15 de abril de 2006

Ya vamos llegando... / Morelos.

Luego de visitar tierras tlaxcaltecas, la Comisión Sexta pasaría por los estados de Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, una parte del de Veracruz, Aguascalientes, Jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán, antes de llegar a tierras zapatistas; es decir, morelenses.

Aquí queremos recuperar parte de un material que habíamos publicado en otra bitácora electrónica con el mismo nombre de La Otra Chilanga, buena parte de él tomado a su vez de La Jornada Morelos, uno de los diarios locales que de manera más decidida siguió las actividades de adherentes de la Sexta en un estado.

Comenzamos con un artículo de Pietro Ameglio, integrante de círculos de reflexión que retoman el ejemplo noviolento de Mahatma Gandhi, muy especialmente hacia aspectos educativos muy otros, como los de La Otra Campaña.

Estamos felices: ¡Llega el EZLN a Morelos!
La Jornada Morelos , abril 8 de 2006.

Pietro Ameglio.


Llega el EZLN a Morelos, con una delegación encabezada por el subcomandante Marcos, y una caravana de acompañantes que se han ido sumando en el camino. Es parte inicial de un proceso político de corta, media y larga duración, enunciado en la VI Declaración de la Selva Lacandona, denominado ahora la otra campaña, que busca en esta etapa conocer las luchas sociales libertarias nacionales, enlazarlas y articularlas, en aras de construir colectivamente un Plan Nacional de Lucha que se concrete luego en una nueva Constitución y una nueva identidad nacional, que tome verdaderamente en cuenta las justas demandas de los de abajo.
Como afirma Pablo González Casanova: “El EZLN se ubica a la cabeza de las resistencias y las luchas en Latinoamérica, y es uno de los más avanzados en el mundo”. Consideramos que en estos momentos, en Chiapas se está construyendo una de las experiencias más originales de esta etapa de la especie humana con relación a la construcción de un orden social alternativo al capitalista. Se llama autonomía. Con muchas limitaciones, sí, con fragilidad también, pero con una fuerza moral y material de cuerpos notable. No abundan mundialmente ejemplos similares, en cuanto a amplitud territorial y radicalidad, en la actualidad ni en la historia. Esa construcción no puede ser patrimonio sólo de ellos, por ello se nos ha pedido siempre de sumarnos y trabajar juntos, y ahora particularmente en Morelos tenemos una gran oportunidad.
En La Garrucha, a mediados de septiembre pasado, me decía Hermann Bellinghausen acerca del recorrido de la otra, que él veía similitudes con la Marcha de la Sal de Gandhi. He sostenido y escrito en más de una ocasión que el zapatismo tiene, me parece, puntos en común interesantes y profundos con el Programa Constructivo de la Autonomía (Swaraj) de Gandhi, escrito a mediados del siglo pasado, y con varias de sus formas de resistencia civil noviolenta. Sin embargo, creo que esta caminata motorizada de seis meses por el país se parece más al primer gran recorrido que hizo Gandhi por su país al regresar de Sudáfrica hacia 1916. Al volver definitiva y triunfalmente a su país, frente a los numerosos ofrecimientos de integrarse inmediatamente a la lucha nacionalista del Partido del Congreso, Gandhi sorprendió a todos diciendo que se tomaría un año para conocer y escuchar a la población más pobre, pues con ellos lucharía más adelante y sabía que no los conocía lo suficiente en muchos aspectos. Así, viajó en la quinta categoría de trenes por todo el país, escuchó a muchísimas comunidades, sintiendo en carne propia todas las incomodidades y sufrimientos del pueblo. Esto le fue fundamental para la construcción de toda su posterior estrategia y táctica de lucha nacional, y para ganarse con toda legitimidad el nombre que el propio pueblo y Tagore le pusieron: Mahatma (alma grande).
Cuando la historia nos pasa tan cerca, lo menos que podemos hacer es estar atentos y seguirle las huellas. Ellos vienen a escuchar a la gente más sencilla, y nos invitan a sumarnos a ese proceso que, en gran parte, es abierto, público y no excluyente. Por ello nos parece importante poder acompañar lo más posible este recorrido, para ser solidario y aprender de las resistencias y luchas en todo el estado, de la experiencia y valentía de la gente que defiende su identidad social y valores éticos en espacios muy diferentes: protección del medio ambiente; defensa de un desarrollo urbano y rural a medida humana, contra la multiplicación impune de megatiendas y gasolineras; respeto a la capacidad productiva local y regional; defensa de los derechos laborales y de la propia fuente de trabajo; combate a los proyectos carreteros e inmobiliarios que arrasan con tierras de cultivo, bosques y mantos acuíferos; construcción de la democracia municipal y rechazo a la corrupción en la administración pública, etcétera. También para tomar conciencia de la propia situación, y del territorio donde se vive, en este contexto de expansión capitalista feroz y plagada de ilegalidades sobre nuestro estado y el país.
Esta semana de actividades de la otra campaña en Morelos, tiene básicamente dos tipos de encuentros que de ninguna manera son excluyentes entre sí: situaciones donde las masas se harán presentes -a partir de foros y actos públicos-, y encuentros de reflexión con adherentes y simpatizantes de la otra campaña. Con relación a los foros en espacios abiertos, donde todos podemos tomar la palabra y compartir nuestras experiencias, el primero será en la ayudantía municipal de Ocotepec, el próximo sábado 8 de 9 a 13 horas. Le seguirá un acto cívico político en Tlalnepantla el domingo 9 de 11 a 13 horas. Posteriormente habrá un homenaje a Zapata en el aniversario de su asesinato (10 de abril), en su tumba en Cuautla, con ex zapatistas y jaramillistas. El miércoles 12 tendrá lugar un foro con obreros del estado en Zacatepec, por la mañana a partir de las 9 horas, y, finalmente, el jueves 13 desde las 16 horas se desarrollará en Xoxocotla un encuentro de pueblos indígenas del sur del estado.
Como vemos, la riqueza de los encuentros y foros es amplia porque combina identidades y tipos de luchas diversos, que además reflejan la complejidad social del estado donde vivimos.
Estamos felices y ojalá compartamos esa alegría y ese conocimiento entre los más posibles, empezando por los actos públicos. Allí no se trata de un proceso excluyente y tenemos que dialogar abiertamente con humildad; es también una falsa trampa contraponer la otra campaña con el proceso electoral, y menos verse como amenazas entre sí, simplemente son dos procesos con lógicas y estrategias diferentes aunque ahora se den en tiempos paralelos. Estamos todos invitados a darle la bienvenida al delegado Zero en la glorieta de Zapata el próximo viernes hacia las 19 horas, y de ahí en caravana ir juntos hasta Ocotepec, Será una marcha festiva encabezada por bicicletas, por eso si podemos llevemos la nuestra. Esta otra forma de hacer política y de construir relaciones sociales y organizacionales desde abajo y a la izquierda, representa una apuesta a la esperanza, pero que no llegará sola del cielo sino que tenemos que poner todos y todas nuestro granito de arena para que ella se convierta en algo real lo más pronto posible. México y la especie humana lo necesitan.
Las contradicciones en el seno de La Otra Campaña hicieron acto de presencia también en Morelos; de ello hace registro el editorial de La Jornada Morelos el 9 de abril:

La Otra Campaña y las exclusiones.

Llegó La Otra Campaña a Morelos. En medio de un ambiente político crispado, donde los partidos políticos carecen de toda credibilidad ante la ciudadanía, un movimiento como el zapatista debería servir como aliciente para cientos de miles de mexicanos en general y morelenses en particular que a diario enfrentan atropellos, violaciones a sus derechos, malos tratos y un sinnúmero de problemas sociales, que no sólo deterioran su calidad de vida, sino que la merma día con día y hace que a veces la vida parezca todo menos lo que debería.
No obstante, todo indica que no hubo suficiente difusión u organización, pues los eventos de ayer fueron por decir algo desangelados, no hubo suficiente asistencia o representatividad, y aunque los integrantes de un movimiento como éste aseguran que no es el objetivo la realización de eventos masivos, también es cierto que fueron muchas las luchas que faltaron ayer. Tal vez puede excusarse también en la regionalización, de todos modos, luchas en Cuernavaca sobran y ayer faltaron.
Algunas voces no obstante, lamentan el sectarismo que todavía domina la organización de eventos como el que hoy distingue a Morelos. Por ejemplo, en la comunidad Amatlán de Quetzalcóatl, lugar considerado por sus habitantes e historiadores importantes como la cuna del personaje histórico, fue excluido del itinerario de La Otra Campaña. Así pasó con Tlaltizapán, Santa Catarina y otras comunidades, que han solicitado en esta y otras oportunidades la presencia de los delegados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sin embargo, no se pudo o no se quiso.
Si la lucha por transformar el país es larga y difícil, las luchas intestinas por artificiales espacios de poder, sólo desgastará al movimiento, sin que le aporte nada, más que la egoísta satisfacción de aquellos que se conforman con decir que hicieron, aunque su esfuerzo sólo sirva para el envanecimiento personal y como dicen los clásicos, para sacarse la foto.
Ése mismo 9 de abril, Jaime Brito, subdirector del mismo diario, premio de periodismo y activista social cercano a las comunidades eclesiales de base, organizaciones juveniles locales y el propio movimiento zapatista en el estado cuando la consulta de 1999 por derechos y cultura de los pueblos indios y contra la guerra de exterminio, escribiría:
Fue una larga jornada de denuncias, contradicciones, demandas, arengas y un largo etcétera que significó el inicio formal de las actividades de la otra campaña en la tierra del General Emiliano Zapata Salazar que atestiguó todos los discursos y experiencias de lucha desde un mural en el fondo del escenario.
Ambientalistas, cooperativistas, feministas, homosexuales, niños, jóvenes, estudiantes, jornaleros, campesinos, indígenas, colonos y demás, formaron un mosaico diverso cuyo hilo conductor fue la posibilidad de construir un algo que aunque no está definido, está claro que debe ser diferente a este sistema, el capitalismo, según señaló el subcomandante Marcos.
El delegado Zero saludó las luchas de todos los pueblos y organizaciones de Morelos, particularmente de aquellos que se han adherido a la causa que lo mueve por todo el país desde inicios de año. Sostuvo que a las comunidades indígenas en Morelos no sólo las cerca y hostiga el afán capitalista, sino también “uno de sus encomenderos”, en referencia al gobernador Sergio Estrada, “ese que para ponerse cachondo tiene que subirse a un helicóptero”.
La jornada inició a las 9:30, aunque el delegado Zero tomó la palabra, para cerrar, hasta pasadas las 13:00 horas. Desde el micrófono de Ocotepec saludó a la comunidad “que nos ha hecho sentir como si estuviéramos en una comunidad nuestra, que de por sí, esta es una comunidad zapatista”, así como a la “gente de tantos colores” que se reunió en torno a la otra campaña.
Luego se soltó contra el Partido Acción Nacional. “Ellos no pueden vernos a nosotros como pueblos indios, como no sea sirviéndoles la comida, barriéndoles la casa o limpiándoles el culo o la boca cuando se cagan por arriba”. Como pueblos indios, dijo, “tenemos muchos pendientes (...) y si no lo hacemos no va haber país que mirar”.
También descalificó a aquellos que piensan que sólo hay una salida para el país. En particular, rechazó señalamientos de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP), porque “no pueden mirar más que sus propias alternativas, las cuales quieren imponer a los otros”, por lo que hizo un llamado a evitar esas actitudes y a dejar de lado los “proyectos alternativos de nación, que si mal no recuerdo, es la propuesta de Andrés Manuel López Obrador y del PRD”.
Ante unas 500 personas provenientes de todas las comunidades de Morelos y de otras partes del país, Marcos sostuvo que los zapatistas y los adherentes a la otra campaña “no miramos hacia arriba, como no sea para destruir a los que detentan el poder”. Dejó en claro que los zapatistas “no buscamos el poder. Cuando llegue el momento de estar frente a la silla del poder, nosotros los zapatistas haremos lo mismo que hizo nuestro general el jefe Emiliano Zapata, daremos media vuelta y volveremos a la montaña, y volveremos a ser lo que somos, los guardianes de la noche, los guerreros que somos a esperar el día en que haya que alzarse de nuevo para hacer este país de nuevo”.
De hecho, el Sub aseguró que todos los presentes “tenemos que hacer algo, porque tenemos un problema que es que este país y esta bandera –la nacional– están siendo destruidos”. Incluso señaló que “aquellos que están aquí porque son mandados, los orejas que manda el gobierno, tienen también un trabajo, y algunos de ellos, que vienen desde Chiapas, han escuchado tanto dolor y tanta rebeldía que están por adherirse a La sexta declaración (de la Selva Lacandona) y unirse a la otra campaña”. Lo que provocó las risas y los aplausos del respetable.
Marcos recordó la lucha de Ocotepec contra la construcción de Soriana y la gasolinera que hoy se levanta como monumento absurdo a la corrupción y el poder en la entrada del pueblo. “Para nosotros es un orgullo que cinco años después, esa gasolinera siga sin funcionar”, dijo y puso como ejemplo la lucha de esta comunidad por preservar su tierra, sus usos y costumbres.
Después aseguró que este sistema económico y político desprecia a “los de abajo”. “Nunca antes se había agredido a la mujer como ahora, nunca antes se le había despreciado como ahora”, señaló al tiempo que recordaba que en los 18 estados de la República que ha recorrido, la muerte y la violencia en general contra las mujeres se generaliza en todos los espacios.
Luego sostuvo que debe cambiarse el sistema que “convierte a los niños en mercancía sexual o en mercancía que compra mercancías desde que apenas tiene uso de razón”, que persigue a los jóvenes “como si el calendario fuera un delito”. Este sistema, señaló, “no persigue un color de piel, lo que persigue es la rebeldía, es la posibilidad de otro sistema, de otra cosa, de otro país”.
El Sup expresó que la lucha de la otra campaña “no es por sobrevivir, no es para que no nos maten y nos dejen seguirlos enriqueciendo, no estamos luchando por humanizar al capitalismo, sino para cambiar este sistema”. Recordó que la víspera, cuando caminaba hacía su morada en Ocotepec, un comunero “me venía contando que cuando plantearon lo de los usos y costumbres, un político le dijo que eso era de animales. El le contestó que tuviera cuidado, porque los animales en estampida pasan a llevar todo lo que tienen enfrente”.
Finalmente, respondió a los cuestionamientos y dijo que la otra campaña inició este año porque “no podía ser antes”, señaló que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no estaba listo; luego advirtió que su causa será llevada “hasta sus últimas consecuencias, así sea solos, así sea sin el apoyo de nadie, afortunadamente tenemos apoyo de muchos y muchas”.

