29 de julio de 2012

1967: la huelga estudiantil de las escuelas de agricultura, el Politécnico, las normales rurales y otras instituciones.

Por Gerardo Peláez Ramos/AppiaVirtual.

Hace 45 años, entre el 8 de mayo y el 15 de julio de 1967, se desarrolló el movimiento estudiantil de las escuelas de agricultura, el Instituto Politécnico Nacional, las escuelas normales rurales y otras instituciones educativas, que dio origen a una dirección unificada, a la utilización de la huelga para expresar la solidaridad con un destacamento en lucha, a la realización de mítines y asambleas en muchas entidades del país y a la negociación con las autoridades respaldada en la movilización de masas.

El movimiento tuvo como punto de arranque la huelga en la Escuela Superior de Agricultura “Hermanos Escobar”, de Ciudad Juárez, Chihuahua, por la federalización del plantel, es decir, era en el fondo la lucha abierta por la educación pública y gratuita. El carácter mercantil del centro escolar quedó evidenciado con la lucha de sus estudiantes.

El desarrollo del movimiento

De acuerdo con la información de la revista Política y La Voz de México, en la ESA“HE” las condiciones en que estudiaban los futuros agrónomos eran negativas: los dormitorios, el comedor y otras instalaciones no reunían los requisitos indispensables para que pudieran desarrollarse las relaciones de enseñanza-aprendizaje. Ante esta situación, el consejo estudiantil elevó algunas demandas para mejorar la situación del plantel. Sin embargo, en lugar de acceder a las peticiones de los estudiantes la dirección de la escuela expulsó a tres representantes estudiantiles.

Los estudiantes llegaron a una conclusión clave: en tanto prevalecieran criterios mercenarios, no habría solución de fondo. Como la escuela tenía un carácter mercantil, lo que procedía era la federalización del establecimiento. De esta manera, el 8 de mayo estalló la huelga.

El movimiento, dada la justeza de su demanda central, concitó una enorme solidaridad. En Ciudad Mante, Tamaulipas, se reunió el 12 de mayo la Primera Junta Consultiva de la Federación Nacional de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias y Forestales, que acordó solidarizarse con los huelguistas chihuahuenses. Estaba en puerta la extensión de la colocación de las banderas rojinegras.

No hubo avances en las negociaciones en Ciudad Juárez, pese a la intervención de una comisión de ingenieros en nombre del titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería y el presidente municipal de esa población, que hicieron propuestas que negaban el estado de huelga. En forma correcta, los estudiantes plantearon como consigna “¡Federalización!”

Del 21 al 23 de mayo tuvo verificativo, en Ciudad Juárez, la Segunda Junta Consultiva de la FNECAF, que tomó una resolución fundamental: llevar a cabo un paro nacional de las escuelas de agricultura de todo el país, y efectuar un encuentro de la FNECAF, la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos y otras organizaciones nacionales del estudiantado.

La comisión enviada a la capital federal para negociar con el profesor Juan Gil Preciado, secretario de Agricultura y ganadería, después de vencer grandes dificultades fue recibida, el 24 de mayo, por este funcionario, quien mostró una gran cerrazón y un desconocimiento supino de las funciones de la dependencia a su cargo. Para aclarar con qué clase de político priista se estaba en tratos, quizá sea conveniente informar que lanzó la siguiente amenaza troglodita: “¡O levantan la huelga, o los reprimimos!”

La Tercera Junta Consultiva Extraordinaria de la FNECAF se realizó en Chapingo, Estado de México, del 3 al 5 de junio, que adoptó un acuerdo movilizador: la huelga indefinida del sistema nacional de educación agropecuaria, continuación de las negociaciones con las autoridades y celebración de mítines en diferentes entidades de la República bajo la responsabilidad de la FNECAF, la CNED y la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.

Las escuelas de la FNECAF, en su mayoría, asumieron la huelga como propia. También entraron en acción los normalistas rurales. El poder público no permaneció con los brazos cruzados. De este modo, los estudiantes que se plantaron frente a las oficinas de la SAG fueron reprimidos por el Cuerpo de Granaderos. La represión no quebró el movimiento.

Las autoridades emprendieron otras medidas para romper la huelga. La dirección oficialista de la Sociedad Agronómica Mexicana solicitó la utilización de las fuerzas federales para disciplinar a los huelguistas. Por órdenes de Gil Preciado, se suspendió el servicio de cocina en la Escuela Nacional de Agricultura, y posteriormente se dejaron de proporcionar todos los servicios internos. Estas medidas atrabiliarias también fracasaron. Para completar el cuadro, se amenazó a los huelguistas con la ocupación de los centros escolares con fuerzas federales el 7 de julio.

