- Boletín de prensa -
Ciudad de Jo’, Yucatán; a 22 de junio de 2015.
- Para las organizaciones, comunidades y pueblos del CNI en Yucatán es inaceptable la versión oficial que el mal gobierno presenta como “verdad histórica” en el caso Ayotzinapa.
El 26 de septiembre de 2014, 46 jóvenes pobres e indígenas que estudiaban para ser maestros de niñas y niños que, como ellos, serían jóvenes pobres e indígenas, fueron arrebatados de sus pueblos, de sus comunidades, de sus familias. Desde entonces, Ayotzinapa no solo se sumó a la larga noche de historias que en Tlatelolco, Acteal, Aguas Blancas o Atenco tiene, entre muchos otros, sus capítulos más oscuros; Ayotzinapa sintetiza, por un lado, lo que este sistema de explotación, represión, desprecio y despojo significa, y, por otro lado, las rebeldías, las rabias y las resistencias que en la dignidad de abajo se camina.
Por ello, en el Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo, convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI), los pueblos y comunidades integrantes del CNI y las y los adherentes de La Sexta nacional e internacional sacaron el acuerdo de acompañar el digno paso de las y los familiares de los 46 estudiantes ausentes de Ayotzinapa (43 por desaparición forzada y 3 por ejecución extrajudicial), que, del 13 al 30 de junio están recorriendo el sureste mexicano.
Para las organizaciones, comunidades y pueblos del CNI en Yucatán es inaceptable la versión oficial que el mal gobierno presenta como “verdad histórica” en el caso de Ayotzinapa; por lo tanto, junto a las madres y padres de los 46 estudiantes ausentes y los otros dos heridos de gravedad, exigimos que el Estado retome la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos y emprenda las acciones necesarias para su presentación inmediata con vida, la tipificación del delito de desaparición forzada, la reapertura del caso abriendo nuevas líneas de investigación que apunten, entre otros actores, a las fuerzas armadas del Estado mexicano, el cese del hostigamiento a la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” y el castigo a los culpables intelectuales y materiales del crimen de Estado cometido desde el 26 de septiembre de 2014.
Hoy, las organizaciones, comunidades y pueblos del CNI en Yucatán agradecemos la visita de doña Bertha Nava y don Tomás Ramírez, madre y padre de Julio César Ramírez Nava; de doña Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, y del estudiante normalista Omar García Velásquez, sobreviviente de los hechos ocurridos el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, y les decimos que no están solas, que no están solos; que abrazamos su dolor y su rabia porque son el nuestro y la nuestra, y que no cesaremos de luchar porque en este país nunca más la injusticia se siente entre nosotras y nosotros.
¡Nos tocan a uno, nos tocan a todos!
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Vivan las comunidades indígenas en resistencia!
¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación Nacional!
Por la reconstitución integral de nuestros pueblos,
¡Nunca más un México sin nosotras y nosotros!
¡Viva el Congreso Nacional Indígena!
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