Las luchas en Morelos

Antes de hablar, una larga lista de luchadores, líderes sociales y espontáneos había precedido al jefe rebelde. Frente a representantes de la prensa nacional, se plantearon las luchas y experiencias sociales que hoy dominan Morelos. La lucha de las cooperativas por sobrevivir, la de las mujeres que exigieron detener los feminicidios, los jóvenes que han sido reprimidos, los homosexuales, los ambientalistas de El Texcal, Santa Catarina, la Barranca Los Sauces, Tetela del Monte y muchas más.
Una manta dominaba el sitio en el que varios relatores tecleaban a toda prisa en sendas computadoras portátiles todos los discursos, la leyenda decía: “La diversidad de luchas es nuestra fuerza”, y esa fuerza da hasta para la contradicción y el regaño. Varias veces fue denunciado el problema de El Texcal, reserva natural protegida que poco a poco es mermada por la mancha urbana que constituyen las invasiones. No obstante, casi al finalizar el evento, un hombre tomó el micrófono y ofreció su experiencia de lucha a base de tomar las calles. El hombre representaba a los invasores de El Texcal que antes habían sido varias veces descalificados. Ni modo, así es la diversidad.
Otro hombre de Ocotepec, subió al micrófono y regañó no sólo a varios de los presentes, sino que se dio tiempo para decir a Marcos que su salida de Chiapas era un “error estratégico”. Además, con el dedo flamígero señaló a varios de los presentes, “incluso algunos de los que están acá arriba (en el escenario), que apoyaron la instalación de la tienda Soriana”, con lo que se ganó aplausos de una parte de la concurrencia. Algunas caras se endurecieron, pero no pasó de ahí. Otro hombre, venido de la ciudad de México, lanzó una perorata que después sería rebatida y aplastada por el discurso de Marcos. De hecho hablaba tanto de igualdad y democracia que al final fue democráticamente bajado del escenario por los silbidos de los presentes.
En fin, hubo de todo. Hoy se espera un jornada similar en dos aguerridos pueblos, Tlalnepantla y Tepoztlán, donde las heridas no han cerrado luego de sendos conflictos en defensa de su tierra y autodeterminación, aunque a su vez, las diferencias internas podrían provocar algunos escarceos. No obstante, el encuentro será, como el de hoy, a todas luces, por encima de las contradicciones, donde se impone la máxima que uno de los participantes lanzó a los presentes: “las luchas se ganan elevando el espíritu, no encorvando la columna”.

Dos días después, con motivo del connato de represión que las llamadas fuerzas del orden orquestaron contra compañer@s adherentes de la Sexta que resistían en la Barranca Los Sauces, el mismo Jaime Brito escribió:

Se convierte la Barranca Los Sauces en otro Caracol
La Jornada Morelos, abril 11 de 2006.

Jaime Luis Brito.

