15 de octubre de 2006

LA CONCIENCIA ACRIBILLADA :: Anna Politkóskaya.


El pasado 7 de octubre a la 5 de la tarde, Anna Politkóvskaya, una de las muy pocas periodistas independientes de Rusia fue asesinada a tiros en el edificio donde vivía, en un barrio céntrico de Moscú. Regresaba del supermercado. Su cadáver fue descubierto por una vecina en las escaleras, según unas fuentes, o en el elevador, según otras, refiere Proceso en su edición de este domingo.
El asesinato de Anna Politkóvskaya provocó una inmensa indignación internacional, sobre todo en Europa, adonde la periodista viajaba con cierta frecuencia. Ahí era considerada como la “conciencia crítica de Rusia” y se le otorgaron numerosos premios, entre ellos el Vázquez Montalbán de Periodismo Internacional (España, 2004). Sus artículos, muchos de ellos sobre la segunda guerra de Chechenia iniciada en 1999 por Vladimir Putin, molestaban a demasiada gente. Recibía incesantes amenazas de muerte. Tenía numerosos enemigos; alguno acabó por contratar matones a sueldo.
Putin, quien al decir de varios politólogos rusos odiaba a Politkóvskaya, se demoró dos días antes de referirse públicamente al crimen y lo hizo indirectamente.
Periodistas y gobiernos de varios países condenaron el asesinato de la connotada periodista rusa Anna Politkóvskaya, cuya crónica de la masacre del teatro Nordost de Moscú fue publicada por este semanario. Ahora, comienza a cobrar fuerza la hipótesis de que el crimen habría sido ordenado desde el gobierno checheno, el cual es apoyado por el presidente ruso, Vladimir Putin. Los amigos de Anna dicen que ella estaba consciente del peligro que corría, pero tuvo que sobreponerse al miedo para seguir difundiendo las atrocidades del ejército ruso y sus aliados en Chechenia, destaca el reportaje que publica Proceso este domingo 15 de octubre.
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Acerca del asesinato de Anna Politkovskaya
¿Por qué o para qué?

Sovietskaya Rossia
Alexander Frolov

Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín

En Moscú se ha producido un nuevo asesinato por encargo. El 7 de octubre en el patio de su casa, murió por disparos la conocida periodista liberal, opositora, investigadora de “Novaya Gazeta”, Anna Politkovskaya. Después de los asesinatos de D. Jólodov, V. Listiev, P. Jliebnikov y la extraña muerte del diputado Y. Schekochijin (analista también de Novaya Gazeta), es el asesinato más sonado de un periodista.

Pero lo más intrigante, sombrío y simbólico del hecho, es que se produjese precisamente en el día del cumpleaños del presidente Putin. Tampoco podemos olvidar, que el 5 de octubre fue el cumpleaños de otro de los destinatarios de la rabiosa crítica de Politkovskaya: el primer ministro checheno Ramzan Kadyrov. Cumplía 30 años, y la celebración fue ofrecida por los canales públicos con pompa y fasto nunca vistos.

Esta circunstancia obligó a muchos comentaristas a comenzar a hablar de “regalo de cumpleaños” al primer ministro checheno o al presidente, o puede que a los dos a la vez. Sin embargo, de ser un regalo, además de siniestro, se asemejaría más bien a una señal de advertencia. Kadyrov reaccionó inmediatamente, declarándose profundamente consternado por el crimen. De momento, mientras acabo e escribir esta nota, Putin guarda silencio, pero de fuentes cercanas al Kremlin, se ha sabido que no asistió a la fiesta organizada con ocasión de su aniversario. El evento se les chafó. Por lo visto, tanto a Kadyrov como a Putin, les preocupaba que pudiesen lanzarse las versiones “Chechena” y “Kremliniana” de lo ocurrido. De poco ha servido. Lo cierto es que hay infinidad de versiones. Su número se explica si nos atenemos a que el asesinato no se puede calificar de inesperado, sino que tiene una prehistoria bastante larga. La periodista recibió amenazas en numerosas ocasiones, tanto verbales como por escrito. Aparte, existen documentos donde se cita a Politkovskaya como víctima en potencia.

1. Politkovskaya había escrito mucho sobre los crímenes militares, cometidos por las tropas rusas en Chechenia. Como suele ocurrir con las investigaciones periodísticas, algunos informes no se podían confirmar, pero otros se demostraron en los juicios y supusieron condenas de varios años. Asimismo Politkovskaya había tomado parte muy activa en la investigación de las circunstancias que rodearon los actos terroristas y la liberación de rehenes en el teatro Nord-Ost y en Beslán. Ella defendía activamente la versión que culpaba directamente de la muerte de centenares de rehenes a los servicios federales y personalmente a Putin. En una palabra, para los responsables de los ministerios del interior y defensa rusos, era una de las figuras más odiadas.

