14 de febrero de 2006

Ya vamos llegando... / Introducción.

En su caminar por el territorio mexicano construyendo desde abajo y a la izquierda el país y el mundo nuevo que soñamos y queremos, la Comisión Sexta del EZLN y demás colectivos, organizaciones e individu@s adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona se fueron acercando a la Ciudad Monstruo, el Otro DeFe, la Otra Metrópolis, la Otra Capirucha... la Otra Chilanga.

A raíz de los acontecimientos de represión en Texcoco y San Salvador Atenco, Estado de México, los días 3 y 4 de mayo de éste 2006 que poco a poco se termina, el recorrido planeado por la Comisión Sexta (revisado tras el fallecimiento de la Comandanta Romana) "sufrió" nuevos ajustes: la Comisión Sexta se estableció por tiempo indefinido principalmente en el centro de la ciudad más grande del planeta para dar seguimiento a la lucha por el momento primordial de la Otra Campaña: la liberación de l@s compañer@s pres@s el 3 y 4 de mayo; mientras, en los demás estados de la república la organización, abajo y a la izquierda, como siempre, continuaba su marcha sin la visita de la Comisión zapatista ni de su Delegado Zero, el Subcomandante Insurgente Marcos.

Para algun@s compañer@s, ésta decisión significó una desmovilización de la Otra Campaña, pues ésta, la Otra Campaña, sólo parecía posible de construirse si el compañero Marcos visitaba nuestras localidades o centros de encuentro y trabajo político y cultural. Pronto se demostraría, aunque a medias para algun@s, que esto no es así: la Otra Campaña es porque en ella militan de manera organizada y honesta movimientos, organizaciones, grupos, colectivos y personas que se definen políticamente a la izquierda de quienes sólo ven la polis cada seis o tres años frente a una urna electoral para dejar un cheque en blanco al próximo mandatario que, en lugar de mandar obedeciendo, mandará mandando.

Pero antes de esto, la Otra Campaña se fue convirtiendo en una bola de nieve que conforme se acercaba a la Ciudad Monstruo se cargaba de dignidad y ejemplo de lo que como adherentes de la Sexta algun@s entendemos que son la Otra Política y la Otra Cultura.

Esta fuerza, cada vez más creciente, puso al sistema político mexicano y a su democracia electoral, supuestamente representativa, en evidencia; mostró tal cual son a todos y cada de los partidos políticos, lo mismo que a sus dirigentes y candidatos electorales. Pronto, conducida por sus verdaderos dueños, la clase política se apuró a firmar el Pacto Chapultepec y consolidó las muestras de alianza entre todos sus sectores: partidos políticos, empresarios e industriales, artistas e intelectuales, religiosos... tod@s de ese lugar que nosotr@s, desde la Otra Campaña (abajo y a la izquierda) llamamos "arriba".

La muestra más clara de esa alianza fue la represión.

Persecusiones, amenazas, insultos, golpes y detenciones se fueron constituyendo en un elemento característico de la respuesta que arriba y a la derecha tenían para con quienes nos fuimos organizando abajo y a la izquierda, y no hubo un sólo estado que la Comisión Sexta visitara donde luego, antes o en esos momentos las llamadas fuerzas del orden no cometiran un acto de represión. Entre ellos, el más determinante, pero no por eso más importante, el de las detenciones en Texcoco y Atenco.

Esta pausa en la Ciudad Monstruo llevó a vari@s de nosotr@s a preguntarnos, entre otras cosas, por las formas organizativas que podría tomar la Otra Campaña. Entre ellas recordamos una propuesta de la Comisión Sexta del EZLN donde invitaba a las coordinadoras sectoriales, regionales y estatales a integrarse también en coordinaciones de zona. La Coordinación o Coordinadora de la Zona Centro podía incluir a los estados de Querétaro, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Guanajuato y Anáhuac (o séase, el Estado de México y el DeFe); o quizás sólo a los de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Morelos y Anáhuac; todo dependía de dónde l@s compas de los estados se veían articulándose mejor.

La Comisión Sexta lo expresaba así:
Por ejemplo, pudiera ser que las Otras en Quintana Roo. Yucatán y Campeche se comuniquen y coordinen como Zona Peninsular pues tienen problemáticas parecidas. Más ejemplos: a la Otra en Morelos, ¿le conviene coordinarse con los estados del Sur, con los de Oriente o con los del Centro; la Subregión Huasteca Potosina, ¿le conviene coordinarse con la estatal de SLP o con las Otras Huastecas?; ¿a los huicholes les conviene coordinarse con la Otra Jalisco o con la Otra Durango o con la Otra Nayarit o agruparse según les conviene y apoyarse y apoyar a las Otras en los estados donde está su territorio?. Ya vimos en la gira, por ejemplo, que a una parte de Veracruz le fue más conveniente coordinarse con una región de Hidalgo que con la Otra Veracruz. En fin, lo que queremos decir es que la Otra no tiene por qué sujetarse a los límites geográficos impuestos desde arriba, sino seguir su propia orientación histórica y así organizarse.
En el centro del país, los estados continuaron, más o menos, trabajando cada uno por su lado y el que aquí hemos llamado el de Anáhuac, conocido como Coordinadora Metropolitana de la Otra, se dividió en Coordinadora del DF y Coordinadora del Estado de México.

Aún así, la propuesta de la Coordinación de Zona no parece tan "pior" y probablemente, cuando algunas de las contradicciones al interior de la Otra se resuelvan, quizás se retome.

Por lo pronto, en aras de intentar documentar a la Otra Campaña en la Ciudad Monstruo, particularmente en "el centro de la ciudad más grande del planeta", creemos importante retomar algunos capítulos de la Otra en los estados del centro, independientemente de organizaciones zonales, regionales, estatales o sectoriales; como herencia inmediata de la Otra en la Región Zentro-DF.

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