La Barranca de Sauces se convirtió en un nuevo Caracol, hace unos años se hubiera dicho que en un nuevo Aguascalientes; ayer, para recordar al Caudillo del Sur, ese lugar y esa lucha en particular, se convirtieron en un enclave más del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y por supuesto de la otra campaña.
Y es que por la mañana, muy temprano se corrió la voz de que el gobierno de Sergio Estrada Cajigal había decidido, con la falta de tino que le caracteriza, precisamente el 10 de abril, como para ponerle un ingrediente más de historia, desalojar a los ambientalistas que desde la semana pasada tomaron el final de la calle Ruiz Cortines como campamento y que defienden la Barranca Los Sauces.
Unos 50 elementos de la Policía Estatal, algunos en caballo y otros tras el escudo y tolete en mano, se alistaron desde las 9:00 horas para arremeter contra los 15 ambientalistas que a sabiendas de que el amparo que les concedió un tribunal federal vencía a las 11 de la mañana, esperaban lo peor, y en una lucha que hoy se entiende pluriclasista, varios se encadenaron a algunos de los árboles ya banqueados en la boca de la barranca.
En tanto, el subcomandante Marcos, desde la víspera identificado con las luchas ambientalistas de Morelos, que el domingo recorrió el bosque de Tetela del Monte, canceló la reunión de adherentes que ya se preparaba en Tetelcingo y arribó antes del medio día a Acapantzingo, para hacer patente su solidaridad, lo que provocó que el gobierno estatal replegara sus fuerzas, a sabiendas de lo que significaría un acto de represión contra el delegado Zero.
Flora Guerrero, líder de los ambientalistas, señaló encadenada a un árbol, que las fuerzas policíacas del gobierno de Sergio Estrada salieron huyendo como “gallinas cobardes”, al conocer la noticia de que el subcomandante Marcos y la “Karavana” de la otra campaña, se aprestaban a llegar al lugar. Cuando el delegado Zero arribó a la calle Ruiz Cortines, no había ni rastro de los granaderos. Fueron largas horas de espera, en las que los presentes, gritaron consignas, elaboraron carteles, recorrieron la barranca, comieron, jugaron y prepararon, por comisiones los discursos que llenarían el evento que fuera de agenda se llevaría a cabo en ese lugar.
Por la tarde, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campesinos de Michoacán y un centenar de comuneros y ejidatarios del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, mejor conocidos como “los atenco”, machete en mano arribaron al lugar. Los vistosos instrumentos de labranza fueron rasgados con furia en el asfalto acompañados del grito “EZLN, EZLN, EZLN”, lo que prendió el acto, en el que ya se reunía unas 500 personas y en la que se mezclaban luchadores sociales, campesinos, estudiantes, trabajadores de la Cooperativa Pascual y un grupo de señoras cuyas vestimentas delataban su posición acomodada. De hecho, durante todo el día, entre los presentes se ubicó Adolfo Gilly, maestro emérito de la UNAM, autor de varios libros sobre Chiapas y el zapatismo.
Después de las 6 de la tarde, vino una larga lista de oradores. Representantes de todos los grupos presentes, empezando por la propia Flora Guerrero, que se adhirió públicamente a la otra campaña, y pasando por campesinos de Atenco, estudiantes de Chapingo y demás universidades, hablaron de sus luchas respectivas y de la solidaridad social que encuentran en diversos sectores.
Y las arengas se combinaron con la aguerrida trova de un espontáneo que prendió aún más al respetable. De pronto, el subcomandante Marcos, que presidía la reunión desde la caja de una camioneta pick up, se agachó para subir a alguien más al improvisado estrado, se trataba del veterano jaramillista Félix Serdán Nájera, nombrado desde mediados de los 90, Mayor Honorario del EZLN. Don Félix, como le llaman sus compañeros de lucha, a sus casi 90 años, expresó su solidaridad con la lucha ambientalista y aseguro “con todas mis dificultades y problemas, estoy aquí, para que junto con ustedes, lleguemos hasta donde sea necesario para detener a este gobierno opresor”. Los aplausos y vivas, y hasta un corrido jaramillista llenaron el ambiente.