2. En sus artículos y entrevistas la periodista había declarado en numerosas ocasiones, que estaba amenazada de muerte por los círculos cercanos de la actual dirigencia chechena, por lo que la redacción del periódico le tenía prohibido desplazarse a la zona. Sin embargo Politkovskaya continuaba dedicando especial atención al tema checheno. El 5 de octubre en una entrevista a “Radio Libertad” contaba que estaba investigando el secuestro y las torturas a personas en las cárceles chechenas (el artículo debía de haber sido publicado el lunes, pero no fue enviado a la redacción y está siendo ahora investigado). Al final de la entrevista declaraba:” mi sueño personal en el día del cumpleaños de Kadyrov, es verlo sentado en el banquillo de los acusados”. Por último, unas horas antes de su muerte en una entrevista telefónica a la publicación digital “Kavkazsky uzel”, daba a entender, que conocía los esquemas ilegales de financiación de la reconstrucción de Chechenia.

Chechenia, es el único sujeto de la Federación Rusa que posee fuerzas armadas propias. Y aunque formalmente están integradas en el Ministerio del Interior, se someten directamente al primer ministro checheno. La participación de estas fuerzas en una serie de dudosas operaciones ha sido denunciada por las vecinas Ingushetia y Daguestán e incluso en San Petersburgo. Es famosa la promesa de Kadyrov de “poner orden” en Karelia.

3. Hace año y medio fue puesto en circulación por Internet un informe con el sello “secreto” bajo el mágico título de: “Sobre los intentos de L.B. Nievzlin de desestabilizar la situación en el territorio de la Federación Rusa con el fin de socavar las bases del orden constitucional”.

En el se aseguraba, que este ex-oligarca residente en Israel estaría preparando en Rusia una “revolución naranja”. Por si fuera poco, como motivo directo para lanzar una campaña de descrédito contra Putin y propiciar el inicio de una oleada de protestas en Moscú, había elegido nada menos que el asesinato de Politkovskaya. Es decir, se pretendía convertirla en una especie de “Gongadze ruso”. Recordemos, que el periodista ucraniano desapareció hace unos años, y únicamente pudo ser recuperado su cuerpo decapitado. La oposición ucraniana achacaba la iniciativa del secuestro y ejecución, directamente al presidente ucraniano Kuchma. Se encontraron grabaciones comprometedoras y la cosa fue a más…

Hoy es una de las versiones que más se discute, solo que la mayoría de comentaristas, se inclina más por pensar que la “pista naranja” no debe conducir a Israel, a Nievzlin, sino a Londres, donde vive Bierezovsky.

4. Existe una lista, “Los 100 enemigos del pueblo ruso” compuesta por la gente próxima al diputado por el PLDR (partido del ultra Zhirinovsky. N de la T.) Kurianovich. En ella, en el número 69, aparece: Politkovskaya, Anna (“Novaya Gazeta”, agente de los servicios secretos enemigos). Se mire como se mire, a la luz de lo sucedido todo indica que estamos ante un “encargo”.

Sobran los “patriotas” voluntarios, dispuestos a ejecutar ese tipo de encargos. Solo hay que ver la matanza organizada por Koptsev en la sinagoga de Moscú, y la reciente explosión en el mercado Cherkizovsky de Moscú.

Así pues, se dibujan perfectamente cuatro versiones principales, que además eran conocidas desde hace tiempo. Y precisamente el hecho de que todas ellas ya se habían oído anteriormente, hacen creíble una versión más: Alguien, una “quinta” o “sexta” fuerza, organizó el asesinato de Politkovskaya con el objeto de provocar que alguien de entre los principales “sospechosos” se viese comprometido (chechenos, ministerios de interior y defensa, oligarcas o nacional-patriotas).

Nada nuevo bajo el sol. Los atentados hace tiempo que forman parte de los instrumentos de la lucha política. No es una venganza, sino una operación con resultados bien calculados. A los periodistas del nivel de Politkovskaya, no los matan “por algo”, sino “para algo”.

