —que como lo han hablado siempre— con combatividad, con lucha y denunciando. Y luego, que se hable el documento con condiciones económicas y que haya un orador por los estados de Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Chiapas y Tabasco —que elijan al que va a leer esa parte del manifiesto y que se junten ahorita representantes o delegados de esos estados para redactar esa parte—. Se trata de decir, de decirle al pueblo de México en palabras sencillas, hay muchos ejemplos: estamos jodidos en vivienda, en trabajo, en alimentación, en salud, en fin, en los seis puntos de condiciones económicas.

Que las condiciones ideológicas o culturales, y culturales perdón, la agarre el norte de la República junto con el otro lado, o sea, los estados de Durango, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Baja Norte, Baja Sur, Zacatecas, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y el otro lado —que de ahí designen un orador u oradora y que lea esa parte del manifiesto y que lo redacten—.

De la parte de condiciones políticas, el centro del país: Guanajuato, Aguascalientes, el Distrito Federal, el Estado de México, Puebla, Morelos, San Luis Potosí, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro.

Que haya una parte especial referida a las condiciones de discriminación que se refieren a mujeres, a pueblos indios, a las diferencias sexuales, a los niños y a los ancianos, por decir algunos y, que ésta sea redactada, y elija a un orador, por Jalisco, Michoacán, Nayarit, Colima, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Y, finalmente, que cierre uno de los procesados o procesadas por lo del 3 y el 4 de mayo en Atenco y que esa persona, o esos compañeros, se reúnan y le digan, con palabras sencillas, a la gente porqué éste es su lugar; porqué aquí hay otra ética, otra forma de hacer política, porqué aquí va a ser escuchado, va a ser tomado en cuenta y porqué tenemos que seguir luchando por la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.

Esa es nuestra propuesta para lo del acto de mañana, compañeros, para mí sería un honor ser lo que nosotros llamamos “el maestro de la ceremoña”, o sea, el que le va pasando la palabra al que sigue, nada más.

Pensamos que es posible ahorita, que mientras sigue el desarrollo de la asamblea se junten estas comisiones y redacten una o dos cuartillas máximo, de tal forma que el documento va a tener aproximadamente de ocho a diez cuartillas, de media hora a treinta y cinco minutos de lectura, con palabras sencillas y, antes de que termine la asamblea podemos conocer lo que vamos a hablar entre todos, porque alguien como nosotros, sin mascara y con nombre, lo redactó y habló como hablamos nosotros.

Y nosotros plantemos: si queda claro cuáles son los límites de esta plenaria de adherentes, entonces, en el punto que sigue, que es: ¿Qué sigue a partir del 3?, en lugar de enfrascarnos en una discusión, lo que nosotros proponemos, es que esta asamblea empiece a elaborar —mediante intervenciones y propuestas— los puntos o la minuta que se le propone al resto de la Otra Campaña para que arranque una nueva discusión, arranque un nueva etapa, en base a esa discusión.

En lugar que aquí decidamos si vamos a ser patriarcales o matriarcales, o ni una de las dos cosas, es proponerle: es necesario, compañeros y compañeras de la Otra en todo el país y en el otro lado, es necesario que definamos este punto y estos son los argumentos.

Y empiece un debate sobre ese punto y ya se empiece a definir eso. Entonces, así la Otra, perdón la asamblea, deja, rompe, con la lógica que tiene. Compañeros, la lógica de la asamblea está diciendo: menos oradores y menos tiempo y así está renunciando a los argumentos; ni siquiera los oradores alcanzan a exponer su argumento.

Entonces, no nos desgastemos en eso —porque luego hay gente que agarra el micrófono, como yo, y se sigue— entonces, mejor marquémosle a los compañeros: estos son los puntos que se van a discutir y abramos un debate, ahora sí que nacional y transfronterizo, de esos puntos que más nos interesan. Gracias compañeros.

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