14 de noviembre de 2006

OPINIÓN :: tiempos de las tinieblas.

Rosario Ibarra*
Noticias de Oaxaca.

Los tres jóvenes salieron de Radio Universidad en la convulsa ciudad de Oaxaca. Abordaron un taxi. "Ibamos comentando temas relacionados con nuestra participación en el citado lugar" - dijeron- para después pedirle al conductor del auto que nos llevase al domicilio de René Trujillo, en la calle Santo Tomás 219 del barrio Xochimilco... y al llegar a la puerta, empezó para nosotros la oscura noche de aquellos tiempos de tinieblas.

Desde hacía mucho, la hermosa ciudad estaba enfrascada en una lucha terrible contra la represión gubernamental; los muertos y los heridos se contaban por decenas y los gases lacrimógenos inundaban el ambiente. Los jóvenes de este relato eran tres: René Trujillo Martínez, Benito Pereda Fernández y Mauricio Horacio Marmolejo. René se disponía a abrir la puerta de su casa, cuando se abalanzaron sobre ellos varios hombres encapuchados, que blandían pistolas escuadras, con las cuales empezaron a darles golpes en la cabeza, hasta que los tuvieron sometidos, en estado de semi inconsciencia y sangrando profusamente de sus maltratadas cabezas. Cuentan los jóvenes que en especial, se ensañaban con René Trujillo, pero a todos los tiraron al suelo y tras patearlos y hablarles con lenguaje obsceno, los arrastraron hasta subirlos a un vehículo "color amarillo de servicio de alquiler" y nos llevaron a un sitio que no pudimos identificar, pues nos cubrían la cara. Allí empezó de lleno la tortura física.

A René Trujillo le pusieron una bolsa nylon en la cara, lo que le producía asfixia. Lo golpeaban en el pecho, en el estómago y le aplicaban toques eléctricos en varias partes del cuerpo. Después tocó el turno a los otros, con la misma saña pero preguntando lo mismo: Los nombres de los estudiantes de la APPO, sus domicilios y cuánto recibían de pago' Después siguieron más de 7 horas de "interrogatorio" privado, es decir, uno por uno, en donde nos querían obligar a comprometer en la lucha al Senador Salomón Jara y a otros legisladores. Para ello, la tortura fue de una barbarie terrible: De nuevo las bolsas de plástico sobre la cabeza, unas bolsas que nos llegaban hasta los hombros.Después unas agujas largas y delgadas, eran introducidas en la carne, bajo nuestras uñas, lo que producía Inimaginable dolor. Y así siguieron, dicen los jóvenes hasta que lograron las "confesiones" que querían. Estos valientes jóvenes han llegado a una conclusión perfectamente entendible. Los llevaron a las instalaciones de la PGR y allí mismo fueron nuevamente torturados. Luego entonces, quienes los maltrataban, eran integrantes de las fuerzas policíacas federales, "en contubernio con las del estado".

Cierran el relato doloroso con el siguiente párrafo: "Nosotros consideramos que hay un contubernio entre las autoridades federales y las locales, para lastimar, degradar, detener, desaparecer y matar a integrantes del pueblo organizado. Cubiertos de impunidad, la PFP ha organizado la violencia, protegido y encubierto a los paramilitares, para que puedan torturar, inventar cargos, sembrar armas, todo, para justificar la represión..." En este espacio, hoy tan sólo escribí lo que estos tres jóvenes sufrieron en estos nuevos tiempos de tinieblas.

*Dirigente del Comité ¡Eureka!.

1 comentario:

nonself dijo...

Y lo que falta por venir, con ese carnicero en la SEGOB.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...