En la situación de ascenso de la lucha estudiantil en gran parte del territorio patrio, no podían faltar los argumentos del anticomunismo. En una negociación con estudiantes chapingueros, Gil Preciado recurrió al fácil recurso de culpar a la Tricontinental y a consignas de Fidel Castro el origen y los objetivos de la huelga multisectorial de los estudiantes mexicanos. Así, una demanda justa y progresista se enfrentaba con ideas sacadas del arsenal del imperialismo norteamericano.

Además de la solidaridad de la FNECAF, la CNED, la FECSM, los comités de varias escuelas del IPN y las organizaciones democráticas y de izquierda, los huelguistas de la ESA“HE” contaron con declaraciones de apoyo de la Sección XLII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, agrónomos egresados de la ENA residentes en Culiacán, Sinaloa, el Colegio de Agrónomos y algunos periodistas de la capital de la República. (1)

El contexto

1967 fue rico en procesos sociales y políticos. De febrero a mayo, en Sonora, tuvo lugar un importante movimiento de masas en contra de la imposición de Faustino Félix Serna como candidato del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura de la entidad, que condujo a la toma de la Unison por el Ejército el 17 de mayo y a la aprehensión de muchos opositores, entre ellos Ramón Danzós Palomino, secretario general de la Central Campesina Independiente y ex candidato presidencial sin registro por el Frente Electoral del Pueblo en 1964. En Guerrero se produjeron las matanzas de Atoyac de Álvarez y de copreros, la internación de Lucio Cabañas en la sierra, el asesinato del rey Lopitos en Acapulco y los preparativos insurreccionales de la Asociación Cívica Guerrerense con Genaro Vázquez al frente. En los centros educativos, los prochinos, guevaristas, trotskistas y neoizquierdistas celebraron el Primer Congreso Nacional de Estudiantes Revolucionarios que creó la Unión Nacional de Estudiantes Revolucionarios, proyecto fallido en gran parte por la represión a una fracción de sus dirigentes y cuadros.

En ese año se desenvolvieron los actos represivos contra la lucha de los trabajadores transitorios petroleros y varios grupos que preparaban acciones armadas o que realizaban “expropiaciones” y actos violentos no encuadrados en un proyecto nacional de transformaciones revolucionarias. (2)

La huelga de la ESA“HE” se extiende

El 5 de junio estalló la huelga en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, en solidaridad con los estudiantes de Ciudad Juárez. A propósito de la extensión del movimiento, el periódico oficial del Partido Comunista Mexicano informaba:
En el curso de esa misma semana se sumaron al movimiento de respaldo la Facultad de Agronomía, de Nuevo León; la Escuela Superior de Agricultura, de Chilpancingo, Guerrero; la Escuela de Agricultura, de Roque, Guanajuato; la Escuela de Técnicos Madereros, de Durango; la Escuela Superior de Agricultura, de Guadalajara, Jalisco; la Escuela Agropecuaria ITR, de Durango, y la Escuela Superior de Agricultura “Antonio Narro”, de Saltillo, Coahuila, que anunció el inicio de su paro de actividades para el lunes 12. (3)
Los huelguistas realizaron un mitin, el 29 de junio, en el auditorio número 2 de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, con la participación de oradores de los comités ejecutivos de ESIME, Escuela Superior de Ciencias Físico-Matemáticas, Federación Nacional de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias y Forestales y Central Nacional de Estudiantes Democráticos, entre ellos Antonio Rodríguez, del Comité de Huelga de la ESA“HE”, y Arturo Martínez Nateras, de la CNED.

Allí se informó que la SAG ofrecía dotar adecuadamente de instrumentos para las prácticas escolares y aplicar técnicas más avanzadas para el mejor aprendizaje de los alumnos.

En la Escuela Nacional de Maestros se verificó, el 30 de junio, un combativo mitin en solidaridad con los estudiantes de las escuelas de agricultura, el IPN, las normales rurales, algunas secundarias y otras instituciones.

