8 de septiembre de 2019

Dení Prieto, la Compañera María Luisa, cumple 65 años; Gener@cción Z, 13.

La primera vez que vi a Dení su fotografía apareció publicada en algún ejemplar del semanario Proceso acompañando, creo, una entrevista que uno de los reporteros de la revista fundada por Julio Scherer le hiciera a su padre, el dramaturgo Carlos Prieto Argüelles. La segunda vez, su foto enmarcaba otra entrevista a Carlos Prieto en la que también participaba, me parece, Eve Stock, madre de Dení. La tercera, como si de un flechazo se tratará, la descubrí encima de una repisa junto a otras fotos en donde estaban también Carlos, Eve y Ayari, la hermana de Dení.

Lalo, Berta Alicia y yo habíamos llegado al bungalow de Eve y Carlos para presentarle a éste el montaje que Eduardo se había autodirigido de El perjuicio que causa el tabaco, de Chéjov; una especie de ensayo general que se convirtió en función privada entre cuyo público estábamos Carlos, Eve, Reynaldo Reyna (amigo de Carlos y actor de hace muchos años), Berta Alicia y yo.

Tras la funcioncita, Eve, Carlos y Reynaldo elogiaron el trabajo de Lalo porque, amén de la actuación, conservó la dirección que Humberto Proaño le hiciera antes de adelantársenos al Mictlán. Aquello se volvió una tertulia, de las impresiones sobre la obra pasamos casi sin darnos cuenta a las anécdotas surgidas de las tripas del cine nacional contadas por Carlos de cuando conoció a la Dolores del Río y al Pedro Armendáriz y aderezadas por Reynaldo, quien hablaba de cómo el Cantinflas al menos en las películas de Miguel M. Delgado nunca se dejó dirigir por éste. Entre tanto, Eve intervenía de vez en cuando para puntualizar algunos detalles de las historias que seguramente se sabía tan bien como ellos.

El otro tema inevitable fue, obvio, la política. Recuerdo que miré de reojo casi por instinto a Dení, como esperando lo que ella tuviera que decir al respecto. Ella nos miraba aparentemente seria, con ése brillo en sus ojos que supongo siempre le caracterizó y con una sonrisa apenas dibujada en los labios. Sus palabras flotaban en el aire con la voz de Carlos hablándonos de sus artículos en el Chicago Tribune; del narcotráfico, el petróleo y los inmigrantes como las principales fuentes de divisas extranjeras a México; del EZLN y la posibilidad, ahora sí, de que triunfaríamos… y llegó la hora de retirarnos.

Después de esa ocasión busqué un sin fin de pretextos para volver a encontrarme con Carlos y hacerle plática. Así, terminé por toparme con él a la hora en la que iba al puesto de periódicos de la glorieta de Zapata para comprar La Jornada; y, donde al cabo de un par de encuentros, no dudó en invitarme a acompañarlo de regreso a su casa. Dos o tres días más la escena camino de regreso a su casa se repitió, invitándome unas veces a pasar para escuchar sus artículos y otras veces despidiéndose de mí a la entrada del conjunto de bungaloes... hasta que una ocasión no salió más.

Unos días antes, tal vez semanas, la “comunidad teatral” morelense le había hecho un emotivo homenaje donde Eduardo cantó La poesía es un arma cargada de futuro, poema de Gabriel Celaya que para mí es como un himno para Carlos, y quizás también para Dení; pero por esos días sucedió que también falleció Reynaldo. Carlos no quiso siquiera acudir al entierro y, de algún modo, sin que nadie me nombrara tal, arrogándome un derecho que no me correspondía pero que asumí como una especie de homenaje íntimo y personal, me sentí como su embajador y, sin que nadie lo supiera, cuando todo mundo se retiró de la tumba recién hecha donde acababa de ser sembrado Reynaldo, no pude sino soltarme a llorar en silencio.

* * *

Sonó el teléfono. Del otro lado, la voz de Eve le pedía a Eduardo que les visitara: “quizás sus amigos –decía Eve- lo hagan por lo menos comer”. El médico llegó, día tras día; pero la tristeza pudo más y Carlos recibió la última de sus visitas. Era Dení, quien ataviada con su chaqueta oscura y sus enormes anteojos le tomó de la mano para echarse a andar. Cuando quise visitar a Eve ya era tarde. Ayari, quien había llegado desde Inglaterra para el sepelio de Carlos, la había convencido, supongo, cosa lógica, de irse con ella y nunca más volví a saber de las Prieto Stock.

Desde entonces guardo una copia de la fotografía de Dení, la misma de Proceso y La Jornada, la misma de la repisa en casa de Eve y Carlos, y le he platicado de lo que sucede por estas tierras: la autonomía de los MAREZ y las Juntas de Buen Gobierno, la Marcha del Color de la Tierra y lo que la Comandanta Esther dijera en el Congreso, La Sexta y la Otra Campaña, las compañeras que como Magdalena y Edith fueron secuestradas en los penales del Altiplano, Santiaguito y Molino de las Flores; la propuesta del EZLN al CNI de conformar un Concejo Indígena de Gobierno que tuviera por vocera una mujer indígena... propuesta que, al parecer, no les hizo mucha gracia a sus actuales compañeras y compañeros de la FLN... la más reciente ruptura del cerco zapatista con la creación de cuatro nuevos municipios autónomos, siete nuevos caracoles y la conversación de todos: municipios autónomos y caracoles, en Centros de Resistencia Autónoma y Rebeldía Zapatista (CRAREZ)... y muchos etcéteras más.

