19 de enero de 2008

LAS FARC Y EL "ACUERDO HUMANITARIO"


Es obvio que las FARC no despiertan encendidos entusiasmos. Tampoco indiferencia. Y por ello todo el mundo ha tomado posiciones ya sea a favor o en contra. Los primeros (los que están a favor) son los menos, porque los casi 50 años de lucha guerrillera han terminado por hacer perder la perspectiva de si la lucha armada es un medio (para capturar el Poder del Estado) o un fin (en sí mismo).

Los que están en contra los llaman “terroristas”. No por los objetivos que persiguen sino por algunos métodos que emplea (secuestros, reclutamiento de menores, extorsiones, etc.). El secuestro de civiles, obviamente, es un acto de terrorismo. Sin embargo, parece discutible que fueran tantas las personas secuestradas según nos refieren los medios de (des)información. Particularmente pienso que para mantener a mas de 700 personas secuestradas se necesita mucha capacidad de organización y tener amplio dominio de extensas zonas dentro del territorio colombiano (hecho que las autoridades niegan) ¿Lo tendrán? Y si lo tienen ¿por qué se les niega esta capacidad de control de ciertas zonas? ¿Lo harán para no reconocerles el estatus de fuerzas beligerantes?

La evidencia empírica demuestra que las FARC son en la práctica fuerzas de beligerancia aun cuando no se las reconozca formalmente como tales. Lo que hizo el presidente Hugo Chávez (luego de la liberación de la congresista Consuelo Gonzáles y la abogada Clara Rojas) fue simplemente reconocer este hecho y plantear a la comunidad internacional que no se las siga motejando de “terroristas” para facilitar un posible “Acuerdo Humanitario”. Pero, ¿por qué esa obstinación en seguir designándoselas como "terroristas"? La respuesta no puede ser más desalentadora: porque, de este modo, es mucho más fácil para el gobierno colombiano seguir disponiendo del financiamiento de los EEUU para la implementación de las operaciones conjuntas en el marco de la “lucha contra el terrorismo mundial”. Las famosas operaciones militares “Colombia”, “Patriota” y “Victoria” se encuadran dentro de esta perspectiva.

Asimismo, al gobierno de Bush también le interesa que las FARC sigan siendo “terroristas” o “narcoterroristas” porque así puede seguir disponiendo de los miles de millones de dólares que les aprueba su cámara de representantes en su lucha contra el “terrorismo global”. Obviamente que el dinero no lo es todo y por ello también destinan recursos humanos altamente capacitados en las luchas contrainsurgentes de todo el orbe (agentes de la CIA, “asesores” militares, mercenarios, etc.) Y por supuesto no podían faltar los recursos tecnológicos altamente sofisticados que -para el caso colombiano- solo son comparables con los que se destinan a Israel.

Pero, ni con toda esta brutal ofensiva contraguerrillera han logrado debilitar a las FARC. Ni el Plan Colombia I y II, ni el Plan Patriota (ni el Plan Victoria en lo que va de su campaña) pudieron derrotarlas militarmente. ¿Cuánto costó el “Plan Colombia”? La friolera de 7,500 millones de dólares. ¿Cuánto costó el “Plan Patriota”? Las cifras reales son un misterio pero los analistas sospechan que no estarían muy lejos del costo de la primera. ¿Cuánto cuesta el Plan Victoria? Secreto de Estado. Miles de millones de dólares, miles de soldados profesionales de las fuerzas armadas colombianas (15 mil la primera, 18 mil la segunda), miles de mercenarios equipados por los EEUU con armamento ultra moderno. ¿El resultado? Un total fracaso.

Si de verdad se quiere que el Estado colombiano y las FARC lleguen a un Acuerdo Humanitario que permita la liberación de los rehenes secuestrados se necesita hacer transigencias por ambos lados. Ya lo ha señalado la senadora colombiana Piedad Córdova: “la gente tiene que entender que efectivamente las FARC son un ejército, son un sujeto político en el país, son una realidad política” Si los demás actores políticos también tuvieran la misma percepción, creo que el camino estaría expedito para llegar a la ansiada liberación de todos los secuestrados. Pero, además se necesita voluntad política y tal parece que de parte del gobierno colombiano aun no existe. Ojalá nos equivoquemos. Y ojalá que la presión internacional pueda aprovechar esta coyuntura y lograr lo que es el sueño de todo el mundo: ver liberada a la ex candidata Ingrid Betancourt. Y, por supuesto, de todos los secuestrados.

El sueño de los imperialistas y de las clases de poder tendrán que quedarse en lo que son: simples quimeras ¿Cuáles son esos sueños? La derrota ideológica, política y militar de las FARC.

2 comentarios:

Mariano Nicolás Miranda dijo...

Hola como estan? muy bueno el blog, le scuento que tengo una web del Club Atlético Tigre la direccion es www.catigre.es.tl espero les guste saludos www.catigre.es.tl

Otra Chilanga dijo...

Mariano: gracias por la invitación, ya nos daremos un tiempo para estar por allá.

Humberto: Lo que mencionas es fundamental. Ojalá podamos estar tendiendo un puente que virtualmente al menos esté propugnando por el reconocimiento de las FARC como fuerza beligerante.
Por nuestra parte hemos de reconocer que no vemos viable lastimar mediante el secuestro a civiles; es una práctica que nos parece a todas luces equivocada y que ello no ayuda en mucho para la defensa pública de las compañeras y compañeros de las FARC.
Sin embargo, como decíamos para un comentario en el blog de Charly, es de una hipocresía tal acusar a las FARC de terrorismo sin señalar a quienes desde el poder en los gobiernos colombiano y el estadounidense, propiciando las AUC que terminaron por salírseles de las manos, entre otras canalladas, están echando mano del terrorismo como práctica de Estado.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...