De acuerdo con un estudioso: “A principios de julio varias escuelas del Poli se ponen en huelga con lo que el conflicto adquiere grandes dimensiones que desconciertan al gobierno, que exige levantar los paros para dialogar, sin que halle eco entre los estudiantes. Surge así un clima hostil hacia el movimiento en la capital cuando la policía asalta el Casco de Santo Tomás, y agrede la Vocacional 7 así como el local de la CNED…” (4)

El 9 de julio, informaba el órgano central del PCM:
Las escuelas en huelga son las siguientes:
Escuela Superior de Ciencias Físico-Matemáticas, Escuela Superior de Economía, Escuela Superior de Ingeniería Textil, Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Escuela Preparatoria Técnica Piloto (Cuauhtémoc), Prevocacional 7, Vocacional 14, Prevocacional 4, Vocacional 5 y las secundarias 16 y 83 de Tlatelolco.
La Escuela Nacional de Maestros efectuó un paro escalonado…
(5)
Durante este gran movimiento estudiantil, en el IPN se integró un Consejo General de Huelga y la CNED, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y la FNECAF formaron un Comité Nacional de Huelga. En la ENM, la Escuela Normal Superior y algunas secundarias se produjeron paros escalonados.

Una importante victoria

Después de actos de masas, reuniones, publicación de volantes, periódicos y desplegados, triunfó la huelga estudiantil. Un periódico partidista informaba:
El sábado 15 de julio a las 23:30 horas, después de 70 días de huelga de la Escuela Superior de Agricultura “Hermanos Escobar”, de 40 días de huelga de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y 12 días de movimiento de solidaridad del Instituto Politécnico Nacional, de las escuelas normales rurales, Normal Superior y Escuela Nacional de Maestros, se firmó un convenio que puso fin al movimiento. (6)
Se logró la creación inmediata de una escuela de agronomía en la Universidad de Chihuahua, que iniciaría sus labores el próximo 24 de julio, incorporando a todos los estudiantes de la ESA“HE”.

La revista que dirigía el gran periodista Manuel Marcué Pardiñas, apuntaba:
…El convenio que puso fin al paro estudiantil fue firmado a la media noche… por el gobernador del estado de Chihuahua, el rector de la Universidad de ese estado y el comité de huelga.
El documento suscrito consta de ocho puntos: 1. La Universidad de Chihuahua creará de inmediato la Escuela de Agronomía; 2. Los alumnos tendrán todos los derechos y obligaciones que confiere la Ley Orgánica de la Universidad de Chihuahua; 3. La UdeCh se compromete a legalizar el traslado de los estudiantes de la Escuela Hermanos Escobar y resolver el problema de su hospedaje y alimentación; 4. La UdeCh reconocerá los estudios cursados en la ESA; 5. El subsidio que la Secretaría de Agricultura otorgaba a la ESA pasará a la UdeCh; 6. El destino de ese subsidio subsistirá hasta en tanto queden debidamente satisfechas todas las necesidades de la Escuela de Agronomía; 7. La UdeCh iniciará inmediatamente los estudios, planificación y construcción del edificio de la nueva Escuela de Agronomía, la cual deberá estar debidamente concluida en enero de 1968, y 8. La UdeCh gestionará de la SAG un aumento del subsidio a que se refiere el punto 5, el cual se destinará exclusivamente a la Escuela de Agronomía.
(7)
Y agregaba la principal revista de la izquierda mexicana en los años 60 del siglo pasado:
La victoria lograda acentuó en el IPN el descontento en contra de la FNET y particularmente de su líder Ignacio Gil Zamora por su actitud contraria a los intereses del estudiantado. El comité de huelga del IPN desconoció de hecho a la FNET y se constituyó, con carácter permanente, en Consejo Nacional de Unidad y Solidaridad Estudiantil”. (8)
Para el PCM, de acuerdo con el editorial de su órgano central:
Constituye un gran triunfo haber acabado para siempre con un centro mercantil como lo era la institución de los hermanos Escobar que funcionaba en Ciudad Juárez, y arrancar al gobierno el acuerdo de establecer una escuela superior de agricultura dependiente de la Universidad de Chihuahua. (9)
Para el Congreso Nacional de Estudiantes Revolucionarios:
Estos movimientos han culminado con el triunfo de los compañeros de las escuelas de agricultura, Chapingo, Politécnico Nacional y normales rurales en su huelga nacional, y en el caso del IPN, para impedir el envío del ejército que aplastaría la huelga de Chapingo.
Estas luchas dejan importantes enseñanzas:
La primera es que no es posible alcanzar el triunfo por medio de simples peticiones. No son éstas, ni las esperas en las antesalas de los funcionarios, sino las movilizaciones con métodos revolucionarios –manifestaciones, mítines, ocupación de universidades y escuelas, llamados a la población, rechazo violento y armado de las bandas contrarrevolucionarias (como la Ola Verde en Sonora y el MURO)– las que conducirán a la victoria.
(10)
Según Marcos Leonel Posadas, secretario general de la Juventud Comunista de México y miembro del Presídium del Comité Central del PCM a la sazón: “La huelga creó las condiciones para una dirección colegiada, incluyente, colectiva, unitaria, germen y ensayo del que después sería el Consejo Nacional de Huelga”. (11)