El 8 de septiembre de 2006, en una especie de acto ritual decidí que le hablaría de un modo donde ella misma fuera la protagonista; ése sería mi regalo para su cumpleaños número 52: su primer siglo mexika. Desempolvé la bitácora electrónica que había usado para guardar las minutas de la Coordinadora Regional Zentro del DF para la Otra Campaña, y que no actualizaba desde el 14 de mayo de ése mismo año; le hice unos cuantos arreglos que incluyeron el trabajo de actualización, y colgué su foto.

Hasta hace no mucho charlábamos casi todos los días y éramos varios, varias, quienes charlábamos con ella. Los temas no han sido muy variados: unas veces, platicamos del pragmatismo perredista que terminó por traicionar los valores y principios de izquierda que alguna vez enarbolara dicho partido político... pragmatismo que ha heredado al Morena; otras, de la digna rabia, vuelta lucha, resistencia, rebeldía, escuelita, etcétera, del EZLN y el titipuchal de organizaciones y colectivos que estamos están en La Sexta, donde destaca, por ejemplo, el CNI y, quienes protagonizan la enésima resistencia contra los megaproyectos capitalistas en tierras y territorios de pueblos originarios; otras más, de la militarización bajo la égida de Felipe Calderón Hinojosa y, después, de Enrique Peña Nieto y, ahora, de Andrés Manuel López Obrador, y los modos vendepatrias de la clase política; de los 43 muchachos estudiantes normalistas de Ayotzinapa y otros casos igualmente dolorosos, como el asesinato de Kuy (muy parecido a Alexis) y la desaparición forzada del Tío, y, últimamente, de las compas mujeres que nos dan un día sí y el otro también lecciones heroicas para acabar con el patriarcado y este machismo nuestro (de los vatos) de cada día, tan metido en la piel, en las palabras y en la memoria... y hasta de cine y teatro. 

* * *

Hoy, Dení cumple un año más de vida, y hoy también la recién bautizada Gener@cción Z (antes La Hija de La Otra Chilanga, La Sexta Nius, La Sexta Chilanga, La Otra Chilanga) cumple su año número 13 de caminar virtual. Desde aquí deseo agradecer a quienes a lo largo de estos años han formado parte de este diálogo a muchas voces con Dení. Nombrarles a todas y a todos sería una gran tarea, imposible de completar. Vaya, pues, este abrazo a todxs ustedes y sirva este pequeño chorema a modo de sencillo homenaje para nuestra segura subcomandanta; mujer libre y honesta, joven íntegra y consecuente: Compañera María Luisa... ¡Presente!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy confundida y no acabo de entender, ¿Por qué escribe en tercera persona? Refiriéndose a Deni Prieto. ¿Entonces no es Deni Prieto quién escribe? Lo siento no es claro.
Por otro lado, muchas felicidades por las dos celebraciones.

Anónimo dijo...

Acabo de leer Acerca del Weblog, ahora entiendo.
Saludos

Anónimo dijo...

Recuerdo la primera vez que Sebastian me habló de Deni y la sorpresa que me llevé... No sé que tiene la presencia de esta chica seria que convence. Algo que impone e impresiona. Difícil de precisar. Me es difícil creer en Dios y sin embargo también me lo es sentir que ella esté muerta. Difícil. Algo hay en la otra chilanga, que por lo que sea la mantiene viva. Y hasta los abuelos quisieran tener nietos así, que les supiesen hacer homenajes así. Otra sorpresa ha sido... que también este día... kasandra cumplió su primer año.

Un abrazo Sebastián.

MAX Y LULA dijo...

¡Muchas felicidades a la otra chilanga desde Somo (Cantabria-España)!

Sebastián Liera dijo...

Saludos también para usted, Carmen.

Kasandra... miro desde lejos, no lo puedo creer, me acerco para asegurarme y el pecho siente el golpetear que de dentro el corazón le da; confieso que esperaba situaciones virtuales emocionantes, algo de vanagloria quizás, pero no imaginaba éste, el regalo de tu visita. Curiosa cosa lo de mencionar a los abuelos: prácticamente no conocí a ninguno de ellos, ni a ninguna de ellas: mis abuelas; mi padre y madre nos mantuvieron relativamente distantes de ellas y ellos y les visitábamos de vez en cuando, al grado de que lloré más, por ejemplo, por la muerte de Carlos Prieto, el papá de Dení (mucho más), que por la de cualquiera de ellas o ellos.
Cosa gustosa, ésta también de cumplir año el mismo día que Kasandra; es como, no sé, cierto hermanamiento virtual, paridos quizás no por la misma madre; pero sí con cierta conexión... no sé, no suelo creer tanto en esas cosas; pero a veces se dan... dicen. Gracias, pues, por la visita; gracias también por el abrazo, y va otro igual de retache.

Max y Lula; muchas gracias, un verdadero hallazgo habérmelos encontrado.

Mar dijo...

Mis felicitaciones a la otra chilanga por tu primer anirvesario en la red ,,,con este blog q un dia encontre gracias a esos premios y q no puedo dejar de leer y solidarizarme con el por la defensa hacia la justicia q encuentro en el ,,,gracias amigo por enrikecer este espacio con este blog


un saludo y un abrazo para ti desde mi espacio y esta tu casa

mis cariños para Deni Prieto

Otra Chilanga dijo...

Muchas gracias, Marina querida; van saludos, abrazos y cariños de retache.

Anónimo dijo...

¿Es que alguien me podría indicar cómo establecer contacto con Ayari Prieto? La conocí hace años y me gustaría mucho retomar comunicación con ella. Gracias y saludos.
Victor Sologaistoa (Paris, Francia)

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