En punto de las 8 de la noche, con luz muy tenue, por fin, el delegado Zero tomó el micrófono para explicar el porqué de su presencia y saludó a lo que llamó “el séptimo de caballería”, es decir, a los estudiantes de la UNAM y los campesinos de Atenco. “Ya estamos completos”, señaló, para después leer el primer comunicado del EZLN desde su llegada a tierras morelenses el pasado viernes, mismo que dijo, “elaboramos pensando en nuestro hermano, Félix Serdán y que pensábamos leer en Cuautla, Morelos, hoy, que recordamos a nuestro General en jefe, Emiliano Zapata Salazar”.
Traemos el mensaje de la otra campaña, señaló y agregó que “cada tanto la sangre de Emiliano Zapata vuelve a hervir en todos los morelenses”, y luego hizo una recapitulación de todas las luchas que ha conocido y conocerá en estos días a lo largo de su recorrido por Morelos. Desde Tlalnepantla hasta la Barranca Los Sauces, pasando por Tetelcingo, Zacatepec, Tetela del Monte, y un largo etcétera, “en toda esta tierra zapatista que mal gobierna ese idiota de Estrada Cajigal”.
“Hemos escuchado que la tierra muere, y que mueren también los árboles que sostienen el cielo. También quieren matar junto con la naturaleza, a los árboles que somos todos y todas que con nuestra lucha queremos levantar el mundo que han talado los nuevos devoradores de hombres, es decir, los grandes propietarios de la banca, la industria, el comercio, las tierras y aguas (...) los partidos políticos de arriba, los que nos despojan de la tierra, los que roban al campesino, al comunero, al ejidatario, los que hacen que los productos de la tierra abaraten sus precios y luego los venden a precio de oro”. Y propuso, “para derrotarlos, tenemos que unirnos todos, los trabajadores del campo y la ciudad y con todos aquellos que son reprimidos, explotados”.
De cuando en cuando, la lectura del comunicado era interrumpida por las arengas y vivas, además de los cohetones que hacían retumbar en su centro la tierra, estruendo que se esparcía y magnificaba por toda la Barranca Los Sauces, mientras los machetes en alto tintineaban unos con otros a manera de aplauso agudo que hacía erizar los bellos.
“Hoy nos encontramos al lado del Morelos rebelde y digno, que lucha por la tierra, por precios justos. Es necesario que vuelva a andar Zapata en nuestros pasos, para derrotar al rico, para tomar lo que es nuestro, la tierra, las fábricas, los comercios, los bancos, la salud, la educación (...) Debemos seguir luchando pero no solos, sino con todos los que abajo y a la izquierda somos el árbol que somos para levantar el mundo, pero ahora otro mundo”.
Luego vino el cierre, demandó a todos los presentes y a todos aquellos que identificó como “oprimidos” adherirse a la otra campaña y construir “otro Morelos, otro país, otro mundo” donde haya lugar para todos y todas. Para luego cerrar “desde la Barranca de los Sauces, en Cuernavaca, en el otro Morelos, esperando para enfrentar el desalojo que pretenden los malos gobiernos panistas y saludando a nuestro General en jefe Emiliano Zapata Salazar, Subcomandante insurgente Marcos”.
Después, se instaló un campamento y se esperaba que en los últimos minutos de ayer, el tribunal federal que otorgó una suspensión provisional para que el gobierno de Morelos evitará construir el distribuidor vial que pretende en la barranca de los Sauces, otorgara un amparo definitivo a los vecinos, quienes se oponen a la obra, con lo que uno más de los tantos negocios del “gobierno del cambio”, se echaría a perder.