Para la derecha, el movimiento era injustificado. Así, Marte R. Gómez escribía:
Hay razones para creer que una célula extremista enquistada en este plantel [ENA], y que de tiempo atrás ha buscado aprovechar cualquier coyuntura favorable para crear agitación, maniobró a fin de de arrastrar a los alumnos a una huelga de supuesta solidaridad. Los alumnos de la ENA… no tienen motivo propio en qué basar cualquier descontento, ni la menor protesta…
5. Dentro de su movimiento de huelga, conscientes de la pobreza de los argumentos que podrían presentar, y seguros de que el pliego de peticiones que sometieran carecería de la menor base, los alumnos de Chapingo, arrastrados por la minoría que los maniobra, y contra el sentir de un grupo respetable del alumnado, siempre a título de que “hay que ser hombres”, se han lanzado a cometer actos de provocación como ha sido el de ocupar, por la fuerza, edificios ajenos a la enseñanza en la ENA; como son, ni más ni menos, las oficinas en que trabajan los empleados del INIA y del Departamento de Extensión Agrícola de la Dirección General de Agricultura, y el Colegio de Postgraduados, que por el mismo carácter de su enseñanza, no tiene ni quiere tener nada que ver con desórdenes estudiantiles de nivel mínimo.
(12)
La huelga de las escuelas de agricultura, el IPN, las escuelas normales rurales y otras instituciones educativas representó un gran paso adelante del movimiento estudiantil mexicano, ya que los participantes en el mismo levantaban como demanda central la federalización de una escuela privada de Ciudad Juárez. Para los estudiantes de esa ciudad, la demanda era de carácter gremial, pero para los integrantes de la FNECAF, la FECSM, el Politécnico y otras escuelas solidarias, era un movimiento claramente político al plantear la paralización de actividades por solidaridad. Esta importante huelga abrió las puertas a la elaboración de las demandas generales del movimiento estudiantil nacional, precisó los métodos de lucha y puso en juego órganos de representación que asumirían algunas luchas posteriores. Quizá pueda afirmarse que, parcialmente, fue una especie de ensayo general del movimiento estudiantil-popular de 1968. En la actualidad, cuando los estudiantes de educación superior ponen en pie el novedoso movimiento #Yosoy132, es posible que las líneas anteriores sean de cierta utilidad.

Notas:
(1) Véanse Política, núm. 171, vol. VIII, 1-15-VII-67 y núm. 172, vol. VIII, 15-31-VII-67; La Voz de México, núm. 1882, 14-V-67, núm. 1883, 21-V-67, núm. 1884, 24-V-67, núm. 1885, 4-VI-67, 11-VI-67, núm. 1886, 11-VI-67, núm. 1887, 18-VI-67, y núm. 1888, 25-VI-67.
(2) Véanse de esos años El Día, Nueva Época, Política y La Voz de México, así como Carlos Bonilla Machorro, Ejercicio de guerrillero, México, Gaceta Ed., 1981, y Antonio Aranda F., Los cívicos guerrerenses, con una opinión de Liberato Terán, s. l., s. e., 1979.
(3) La Voz de México, núm. 1887, 18-VI-67, p. 1.
(4) J. Aurelio Cuevas Díaz, El Partido Comunista Mexicano. 1963-1973, México, Ed. Línea (UAG-UAZ), 1984, p. 105.
(5) La Voz de México, núm. 1890, 9-VII-67, p. 4.
(6) La Voz de México, núm. 1892, 23-VII-67, p. 1.
(7) “Victoria estudiantil”, en Política, núm. 172, vol. VIII, 15-31-VII-67, p. 5.
(8) Ibíd.
(9) La Voz de México, núm. 1892, 23-VII-67, p. 3, y Gerardo Peláez Ramos, El movimiento estudiantil y los comunistas (1963-1968) Cronología, en La Haine, Apia virtual y otros sitios web.
(10) Resoluciones del I Congreso Nacional de Estudiantes Revolucionarios, México, Fac. de Fil. y Letras CU, 1968, p. 9).
(11) Marcos Leonel Posadas, 1967: el año crucial de las vísperas, ponencia para el Encuentro 1967 año crucial, celebrado en Acapulco los días 18 y 19 de mayo de 2007.
(12) Marte R. Gómez, Episodios de la Escuela Nacional de Agricultura, Chapingo, UACh, 1976, p. 312.

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