La noticia ha comenzado a rebotar entre los medios de comunicación. En medio de tantas chingaderas el reencuentro entre Abel Madariaga y su hijo Francisco, nacido en cautivario tras el arresto de Silva Quintala, es un vaso de agua sin contaminantes, un milímetro de aire sin gases sin plomo, un brillo de luz natural en el firmamento.
Bienvenida a tu casa grande, hermano Francisco.
H.I.J.O.S. Somos Tod@s
1 comentario:
Que chingona noticia, enhora buena...
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