El 14 de abril, La Jornada de Morelos reportaría el fin de la visita de la Comisión Sexta por tierras zapatistas. En su editorial de ése día el solidario rotativo reportaría que entre los hechos más importantes a destacar "se encuentra sin duda la solidaridad y fortalecimiento, además de la visibilización [de] algunas de las principales luchas sociales en Morelos", y que los dos ejes de lucha fortalecidos habían sido la defensa de la tierra y del medio ambiente, recordando las luchas por la defensa del bosque en Tetela del Monte, la barranca Los Sauces, en Cuernavaca, y la resistencia contra una gasolinera por parte de l@s colon@s de la Manantiales, en Cuautla. Pero, sin por ello dejar de ser solidarios con la Otra Campaña, también hubo críticas importantes para el movimiento:

No obstante, hubo algunos hechos que sin duda empañaron la visita. Todas atribuibles a la atomización del movimiento social de izquierda en la entidad. De hecho, siempre han existido diferencias, sin embargo, es importante señalar que cuando éstas se imponen por encima de los intereses de la causa que dicen apoyar, deja endeble la posibilidad de un incremento en el número de adherentes.
Así, la falta de información sobre el itinerario, la paranoia que rodea a los grupos encargados de la organización, la rudeza innecesaria de parte de los integrantes del cinturón de seguridad del delegado Zero, sobre todo contra los medios y la exclusión a ultranza de aquellas personas que militan, militaron, simpatizan o alguna vez cometieron el pecado de hablar bien de algún partido político, fue en algunos casos ofensiva.
Quizás sea difícil ponerse de acuerdo sobre algunos puntos al interior de los grupos organizadores, no obstante, debería siempre anteponerse la disposición para el diálogo y el compañerismo, más que para la exclusión y descalificación. A pesar de ello, sin duda el balance de La Otra Campaña en Morelos, es positivo.

