11 de noviembre de 2006

LA OTRA CAMPAÑA VA :: la otra también es nuestra, erpi.

Hasta que la sociedad recupere la compasión.
Hasta que los criminales paguen con la cárcel.
Hasta que la educación cambie la idea de qué es
ser Hombre y ser Mujer, inequidad, amor y respeto.

Lidia Cacho. Los demonios del Edén. 2ª edición.


La vida política del país está marcada,en este momento, por lo menos con dos acontecimientos: la campaña electoral y «La Otra Campaña», amén de las diferentes muestras de poder y delincuencia que hacen los «barones del dinero», «los dueños del poder» (desde los gobernantes preciosos, de los tres niveles de gobierno, hasta los empresarios también de todos los tamaños, pasando por los hijos de los políticos del momento –que no son pocos) que son parte de la violencia estructural o lo que es lo mismo la exclusividad del Estado de ejercer la violencia cuando ellos crea que lo amerita.

La actual explosividad social es producto de la ineptitud del gobierno federal y los gobiernos estatales de todos los colores partidistas, pero también y no con menor grado de responsabilidad, de los grandes consorcios económicos de este país y de las transnacionales semiesclavistas que con salarios de risa y condiciones de trabajo de fines del siglo XIX sobreexplotan la «buena fe» (necesidades) de las y los trabajadores (Pasta de Conchos, SICARTSA), así como las condiciones de las zonas rurales para implementar proyectos genocidas (Atenco, La Parota; Minera San Xavier…). Y todavía pretenden fortalecer su manto de impunidad y control con su propuesta llamada «Acuerdo nacional para la unidad, el estado de derecho, el desarrollo, la inversión y el empleo» mejor conocida como «Acuerdo de Chapultepec». Los diferentes candidatos a la presidencia, es bien sabido representan todos y cada uno de ellos los mismísimos intereses, los de la oligarquía política y económica a la que representan y a la que no están dispuestos a renunciar si pretendieran que existen alternativas al sistema que para ellos llegó para quedarse en tanto que les produce tantos beneficios como sacrificios y necesidades nos representa a las y los trabajadores de nuestra República Mexicana.

Es necesario e imprescindible dar un giro a este estado de cosas para hacer valer nuestros derechos y gobernarnos todas y todos de una manera autónoma, buscando autosuficiencia, con democracia efectiva, discutiendo las acciones a realizar en nuestras comunidades para potenciar el desarrollo del país desde los núcleos principales que representan las comunidades, colonias, barrios… Y es esta parte donde aparece en escena «La Otra Campaña», ya que representa esa alternativa de poder, ante el Sistema de Partidos imperante e inoperante en nuestro país (y en varios más). Aparece también porque a su paso por diferentes estados del país se ha venido encontrando con gente organizada, en lucha, en esa construcción de poder que se asemeja a los «Caracoles», «Aguascalientes», «Juntas de Buen Gobierno», a los «Municipios Autónomos» y a otras expresiones comunitarias y sectoriales de Poder Popular que dignifican al género humano en tanto que no se dejan ignorar, humillar porque han aprendido a gritar el «YA BASTA» y a experiementar otras formas de vida.

Aunque no se diga , se percibe que en la otra campaña, comunidades y grupos desarrollan a sus modos otro de los ejes fundamentales del poder popular, la autodefensa integral, que consiste, en la necesaria defensa de nuestra identidad cultural, de nuestros recursos económicos y los recursos naturales, de nuestras formas de gobierno comunitarias, pero también de nuestros territorios y de nuestra integridad y la de nuestras compañeras y compañeros y de toda la población.

Es por esto que debemos mantenernos vigilantes para que este mal gobierno no se atreva a golpear más a los movimientos sociales que luchan contra su política depredadora y entreguista; que no se permita que sean golpeados los profesores en Oaxaca por defender sus derechos y la educación de sus estudiantes y las de los padres de familia que con ellos marchan y se mantienen en plantón. Vigilantes ante las amenazas de imponer mediante la represión selectiva el proyecto hidroeléctrico en La Parota. Atentos para que no puedan desaparecer a las normales rurales. Para que no venzan por cansancio y fuerza a los mineros de Cananea y las y los
obreros e que resisten en tantas huelgas.

Mas no sólo vigilantes. También dispuest@s a defender los espacios que hemos venido construyendo porque no son un regalo de nadie. Es producto del empeño, de la disciplina, de la dignidad que queremos para nostr@s y para nuestr@s hij@s, para nuestr@s herman@s y amig@s y vecin@s. «La Otra Campaña» es un movimiento político y pacífico que hacemos nuestra porque desde nuestros espacios y manteniéndonos en guardia también la vamos construyendo. Como parte del pueblo organizado , la defenderemos.

El paliacate No. 3

Fuente: cedema.org/okupache.

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