Por eso algo me dice que al ejecutor directo (o a su cadáver) lo van a encontrar, y además bastante pronto. Demasiado imprudentemente fue a “hacer su trabajo”, ante las cámaras de video-vigilancia de la entrada al edificio, y previamente ante las cámaras de seguridad del supermercado “Ramstor”, en las que aparece su supuesta cómplice, siguiendo a Politkovskaya por la tienda. El asesino se las ingenió para dejar en el lugar del crimen su retrato robot, sus huellas (según ciertas informaciones), y como culminación subirse a un vehículo fácilmente reconocible ante los ojos de toda la calle. Parece que “alguien” había diseñado el plan del asesinato a posta, para que pillasen al asesino.

Cuando lo pillen, comenzará lo importante: determinar quien hizo el encargo. La investigación sin duda se verá sometida a una gran presión por parte de las más distintas fuerzas. A quién designarán como “cliente que hizo el pedido”, dependerá del desenlace de las luchas internas en el Kremlin: por el poder, por la propiedad, por ser elegido como “sucesor” de Putin, por defender su “tercer mandato”, etc. En ese tipo de luchas, la vida humana vale muy poco…

Anna Politkovskaya tanto en política como en su vida laboral era partidaria de unos ideales, muy alejados de los que defiende el periodismo de la prensa de izquierdas. Pero era una auténtica profesional, valiente y entregada a su trabajo. En mi nombre y el de todo el colectivo de nuestro periódico quiero transmitir el más sentido pésame a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Nunca la olvidaremos.

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12-10-2006

Anna Politkovskaya

Novaya Gazeta

Sovietskaya Rossia

Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín

Era guapa. Además con los años, cada vez lo era más. ¿Saben por qué? Simplemente porque nuestro rostro nos viene dado por dios, como una pieza por pulir, a la que luego nosotros damos forma, con nuestras vivencias.

También dicen que con el tiempo, en nuestra cara comienza a reflejarse el alma. Su alma era hermosa. Era femenina. Su risa era encantadora ante una broma ocurrente, igual que sabía llorar ante una injusticia. Pero cualquier injusticia, se cometiese con quien se cometiese, se convertía para ella en un enemigo personal. Por eso luchó contra la injusticia hasta el final. Era sorprendentemente valiente. Muchísimo más que muchos de esos machos en sus todoterrenos blindados, rodeados de guardaespaldas.

Estaba amenazada; intentaron amedrentarla con seguimientos y registros. “Nuestros” paracaidistas la detuvieron en Chechenia y amenazaron con fusilarla. La envenenaron en el vuelo a Beslán. Logró sobreponerse. Y aunque su salud ya no volvió a ser la misma, lo que más le dolía, igual que antes, era la conciencia.

Muchos lectores de “Novaya Gazeta”, incluyendo los más benévolos, decían a veces: “vuestra Politkovskaya se pasa…”.

Para nada “se pasaba”. Siempre escribía la verdad. Otra cosa era que la verdad era a menudo tan horrible, que la conciencia de muchos se negaba a aceptarla. Era una reacción de autodefensa ese “se pasa demasiado”. A veces incluso entre nosotros, en la redacción.

Seguramente lo más difícil para una persona normal, es no girar la cara ante lo que nos da miedo. Pero si miramos al mal directamente a los ojos, este no lo aguanta, abandona. Anna miraba al mal directamente a los ojos. Y puede que gracias a eso, saliese airosa de las situaciones más duras. Y puede que gracias a eso, pudiese sobrevivir, donde no lo hubiese hecho otro que hubiese bajado la mirada.

Para nosotros, ella seguirá viva. Nunca aceptaremos la muerte de nuestra Anna. Y sea quien sea el que lleve la investigación de este salvaje asesinato, en pleno día en el centro de Moscú, nosotros mismos vamos a buscar a los asesinos. Sospechamos donde pueden encontrarse…

¿Cómo están las cosas en Rusia con los medios de información independientes? Es una pregunta que se debate en Europa y EE.UU.. Mientras en “Novaya Gazeta” han sido asesinados 3 de nuestros más destacados periodistas. Igor Domnikov. Sus asesinos, gracias a los esfuerzos de investigadores honrados y del propio periódico, terminaron ante el juez.

Yuri Schekochijin. Ni siquiera sus familiares tuvieron acceso a los resultados de la autopsia, como les corresponde por ley….Pero nosotros continuamos la investigación. Y los asesinos serán castigados.

Ahora, Anna Politkovskaya…No solo han asesinado a una periodista, una defensora de los derechos humanos y una ciudadana, han matado a una mujer hermosa y a una madre.

Mientras exista “Novaya Gazeta,” sus asesinos no dormirán tranquilos.

Novaya Gazeta
9 de octubre


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