Hugo Barberi, corresponsal de la Jornada Morelos y editor de El Maseual, recordó la constante de La Otra Campaña respecto al proceso electoral de 2006: "votes o no votes, lucha"; clara muestra -y respuesta a quienes nos acusan de ser antielectorales- de que la Otra ve en las elecciones unas posible trinchera para much@s que, abajo y a la izquierda, se organizan por un país y un mundo mejores; pero no una trinchera suficiente, ni siquiera viable, si ello no hace que además de sufragar el pueblo no se organice por construir ése país y ése mundo mejores que sueña:

[Marcos] resaltó como uno de los principales mensajes de la otra campaña es que independientemente en julio “votes o no votes, lucha, pero no luches solo, únete respetando a cada cual su forma de organizarse, sus objetivos”.
El delegado Zero expresó que es necesario que “empecemos a descubrir juntos quién es el responsable de nuestro dolor, de la humillación que recibimos como jóvenes, como mujeres, de cómo nos persiguen una y otra vez por nuestra forma de pensar, de vestir, por la forma de hablar”.
Igualmente de necesario es encontrar al responsable “que nos persigue, incluso hasta la muerte, como mujeres, también como ancianos, que nos prostituye como niños”. A ese responsable de la destrucción de las comunidades, de la vida familiar, de la vida social, del crecimiento del bandidaje de la inseguridad pública, “de que estemos cargando a algunos políticos ladrones, que sólo se acuerdan de nosotros cada que tienen que renovar el puesto que tienen allá arriba”.
El responsable que han encontrado, aclaró, es un sistema político contra el que se revelan y contra el que terminarán cuando terminen con el capitalismo, “cuando metamos a la cárcel a los políticos corruptos, cuando echemos de este país a los grandes propietarios de la tierra, de los grandes comercios, de las industrias, a los banqueros. Que nos libremos de todos ellos, y empecemos a hacer otro país, a la gente de abajo, que trabaja, la gente sencilla, pueblos indios, mujeres, hombres, homosexuales, lesbianas, transgénero, ancianos, niños, todos los que estamos abajo y que no contamos ni un solo día, ni una sola hora, ni un solo minuto para los que están arriba, más que a la hora que hay que depositar nuestro voto en la urna electoral”.
Dijo que “todos aquí sabemos” lo que pasará en la madrugada del 3 de julio, cuando todas las promesas “sean tiradas a la basura, cuando la propaganda electoral permanezca tirada mucho tiempo” pegada o colgada en las calles.
El subcomandante Marcos sostuvo que “lo que nosotros estamos proponiendo es muy sencillo: encontrémonos, conozcámonos, hagamos un acuerdo, alcémonos juntos, derroquemos al gobierno, a todos, desdel más grande al más pequeño. Expulsemos a los grandes ricos de este país y sólo entonces empecemos a construir el país que merecemos”, advirtió.
Añadió que de no hacerlo se corre el riesgo de que “esa bandera –señaló la bandera nacional– va a volver a caer al lodo, donde la ha puesto el PAN con Fox, donde la han enlodado y ensuciado de mierda los tres principales partidos políticos, diputados y senadores que han bajado la cabeza servilmente ante el poder de los monopolios de los medios de comunicación”. La medida se tiene que realizar “ya”, porque este país no aguanta más.

Finalmente, Adriana Mújica, articulista de La Jornada Morelos escribiría que... bueno, mejor ustedes mism@s léanlo:

¡Zapata, vive! ¡La lucha sigue!
Adriana Mújica M.

