José Martínez Cruz
Son apenas un puñado de pueblos. Doce pueblos. Todos ubicados en el lado sur del Estado de Morelos. Y están levantados del suelo. Luchan porque el agua del manantial Chihuahuita siga surtiendo a cien mil habitantes de la región. Se oponen a la construcción de 25 mil viviendas en lo que debe ser una área de reserva ecológica en la parte baja de la Sierra de Montenegro.
A las barricadas
Estalla el cohete en las alturas y se abren las puertas y ventanas para dejar paso a la presencia en las calles de miles de indígenas de Xoxocotla, Santa Rosa Treinta, San Miguel, Temimilcingo, Tetecalita, Huatecalco, Tepetzingo, Atlacholoaya, Chiconcuac. Y también los no indígenas que, también viven en las colonias más recientes. No llevan armas de fuego. Sólo llevan palos, machetes, azadones, herramientas de trabajo. Y así forman las primeras barricadas. Construyen las barricadas con lo único que tienen para permanecer vivos: sus propios cuerpos. Son retenes que impiden el paso de los demás para atraer la atención de los de arriba. Y lo logran después de noches y días de permanecer en vigilia.
Las condenas
Porque dañan la economía, dicen los hoteleros. Porque desquician la vida social, dicen los dueños de fincas de fin de semana. Porque desactivan las inversiones y alejan las divisas, aseguran los empresarios. Porque desestabilizan, amenazan los funcionarios. Y ¿quien de ellos puede sobrevivir cotidianamente con un tandeo de agua potable de 4 horas cada 15 días?
Agua de arriba
Solo la lluvia de estos días permite refrescar un poco el caluroso clima de la región, y el olor a tierra mojada reanima a quien esta acostumbrado a sembrar semillas para poder cosechar maicitos tiernos para los elotes y maíz de color para las tortillas sin transgénicos. Las torrenciales lluvias llegan y causan temor en las ciudades, donde se inundan las colonias pobres y se caen los anuncios espectaculares de las megatiendas y se va la luz por los postes derrumbados. Esa lluvia llega y moja el rostro de los que en el campo esperan con ansiedad que las tierras se alimenten del vital liquido para preparar y cultivar maíz, frijol y calabacitas en una milpa que tiene sabor profundo.
Morir de sed en medio de los balnearios
Un viejo de 80 años de edad se pregunta: "¿Vamos a morir de sed en medio de los balnearios de la region?", y el reportero Justino Miranda lo escribe con la garganta reseca, sin saliva para mojar sus labios. Cada semana son mas de 100 mil paseantes que vienen a disfrutar las aguas de los balnearios que rodean estas tierras que se van quedando yermas.
Un manantial para la vida
El manantial Chihuahuita, ubicado en Temimilcingo, tiene un caudal de agua fresca y cristalina. Años atrás, cuando fue concesionado a los pueblos, era más que suficiente para alimentar a todos los habitantes del sur y se podía destinar también para el riego y hasta para uso industrial. Hay decretos presidenciales desde la época de Lázaro Cárdenas, recuerda Armando Soriano en el Encuentro Mundial del Agua y en los eventos alternativos contra la privatización del líquido. Hoy los fraccionadores privados de las constructoras GEO y ARA pretenden arrebatar el líquido para su negocio particular. Ante ello, las autoridades municipales han concedido todos los permisos violando los decretos ambientales y la normatividad oficial.
Golpes, detenciones, represión
Los bloqueos carreteros empezaron en Xoxocotla y se extendieron a 7 puntos en la región sur. Se conmocionó el estado de Morelos. No hubo respuesta oficial, sólo amenazas. Los pueblos intentaron tomar la autopista del Sol y vino la represión. La superioridad numérica del pueblo se impuso y los policías tuvieron que correr. Ardieron dos patrullas, hubo heridos de las dos partes, cayo herida por el suelo Magdalena Peralta, anciana de 70 anos de edad. Se replegaron mil 500 pobladores a Xoxocotla. Entonces se desató la venganza: llegaron nuevas patrullas y detuvieron a 12 personas que solo miraban los hechos. Los golpearon, arrestaron sin orden, arrojaron al suelo de las patrullas, los llevaron al cuartel donde los hincaron al sol dos horas y media, para agregar sed a las ganas de tomar agua, los encarcelaron y acusaron de haberse robado armas de fuego calibre AR-15 y lanzagranadas de gas lacrimógeno. Fueron liberados seis de ellos, el primero, Don Agustín, anciano de 90 años de edad, sordo, casi ciego y con hipertensión arterial.
No volara el helicóptero
Durante la mesa del diálogo entre los representantes del movimiento en defensa del agua del manantial Chihuahuita y el gobierno del estado, se exige la libertad de los detenidos y a cambio se liberará el paso por las carreteras. Ante la demanda de Saúl Hernández, investido del bastón de mando tradicional, de que no haya más represión, la respuesta de Sergio Álvarez Mata fue de que no se utilizaría la fuerza pública para reprimir al pueblo: "no volará más el helicóptero por el pueblo de Xoxocotla".
Epílogo
Aún dista mucho para que la lucha del pueblo concluya. Las batallas por el agua estan ahí presentes: en el área de reserva ecológica de El Texcal, en el predio Los Venados, en los Manantiales de Cuautla, en Fierro del Toro, en el Ajusco Chichinautzin. Y los pueblos han dicho basta, y echado a andar.
3 comentarios:
no encuentro la respuesta...
La verdad no comulgo con su ideologia
¿Tiene usted, Señorita decente, ya la pregunta? Y, Apelaez, no se preocupe; sea usted bienllegado por este humilde rincón virtual; al fin y al cabo no repartimos ostias ni bendiciones; olvídese, pues, de comulgaderas.
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