Cuando las panista arribaron al poder, para muchos era bastante obvio que algunos de nuestros próceres iban, cuando menos, a pasar al cajón del olvido si no es que ha ser, de una forma u otra hasta enfrentados directamente por el tipo de postulados que tuvieron y que se oponen a la ideología de la derecha.
Primero le tocó el turno a Benito Juárez. A lo largo y ancho del país, desaparecieron las fotografías de Juárez de las oficinas del gobierno. En algunos municipios encabezados por autoridades panistas, hasta se retiraron un par de estatuas de Juárez. Ahora le tocó el turno al General de Generales, Emiliano Zapata, justo en el día de su aniversario.
Por una parte, el gobierno federal no mandó representante al evento oficial que, año con año, se realiza en nuestro estado pero, como si eso no fuera suficiente, ni siquiera asistió el “gobernador” quien parece que estaba ocupado en otros menesteres más acordes con su estilo de “gobernar”. ¿Qué era más importante que asistir a la ceremonia del Caudillo del Sur?
Pues nada más y nada menos que estar al pendiente del operativo policiaco que se inició poco antes de las 8 de la mañana. Y no vaya usted a creer que se trataba de un operativo de protección a vacacionistas ni de cualquier operativo contra el narco o el crimen organizado, ni de ir a detener a alguna banda de secuestradores. Más bien se trató de ir a desalojar el plantón que ambientalistas y colonos han mantenido en defensa de la Barranca Los Sauces. ¡Eso era más importante que Zapata!
Pero hay que entender el porqué de esa extraña prioridad gubernamental.
La Barranca Los Sauces, es un importante pulmón en Cuernavaca que cuenta con más de 200 árboles que oxigenan nuestra ciudad y que ayudan a que conservemos el clima de “la eterna primavera”. Y quizá usted se pregunte ¿entonces por qué el gobierno quiere despedazar ese espacio? Pues la respuesta es simple, aunque con varias vertientes.
Por una parte al gobierno actual el medio ambiente es lo que menos le ha interesado. Solamente se ha colgado del asunto cuando le ha convenido como lo acaba de hacer en el Foro Mundial del Agua en que fue a presentar las Cumbres Infantiles del Medio Ambiente, como si fueran creación de ellos; cuando la realidad es que fueron iniciativa de unas niñas inquietas y preocupadas por la ecología, que lograron el apoyo del entonces gobernador Morales Barud y la suma de varias instancias federales, estatales y municipales, además de muchas ONG. Es más, las CIMA hasta fueron bloqueadas en 2001 por SEC. Pero con el movimiento del Casino de la Selva y la terrible represión gubernamental, el gobierno estatal quiso poner cara de ecologista y se trepó al tren de las CIMA en 2002.
La otra parte de la respuesta a la pregunta es que SEC tiene el anhelo de hacer su “gran obra de sexenio” que es justamente una vialidad que una la Avenida Teopanzolco con la entrada a la Colonia Tabachines. ¿Y a quién le serviría esta vialidad?
Pues sí, le acaba usted de atinar. No a la ciudadanía de a pie. No a la gente que vive en la Satélite o colonias de “medio o bajo pelo” sino a algunos riquillos que ya no tendrían que dar la vuelta para llegar a sus maravillosos fraccionamientos privados. ¡Ah! Y también a una nueva Plaza comercial que está proyectada por esa zona del libramiento, la que por cierto también sería para consumo de “altos vuelos” o de altos precios.
El problema, para sus planes, es que desde hace tiempo se ha topado con una resistencia civil pacífica de pobladores y vecinos que hoy se vio reforzada con la llegada justo al plantón y para evitar el desalojo, de nada más y nada menos, que la caravana de la otra campaña y el mismo subcomandante insurgente Marcos o delegado Zero, como se le quiera llamar. Así las cosas, el zapatismo vigente defiende la tierra de la depredación de los “terratenientes neoliberales” y asume un papel activo en una lucha ciudadana, en plena congruencia con sus planteamientos.
El asunto ahora será ver qué pasa cuando la caravana sigue su camino. ¿Servirá de algo el plantón ciudadano de hoy? ¿Entenderá el gobierno panista que Zapata sigue vivo? O más bien ¿recrudecerá sus embates contra la ciudadanía?
Y por parte de la ciudadanía ¿se sumará, al fin, a esta importante lucha por defender la ciudad de Cuernavaca y el medio ambiente que nos permite vivir de una manera sana en ella? ¿Dejará que el gobierno la siga destruyendo?
La palabra está de parte de la ciudadanía, porque obviamente no se puede esperar que les “caiga el veinte a las autoridades” pues, al parecer, a ellos sólo los hacen reaccionar (muy a su manera) los billetes grandes o los dólares de las transnacionales. Como muestra dos botones: el que le sigan cerrando el paso a la Cooperativa Boing para que venda sus productos en la Feria de la Primavera, y todo por el interés de favorecer a la transnacional Cocacola. Y el otro ejemplo, lo que le hicieron al Casino para favorecer a la transnacional Costco.
Aunque tal vez exista la opción de regalarles una brújula para ver si así se orientan de diferente manera. Aunque también y hablando de sus asesores ¿será que Morales Barud (aquel que sí se interesó y apoyó la primera CIMA) les haya asesorado diciéndoles que atacaran la lucha ciudadana por la tierra, los árboles y el medio ambiente de la Barranca Los Sauces, en pleno aniversario de Zapata? ¿O será que ya le hicieron un coco wash y lo cooptaron en serio? ¿O será que ni lo pelan? ¿O estará de vacaciones y SEC se quedó sin asesor? Pues igual queda mal parado en cualquiera de las opciones. Mucho más que las “flamantes” autoridades estatales de quienes desde siempre sabemos que no les interesa el medio ambiente.


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